Migración: urgencia inmediata
Migrar en condiciones seguras, regulares y ordenadas es un derecho humano que debe abrir, y no cerrar, canales de gestión. Los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos demandan claramente el derecho de las personas a moverse libremente y a buscar refugio y asilo en casos extremos en que su vida corre peligro.[1]
Los primeros tres años de la década de 2020 han dejado claro que la movilidad humana es un fenómeno constante, duradero, continuo y al alza, y que el tránsito de las personas entre fronteras sigue respondiendo a la búsqueda de mejores oportunidades socioeconómicas.
Así lo evidencian los registros a nivel global en el aumento de seres humanos buscando bienestar y seguridad fuera de sus países de origen, incluyendo familias completas, mujeres y menores no acompañados, así como el incremento del uso de rutas irregulares y peligrosas, lo que sin duda es directamente proporcional a la falta de oportunidades, carencias socioeconómicas e inseguridad que vive esa gente en las naciones de donde provienen.
Según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 3.6 por ciento del total de la población mundial —281 millones de personas— son migrantes, y la gran mayoría parten buscando mejores oportunidades laborales.[2] Por su parte, la Unidad de Migración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que América Latina ha registrado un incremento de 7 millones de personas migrantes en 1990 a 15 millones en la presente década,[3] es decir, es la región del mundo que más creció en términos de movilidad humana, lo que implica que tanto los países de tránsito como los expulsores se enfrenten a la gestión de la llegada masiva de migrantes,[4] así como a las presiones socioeconómicas locales e impactos en términos de pobreza, desarrollo y dinámicas demográficas.[5]
El fenómeno migratorio en esta década es un claro acontecimiento local, regional, global y transcontinental. Dinámicas similares en cuanto a los riesgos que implica moverse de manera irregular entre fronteras, el aumento de personas migrando, la implementación de políticas restrictivas en los países de tránsito y acogida y las estrategias de apoyo para los países expulsores de América y Europa se han implementado sin el éxito esperado.
Por el contrario, sí han hecho que las rutas y cruces de personas sean más peligrosos, ya sea de África a Europa por el mar Mediterráneo, o de América del Sur buscando llegar a México para cruzar hacia Estados Unidos —frontera con el cuatro por ciento de la migración global, es decir, la más grande del mundo—. Ambas rutas son calificadas por los organismos internacionales como los dos recorridos migratorios (marítimo y terrestre) más letales del planeta.[6]
Sin embargo, la posibilidad de perder la vida en el trayecto no detiene el cruce de personas. En días pasados, en el punto más meridional de Italia y primer puerto de entrada de la crisis migratoria europea, la isla de Lampedusa, se registró en 24 horas el arribo de más de un centenar de embarcaciones con más de 6 mil migrantes.
Esto reavivó el debate respecto a cómo los Estados miembros de la Unión Europea deben gestionar la inmigración irregular, con declaraciones de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea desde Lampedusa, presentando un plan de gestión para redistribuir equitativamente a solicitantes de asilo, detener a traficantes de personas y simplificar las vías legales para pedir asilo de manera segura, así como apoyar a Italia a acelerar el procesamiento de solicitudes y establecer corredores humanitarios en los países de origen para disuadir las rutas ilegales.[7]
Por su parte la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pidió un bloqueo naval en el norte de África para impedir la salida de botes con migrantes, solicitando la responsabilidad de Europa, y no sólo su solidaridad. A pesar de la gravedad de la situación, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, comunicó que Francia no tiene intención de acoger a nuevos inmigrantes procedentes de Lampedusa, si no reúnen los criterios de asilo correspondientes, y que ayudará a Italia a su deportación: “Hay una inmigración irregular en Europa, en Francia y en Italia, contra la que debemos luchar, y no es acogiendo a más gente como secaremos un flujo que, evidentemente, afecta a nuestras capacidades de integración”.[8] Asimismo, el gobierno de Polonia adoptó una resolución en la que expresa su oposición a la inmigración irregular.[9]
El continente americano experimenta una situación similar, a pesar de los retos y esfuerzos extraordinarios que los países latinoamericanos han tratado de implementar para abordar el flujo migratorio.
El mayor ejemplo de ello es el éxodo de personas de nacionalidad venezolana, que a pesar del apoyo otorgado a 6.5 millones de venezolanos en 17 países de acogida en América Latina y el Caribe, especialmente en Colombia, la OIM y la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertan que 4 millones de estas personas migrantes carecen de medios de subsistencia estables, lo que dificulta su integración efectiva y su contribución a las comunidades de acogida.[10]
Otro punto destacable y que merece atención urgente es la nueva demografía migrante. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) alertó sobre la crisis con respecto a la cantidad de menores migrantes en América Latina, que representan el 25 por ciento del total de personas en movimiento en la región, número superior al 15 por ciento que representan a nivel mundial. Las y los menores de 11 años constituyen el 91 por ciento de los niños, niñas y adolescentes, a menudo no acompañados, que cruzan particularmente por tres puntos: el Tapón del Darién; el norte de América Central,; y México;[11] una generación particularmente vulnerable.
Las dificultades para hacerle frente a los retos, problemáticas y desafíos de la ola migratoria mundial transitan todos los ámbitos, y en ese sentido las intervenciones de algunos mandatarios en la 78.ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han subrayado el tema, de lo local a lo regional.
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, ante los miembros de la ONU, enfatizó la responsabilidad compartida ante el incremento de la migración irregular y calificó la situación en su país como “insostenible, de la cual Panamá es víctima y no responsable”.[12] El mandatario Cortizo se refiere puntualmente a la crisis migratoria en la selva del Darién, frontera entre Panamá y Colombia, por la que se registra el tránsito en 2023 de más de 360 mil personas rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, el cruce de personas migrantes por el Darién —como la migración misma en general— tiene varias aristas, como se publicó en el reciente artículo de Julie Turkewitz en The New York Times, describiendo en el ámbito local “el negocio de la movilidad en la selva, como una oportunidad para hacer dinero (…) y emprender con la necesidad de los migrantes”.
Es decir, las propias comunidades locales que son ruta para la migración, donde los guías cobran 170 dólares por caminata y los cargabolsos entre 60 y 120 dólares dependiendo el peso de las maletas y los niños[13] o hay presencia del crimen organizado que se han hecho de estas rutas para el tráfico de personas,[14] son la punta del iceberg de la magnitud y lo delicado de la problemática.
Precisamente, en el marco de la reunión en la ONU, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, resaltó la problemática desde su perspectiva local, ya que trata de gestionar en el último año la llegada de más de 110 mil solicitantes de asilo a la ciudad, que pusieron a prueba la red de ayuda neoyorkina. Adams declaró que se “debe entablar una conversación real sobre cómo los municipios locales no deberían cargar con esta carga por sí solos y es injusto para los migrantes y solicitantes de asilo”.[15]
La realidad en México es la suma de todas estas aristas. Somos un país históricamente de expulsión, tránsito y retorno de migrantes, pero en fechas recientes, también de acogida, lo que suma nuevos retos por atender.
El Gobierno de nuestro país, ante el crecimiento exponencial de personas migrantes en territorio nacional, debe gestionar e implementar políticas y marcos regulatorios con la velocidad y precisión que demanda respecto al cuidado de la diáspora mexicana en el exterior, el tránsito de personas migrantes regionales y transcontinentales, y la integración socioeconómica de las y los connacionales en retorno, así como de personas extranjeras que han obtenido el estatus de refugiadas y los otros miles que están esperando una resolución migratoria aquí o en Estados Unidos.
Las cifras de los últimos dos meses reportan un aumento general del 26 por ciento en el flujo migratorio hacia México con destino a Estados Unidos y un incremento del 45 por ciento de menores no acompañados;[16] además, casi a diario las autoridades migratorias nacionales reportan la localización de personas migrantes que se desplazan en trayectos de sur a norte mediante traficantes. Al mismo tiempo, la Patrulla Fronteriza estadounidense informó que en 2022 hubo 850 mil mexicanas y mexicanos en detención, cifra superior a cualquier otra nacionalidad.
Lo cierto es que la mayoría de los movimientos migratorios que se están dando en el continente americano, de una u otra forma, repercutirán en México como país de expulsión, retorno, tránsito o acogida, lo que nos convierte en un actor clave en la gestión migratoria; de ahí la necesidad de formular y ejecutar respuestas sólidas, resilientes y expeditas.
Las personas expertas en el fenómeno migratorio aseguran que cerca de 400 mil seres humanos se encuentran en movimiento en Centroamérica, de los cuales, al menos el 50 por ciento llegará a México en el último tramo de este año, lo cual coincide con los datos de la Secretaría de Gobernación, que recibió casi 75 mil solicitudes de asilo en el primer semestre del año y espera cerrar 2023 con una cifra inédita de 150 mil solicitudes.[17]
Haití, Cuba y Honduras son los países con más solicitantes de asilo desde hace tres años; concentran el 70 por ciento de las peticiones, lo que generó que México —junto con España— se ubique como el tercer país en el mundo con el mayor número de nuevos solicitantes de asilo después de Estados Unidos y Alemania.[18]
Además, el Servicio Jesuita a Refugiados documentó un ingreso diario a México por la frontera sur de entre 3 mil y 5 mil personas, para un total de casi 124 mil en espera de trámites o de poder continuar su camino al norte del país.[19] Esta situación se torna peligrosamente extrema para la propia seguridad de las y los migrantes, por el impacto en servicios públicos y los albergues de la sociedad civil en las ciudades fronterizas mexicanas,[20] así como para otros sectores.
El impacto del flujo migratorio en territorio mexicano es delicado, el caso reciente del paro temporal de 60 trenes de las rutas y patios de operaciones de la empresa Ferromex en los estados de Coahuila, Aguascalientes, Chihuahua y Guanajuato, después de que más de 4 mil migrantes subieran a los carrotanques para cruzar hacia la frontera con Estados Unidos, responde a la preocupación de proteger la integridad física de estas personas.[21] Esta medida también puede llegar a afectar el abasto de granos, cemento y acero, además del comercio internacional de vehículos.[22]
Lo he comentado anteriormente: en este contexto, México debe asumir un liderazgo real que aborde la urgencia inmediata de la migración con la implementación de acciones a corto, mediano y largo plazo, con esquemas de migración flexible y de movilidad temporal-circular que aseguren el acceso a mercados de trabajo dignos no sólo para personas inmigrantes, sino también para los más de 338 mil profesionistas nacionales que han migrado hacia Estados Unidos, cifra que nos ubica como el primer lugar en América Latina y el sexto a nivel mundial en expulsión de migrantes calificados.[23]
A nivel regional se deben habilitar proyectos de capacitación bilaterales para la formación de personas con deseos de migrar, pero también medidas que consoliden la permanencia de las personas en su país de origen; explorar programas hacia la inversión productiva de las remesas, y la integración socioeconómica de migrantes.
Lograrlo materializaría el fenómeno migratorio como parte importante del desarrollo sostenible local, nacional, regional y global, siempre con la plena participación de todos los niveles de gobierno, la sociedad civil y el sector empresarial, así como con los Gobiernos de Estados Unidos, Canadá y de la región latinoamericana.
Entender que la movilidad migrante no va a detenerse ni a desaparecer, sino lo contrario, nos obliga a ver el fenómeno como una oportunidad. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que la mayoría de la población migrante que ha llegado a América Latina en los últimos años es más joven que la población local, y en algunos de los casos tiene mayor preparación en términos de años de educación. Es decir, su integración es una oportunidad económica para los países receptores.[24] El Informe Movilidad Humana. Oportunidades Compartidas (PNUD 2020), asegura que bajo una adecuada gestión de integración se obtiene una triple ganancia “para los países de destino, para los países de origen y para las personas migrantes”.[25]
Sin embargo, para lograr una migración segura, ordenada y regular —a lo cual me permito sumar “con ánimo de integración”—, se requiere concretar acuerdos bilaterales y regionales, así como políticas públicas adecuadas y la cooperación y colaboración conjunta y organizada de las autoridades migratorias, que aborden propuestas de solución más allá de las líneas fronterizas, bajo una visión multidimensional, con esquemas coordinados de prevención y seguimiento de delitos contra las personas migrantes, y con marcos legislativos y políticas públicas hacia la integración.
X y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] Amnistía Internacional, “Declaración Universal de Derechos Humanos”. Amnistía Internacional (s.f.), ed. Español [En línea]: https://acortar.link/iomL3A Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[2] Organización Internacional para las Migraciones-ONU, “Informe sobre las migraciones en el mundo 2020”. Organización Internacional para las Migraciones-ONU (s.f.), ed. Español [En línea]: https://acortar.link/KLVO43 [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[3] Santiago Torrado, “Felipe Muñoz: ‘Los movimientos migratorios en América Latina siguen creciendo’”. El País (10 de septiembre, 2023), sec. América Colombia, ed. América-México [En línea]: https://acortar.link/VWtdWt [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[4] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, “Cruzando fronteras: El crecimiento sin precedentes de la migración dentro de América Latina y el Caribe”. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (8 de junio, 2023), sec. América Latina y el Caribe, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/PIowlS [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[5] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, “Ser migrante en América Latina y el Caribe”. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2 de mayo, 2023), sec. América Latina y el Caribe, Historias, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/FhhOWf [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[6] Naciones Unidas-Noticias ONU, “La frontera entre Estados Unidos y México es la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”. Naciones Unidas-Noticias ONU (12 de septiembre, 2023), sec. Migrantes y refugiados, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/PG9ttk [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[7] DW, “Von der Leyen presenta plan para enfrentar crisis migratoria”. DW (17 de septiembre, 2023), sec. Migración, Italia, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/yqqkSr [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[8] Euronews en español, “Francia no acogerá a los inmigrantes de Lampedusa si no reúnen criterios de asilo”. Euronews (20 de septiembre, 2023), sec. Noticias, Mundo, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/gWWrBK [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[9] Newsroom Infobae, “Polonia señala la situación de Lampedusa para criticar el plan sobre migración de la UE”. Infobae (19 de septiembre, 2023), sec. Agencias [En línea]: https://acortar.link/ncIlAM [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[10] DW, “4 millones de migrantes venezolanos viven crisis humanitaria”. DW (12 de septiembre, 2023), sec. Política, América Latina, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/JLpa2X [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[11] Sendai Carolina Zea, “El número de niños, niñas y adolescentes en movimiento en América Latina y el Caribe alcanza nuevo récord, en medio de la violencia, inestabilidad y cambio climático”. UNICEF (7 de septiembre, 2023), sec. Centro de Prensa, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/gr5BLg [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[12] Naciones Unidas, “Palabras Laurentino Cortizo Cohen presidente de la República de Panamá. 78 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de Nacionales Unidas. Nueva York, 19 de septiembre de 2023”. Naciones Unidas (19 de septiembre, 2023) [En línea]: https://acortar.link/oPiiIf [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[13] Julie Turkewitz, “‘Una economía bonita’: la industria migratoria del Darién es un lucrativo negocio”. The New York Times en Español (14 de septiembre, 2023) [En línea]: https://acortar.link/KYi05Q [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[14] United Nations Office on Drugs and Crime, “Tráfico ilícito de migrantes: la dura búsqueda de una vida mejor”. United Nations Office on Drugs and Crime (s.f.), ed. Español [En línea]: https://acortar.link/6KyrKK [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[15] Valeria Acevedo, “Eric Adams: ‘la migración necesita una respuesta global’ en reuniones de la ONU”. Conexión Migrante (19 de septiembre, 2023) [En línea]: https://acortar.link/ACOQGW [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[16] Carlos Montesinos, “Flujo migratorio se incrementa en 26% en julio; menores no acompañados aumentaron en 45%”. Reporte Índigo (7 de agosto, 2023) [En línea]: https://acortar.link/3tROko [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[17] Juan Manuel Blanco, “ONG reporta más de 124.000 migrantes que han llegado a la frontera sur de México en 2023”. Swissinfo.ch (5 de septiembre, 2023), ed. Español [En línea]: https://acortar.link/HkwOhL [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[18] Elías Camhaji, “México rompe el récord de solicitudes de asilo en un año”. El País (25 de abril, 2022), sec. México, ed. América-México [En línea]: https://acortar.link/3I1tqP [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[19] Idem.
[20] Jhonatan González, “Ola de migración arribará con más de 100 mil migrantes en Chiapas: Activistas”. Milenio (19 de septiembre, 2023), sec. Estados [En línea]: https://acortar.link/UpIvHO [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[21] Grupo México Prensa (@GMexico_Prensa), “.@Ferromex se ve obligado a suspender movimiento de trenes de carga para proteger la integridad de personas migrantes”. X (19 de septiembre, 2023) [En línea]: https://acortar.link/McYdrs [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[22] Juan Tolentino Morales, “El paro de Ferromex afectaría a siete industrias y ocho puertos”. Expansión (20 de septiembre, 2023), sec. Empresas [En línea]: https://acortar.link/mYmYMr [Consulta: 20 de septiembre, 2023].
[23] M. Laura Vázquez Maggio y Lilia Domínguez Villalobos, “La migración de profesionistas mexicanos y su inserción laboral en Estados Unidos”. Revista de Economía Mexicana. Anuario UNAM, 3 (2018), pp. 207-248 [En línea]: https://acortar.link/FrbXWK [Consulta: 21 de septiembre, 2023].
[24] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, “Un mundo mejor para la población migrante en América Latina y el Caribe”. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (21 de abril, 2023), sec. América Latina y el Caribe, Publicaciones, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/Ul4fRY [Consulta: 21 de septiembre, 2023].
[25] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Movilidad humana, oportunidades compartidas. Análisis del Informe sobre Desarrollo Humano 2009 y la ruta hacia delante. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, New York, 2020, 5 p. [En línea]: https://acortar.link/GAGsgH [Consulta: 21 de septiembre, 2023].