Retos de la feminización migratoria

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en el marco del Día Internacional de la Mujer, afirmó que “la igualdad de género se aleja cada vez más” y que los avances de años anteriores para erradicar los abusos y las violaciones de derechos humanos de las mujeres y niñas “se desvanecen ante nuestros ojos”.[1] El reto mundial es mayúsculo, si se toma en cuenta el balance que hacen las agencias de la ONU para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 de la Agenda de Desarrollo 2030: si continuamos al ritmo de cambio actual, hasta dentro de más de dos décadas se alcanzarían las leyes universales que prohíban la violencia contra las mujeres, y tendrían que ir pasar más de 200 años para alcanzar la igualdad de género en los marcos jurídicos.

Por ejemplo, según el informe de las metas del ODS 5, “una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19 por ciento de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan específicamente a las mujeres contra tal violencia”.[2]

Si las situaciones de violencia se visibilizan desde contextos particulares, como la violencia familiar, la violencia vicaria, la violencia obstétrica, entre otras, desgraciadamente, las vulnerabilidades se potencializan. En tal sentido, la feminización de la migración conlleva retos, obstáculos y experiencias que las mujeres y las niñas enfrentan, en razón de género, durante el trayecto migratorio, lo cual determina una serie de vivencias negativas de violencia e inseguridad durante su travesía, así como en la dificultad de inserción socioeconómica en el país de destino.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) califica a la migración como un fenómeno complejo y de rápida evolución.[3] En cuanto a su composición demográfica, durante décadas, quienes integraron en su mayoría el flujo de personas en movilidad transfronteriza fueron hombres. Actualmente, el departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (UNDESA, por sus siglas en inglés) busca en todas las dimensiones del fenómeno (origen, tránsito, destino y retorno) hacer visibles a las mujeres migrantes.

De los 281 millones de personas migrantes,[4] la migración femenina representa el 48.1 por ciento,[5] y las mujeres en el rango de edad de entre 30 y 39 años[6] migran casi en la misma proporción que los hombres.[7] El aumento de mujeres migrantes va de la mano con un reprobable incremento de discriminación (una multidiscriminación[8] por ser mujeres, migrantes, por su origen étnico, por edad, por su nacionalidad u orientación sexual), que las hace más vulnerables para ser víctimas de actos de violencia, de tráfico y trata de personas, [9] además de violencias añadidas; como la falta de atención a su salud sexual y reproductiva, entre otras.[10]

D ahí la importancia y necesidad de examinar el fenómeno migrante desde una perspectiva de género y bajo una visión multiimpacto. Si bien cualquier persona migrante es vulnerable a ser víctima de todo tipo de violencia, las mujeres y las niñas en condición migratoria están especialmente en riesgo, y generalmente se encuentran huyendo de contextos de violencias en sus países de origen. Amnistía Internacional estima que seis de cada diez mujeres en movimiento hacia Estados Unidos han sido víctimas de violación sexual en algún momento del trayecto, al igual que el 90 por ciento de las mujeres y niñas que migran hacia Italia a través del Mediterráneo.[11]

Para México, el último reporte de la OIM (2022) reporta en números redondos un aumento sin precedente de la migración irregular. Un incremento del ocho por ciento mensual para un total de 444,439 eventos de personas en situación migratoria irregular, en comparación con 309,692 eventos migratorios en 2021.[12]

En cuanto a las mujeres migrantes en situación irregular, el aumento fue del 34.1 por ciento de eventos; es decir, 34,613 casos más en comparación con el 2021. Y con base en los datos de la publicación Migración y Movilidad Internacional de Mujeres en México, de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, de la Secretaría de Gobernación, en los últimos dos años los trámites migratorios realizados por parte de mujeres extranjeras para conseguir en México sus tarjetas de visitante por razones humanitarias incrementó en un 48.4 por ciento. En cuanto a los eventos de devolución de mujeres mexicanas desde Estados Unidos, nustras autoridades reportan un incremento del 95.6 por ciento con respecto al 2021.[13]

Otra cifra que mostró un aumento del 7.1 por ciento entre los dos periodos de tiempo comparados fue el de las mujeres refugiadas. Al respecto, el Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) detalla que entre el 35 por ciento y el 40 por ciento de las personas migrantes que solicitan refugio en el país por razones humanitarias son mujeres.[14]

Todas las aristas que implican la feminización del fenómeno migratorio requieren de un análisis sensible y empático ante una realidad innegable. En el contexto geopolítico actual, el número de mujeres que migrarán seguirá en aumento, y coincido con ONU Mujeres, que reclama la necesidad de que los marcos regulatorios y políticas migratorias se integren bajo una perspectiva de género “sensible a los impactos únicos de la migración en las mujeres y las niñas”, y que las visibilicen como un grupo en sí mismo heterogéneo.[15]

Es necesaria la implementación de estrategias que aporten al desarrollo de sus capacidades de vida para fortalecer las oportunidades de encontrar empleo en los países de origen y destino de las mujeres migrantes.[16] También, estrategias de capacitación en tecnologías digitales que mejoren sus “oportunidades de integración laboral y social, a gestionar conocimiento, o acceder a información y la defensa de sus derechos”.

Las mujeres en general y las mujeres migrantes en particular no deben quedarse rezagadas en la era digital, ese es el llamado de la OIM: “superar la brecha digital de género en la migración y garantizar un futuro inclusivo para todas y todos”.[17]

La OIM, en su estudio para América Latina, “La integración de las personas migrantes: experiencias, buenas prácticas y desafíos”, reporta que el 60 por ciento de las personas migrantes que trabajan en la informalidad son mujeres. Enfrentan diversos obstáculos en su regularización: cuestiones administrativas, la división sexual del trabajo, los roles y estereotipos de género, y las brechas sociales, económicas y de oportunidades. Por ello, es necesario trabajar “en su empoderamiento económico y autonomía”, para combatir la descualificación laboral.[18]

Para Ugochi Daniels, directora general adjunta de Operaciones de la OIM, las remesas son un ejemplo del poder de la inclusión digital. Las mujeres migrantes generan el 50 por ciento de las remesas a nivel mundial.[19] En este caso, cerrar la brecha digital entre mujeres y hombres migrantes es un paso a la igualdad de género.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) destaca que el envío de remesas desde Estados Unidos por parte de mujeres representa el 30.6 por ciento del total, y quienes lo reciben son también mujeres, en un 65 por ciento (madres, hermanas, hijas). Para el caso mexicano, el porcentaje de mujeres que reciben la transferencia aumenta al 71 por ciento, incluso a pesar de que las mujeres perciben un menor sueldo en promedio que los hombres migrantes, pero envían un mayor porcentaje de sus ingresos y en intervalos más regulares.[20] Asimismo, enfrentan barreras específicas de género. Por ejemplo, debido a la brecha en alfabetización digital y acceso a tecnologías, utilizan servicios de transferencia de efectivo en persona con comisiones hasta un 20 por ciento más altas que las opciones en línea.[21]

El componente de género marca una diferencia en el envío y recepción de este apoyo económico. La importancia del destinatario impacta de manera directa en el empoderamiento de las jefas de familia y mujeres en el país de origen. De ahí la relevancia de programas como Mujeres Migrantes para el Desarrollo en África, implementado por la OIM y que tiene por objetivo involucrar a mujeres migrantes de África Occidental en el desarrollo de sus países de origen. El programa da asesoramiento para el mejor uso de las remesas y la creación de pequeñas o medianas empresas en sus países de origen.[22]

Por su parte, el Banco Mundial destaca la necesidad de generar datos desagregados que evidencien las diferencias entre hombres y mujeres migrantes para tener un mayor entendimiento de los patrones de desplazamiento humano, y estar en posibilidades de dar soporte a las políticas públicas de género en el flujo migratorio.[23]

La Organización Internacional del Trabajo, en su análisis “Género, migración y empleo en Mesoamérica 2022”, destaca que en un proceso migratorio “crecientemente feminizado, con todo lo que ello implica en cuanto a reproducción de patrones de discriminación y violencia, requiere de respuestas urgentes, articuladas y creativas”.[24]

Por ello, subrayo nuevamente la importancia de abordar la problemática migrante desde una perspectiva de género; que debemos y podemos crear conciencia de las acciones que se necesitan en todos los ámbitos (públicos y privados) para dar la posibilidad de un mejor bienestar a las mujeres y niñas migrantes.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter y Facebook @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Noticias ONU, “Guterres: Mientras la tecnología avanza a toda velocidad, las mujeres y las niñas se quedan atrás”, ONU (6 de marzo de 2023), sec. Mujer [En línea]: http://bit.ly/3ZKgsHa [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[2] Objetivos de Desarrollo Sostenible, “Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, ONU (s/f) [En línea]: https://bit.ly/3F7coIM [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[3] “Perfil migratorio de México Boletín Anual 2022”, OIM (2022) [En línea]: https://bit.ly/3F8xTsM [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[4] “Informe sobre las migraciones en el mundo 2022”, OIM (2022) [En línea]: https://bit.ly/3VFOeLv [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[5] United Nations Department of Economic and Social Affairs, “International Migration 2020 Highlights”, ONU (2020) [En línea]: https://bit.ly/41ZXz4E  [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[6] Idem.

[7] Consejo de Derechos Humanos, “Los efectos de la migración en las mujeres y las niñas migrantes: una perspectiva de género Informe del Relator Especial sobre los derechos humanos de los migrantes”, ONU, (2019) [En línea]: https://bit.ly/3Zvs1C4 [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[8] OIM Centro, Norte América y el Caribe, “¿Por qué es importante capacitar a las mujeres y niñas migrantes en tecnología?”, Youtube,  (8 de marzo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3J1Hi6H [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[9] Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, “Realidades, retos y acciones contra la trata de personas”, Senado de la República, (22 de junio, 2022) [En línea]: http://bit.ly/3yqVCRs [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[10] “Los efectos de la migración en las mujeres y las niñas migrantes: una perspectiva de género Informe del Relator Especial sobre los derechos humanos de los migrantes”, op.cit.

[11] “How migration is a gender equality issue”, UN Women, (2020) [En línea]: http://bit.ly/3Lbh1FS [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[12] Alejandro Santos Cid, “México bate récords como destino y origen de la migración en 2022”, El País (28 de febrero, 2023) sec. Migración [En línea]: http://bit.ly/3LaHFhY [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[13] Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, “Migración y movilidad internacional de mujeres en México”, SEGOB, (2022) [En línea]: https://bit.ly/3V2pJZ1 [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[14] Georgina Bello Robledo, “Aumenta migración de mujeres centroamericanas y sudamericanas a México”, Heraldo USA, (1 de marzo, 2023) sec. Migración [En línea]: http://bit.ly/3Le1oNX [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[15] Denise Paiewonsky, “Feminización de la migración”, Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer, (2007) [En línea]: https://bit.ly/3H0vQZF [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[16] “Del temor a la confianza: de qué manera las capacidades digitales empoderan a las mujeres que regresan a El Salvador”, OIM, (7 de marzo, 2023) [En línea]:  http://bit.ly/3YwFBUn [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[17] OIM Centro, Norte América y el Caribe, “Día Internacional de la Mujer – Empoderar a las mujeres y niñas migrantes mediante la tecnología”, Youtube,  (8 de marzo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3FwiByv [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[18] Ídem.

[19] Ídem.

[20] “Foro de Remesas de América Latina y el Caribe”, CEMLA, (2022) [En línea]: http://bit.ly/3Jp91PZ  [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[21] Yolanda Morales, “De cada 10 remesas que llegan, tres son enviadas por mujeres: CEMLA”, El Economista, (8 de marzo, 2022) sec. Financiero [En línea]: http://bit.ly/3YG7Znq [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[22] “Lanzamiento de un nuevo programa de desarrollo dirigido a las mujeres migrantes originarias de África occidental que residen en Italia”, OIM, (2008) [En línea]: https://bit.ly/3Jsfqu4 [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[23] Isabel Granda, “La migración desde una perspectiva de género: ideas operativas para su integración en proyectos de desarrollo”, BID, (marzo, 2021) [En línea]: https://bit.ly/3yo9Yln [Consulta: 7 de marzo, 2023].

[24] “Género, migración y empleo en Mesoamérica 2022”, OIT (2022) [En línea]: https://bit.ly/3yr0EgO [Consulta: 7 de marzo, 2023].