La crisis del sector agrícola en Francia, sus efectos y lecciones

Desde mediados del mes pasado, se llevaron a cabo diferentes protestas agrícolas en Francia, las cuales fueron organizadas por varios sindicatos y agrupaciones del sector, entre ellos, Jóvenes Agricultores y la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores. Esta última, por ejemplo, reivindicó alrededor de 212,000[1] participantes.

Cabe recordar que en distintos puntos del Viejo Continente —como en los Países Bajos, Bélgica y Alemania, entre otros puntos— desde 2019 se han manifestado agricultores que están inconformes con diversas políticas nacionales y de la Unión Europea (ue).

Sin embargo, las protestas de los agricultores franceses son un punto de quiebre al respecto, sobre todo por la cercanía de las elecciones parlamentarias europeas, en junio de 2024, lo que significa el país galo como potencia agrícola y en cuanto a su peso político dentro del bloque comunitario.

En este contexto, es oportuno abordar, por un lado, las inconformidades precedentes de los agricultores en otros países europeos para, posteriormente, analizar el caso francés, su repercusión a nivel comunitario, así como algunas de sus lecciones.

I. El sector agrícola de diversos países europeos bajo presión

Las manifestaciones de agricultores comenzaron en 2019 en Holanda (Países Bajos). Ello, cuando el gobierno pedía que se redujera a la mitad la producción ganadera a fin de bajar las emisiones de óxido de nitrógeno mientras que, desde hace tiempo también, en Bruselas, los agricultores han rociado con leche o llevado ganado a las calles como protesta por las excesivas regulaciones de la UE en ese sector[2].

Con la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, la ue levantó temporalmente las restricciones a diversas importaciones agrícolas (p.ej. pollo y cereales) provenientes de ese país, lo que provocó que los mercados europeos comercializaran de manera importante dichos productos. “El campo de juego nunca iba a ser parejo: una granja orgánica ucraniana promedio tiene alrededor de 1000 hectáreas; sus equivalentes europeos miden de media sólo 41 hectáreas. Los precios en países vecinos como Hungría, Polonia y Rumania cayeron repentinamente, y los agricultores locales se quedaron sin poder vender sus cosechas”[3].

Ya en 2023, por ejemplo, las carreteras de Polonia eran bloqueadas por tractores de ese país a productos de Ucrania. Paradójicamente, un año antes, ahí mismo, voluntarios reciban a los refugiados de esta última nación que huían del conflicto armado[4].

Para diciembre de 2023, más de 1,000 conductores de tractores protestaban en Berlín, Alemania, debido a que el gobierno de esa nación no abolió los impuestos al diésel para uso agrícola. Los mismos agricultores señalaron que sus tractores funcionan con diésel y que aún no pueden realizar la transición a tractores o vehículos eléctricos. Lo anterior ha significado, concretamente, poner fin a los subsidios al combustible y a los vehículos agrícolas.

Y es que el Tribunal Constitucional de aquel país obligó al ejecutivo alemán a reformular el presupuesto federal de 2024 y a realizar un recorte de 17,000 millones de euros a fin de evitar mayor deuda. Ello redundó en la eliminación de “subvenciones climáticamente dañinas” y el incremento del precio de las emisiones de dióxido de carbono (co2)[5].

El gobierno, sin embargo, indicó que eliminaría progresivamente dichos subsidios al combustible en un término de dos años y mantendría exenciones fiscales a los tractores, aunque esto no satisfizo del todo a los manifestantes[6]. Las calles, autopistas y caminos siguen siendo obstaculizados por tractores de agricultores alemanes. De hecho, las protestas gozan con altos niveles de apoyo ya que más del 80 por ciento considera justos los reclamos de los campesinos de acuerdo con una medición de la consultora Forsa[7].

Incluso se ha pedido la renuncia del Canciller Olaf Scholz desde la ciudad de Hamburgo en donde cientos de tractores también llenaron ese centro urbano.

Otra de las medidas que ha irritado no sólo a los agricultores alemanes sino a otros campesinos europeos es aquella que los obliga a dedicar al menos 4 por ciento de la tierra cultivable a características de no producción, así como el requisito de realizar rotaciones de cultivos y disminuir la utilización de fertilizantes en por lo menos 20 por ciento. Todo ello en el marco de la Política Agrícola Común (pac)[8].

En cualquier caso, cada país europeo hace frente a sus retos, aunque prácticamente la mayoría de sus agricultores coinciden en señalar que las normas de producción en la ue y las importaciones agrícolas o de otros productos relacionados con este sector provenientes de naciones que se encuentran fuera del bloque comunitario son las causas de la caída de ingresos y de la pérdida de competitividad de aquellos[9].

Diversos sindicatos españoles como por ejemplo la Asociación de Jóvenes Agricultores, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos han señalado que la importación de productos agrarios de terceros países a bajo costo presionan a la baja los de la ue y ello representa una competencia desleal.

En este sentido, las protestas en Francia aparecen como la materialización de un movimiento más en contra de diversas políticas tanto nacionales como europeas ultraliberales, y algunas otras de corte medioambiental, que los agricultores estiman que van en detrimento de sus intereses y los de la agricultura del país galo.

II. La singularidad y convergencia francesas de las protestas agrícolas

Los agricultores franceses comenzaron sus protestas desde el 18 de enero pasado. Bloquearon varias autopistas en torno a la capital París. Las razones de sus inconformidades han sido de diversa índole. Sin embargo, actualmente, se han suspendido algunos movimientos de protesta debido a las medidas que tomó el gobierno como se verá más adelante. En todo caso, diversos agricultores han reclamado la competencia desleal de países vecinos como Italia y España porque supuestamente los campesinos de esas naciones se encuentran sometidos a reglas menos estrictas que las galas y, por ende, obtienen una ventaja competitiva respecto a los franceses. Sin embargo, el ministro de Agricultura español, Luis Planas, aseveró que las normas de producción y comercialización en la UE son similares en todos los países miembros y todos, desde Alemania a España, Portugal, Holanda o Italia, las aplican de igual manera[10].

Los agricultores franceses también protestan por sus bajos salarios; el aumento del costo de los fertilizantes; la mayor importación en el bloque comunitario de alimentos más económicos que los cultivados en la ue (lo que genera una competencia desleal ya que no cumplen las mismas regulaciones, según afirman); reglas cada vez más estrictas de la ue para la agricultura; una cantidad cada vez mayor y más estrictas medidas medioambientales y políticas ecológicas plasmadas en el Pacto Verde Europeo[11]; una burocracia importante en trámites administrativos impuestos a menudo a nivel europeo, y la inconformidad por la imposición de reglas que prohíben la utilización de insecticidas (por ejemplo, para la remolacha que provoca el cierre de productores de azúcar).

Asimismo, protestaron por la norma europea que obliga a los agricultores a destinar el cuatro por ciento de sus tierras al barbecho, las importaciones de pollo ucraniano e incluso el acuerdo negociado entre la misma ue con el Mercosur.

A todo esto, se suma, aseguraron los agricultores, la inflación económica y el cambio climático que en algún momento ha marchitado, inundado o quemado sus cultivos, por lo que es difícil subsistir dignamente de su trabajo en el campo.

Respecto al acuerdo UE-Mercosur, el gobierno francés ha tenido una postura más bien reticente en el sector agrícola ya que protege de manera importante a sus agricultores y, desde luego, a su agricultura, aunque para el presidente Lula da Silva existe un nacionalismo proteccionista de algunos países de la ue que está detrás del discurso europeo de las razones medioambientales que impiden cerrar dicho tratado[12].

Por su parte, el presidente Emanuel Macron ha señalado su oposición a este instrumento comercial que negocia la ue desde 1999 al considerar que las normas de producción agrícolas de los Estados parte del Mercosur no son homogéneas con las europeas[13]. Este rechazo de la presidencia gala transita también por la no integración a dicho tratado de los acuerdos de París sobre el cambio climático, la ausencia de condiciones para evitar la deforestación, además de que no existen garantías de reciprocidad en términos de normas sanitarias y medioambientales para los productos agrícolas importados en la ue desde el Mercosur[14].

En todo caso, y ante el escenario de protestas de sus agricultores, el gobierno francés determinó diversas acciones como la supresión del aumento previsto de la tasa para el combustible que utilizan los tractores, la reducción de trámites burocráticos, la no prohibición de pesticidas que estén autorizados en otros países de la ue, la prohibición de importación de frutas y verduras procedentes de otros países fuera de la ue que hayan sido tratadas con tiacloprida (un insecticida prohibido a nivel comunitario, lo cual refleja una nueva política es decir, la aplicación de una cláusula espejo[15], de acuerdo con el primer ministro francés Gabriel Attal[16]), la propuesta de una fuerza de control europea para combatir el fraude, en especial en lo que se refiere a las normas sanitarias y a la lucha contra las importaciones de productos alimenticios que están en contra de las reglas sanitarias francesas y europeas, apoyos por 150 millones de euros (162 millones de dólares) en ayuda a los ganaderos y una reducción de impuestos a las granjas que se transfieren de generaciones mayores a generaciones más jóvenes[17].

Como se ha mencionado, estas medidas han apaciguado algunas de las protestas en el país galo, aunque éstas y las que continúan han tenido, paralelamente, un efecto espejo o potenciador en otros países europeos.

III. La onda expansiva de las protestas francesas y sus lecciones

En efecto, las protestas de los agricultores franceses crearon un efecto espejo o potenciador en los movimientos que se venían dando en otros países europeos contra diversas políticas nacionales o europeas que afectan al campo.

Así, por ejemplo, en Rumania, los agricultores de aquel país han hecho manifestaciones a finales de enero para pedir medidas económicas internas que alivien su situación, bajos subsidios para máquinas pesadas como camiones y tractores, medidas para la falta de ganancias agrícolas, para la competencia extranjera, así como también medidas por la competencia ucraniana y la ausencia de regulación adecuada a las importaciones y servicios provenientes de esa nación.

A raíz de ello, el viernes 2 de febrero, el gobierno rumano anunció un acuerdo con los agricultores para poner fin a dichas protestas y bloqueos de las últimas semanas. “Se destinarán 250 millones de euros para compensar las pérdidas sufridas por la guerra en Ucrania, el aplazamiento de las cuotas de los préstamos a los productores agrícolas perjudicados por la sequía y una ayuda de 100 euros por hectárea, mientras que los transportistas verían modificada la forma de realizar los controles de peso en las fronteras para acelerar su paso, así como una posible devolución parcial del impuesto especial sobre los combustibles”[18].

En Portugal, la situación no ha sido menos tensa ya que se bloquearon, el 1 de febrero, las principales carreteras de aquel país, además de que en la frontera española entre Elvas y Badajoz se interrumpió el tráfico ya que los tractores taparon la circulación en la autopista A6 y causaron filas de camiones. Las protestas obligaron a cortar otras vías como la carretera A-25, en el centro. Ello a pesar de que el gobierno de esa nación había anunciado apoyos para el sector por un monto de 500 millones de euros[19]. Sin embargo, algunos bloqueos se empezaron a disipar después de que el mismo gobierno garantizara un apoyo adicional para los agricultores.

En España, los agricultores solicitan mayor control de los productos que ingresan de fuera de la ue y que ejercen competencia desleal contra las mercaderías que se cultivan en el bloque comunitario. Además, se han manifestado contra las políticas agrarias de la ue, el exceso de papeleo burocrático en el país, los ecorregímenes[20] de la ue que los atenaza, entre otros problemas.

El Ministerio de Agricultura anunció apoyos por alrededor de 270 millones de euros a 140 mil agricultores afectados por sequía y por dificultades derivadas de la guerra en Ucrania.

Los agricultores de Bélgica también se han manifestado contra las políticas medioambientales de la ue y las importaciones de alimentos baratos. Los campesinos bloquearon el barrio de Bruselas, coincidiendo con la celebración de la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la ue en la misma capital Bruselas el 1 de febrero pasado. Además, varios agricultores también se reunieron frente al Parlamento Europeo, lanzaron objetos al cordón policial, derribaron una estatua y prendieron hogueras[21].

Por su parte, los agricultores italianos han continuado con sus protestas en varias ciudades del país, además de que han generado retenciones en autopistas, mientras que a la par, decenas de tractores dirigieron su rumbo hacia Roma. Sus inconformidades iban desde el incremento de los costos de producción, la petición para mantener el descuento del precio del gasóleo más allá de 2026, hasta solicitar descuentos fiscales a la tierra[22].

En este contexto, la Comisión Europea ha propuesto diversas medidas como trabajar conjuntamente con la actual presidencia belga del Consejo de la ue a fin de presentar antes del próximo Consejo europeo una propuesta para reducir la carga burocrática del sector agropecuario.

La presidenta de la misma Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se refirió, en días pasados, a las propuestas presentadas por esta para brindar flexibilidad adicional en el uso de la tierra de barbecho y para establecer salvaguardas a las importaciones de Ucrania. Asimismo, mencionó un diálogo estratégico con agricultores, académicos y otros interesados para desarrollar una idea, una visión y una hoja de ruta sobre el futuro del campo europeo[23].

Sin duda, el futuro del campo europeo transita, entre otras cosas, por una visión sostenible del mismo en donde se cuiden los recursos naturales, no se sobreexplote la tierra, pero también se les brinde apoyo a los campesinos y a los agricultores.

Por ejemplo, la sequía histórica que agobia a la región de Cataluña es síntoma de un cambio climático real que a todas y todos afecta. Los costos de la sequía en esa parte de España ya es palpable, a saber, 10 millones de euros en pérdidas en cosechas de 2023, árboles que si se deterioran más se tendrán que arrancar, precios más elevados para el consumidor, un recibo del agua en el área metropolitana de Barcelona que aumenta un 11.5 por ciento, la subida de costos en las empresas, entre otros[24] Aquí, cabe recordar que, de acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2022, la agricultura ocupaba el 70 por ciento del agua que se extrae del mundo.

En México, en 2023, la agricultura utilizaba el 76 por ciento del agua potable del país, porcentaje un poco mayor al promedio global. Asimismo, en 2022, 3,300 empresas acaparaban el 20 por ciento del agua en la nación, es decir, el 1.1 por ciento de los permisos de explotación de este recurso para utilizarlo en productos como cerveza, plata, oro, leche, café, carne, entre otros. Ello ocurría mientras que uno de cada 10 personas no tenía acceso a agua potable[25].

Por ello, se requieren esfuerzos para seguir preservando, cuidando o evitando la escasez de este vital líquido sin descuidar esta actividad tan importante que es la agricultura.

El tecnificado agrícola debe seguir siendo una opción para un uso más preciso del agua, ya que permite proporcionar la cantidad de agua necesaria en el lugar y momento adecuados. Por ello, debe aprovecharse, por ejemplo, las técnicas del riego por goteo, el riego por aspersión de baja presión, el riego subterráneo a través de tuberías subterráneas o incluso el riego automatizado, el cual se acompaña de sensores y computadoras que miden el nivel de humedad del suelo y la temperatura para liberar agua en cuanto las plantas lo necesiten.

A lo anterior, debe agregarse que, si bien el cuidado de los recursos naturales y el medio ambiente es importante, también lo es el apoyo a los agricultores y al campo. Lo que sucede en estos momentos en Francia y en Europa deja ver que el Estado no puede desentenderse de sus responsabilidades en el sector agrícola. La competencia es necesaria, pero también lo es el respaldo de parte del gobierno ante las distorsiones del mercado, ante el ultraliberalismo, ante los bajos salarios, frente al cambio climático que trae sequías, incendios, inundaciones que echan a perder las cosechas y que dejan a los agricultores en una situación de vulnerabilidad frente a otros competidores.

El ejemplo francés de los agricultores y sus inconformidades nos recuerda que el equilibrio entre mercado y Estado es siempre frágil, sobre todo, cuando de cuidar el medio ambiente se trata y cuando de apoyar a quienes nos dan de comer también.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Julia F. Cadenas, “Protestas en el campo europeo: los agricultores se manifiestan desde Francia hasta Rumanía con las elecciones europeas en el horizonte”. Newtral (26 de enero, 2024) [En línea]: https://lc.cx/uT8Od4 [Consulta: 03 de febrero, 2024].

[2] Redacción, “Asedio a París: por qué se están extendiendo las protestas de agricultores por Europa”. bbc News Mundo (29 de enero, 2024), sec. Internacional [En línea]: https://lc.cx/VNCl_u [Consulta: 04 de febrero, 2024].

[3] Idem.

[4] Redacción, op. cit.

[5] Euronews, “Alemania|Manifestación con 1.000 tractores en Berlín”. Euronews (18 de diciembre, 2023), sec. Green [En línea]: https://lc.cx/iU4vR_ [Consulta: 04 de febrero, 2024].

[6] Julie Gregson, “¿Por qué están tan enfadados los agricultores alemanes?”. dw (10 de enero, 2024), sec. Política, Ed. Español [En línea]: https://lc.cx/irjZ8f [Consulta: 05 de febrero, 2024].

[7] Franco Delle Donne, “La protesta de agricultores que pone al Gobierno alemán contra las cuerdas”. France24 (19 de enero, 2024), sec. Europa, ed. Español [En línea]: https://lc.cx/Egtuuc [Consulta: 06 de febrero, 2024].

[8] “La política agrícola común ayuda a los agricultores y garantiza la seguridad alimentaria de Europa. Objetivos […] apoyar a los agricultores y mejorar la productividad agrícola, asegurando un suministro estable de alimentos asequibles; garantizar a los agricultores de la Unión Europea un nivel de vida razonable; contribuir a la lucha contra el cambio climático y la gestión sostenible de los recursos naturales; conservar los paisajes y zonas rurales de toda la ue; mantener viva la economía rural, impulsando el empleo en la agricultura, las industrias agroalimentarias y los sectores asociados” (Comisión Europea, “La política agrícola común en pocas palabras”. Comisión Europea (s.f.), sec. Política agrícola común, Panorámica de la política agrícola común, ed. Español [En línea]: https://lc.cx/W0_h_J [Consulta: 07 de febrero, 2024]).

[9] afp, “Continúan agricultores bloqueos en Francia; se extienden protestas a España”. La Jornada (30 de enero, 2024), sec. Mundo [En línea]: https://lc.cx/Wgfj2C [Consulta: 06 de febrero, 2024].

[10] Marc Bassets, “Francia da por muerto el tratado con Mercosur mientras los agricultores mantienen la protesta”. El País (30 de enero, 2024), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: https://lc.cx/oAAUrM [Consulta: 08 de febrero, 2024].

[11] “El Pacto Verde Europeo es un paquete de iniciativas políticas cuyo objetivo es situar a la ue en el camino hacia una transición ecológica, con el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050” (Consejo Europeo-Consejo de la Unión Europea, “Pacto Verde Europeo”. Consejo Europeo-Consejo de la Unión Europea (20 de diciembre, 2023), ed. Español [En línea]: https://lc.cx/AOVVm1 [Consulta: 07 de febrero, 2024]).

[12] Maximiliano Pérez Gallardo, “Los obstáculos que impiden materializar el acuerdo entre el Mercosur y la ue”. France24 (04 de diciembre, 2023), sec. América Latina, ed. Español [En línea]: https://lc.cx/cqKIV0 [Consulta: 08 de febrero, 2024].

[13] afp, op. cit.

[14] France24, “En plena protesta agraria, Francia sugiere que la ue pondrá fin a las conversaciones con el Mercosur”. France24 (29 de enero, 2024), sec. Europa, ed. Español [En línea]: https://lc.cx/S7nGED [Consulta: 09 de febrero, 2024].

[15]Las cláusulas espejo son una serie de medidas que buscan asegurar que todos los países productores tienen igualdad de condiciones en materia de agricultura y ganadería, garantizando así la capacidad de competir en el mercado y la mejora de la producción mundial” (Elio Sancho García, “‘Clausulas espejo’, una antigua demanda del campo que renueva su impulso”. Corteva (03 de marzo, 2022), sec. Blog [En línea]: https://lc.cx/hkrvVu [Consulta: 07 de febrero, 2024]).

[16] Yurany Arciniegas, “Agricultores levantan bloqueos en Francia, mientras en la frontera entre Bélgica y Países Bajos inician otros”. France24 (02 de febrero, 2024), sec. Europa, ed. Español [En línea]: https://lc.cx/PeR5zg [Consulta: 05 de febrero, 2024].

[17] ap, “Agricultores franceses suspenden protestas tras anuncio del gobierno”. La Jornada (01 de febrero, 2024), sec. Mundo [En línea]: https://lc.cx/5aJoie [Consulta: 06 de febrero, 2024].

[18] Raúl Sánchez Costa, “El descontento crece en Rumania”. El País (03 de febrero, 2024), sec. Negocios, ed. América-México [En línea]: https://lc.cx/s1dCBO [Consulta: 06 de febrero, 2024].

[19] Silvia Ayuso, “Bruselas promete reducir las cargas administrativas al campo tras la protesta de tractores a sus puertas”. El País (01 de febrero, 2024), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: https://lc.cx/fyBjng [Consulta: 07 de febrero, 2024].

[20] Carlos Rocha, “Los agricultores mantienen las protestas: ‘No podemos seguir con el medioambientalismo’”. El Confidencial (02 de febrero, 2024), sec. España [En línea]: https://lc.cx/ZkBvz9 [Consulta: 07 de febrero, 2024].

[21] Público y Agencias, “Agricultores de Bélgica, Grecia e Italia mantienen la fuerza de sus protestas”. Público (03 de febrero, 2024) [En línea]: https://lc.cx/eECfRJ [Consulta: 08 de febrero, 2024].

[22] efe, “Los agricultores italianos mantienen sus protestas y se dirigen a Roma”. Swissinfo.ch (05 de febrero, 2024) [En línea]: https://lc.cx/2BkbsR [Consulta: 09 de febrero, 2024].

[23] efe, “Bruselas presentará una propuesta para reducir la carga administrativa de los agricultores”. Swissinfo.ch (01 de febrero, 2024) [En línea]: https://lc.cx/l57wR3 [Consulta: 07 de febrero, 2024].

[24] Josep Catà Figuls y Luis Velasco, “El impacto económico de la sequía en Cataluña: menos crecimiento y empresas que deberán reducir la producción”. El País (29 de enero, 2024), sec. Cataluña, ed. América-México [En línea]: https://lc.cx/LM2gs8 [Consulta: 06 de febrero, 2024].

[25] Braulio Carbajal, “Acaparan 3 mil 300 empresas 20 por ciento del agua en el país”. La Jornada (27 de abril, 2022), sec. Economía [En línea]: https://lc.cx/4C4bv7 [Consulta: 07 de febrero, 2024].