Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, en la XXI Reunión de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), realizada en el Castillo de Chapultepec

Excelentísimo señor Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores de México y presidente pro témpore de la CELAC.

Estimada Martha, por ahí la vi.

Excelentísima señora Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva.

Excelentísimo señor Julio Berdegué.

Cancilleres.

Representantes.

Embajadores de América Latina y el Caribe:

Quisiera expresarles, primero, mi agradecimiento por la invitación para estar con ustedes, por esta XXI Sesión de la CELAC.

El Senado de la República, el Parlamento Mexicano está viendo muy de cerca el desempeño de esta reunión. Me alegra que en ella se esté recobrando el brío, la energía para lograr en el corto plazo, la cooperación, la solidaridad, el entendimiento, el diálogo, que es indispensable para nuestra Región.

Esta Región ha tenido gigantes en la conducción, gigantes como Benito Juárez, que consideramos uno de los mejores presidentes de México. Tenía una frase extraordinaria: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. A Juárez le debemos gran parte de la tradición política exterior en nuestro país.

Y estos gigantes se complementan con el natalicio que hoy celebramos, del Libertador de América, Simón Bolívar, que no es coincidencia sino es apropiado decirles que es planeación del Canciller que coincidiera esta reunión con el natalicio del Libertador de América, Simón Bolívar.

Recuerdo una de sus frases, extraordinarias: “La unión o la unidad de los pueblos no es una quimera, sino un inexorable decreto del destino”. Y, Simón Bolívar, impregnó con su pensamiento lo que esta organización de la CELAC genera y tiene.

Simón Bolívar es respetado en México y en América. Cuando hablaba de nuestra América, en su sueño de integración de América Latina y el Caribe; en su sueño en aquel Congreso, por cierto, en Panamá, en efecto, en 1822, donde convocó a representantes de toda América para construir una sola unidad, después, más tarde en México, en Tacubaya. Pero para nosotros es uno de los gigantes de América.

Incluso, José Martí, que decía otra frase extraordinaria: “Solos y aislados, estamos condenados”.

Por eso el discurso ahora del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es extraordinario.

El Presidente nunca ha sido ortodoxo en materia política, el Presidente es un hombre singular, sui generis, surge de un movimiento al que pertenecemos hace tres años, logramos con una gran legitimidad estar en el Gobierno y, la mayoría de legisladores pertenece a este Movimiento.

Yo coordino el Senado la mayoría legislativa, y es un Senado muy rico y muy audaz, muy inteligente, muy plural. Y por eso me parece que lo que está viviendo México y lo que ustedes ahora han venido a ratificar, es un cambio de régimen en México.

Hay una nueva experiencia de América Latina, hay una transformación profunda de las instituciones y no nos hemos quedado sólo en políticas públicas, de la austeridad y la sobriedad republicana, o del cambio de régimen, o de la separación del poder político y económico, o de la profundización de la política social de México; ¡no!

No nos hemos quedado ahí, porque lo hemos llevado a reformas constitucionales y legales, porque no negamos que hay obstáculos, hay intereses y hay una parte de la población que quizá no vea con simpatía nuestro proyecto, y es parte de la pluralidad del país.

Pero ahora estamos modificando la Constitución, que se requieren dos terceras partes y creemos que este cambio llegó para quedarse.

Por eso es muy importante su presencia. Me alegra mucho que estén aquí.

Escuché algunas de las intervenciones, que me hizo el favor de invitarme a sentarme a platicar con ustedes el Canciller, me parecieron muy interesantes.

Y los resolutivos que de aquí surjan, serán muy importantes para nuestro hemisferio, para nuestra Región, para nuestra América.

Por eso son bienvenidos; me alegra estar aquí.

Como anfitrión tenemos al Canciller.

Quiero decirles, de manera personal, que el Canciller es, quizá, para mí, colaboradores del Presidente y de este nuevo régimen, pero además se caracteriza por dos cosas. Humano e inteligente; y agregaría eficaz, buen amigo, buen político y buen Canciller.

Muchas gracias.

Buen provecho a todos.