Lecciones pandémicas
“En 2020, una severa neumonía se esparcirá a través del globo, atacando los bronquios y resistiendo todos los tratamientos conocidos…” 1981.
Entre lo rudo, trágico y lamentable que nos ha dejado la pandemia de COVID-19, hay algunas lecciones positivas que debemos rescatar y desarrollar:
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): los países, las ciudades y habitantes que han logrado una mejor gestión del riesgo sanitario y económico durante la pandemia son los que han utilizado intensivamente las TIC. Tanto en la identificación de focos de infección como en el seguimiento de las redes de contagio, estas tecnologías han sido un factor determinante, y el trabajo en casa y la educación a distancia han mitigado el impacto económico negativo. Hoy mismo, más de mil personas dedicadas a la investigación, la ciencia, la medicina, y especialistas en salud pública, que se conectan desde todas las latitudes gracias a internet, harán posible que en un tiempo récord se pueda producir la ansiada, anhelada y necesaria vacuna. La lección es que debemos reconocer el acceso a la red como un derecho humano fundamental y considerar prioritaria la inversión pública y la privada destinada a conectar al mayor número de mexicanas y mexicanos.
Vida saludable: no hay que dejarle todo a la vacuna. La lección sanitaria más clara es que debemos fortalecer nuestro sistema inmunológico, cuidando la nutrición, promoviendo la activación física, teniendo una mejor higiene personal y del entorno y, de manera especial, alejando a las y los niños y jóvenes de las adicciones de todo tipo. México es de los países donde existe un alto porcentaje de víctimas de COVID-19 entre personas de 40 a 55 años, y no sólo población adulta mayor. Es la generación de la comida chatarra, del sedentarismo urbano, de la obesidad y la diabetes, del tabaquismo y la hipertensión. Males del primer mundo, con prácticas alimenticias de los países con mayores índices de pobreza. Bienvenida la iniciativa de incluir en la matrícula escolar del sistema educativo la materia “Vida Saludable”.
Homo sapiens ecologicus: el Homo sapiens, antes de la pandemia, se consideraba el rey y dueño de la madre naturaleza. Sin embargo, pasó de dominador a depredador de los recursos naturales, y ahora estamos pagando la factura. El ciclo devastador calentamiento global-pandemias sanitarias-crisis económica puede acabar con la especie humana. Aún queda una oportunidad: la del Homo sapiens ecologicus, que reconozca la necesidad de la economía verde, de la energía renovable, del agua limpia, del aire puro y de la tierra sana. Es la tercera lección pandémica.
Pandemia de novela: en 1981, Daniel Koontz, en su novela de terror Los ojos de la oscuridad, advirtió que “en 2020, una severa neumonía se esparcirá a través del globo, atacando los bronquios y resistiendo todos los tratamientos conocidos… Li Chen desertó de China hacia los Estados Unidos llevando consigo un disco con las más importantes y peligrosas armas biológicas en una década. Le llamaron Wuhan 400 porque esa arma fue desarrollada en los laboratorios RDNA, en las afueras de la ciudad de Wuhan, y era el microorganismo número 400 creado por el hombre en ese centro de investigación. Wuhan 400 es un arma perfecta. Sólo ataca seres humanos. Ningún otro ser vivo es afectado. Y como la sífilis, Wuhan 400 puede sobrevivir fuera del cuerpo humano más allá de un minuto, lo que significa que puede contaminar permanentemente objetos y otros lugares de la forma como lo hace el ántrax y otros microrganismos virulentos”. Esto era antes ciencia ficción. Hoy pudiera ser la posverdad, ¿o usted qué opina?
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