2021: pandemia y elecciones

A Luis Enrique Mercado, con respeto y afecto.

Vacuna y elecciones son los dos grandes temas de la agenda pública que seguramente marcarán el 2021. Esperemos que sea para el bien de todas y todos.

Lo mejor del 2020 es que ya va a concluir. Deja a su paso uno de los saldos más tristes, trágicos y preocupantes de los últimos cien años.

En comparación con su precedente histórico, la llamada “gripe española” de 1918 —que costó 50 millones de vidas humanas—, la pandemia actual fue menos letal, pero con efectos económicos más lesivos.

Aprendimos la falsedad del dilema salud o economía. No se puede prescindir de alguna de las partes del binomio, porque sin salud la economía se enferma, y sin economía la salud se empobrece.

En tal sentido, una de las grandes tareas del 2021 será promover la vacunación universal en el menor tiempo posible, al paso de nuestros socios comerciales de América del Norte y del resto del mundo, a fin de iniciar la reactivación económica pospandemia.

A la par, deberíamos dar prioridad a la reconstrucción y reconducción del sistema de salud pública del país, prendido de alfileres antes de la pandemia, y sometido a un alto estrés institucional y sanitario durante todo el 2020. El INSABI es un buen cimiento. Habrá que complementarlo con una política integral de salud pública que sume al sector privado y a los órdenes estatal y municipal de gobierno.

Lejos de posponer el compromiso del actual Gobierno de instaurar un sistema de salud y seguridad social similar al de los países socialdemócratas, ahora más que nunca habrá que impulsar leyes, instituciones, presupuesto y recursos humanos a la altura del reto.

Que la próxima pandemia (cada vez más frecuentes y contagiosas, como resultado —entre otras causas— del calentamiento global) tome al país mejor equipado, preparado y prevenido; con instalaciones sanitarias más eficientes, con más recurso humano médico y con una generación menos vulnerable a las comorbilidades.

El otro tema de la agenda pública que marcará al 2021 serán las elecciones intermedias del domingo 6 de junio. Por primera vez en la historia del país, la totalidad de las entidades federativas tendrá el mismo día al menos una elección local y una federal.

Dada la concurrencia de campañas, candidaturas y partidos, será la más grande en la historia electoral de México. Se elegirán un total de 21 mil 768 cargos, distribuidos de la siguiente manera: 15 gubernaturas, 300 diputaciones federales de mayoría relativa, 200 de representación proporcional, 642 diputaciones locales de mayoría relativa, 421 diputaciones locales de representación proporcional, 2 mil 340 presidencias municipales, 15 mil 311 regidurías y 2 mil 539 sindicaturas, concejalías y juntas municipales.

Si en promedio se inscriben tres aspirantes por cargo, tendremos a más de 60 mil candidatas y candidatos pidiendo el voto en las próximas semanas. Será una elección atípica tanto por la concurrencia de cargos locales con federales como por los tipos de campañas a distancia y virtuales a que obliga la pandemia.

Sin embargo, lo que realmente está en juego no es la multitud de cargos, sino el avance y la consolidación de la 4T. Y aquí sólo hay dos alternativas: la continuidad del proyecto de cambio y transformación que encabeza el presidente AMLO o el retorno del régimen de privilegios y corrupción que usufructuaron durante más de 30 años el PRI y el PAN, el llamado “prianismo”, cuando hubo alternancia de partidos, pero no proyecto alternativo de nación.

Vacuna y elecciones son los dos grandes temas de la agenda pública que seguramente marcarán el 2021. Esperemos que sea para el bien de todas y todos.

 

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