Panel T-MEC favorece al proyecto de integración norteamericana
La profundización de la integración económica de América del Norte ha sido posible gracias a la correcta implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), instrumento que vino a suceder al anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Su diseño permitió sentar las bases de un entramado regional de cadenas de suministro, del cual las empresas y los trabajadores de los tres países se pueden beneficiar para comerciar y competir exitosamente frente al resto del mundo.
Así, en la última década, el comercio trilateral creció más del 100 por ciento entre los tres países, de tal forma que hoy intercambiamos 3 millones de dólares por minuto en bienes, lo que hace patente el gran dinamismo económico regional. Tan solo en 2022, nuestro comercio bilateral con Estados Unidos superó los 718 mil millones de dólares, esto es, ocho veces más que en 1993.[1]
Desde su entrada en vigor el 1 de julio de 2020, el T-MEC estableció las reglas y los estándares comerciales más avanzados, facilitando así que los tres países progresen en su meta compartida de hacer de Norteamérica la región más competitiva y dinámica del mundo. Este compromiso quedó asentado en la Declaración de Norteamérica, que derivó de la X Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) llevada a cabo en enero de 2023 en la Ciudad de México.[2]
En tal sentido, destaca la reciente resolución emitida por el panel experto constituido conforme al T-MEC, en el que se resolvió la disputa en torno a la interpretación y aplicación de las reglas de origen para el sector automotriz. La controversia —iniciada por México y respaldada por Canadá— representó la primera ocasión en que nuestro país hace uso de los mecanismos de solución de diferendos en materia comercial que prevé el Tratado.
Tras un año de trabajo por parte del panel, el informe final que favorece la postura mexicana y canadiense es una buena noticia para la región y el sector automotriz norteamericano, porque demuestra que los desacuerdos se pueden resolver bajo las reglas y los instrumentos que prevé el Tratado.
Decisión del panel T-MEC
El 11 de enero de 2023, la Secretaría de Economía dio a conocer que el panel experto constituido al amparo del T-MEC, por solicitud del 6 de enero de 2022 del Gobierno mexicano, emitió su informe final.[3] El propósito del panel fue establecer un consenso sobre las diferencias en las interpretaciones respecto a las reglas de origen del sector automotriz. En particular, el diferendo entre México y Canadá, por un lado, y Estados Unidos, por el otro, está relacionado con la determinación del Valor de Contenido Regional (VCR) para que los vehículos y camiones ligeros puedan ser considerados como originarios de la región. Este es un requisito para que su comercialización libre de aranceles.
Bajo los términos del Tratado, en un plazo de tres años a partir de la entrada en vigor del T-MEC (en julio de 2023), el 75 por ciento del contenido de un auto deberá provenir de la región de América del Norte. En el TLCAN, el VCR era del 62.5 por ciento. Este incremento implicó el endurecimiento en la regla de origen, lo que haría más difícil que los fabricantes de vehículos y autopartes pudieran cumplir con el nivel requerido, a pesar de los esfuerzos del sector privado para producir más en la región.
Sin embargo, como expliqué en mi artículo “Reglas de origen para el sector automotriz: la relevancia de la correcta interpretación del T-MEC”, publicado en este espacio,[4] el problema se concentró en los requerimientos de Estados Unidos sobre autopartes esenciales originarias o core parts, como motor, transmisión, carrocería y chasis, así como sistemas de suspensión y dirección, entre otras piezas, como baterías de litio para vehículos eléctricos.
La postura de México y Canadá se basa en el argumento de que, una vez que se cumple con el requisito de contenido regional para que una parte esencial sea considerada como originaria, el 75 por ciento se puede convertir en 100 por ciento para efectos del cálculo del VCR del vehículo.
En contraste, según la interpretación estadounidense, se debe calcular el VCR de cada parte esencial en lo individual, y si reúne el 75 por ciento no se puede aplicar el “redondeo” o roll-up al 100 por ciento para cumplir con el requisito de contenido regional de la unidad, previsto en el artículo 4.5.4 del T-MEC.
No obstante, en su informe final, el panel integrado por cinco personas expertas determinó que la metodología aplicada por Estados Unidos para el cálculo del VCR es inconsistente con lo establecido en el T-MEC. Por tanto, respaldó la interpretación mexicana y canadiense, al precisar que el Tratado permite a los fabricantes de vehículos considerar como originarias a las partes esenciales de un vehículo terminado, una vez que, por separado, esas autopartes hayan cumplido con el porcentaje mínimo de contenido regional.[5]
De acuerdo con el informe final, esta diferencia “es fundamental porque afecta, y seguro de forma significativa, la cantidad de contenido ‘regional’ que se encuentra en un vehículo, e impacta en la posibilidad de que el vehículo reciba un trato arancelario preferencial”, y “con la interpretación de las partes reclamantes [México y Canadá], es más fácil que los vehículos accedan al trato arancelario preferencial”.[6]
Cabe subrayar que el informe final fue emitido 267 días contados desde el nombramiento de la última persona panelista, es decir, a partir de la integración del panel. Si bien el plazo superó los 180 días previstos en el T-MEC, opiniones expertas en la materia coinciden en que el tiempo que demoró la decisión no fue excesivamente mayor. Esto confirma que los mecanismos de solución de controversias funcionan de manera adecuada, y además manda una señal muy positiva de certidumbre al comercio y las inversiones entre los tres países.[7]
Reacciones y próximos pasos
Derivado de la publicación del informe final del panel, la representación comercial de Estados Unidos (USTR) manifestó su decepción y consideró que la interpretación podría “resultar en menos contenido norteamericano en automóviles, menos inversión en toda la región y menos empleos estadounidenses”. Indicó que analizarán el informe para determinar sus siguientes acciones.[8]
Asimismo, la ministra de Comercio Internacional canadiense, Mary Ng, dio la bienvenida al informe final “por confirmar la interpretación [de su país] sobre el resultado negociado para las reglas de origen en el sector automotriz”. Reiteró el compromiso de Canadá con el comercio internacional basado en reglas y se alegró de “ver que los mecanismos de solución de controversias en vigor apoyan los derechos y obligaciones negociados en el T-MEC”.[9]
Por su parte, la Secretaría de Economía emitió un comunicado en el que resaltó que la interpretación del panel estuvo acorde con la postura de nuestro país, y señaló que “México iniciará un proceso de diálogo y cooperación con sus socios comerciales para la atención del Informe Final”.[10]
Cabe señalar que, desde el momento de la publicación del informe final, inició un periodo de hasta 45 días para que el Gobierno estadounidense cumpla con el fallo del panel, al retirar la medida y cambiar su interpretación. Si las Partes no se ponen de acuerdo en ese plazo, México y Canadá podrán suspender los beneficios comerciales a Estados Unidos hasta que la disputa se resuelva por completo, lo cual sería lo menos conveniente, ya que afectaría la competitividad del sector productivo de la Unión Americana.
En tanto, el trabajo que le toca al Gobierno de México es reiterar a sus contrapartes que la única opción aceptable es que Estados Unidos cambie su interpretación, a fin de que sea consistente con sus compromisos negociados en el Tratado.
Trascendencia para América del Norte
En el marco del T-MEC se han presentado 17 controversias, al menos tres de ellas resueltas por un panel constituido al amparo del Tratado.[11] Sin embargo, este es el primer caso iniciado por México al amparo del capítulo 31 del instrumento, y destaca por la relevancia de la industria automotriz para el país y la región en su conjunto. En cada una de las tres naciones genera un importante número de empleos directos e indirectos, a través de los vínculos con proveedores y productores de autopartes necesarios para la fabricación de vehículos.
Tan solo en México, representa cerca del cuatro por ciento del PIB nacional y el 20.5 por ciento del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).[12] Además, la participación de nuestro país en la cadena de valor regional es cada vez mayor, por lo que se prevé que el nivel de producción de vehículos continúe al alza en los próximos años, puesto que al cierre del 2022 se registró un incremento del 9.2 por ciento con respecto al año anterior.[13]
Por ello, la decisión del panel será un incentivo para atraer más inversiones en la industria, dado que más insumos y autopartes se podrán incorporar en los automóviles que son comercializados en América del Norte, los cuales podrán gozar de las preferencias arancelarias que otorga el T-MEC, tanto para productores mexicanos como estadounidenses y canadienses.
Además, mantendrá la competitividad del sector y será un estímulo adicional para avanzar en el desarrollo del segmento de vehículos eléctricos, con miras a convertir a la región en el principal fabricante en el futuro. Al ser este uno de los temas centrales durante la X CLAN, los tres países se comprometieron a “forjar cadenas de suministro regionales más sólidas, así como promover la inversión específica en industrias clave del futuro, como los semiconductores y las baterías de vehículos eléctricos”,[14] las cuales serán fundamentales para desarrollar el sector de vehículos eléctricos.
El desabasto de semiconductores continuará siendo el principal reto que enfrentan los productores de vehículos, por lo que será necesario avanzar en la instrumentación de una política industrial enfocada en fomentar, lo más pronto posible, la inversión en nuevas capacidades de fabricación de semiconductores en América del Norte.[15] Sin embargo y haciendo eco de los pronunciamientos de los principales organismos empresariales de los tres países, solo tendremos éxito si trabajamos juntos para superar estos desafíos.[16]
De ahí la importancia de que el Gobierno estadounidense acate la resolución del panel a la brevedad y sin ambigüedades. Ello disiparía cualquier posibilidad de que México y Canadá se vean en la necesidad de recurrir a medidas compensatorias que pudieran afectar el comercio trilateral, al tiempo que dejaría patente el compromiso entre las partes para hacer cumplir los compromisos asumidos en el T-MEC.
Desde el Senado de la República habremos de acompañar los esfuerzos que realice el Ejecutivo, para asegurarnos de que los tres países continuemos avanzando en la correcta implementación del Tratado.
El potencial de desarrollo económico para Norteamérica. Aprovecharlo dependerá en buena medida de mantener el diálogo constructivo y la cooperación entre los socios, y de esa manera hacer realidad la visión de una América del Norte más próspera, en beneficio de los más de 500 millones de habitantes de la región.
ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] United States Census Bureau, “Trade in Goods with Mexico”. United States Census Bureau-US Government (2022) [En línea]: https://bit.ly/3kpDlQt [Consulta: 18 de enero de 2023].
[2] Presidencia de la República, “Declaración de Norteamérica (DNA)”. Gobierno de México (10 de enero de 2023), sec. Comunicados [En línea]: https://bit.ly/3kwVVq4 [Consulta: 18 de enero de 2023].
[3] Secretaría de Economía, “Panel del T-MEC publica Informe Final sobre reglas de origen del sector automotriz”. Secretaría de Economía-Gobierno de México (11 de enero de 2023), sec. Comunicados y discursos [En línea]: https://bit.ly/3HhvptI [Consulta: 18 de enero de 2023].
[4] Ricardo Monreal, “Reglas de origen para el sector automotriz: la relevancia de la correcta interpretación del T-MEC”. Ricardo Monreal (17 de enero de 2022), sec. La Pluma, Faro Internacional [En línea]: https://bit.ly/3kssLs6 [Consulta: 18 de enero de 2023].
[5] Office of the United States Trade Representative, “United States-Automotive Rules of Origin (USA-MEX-CDA-2022-31-01)”. Office of the United States Trade Representative-US Government (14 de diciembre de 2022) [En línea]: https://bit.ly/3ZSyPdK [Consulta: 19 de enero de 2023].
[6] Idem.
[7] Idem.
[8] Adam Hodge (@USTRSpox), “La interpretación del Panel del T-MEC del acuerdo nos decepciona y podría resultar en menos contenido norteamericano en automóviles, menos inversión en toda la región y menos empleos estadounidenses”. Twitter (11 de enero de 2023) [En línea]: https://bit.ly/3XIFjKj [Consulta: 19 de enero de 2023].
[9] Global Affairs Canada, “Statement by Minister Ng on Canada-United States-Mexico Agreement dispute on rules of origin for automotive goods”. Government of Canada (11 de enero de 2023), sec. Global Affairs Canada [En línea]: https://bit.ly/3WpK22y [Consulta: 19 de enero de 2023].
[10] Secretaría de Economía, op. cit.
[11] The Brookings Institution, “USMCA Tracker”. The Brookings Institution (2022), sec. USMCA initiative [En línea]: https://brook.gs/3Xp17e1 [Consulta: 19 de enero de 2023].
[12] EFE, “Industria automotriz mexicana prevé crecer un 6.6% en producción en 2023”. Forbes (9 de enero de 2023), sec. Negocios [En línea]: https://bit.ly/3D3LaC9 [Consulta: 19 de enero de 2023].
[13] Lilia González, “México retoma crecimiento en producción automotriz”. El Economista (8 de enero de 2023), sec. Empresas [En línea]: https://bit.ly/3GZ9Lcc [Consulta: 20 de enero de 2023].
[14] Presidencia de la República, op. cit.
[15] Ricardo Monreal Ávila, “México y EUA hacia una nueva alianza en semiconductores”. Publimetro (11 de octubre de 2022), sec. Opinión [En línea]: https://bit.ly/3R1CHFi [Consulta: 20 de enero de 2023].
[16] U.S. Chamber of Commerce, “Business Groups’ Open Letter to North American Leaders”. U.S. Chamber of Commerce (8 de enero de 2023), sec. International [En línea]: https://bit.ly/3wjYH4I [Consulta: 20 de enero de 2023].