La reforma al Banxico
La compra directa por Banxico de las divisas excedentes eliminaría el alto costo de la intermediación financiera, bancaria o comercial. Las y los mexicanos que reciben remesas obtendrían más pesos por dólar.
Permitir que el Banco Central de México adquiera las divisas (especialmente dólares estadounidenses) que circulan en el país y que no son repatriadas, ha generado un debate que es necesario precisar en sus alcances y limitaciones reales.
¿Cuál es el objetivo central de la propuesta? Evitar que el exceso de dólares estadounidenses que llegan al país por concepto de remesas, turismo e inversiones directas genere una distorsión en el mercado cambiario.
Tan sólo en 2019, de acuerdo con la Secretaría de Economía, México recibió una suma que asciende a casi 33 mil millones de dólares por inversión extranjera directa, correspondiente al periodo enero-diciembre, lo que representó un incremento del 4.2 por ciento del flujo de inversión, en relación con 2018.
En materia de turismo ingresó una cantidad mayor a 24 mil millones de dólares en el mismo periodo, y en la captación por remesas hubo un ingreso récord de más de 36 mil millones de dólares, de acuerdo con datos del propio Banco de México, lo que representó un incremento del 7.04 por ciento en relación con el mismo periodo del año anterior.
Las instituciones de crédito, integrantes del sistema bancario mexicano, captan dólares en efectivo provenientes de diversas fuentes, que corresponden en mayor medida a personas migrantes y turistas, quienes son sus principales introductores a México.
Por medio del intercambio de divisas realizado por las propias instituciones bancarias, es evidente que el volumen de dólares que entra al país es mucho mayor que el que sale, trayendo como consecuencia un desequilibrio cambiario. Por ello resulta necesaria la implementación de nuevas estrategias para beneficiar a la ciudadanía, en atención a la posición que guarda México como uno de los países con mayor captación de dólares en el mundo.
¿A quién se busca beneficiar con esta propuesta legislativa? A más de 10 millones de hogares mexicanos que reciben remesas o que viven del turismo extranjero y que sufren una pérdida promedio del 30 por ciento del valor de sus envíos cuando son cambiados a pesos mexicanos, por las altas comisiones de casas de cambio y negocios dedicados a la intermediación cambiaria. La compra directa por Banxico de las divisas excedentes eliminaría el alto costo de la intermediación financiera, bancaria o comercial. Las y los mexicanos que reciben remesas obtendrían más pesos por dólar.
¿Se fomenta el lavado de dinero del narcotráfico o de otras actividades ilícitas? En lo absoluto. El Banco Central se sujeta a las mismas medidas de prevención, verificación y certificación de la licitud de las divisas que aplican los bancos autorizados para recibir dólares estadounidenses, así como a la verificación de las unidades de inteligencia financiera de los países involucrados. La trabajadora o el trabajador migrante no produce divisas ilícitas, sino el comercio y el trasiego de productos ilegales.
¿Se vulnera la autonomía del Banco Central? Falso. Por el contrario, se refuerza su naturaleza inherente de instancia reguladora de flujos monetarios y de divisas que circulan en el país, a fin de evitar distorsiones económicas que puedan generar inestabilidad o especulación monetaria. Medidas similares han sido adoptadas por los bancos centrales de otros países.
El destino final de esta iniciativa lo decidirá en su momento la Cámara de Diputados.
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