La reforma de pensiones en Francia
Uno de los temas más controvertidos en diversos países es la reforma de sus sistemas de pensiones. Las motivaciones para ello pueden ser de índole económica, social y política, y sus características dependerán, en mucho, del perfil ideológico del Gobierno en turno.
Para el Gobierno francés, la necesidad de una reforma de pensiones que conlleve una sostenibilidad financiera es clave para los años por venir. Para muchas y muchos ciudadanos de aquella nación, lo que se pretende es modificar o anular un derecho adquirido, y el debilitamiento progresivo del Estado nenefactor o social.
En este sentido, es oportuno conocer qué implica la reforma, sus principales puntos de crítica, así como la resistencia de un sector de la población a la misma, sin olvidar el análisis de su perspectiva respecto a su entrada en aplicación o no.
Una reforma necesaria, de acuerdo con el Gobierno
En enero de 2023, el Gobierno galo anunciaba su intención, por segunda ocasión[1], de realizar una reforma a su sistema de pensiones. El actual presidente Emmanuel Macron la había anticipado en su calidad de candidato durante las elecciones de 2022.
El proceso institucional y político de la reforma comenzó en la Asamblea Nacional y posteriormente en el Senado, a fin de discutirla y, eventualmente, aprobarla. La primera ministra, Élisabeth Borne, indicó que la reforma servirá para garantizar el equilibrio financiero del sistema pensionario para 2030, porque, de no realizarla, se proyecta un déficit de alrededor de 150 mil[2] millones de euros en diez años. “El argumento de fondo es que los franceses deben trabajar más para impulsar la economía, y que el equilibrio de las cuentas públicas es necesario para la credibilidad internacional de Francia. La deuda francesa se eleva al 113% del PIB, el déficit presupuestario fue en 2022 del 5%”[3].
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la República Francesa destina, de entre todos los países miembros de esta organización, el 14.5 por ciento de su Producto Interno Bruto a sus pensiones, sólo detrás de Italia y Grecia, como primero y segundo lugares, respectivamente, y el que más invierte en protección social, con un 31.6 por ciento.
Desde el punto de vista demográfico, el Gobierno señala que en los años setenta del siglo pasado cotizaban más tres trabajadores en activo por cada jubilado; en el 2000, dos por cada uno; hoy, 1.7, mientras que en 2050 serán 1.4[4].
¿En qué consiste la reforma? Entre sus puntos más importantes se encuentran:
a) La edad de jubilación será de 64 años, en lugar de 62, como es actualmente (el aplazamiento se realizará de manera gradual desde ahora y hasta 2030);
b) Para el cobro de pensión íntegra será necesario cotizar, a partir de 2027, durante 43 años —hoy, son 42— (este aumento también se realizará gradualmente en razón de un trimestre adicional cada año);
c) Quienes comenzaron a trabajar más temprano (carreras largas), podrán jubilarse más rápidamente. Así, las personas que empezaron a laborar entre los 14 y los 16 años, cotizando, se podrán pensionar a los 58 años; las que lo hicieron entre los 16 y los 18 años, se podrán jubilar a los 60, y entre los 18 y los 20 años, a los 62[5];
d) Los denominados regímenes especiales[6] (aquellos que designan fondos de pensiones distintos del régimen general) y de los que se benefician sectores como el de los ferrocarrileros, del transporte público, de sistemas energéticos, escribanos y notarios, entre otros, desaparecerán poco a poco, aunque sólo aplicarán para las nuevas contrataciones: las y los trabajadores en activo mantendrán su régimen especial[7];
e) Se prevé incrementar a casi 1,200 euros brutos mensuales la jubilación (por lo menos el 85 por ciento del salario mínimo neto) para una carrera completa, cotizando a tiempo completo al salario mínimo. Están excluidas las carreras a tiempo parcial (el Gobierno estima que alrededor de 250 mil pensionistas actuales cruzarán los 1,200 euros brutos con esta reforma, así como 10 mil y 20 mil nuevos pensionistas al año)[8].
El presidente Macron señaló que su Gobierno se encuentra listo para implementar la normativa a partir del último trimestre de 2023.
El recorrido parlamentario y la resistencia popular a la reforma
Semanas antes de retomar formalmente el tema —por medio de un proyecto de ley— para su discusión en la Asamblea Nacional y en el Senado franceses, el Gobierno de ese país comenzó a enfrentarse a movilizaciones ciudadanas contra la reforma. Una vez que el proyecto de ley comenzó su discusión en la Asamblea Nacional (en donde no fue votado de manera global, pero sí parcial) pasó al Senado, que lo aprobó con 193 votos a favor y 114 en contra para, finalmente, volver a la Asamblea.
En ese tránsito legislativo las protestas ciudadanas crecieron y se extendieron a las grandes y pequeñas ciudades del país. Por ejemplo, el jueves 23 de marzo, y de acuerdo con el Ministerio del Interior, más de un millón de personas salieron a manifestarse en toda Francia, cifra que la Confederación General de Trabajadores ubicó en tres millones.
Asimismo, se han llevado a cabo huelgas de trabajadores de los sectores del transporte, la basura, la educación y la energía, entre otros.
Durante la parte final legislativa de la reforma, el Gobierno del presidente Macron decidió, en Consejo de Ministros, la utilización del artículo 49[9], párrafo 3, de la Constitución, debido a que el proyecto de ley no pudo aglutinar los votos necesarios para su aprobación en la Asamblea Nacional. Así, el artículo logró que la propuesta del Gobierno se convirtiera en ley sin que el cuerpo legislativo la hubiese votado. Para la oposición, la utilización de este mecanismo fue un procedimiento no democrático, a pesar de que se hayan respetado los procesos constitucionales.
En este contexto, las manifestaciones populares y sindicales volvieron a crecer, a partir de la utilización de este artículo por parte del Ejecutivo. Incluso se presentaron incendios de mobiliario urbano, de vehículos, así como enfrentamientos contra la policía. La Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, alertó el 24 de marzo sobre el “excesivo uso de la fuerza” contra las personas manifestantes que no desean la reforma de pensiones del Gobierno del presidente Macron. De acuerdo con algunos sondeos, dos de cada tres franceses la rechazan[10].
¿Qué se argumenta en contra de la reforma de pensiones? Algunos de los cuestionamientos son los siguientes:
a) Si la esperanza de vida se incrementa en aquel país, la esperanza de vida con buena salud se reduce a 65.4 años para las mujeres y a 63.9 años para los hombres, es decir, 64 años en promedio[11];
b) A la edad de jubilación actual, un cuarto de los hombres en mayor situación de pobreza ya falleció, frente al seis por ciento de los más ricos. Y es que un tercio de los primeros a menudo tiene trabajos más difíciles y arduos[12];
c) Si bien la esperanza de vida aumentó, como se refirió, y para ello se argumenta que hay que trabajar más tiempo, hoy es verdad también que se labora más y se produce más riqueza que en décadas anteriores (en 1960, el PIB por año y por habitante era de 1,500 euros, mientras que hoy es superior a los 43,000 euros; ello significa que sí hay dinero para las pensiones[13]);
d) Las principales cinco fortunas de Francia han duplicado su riqueza desde el inicio de la pandemia. Sólo ellas poseen tanto como el 40 por ciento de la población de ese país en mayor situación de pobreza[14]. De acuerdo con Oxfam Francia, gravar apenas el 2 por ciento de la riqueza de los multimillonarios franceses sería suficiente para financiar el déficit de pensiones previsto[15] (y es que un enriquecimiento histórico de multimillonarios franceses ha sido posible gracias a la respuesta del Gobierno a la crisis de COVID-19[16], es decir, gracias a las ayudas públicas);
e) El Gobierno alerta de un déficit de 12 mil a 18 mil millones de euros por año en relación con las pensiones. Sin embargo, quienes se oponen a la reforma argumentan que ello es falso y que esta cifra varía de un año a otro. El sistema puede ser excedentario, como en 2022 cuando ingresaron 3 mil millones de euros[17];
f) No se deben eliminar los regímenes especiales de pensiones, ya que los trabajos —por ejemplo— de alcantarillado, ferroviarios, de conducción de transporte público, de cuidadores, entre otros, son dolorosos, rompen el cuerpo y, por tanto, requieren condiciones especiales en términos de pensiones[18];
g) Esta reforma precarizará a las personas de mayor edad (seniors) obligándolas a trabajar hasta los 64 años en un país como Francia, donde la tasa de ocupación entre mayores de 60 años figura entre las más bajas de los países industrializados. Únicamente el 35 por ciento de este segmento de edad está en el mercado laboral en aquel país[19]. Además, si los seniors permanecen más tiempo en el empleo, los puestos se liberan más tarde, lo que reduce el espacio en la base para quienes buscan trabajo[20].
El Consejo Constitucional y la posibilidad de un referéndum
Dentro de la oposición legislativa a la reforma, la fracción parlamentaria denominada Agrupación Nacional (extrema derecha), liderada por la diputada Marine Le Pen, así como la fracción legislativa de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES-izquierda), liderada por la diputada Mathilde Panot, dentro de la Asamblea Nacional, solicitaron al Consejo Constitucional de aquel país, cada una por su lado, la revisión de la reforma y su apego a la actual Constitución de 1958. La resolución del Consejo Constitucional será dada a conocer el próximo 14 de abril.
A lo anterior se agrega que más de 250 mujeres y hombres parlamentarios de izquierda presentaron ante el propio Consejo Constitucional la solicitud de un referéndum de iniciativa compartida. En ese sentido, si todas las condiciones de admisibilidad del referéndum son cumplimentadas y quienes integran el Consejo Constitucional deciden que se puede llevar a cabo, entonces se abre un lapso de nueve meses para reunir el apoyo de alrededor de 5 millones de votantes.
Si el número de sufragantes es alcanzado, el proyecto de ley se examina en el Parlamento dentro de los seis meses siguientes, pero si no se hace, entonces, de manera automática, se organiza un referéndum, en este caso, para que la ciudadanía decida o no limitar la edad legal de jubilación a 62 años.
Mientras tanto, la primera ministra, Élisabeth Borne, invitó a los sindicatos franceses al diálogo, aunque advirtió que la edad de jubilación no estaba a discusión. En ese contexto, el pasado 5 de abril se celebró una primera reunión con ellos, pero no hubo acuerdo y el Gobierno decidió mantener la reforma de pensiones.
La reforma de pensiones en Francia deja ver la dificultad de reformar un ámbito que para todas y todos es fundamental: el de las pensiones. Cada país hará lo propio en la materia, de acuerdo con sus fortalezas y limitaciones presupuestarias, demográficas, así como de oferta y demanda de trabajo, entre otras. En ese sentido, la democracia y sus instituciones deben servir para procesar esas demandas ciudadanas en un momento determinado. La gobernabilidad requiere de la gente. Sin ella, las reformas, aunque sean legales, pueden dejar una sensación de insatisfacción ciudadana y, más allá, de una ausencia, mayor o menor, de un necesario acompañamiento democrático.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] En 2019, el presidente Emmanuel Macron intentó reformar el sistema de pensiones, pero se enfrentó a duras y grandes protestas ciudadanas, así como a la pandemia de COVID-19 por lo que abandonó, entonces, tal idea. “El núcleo de la reforma es la desaparición de los 42 regímenes de pensiones actuales, en función de la profesión o el estatus, y su fusión en uno solo. El objetivo es poner en marcha, en 2025, el llamado “sistema universal por puntos”: que cada euro contribuido dé pie a los mismos derechos” (Marc Bassets, “Macron aborda la delicada reforma de las pensiones”. El País (5 de septiembre, 2019), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: https://bit.ly/3M9Xi9L [Consulta: 1 de abril, 2023]).
[2] Marc Bassets, “Claves de la reforma de las pensiones que solivianta a Francia”. El País (20 de marzo, 2023), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: https://bit.ly/42Xl3rA [Consulta: 1 de abril, 2023].
[3] Idem.
[4] M. Bassets, “Claves de la reforma…”, op. cit.
[5] Les Décodeurs, “Les questions pour comprendre la réforme des retraites: petites pensions, carrières longues et impact pour les femmes”. Le Monde (24 de marzo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/40DQKVw [Consulta: 7 de abril, 2023].
[6] En Francia existen 42 fondos de pensiones. Los regímenes especiales tienen derechos pensionales adaptados a ciertas actividades que requieren, sobre todo, un mayor esfuerzo físico con respecto, por ejemplo, a actividades que se realizan en profesiones ejecutivas.
[7] Les Décodeurs, op. cit.
[8] ABC, “Así es la reforma de las pensiones de Macron que ha desencadenado las protestas en Francia”. ABC (23 de marzo, 2023), sec. Internacional [En línea]: https://bit.ly/3MaRA7x [Consulta: 2 de abril, 2023].
[9] El artículo 49.3 constitucional permite al Gobierno pasar, sin votación legislativa, un proyecto de ley, a condición de que no sea presentada una moción de censura dentro de las 24 horas siguientes a la invocación, por parte del Gobierno, de dicho artículo ante la Asamblea Nacional. Si una moción de censura es presentada y aprobada, el Gobierno se disuelve. “Una moción de censura presentada el lunes 20 de marzo por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional fracasó con sólo 94 votos a favor. Pero la otra, presentada por un grupo de legisladores independientes y apoyada por una amplia coalición de partidos de oposición, estuvo mucho más cerca de ser aprobada. Con 278 votos a favor, se quedó solo a nueve votos de tener éxito” (Aurelien Breeden, “¿Por qué tantas personas en Francia protestan por las pensiones?”. The New York Times (27 de marzo, 2023), ed. Español [En línea]: https://nyti.ms/3U3fwfa [Consulta: 3 de abril, 2023]).
[10] Ana Fuentes, “Cumplir una promesa por decretazo”. El País (16 de marzo, 2023), ed. Opinión, América-México [En línea]: https://bit.ly/3KrJhD3 [Consulta: 5 de abril, 2023].
[11] Gwénaël le Morzellec, “Retraites: réponse aux arguments du gouvernement”. Vitry94 (8 de marzo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/40LEeD0 [Consulta: 5 de abril, 2023].
[12] Oxfam France, “Réforme des retraites: une réforme injuste, inutile, impopulaire”. Oxfam France (18 de enero, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3GboRMk [Consulta: 5 de abril, 2023].
[13] Gwénaël le Morzellec, op. cit.
[14] Oxfam France, “La fortune des milliardaires a davantage augmenté depuis le début de la pandémie qu’en une décennie”. Oxfam France (17 de enero, 2022) [En línea]: https://bit.ly/433cYBZ [Consulta: 6 de abril, 2023].
[15] Oxfam France, “Réforme des retraites…”, op. cit.
[16] Oxfam France, “La fortune des…”, op. cit.
[17] Gwénaël le Morzellec, op. cit.
[18] Idem.
[19] M. Bassets, “Claves de la reforma…”, op. cit.
[20] Oxfam France, “Réforme des retraites…”, op. cit.