El inquietante efecto Wagner: prevalencia del ámbito militar
El predominio del uso de la fuerza para resolver conflictos no es consistente con el mundo que queremos construir. Nuestra aspiración es que los problemas entre personas, comunidades o países se pueda resolver mediante el diálogo y en los foros y con los mecanismos establecidos para ello. El mundo está interconectado y la violencia que ocurre en un sitio afecta a los demás, porque somos parte de un mismo sistema. La crisis de corta duración en Rusia hace unos días parece enmarcarse en la visión del mundo en el que domina el más fuerte y el que tiene más armas.
En este artículo reviso cuáles son los efectos de la breve rebelión del Grupo Wagner y por qué esto nos inquieta como comunidad global. Antes, un breve repaso de los sucesos.
Recuento de la crisis
Las empresas militares privadas han adquirido cada vez mayor importancia en los conflictos bélicos. Muchos países de Occidente privatizaron la fabricación de armas después del final de la Segunda Guerra Mundial y después hicieron lo mismo con los servicios militares. Cuando la Guerra Fría terminó y las potencias comenzaron a reducir el tamaño de sus ejércitos, muchos soldados bien entrenados se integraron a estos colectivos.[1]
Entre ellos está el Grupo Wagner, que ha operado por muchos años en distintas latitudes acompañando al Ejército ruso, y que en Ucrania fue un factor significativo de la campaña, sobre todo en Bajmut, ciudad que estuvo bajo asedio por meses, antes de que Rusia ganara el control.
Tras meses de tensión con el Ministerio de Defensa, el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, anunció el 23 de junio pasado que se rebelaba en contra del Ejército ruso e inició una incursión desde la frontera con Ucrania hacia Moscú. Tras algunas horas, la crisis se aligeró y se anunció la vuelta de los efectivos de Wagner a sus bases. En ese trance hubo un proceso de negociación, facilitado por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenkov, entre su homólogo ruso, Vladímir Putin, y Prigozhin.
El lunes 26 de junio se anunció que se levantaban los cargos en contra de Wagner y su líder, y que el grupo empezaría a transferir sus armas y equipo militar al Ejército.
El presidente Putin abrió varias opciones a los combatientes: reportarse con el Ministerio de Defensa, irse a su casa o partir a Bielorrusia. Antes ya se había informado que los grupos paramilitares tenían que firmar contratos para seguir operando en Ucrania. Prigozhin se opuso a ceder control y con esto se agudizó el problema con el Ejército. A la fecha, se informó que cuatro contingentes firmaron los contratos requeridos. Se estima que hay unos 20 grupos que operan en Ucrania y 10 en otros espacios.[2]
A su vez, se anunció que las operaciones de Wagner continuarían en Malí y en la República Centroafricana.[3] En el ocaso de la crisis, el presidente Putin señaló que el Grupo Wagner fue financiado completamente por recursos públicos el año anterior.[4] Por otra parte, Prigozhin dijo que la intención no era enfrentarse al régimen, sino protestar por las condiciones que tenían sus elementos.[5] Ya antes se había quejado de la falta de municiones y equipo. En estos días se ha especulado sobre el paradero de dos altos generales rusos: Serguéi Surovikin y Valery Gerasimov, involucrados en la operación en Ucrania.[6] Los acuerdos de la negociación no se conocen del todo, pero sí se sabe que Prigozhin ya está en Bielorrusia.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), el acuerdo sobre Wagner ocasionará que el grupo desaparezca como actor independiente, pero podría permitir que elementos de la organización perduren. El Kremlin no ha indicado la intención de nacionalizar a la empresa y es posible que el presidente Putin todavía tenga pendiente definir las acciones por tomar respecto a la agrupación. Por otra parte, se informó que empresarios afiliados al Kremlin están adquiriendo la firma de medios de Prigozhin, probablemente para dar su propia versión de los hechos. En este sentido, en un análisis del discurso del presidente Putin, el ISW señala que empezóa referirse de diferente manera a los efectivos del Grupo Wagner y a su líder, con el propósito de separar las reputaciones respectivas.[7]
Líderes globales observaron con atención el desenvolvimiento de la crisis. Países como China,[8] Türkiye e Irán[9] expresaron su apoyo al presidente Putin. De hecho Pekín minimizó el incidente y señaló que la vida cotidiana de Rusia estaba en condiciones de “normalidad”.[10] Entre tanto, los aliados de Kiev se mantuvieron a la expectativa del conflicto.
Numerosos analistas consideran que el avance fluido del Grupo Wagner desde Rostov del Don hacia Moscú puso en evidencia debilidades o fracturas del liderazgo del presidente. Sin embargo, otra lectura es que el mandatario ruso puede salir fortalecido, justamente porque se soldarán las fracturas existentes en torno a su figura.[11]
Los efectos de esta breve crisis no se conocerán con plenitud hasta dentro de un tiempo, pero con la información que tenemos podemos hacer un ejercicio para apuntar cuáles dejará en Bielorrusia y en la operación en Ucrania; las consecuencias en los países europeos cercanos a la región; qué pasará con las acciones del grupo Wagner en otros destinos y cuál será la repercusión en el sistema internacional.
Bielorrusia como negociador del conflicto
Bielorrusia se está convirtiendo en un actor importante en el entorno postsoviético por dos razones: la transferencia de armas nucleares de Rusia y el acuerdo al que se llegó durante la crisis, que permite que el Grupo Wagner se asiente en su territorio. Ambos países se rigen por el tratado del “Estado unido”, que pone énfasis en la integración económica, los impuestos y la articulación en defensa e inteligencia, pero excluye asuntos políticos internos o una moneda común.[12] Esta relación ha tenido diferentes grados de independencia. Tras la invasión rusa a Crimea en 2014, Bielorrusia fue un activo proveedor de Rusia de alimentos y bienes de consumo, lo que alivió las sanciones que Occidente impuso en aquel momento. El presidente Alexander Lukashenkov señala que este tratado establece “dos Estados y una patria”.[13]
En este marco, en mayo pasado, Rusia y Bielorrusia anunciaron el traslado de armamento nuclear desde Moscú. Se definieron procedimientos para mantener las armas no estratégicas en un almacén especial. Después, Moscú enfatizó que su control es potestad exclusiva del Kremlin. Tras la desintegración de la Unión Soviética, Minsk había firmado, como Ucrania, un acuerdo en el que cedía las armas nucleares a cambio de obtener garantías de seguridad. Sin embargo, el presidente Lukashenkov presentó una reforma a la Constitución a finales de 2021 para permitir el despliegue del arsenal ruso.[14]
En el conflicto con Prigozhin, el líder bielorruso desea que lo consideren como un artífice de pleno derecho. “No soy un mediador”, afirmó, “soy un participante en estos acontecimientos de la misma manera que el presidente Putin, porque esta es nuestra patria”. [15] A pesar del protagonismo asumido por el mandatario Lukashenkov, la prensa rusa asegura que su papel fue concluir el pacto que ya habían concretado otros interlocutores, entre ellos el viceministro de Defensa ruso, Yunus-Bek Evkúrov, y el jefe del Servicio de Seguridad, Aleksandr Bórtnikov.[16]
Según los términos del acuerdo, diferentes medios de comunicación han dado sus estimaciones del número de combatientes paramilitares que se fueron a Bielorrusia, los cuales oscilan entre mil y ocho mil. Asimismo, en Bielorrusia se informó sobre la construcción de un campo de entrenamiento del Grupo Wagner en Osipovichi. Esta base se encuentra cerca de una instalación de armas combinadas, a la que el personal de Wagner necesitaría acceder para capacitar al ejército bielorruso. También hay otros espacios que se podrían utilizar, como los campos de entrenamiento que albergaron a los soldados rusos que estaban en la frontera con Ucrania en 2022.[17]
Esta no será la primera vez que los integrantes de Wagner van a Bielorrusia. Durante la pandemia utilizaban ese territorio como escala en sus desplazamientos a países de África o Siria. De hecho, en 2020 los servicios de seguridad bielorrusos detuvieron a elementos del Grupo cerca de Minsk y los acusaron de ser parte de un colectivo de combatientes que buscaban desestabilizar el país. Moscú manifestó irritación por estas acusaciones y después el asunto se olvidó.[18]
La Alianza Atlántica frente a la crisis
El exilio del Grupo Wagner (o de parte de sus fuerzas) a Bielorrusia levanta preguntas sobre la seguridad de los Estados cercanos a su territorio. En unos días se llevará a cabo una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Vilnius, Lituania, en la que seguramente se incluirá este tema en la agenda. Se espera que la Alianza apruebe en detalle los planes para reforzar su flanco oriental.[19]
Por lo pronto, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, y el presidente de Polonia, Andrzej Duda, enfatizaron la necesidad de estar atentos a cómo se desenvuelvan los acontecimientos.[20]
Anteriormente, frente al envío de armas nucleares a Bielorrusia en mayo, Polonia expresó la posibilidad de albergar también ojivas.[21] Hace unos días, el ministro polaco del Interior, Mariusz Kaminski, anunció que enviará 500 policías de la fuerza de prevención antiterrorista a la frontera con Bielorrusia.[22] “Se unirán a los 5000 guardias fronterizos y 2000 soldados que protegen la seguridad polaca”.[23] Todavía los aliados de Europa del Este recuerdan la crisis fronteriza de 2021-2022, cuando de manera masiva inmigrantes de Irak, Afganistán o Siria intentaban ingresar desde Bielorrusia a Polonia, Lituania y Letonia.
Cambios en el escenario de Ucrania
Inicialmente, cuando se desconocía la magnitud de la crisis se pensó que ésta podría afectar significativamente el curso de los eventos en Ucrania. Al apagarse el conflicto rápidamente, se prevé que las consecuencias sean menores. El 2 de julio, medios de comunicación estatales rusos informaron que las tropas de Wagner habían regresado a sus campamentos en Lugansk, al oriente de Ucrania, ocupado por Rusia.
No está claro entonces qué tan rápido o, incluso, si es posible que el Ejército de Rusia pueda absorber a los efectivos del Grupo Wagner.[24] Tampoco se sabe si todos los combatientes firmarán contratos. Según se informó, sí comenzó la transferencia de equipo pesado al Ministerio de Defensa ruso. También hay incógnitas sobre si continuará alguna presencia del Grupo en Rusia o sólo en Bielorrusia y el papel que desempeñará Prigozhin en este entramado.[25]
Lo que puede suceder, según analistas, es que el reacomodo en las fuerzas militares después de la crisis modifique algunas estrategias de combate. Es posible, de hecho, que se fortalezcan los mandos que promueven un enfoque más duro hacia Kiev.[26] Por lo pronto, Ucrania avanza en su contraofensiva de manera gradual y Moscú sigue con los ataques aéreos a ciudades ucranianas y con una defensa robusta.[27]
Las operaciones de Wagner en otros destinos
Al momento, la información es que el Grupo Wagner seguirá operando en África, pero sin el liderazgo de Prigozhin. Moscú dijo que la agrupación continuaría trabajando en países africanos, si sus gobiernos así lo eligen.[28] La empresa ha participado en los conflictos de Mali, República Centroafricana, Libia y Mozambique. En sus campañas, suele aliarse con los líderes regionales que pagan por sus servicios de protección personal o con empresas, bajo el respaldo del Kremlin.[29] Una fuente comunicó que el Grupo operará desde Bielorrusia y no en Rusia.[30]
Por otra parte, según informes, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Vershinin, voló a Damasco para decirle al presidente sirio Bashar al-Asad que Wagner ya no operará como una organización independiente en Siria, y se comunicó que el personal reportó a la base militar rusa en Latakia. Sucedió lo mismo en la República Centroafricana, donde el Grupo también seguirá trabajando.[31]En Mali la situación de vulnerabilidad aumenta, dado el anuncio del retiro de la misión de paz de las Naciones Unidas hace unos días.[32]
¿Qué significa la crisis para el sistema internacional?
Esta tentativa de rebelión se enmarca en un conflicto bélico mayor y es consistente con la noción de que los problemas se enfrentan con las armas, el imperativo de un creciente gasto militar y el uso de la fuerza para imponer soluciones. Esta es una visión del mundo de los internacionalistas “realistas”, quienes aseguran que el principal interés de los Estados es aumentar su seguridad y para eso recurren al poder militar.
El liberalismo, por otra parte, privilegia el papel de las instituciones, la solución pacífica de controversias y el uso del diálogo para encontrar posibles salidas a los conflictos.
En este marco, son pertinentes las palabras del jesuita Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad en Colombia, al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Iberoamericana. Señaló que en este mundo convulso es necesario humanizar el conflicto y promover la reconciliación. Además, que la paz es “un acto de audacia” y debe hacerse todo lo “humanamente posible por alcanzarla”. También mencionó que “ya no sólo hay pedazos de guerra, sino que se vive una guerra mundial a pedazos”.
En esta “patria global” estamos interconectados, entonces cada violencia cometida contra una persona nos duele a todas y todos. No son sólo Ucrania, Colombia o México. Todas las guerras destruyen, es un fracaso de la política y una “claudicación vergonzosa”. Comparto estas palabras de Francisco de Roux y también la idea de que México tiene que ser ejemplo de la defensa del ser humano, pues no hay otra alternativa. Coincido además con la convicción de buscar la reconciliación, el diálogo, y usar la fuerza de la palabra y la razón en nuestros hogares, en esta ciudad, en el país, el continente o como comunidad internacional.
Twitter y Facebook: RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] Oliver Pieper, “Wagner Group: What are private military companies?”. DW (28 de junio, 2023), sec. Conflicts, Global Issues, ed. English [En línea]: bit.ly/436qNyl [Consulta: 4 de julio, 2023].
[2] Luis de Vega, “Mercenarios fuera de control: Putin trata de legalizar 30 empresas paramilitares rusas”. El País (3 de julio, 2023), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: bit.ly/3CYUuql [Consulta: 4 de julio, 2023].
[3] George Barros, Kateryna Stepanenko et al., “Russian Offensive Campaign Assessment, June 27, 2023”. Institute for the Study of War (27 de junio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/3D0tE1e [Consulta: 2 de julio, 2023].
[4] The Economist, “The Wagner mutiny has left Putin dangerously exposed”. The Economist (29 de junio, 2023), sec. Europe [En línea]: econ.st/43fZmlw [Consulta: 2 de julio, 2023].
[5] Karolina Hird, Riley Bailey et al., “Russian Offensive Campaign Assessment, June 28, 2023”. Institute for the Study of War (28 de junio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/3D01G5B [Consulta: 2 de julio, 2023].
[6] Andrew Osborn, “Where are Russian generals Gerasimov and Surovikin after Wagner rebellion?”. Reuters (29 de junio, 2023), sec. World, Europe [En línea]: reut.rs/46CQZUf [Consulta: 2 de julio, 2023].
[7] Reuters, “Prigozhin-controlled Russian media group shuts after mutiny”. Reuters (2 de julio, 2023), sec. World, Europe [En línea]: reut.rs/3rfYCQf [Consulta: 3 de julio, 2023].
[8] AFP, “Russia Received China’s ‘Support’ Over Wagner Mutiny: Ministry”. The Moscow Times (25 de junio, 2023), ed. English [En línea]: bit.ly/3JKWAOu [Consulta: 29 de junio, 2023].
[9] Syed Zafar Mehdi, “Iran says developments in Russia ‘internal matter’ amid Wagner rebellion”. AA (25 de junio, 2023), sec. Politics, World, ed. English [En línea]: bit.ly/3Xzhx4B [Consulta: 29 de junio, 2023].
[10] Nils Peterson, “China-Taiwan Weekly Update, June 30, 2023”. Institute for the Study of War (30 de junio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/3pwhlGL [Consulta: 30 de junio, 2023].
[11] Mauricio Meschoulam, “Análisis actualizado de Rusia: partamos de los hechos conocidos”. El Universal (27 de junio, 2023), sec. Opinión [En línea]: bit.ly/3PIoCxH [Consulta: 30 de junio, 2023].
[12] TASS Russian News Agency, “Full integration of Russia and Belarus unlikely in present context, says expert”. TASS Russian News Agency (16 de febrero, 2021), sec. Crisis in Belarus, ed. English [En línea]: bit.ly/44n7aTO [Consulta: 30 de junio, 2023].
[13] Pilar Bonet, “Lukashenko, el aliado pragmático de Rusia”. El País (1 de julio, 2023), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: bit.ly/3pC7E9O [Consulta: 3 de julio, 2023].
[14] Javier G. Cuesta, “Lukashenko asegura que Rusia ha comenzado a transferir armas nucleares a Bielorrusia”. El País (25 de mayo, 2023), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: bit.ly/3PHtinq [Consulta: 30 de junio, 2023].
[15] P. Bonet, op. cit.
[16] Idem.
[17] Kateryna Stepanenko, Riley Bailey et al., “Russian Offensive Campaign Assessment, July 2, 2023”. Institute for the Study of War (2 de julio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/3CXcS2G [Consulta: 3 de julio, 2023].
[18] P. Bonet, op. cit.
[19] David Brennan, “Wagner Fighters in Belarus Unnerve NATO as ‘Camps’ Built Hours From Summit”. Newsweek (30 de junio, 2023), sec. World [En línea]: bit.ly/43aevoG [Consulta: 3 de julio, 2023].
[20] Cora Engelbrecht y Steven Erlanger, “NATO Stresses Risk of Wagner Group’s Potential Relocation to Belarus”. The New York Times (28 de junio, 2023) [En línea]: nyti.ms/46CRIVt [Consulta: 3 de julio, 2023].
[21] Victor vicktop55 (@vicktop55), “Belarus is becoming an important player in the post-Soviet space…”. Twitter (30 de junio, 2023) [En línea]: bit.ly/3NETaO7 [Consulta: 3 de julio, 2023].
[22] Europa Press, “Polonia anuncia el envío de 500 policías adicionales a la frontera con Bielorrusia”. Europa Press (2 de julio, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/3NWCt2d [Consulta: 3 de julio, 2023].
[23] DW, “Polonia refuerza frontera con Bielorrusia por grupo Wagner”. DW (2 de julio, 2023), sec. Política, Polonia, ed. Español [En línea]: bit.ly/3PGKTMk [Consulta: 3 de julio, 2023].
[24] Matthew Mpoke Bigg, “¿Qué se sabe sobre el futuro de Prigozhin y sus combatientes de Wagner?”. The New York Times (30 de junio, 2023), ed. Español [En línea]: nyti.ms/3NGszR1 [Consulta: 3 de julio, 2023].
[25] Kateryna Stepanenko, Riley Bailey et al., “Russian Offensive Campaign Assessment, July 1, 2023”. Institute for the Study of War (1 de julio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/439SOoz [Consulta: 3 de julio, 2023].
[26] Bloomberg, “What Wagner’s Russian Mutiny Means for Putin and the World”. Bloomberg (29 de junio de 2023), ed. US Edition [En línea]: bloom.bg/3PNAcrD [Consulta: 4 de julio, 2023].
[27] Foro_TV (@Foro_TV), “#Análisis | El internacionalista Mauricio Meschoulam…”. Twitter (2 de julio, 2023) [En línea]: bit.ly/3rg2AbH [Consulta: 4 de julio, 2023].
[28] The Moscow Times, “Russia Says Wagner’s Future in Africa Depends on ‘Countries Concerned’”. The Moscow Times (30 de junio, 2023), ed. English [En línea]: bit.ly/3JJbncy [Consulta: 3 de julio, 2023].
[29] Silja Thoms, “Más allá de Rusia: la actividad de Grupo Wagner en Venezuela”. DW (27 de junio, 2023), sec. Conflictos, Federación Rusa, ed. Español [En línea]: bit.ly/3D02dED [Consulta: 3 de julio, 2023].
[30] Ope Adetayo, “After mutiny, clouds hover over Wagner’s operations in Africa”. Al Jazeera (1 de julio, 2023), sec. News, Armed Groups [En línea]: bit.ly/3NX7ins [Consulta: 3 de julio, 2023].
[31] Riley Bailey, Grace Mappes et al., “Russian Offensive Campaign Assessment, June 30, 2023”. Institute for the Study of War (30 de junio, 2023), sec. Publications [En línea]: bit.ly/3PJ3M1g [Consulta: 3 de julio, 2023].
[32] Europa Press, “El Consejo de Seguridad de la ONU pone fin a la MINUSMA”. Europa Press (30 de junio, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/43dz2bI [Consulta: 3 de julio, 2023].