Tensiones emergentes y cuestiones pendientes en la era post Brexit

El Reino Unido abandonó el bloque europeo el 1º de febrero de 2020, y a partir del 1º de enero de 2021, no sólo dejó de ser miembro y de participar en las instituciones políticas, como el Parlamento Europeo, también salió de la Unión Aduanera y del Mercado Común. A poco más de un mes de la entrada en vigor del Acuerdo de Comercio y Cooperación entre el Reino Unido y la Unión Europea, las tensiones, a nivel político y diplomático, no desaparecen y otros obstáculos prevalecen vigentes en la era posbrexit.

Crisis de las vacunas: ¿controversia en el abastecimiento?

El conflicto entre la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca y la Unión Europea por el incumplimiento en la entrega de dosis de vacunas, ha escalado a un conflicto mayor entre el Reino Unido y el bloque comunitario que involucra el supuesto desabastecimiento de la vacuna.

En agosto de 2020, la Unión Europea firmó un acuerdo con AstraZeneca por la compra de 300 millones de dosis, con la opción de obtener 100 millones más.[1] Con parte de esta adquisición, la Unión Europea esperaba comenzar la vacunación con cerca de 80 millones de dosis en marzo de 2021.[2] No obstante, el 22 de enero, la farmacéutica anunció una reducción del 60% en las dosis prometidas para enero-marzo a la Unión Europea. Es decir, de los 80 millones previstos (con posibilidad de llegar a 100), la empresa anglo-sueca aseguró que no podría otorgar más de 31 millones en febrero.[3] Los miembros del bloque comunitario expresaron su insatisfacción y enojo, e insistieron en el calendario de entrega.[4]

La situación ha generado controversia por los retrasos anunciados para la Unión Europea y la entrega a tiempo de las dosis pactadas con el Reino Unido.[5] En medio de esta polémica, el Gobierno del primer ministro Boris Johnson, ha argumentado que, su país alcanzó un acuerdo con la farmacéutica dos meses antes que la Unión Europea. En mayo de 2020, los británicos comenzaron a financiar, con 90 millones de euros, el esfuerzo conjunto de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, asegurando una entrega de 100 millones de dosis, de los cuales 30 millones serían recibidos en septiembre. Además, Gran Bretaña exigió que las vacunas producidas en las dos plantas de la farmacéutica ubicadas en su territorio (Oxfordshire y Staffordshire) garantizaran primero el suministro concertado con la administración británica.[6]

Por su parte, para ayudar al desarrollo y producción de esta vacuna -aún cuando todavía no se han cubierto los 870 millones de euros-, la Comisión Europea destinó 336 millones, por lo que advirtió que “diseñaría un mecanismo de transparencia en la exportación para obligar a los laboratorios a notificar por adelantado, la salida de su producción en suelo europeo con destino a otros países”. Con esta estrategia la Comisión espera comprobar si la falta de suministro se debe a una caída en la producción o al desvío de las dosis hacia otros mercados.[7] Asimismo, el bloque comunitario solicitó parte de las dosis que se producen en las plantas británicas.[8]

AstraZeneca justificó su decisión por fallos imprevistos en la fabricación y rendimiento en una planta en Bélgica. El presidente ejecutivo, Pascal Soriot, señaló en una entrevista que “las plantas con menor rendimiento de la red son las que suministran a Europa”. Y aseguró que “no lo hicieron deliberadamente”.[9] Además, indicó que la Unión Europea realizó su pedido más tarde que el Reino Unido y la vacuna aún no estaba aprobada, por lo que la cadena de suministro se encontraba en una etapa más temprana. Ante ello, agregó que, “desde la empresa, se está haciendo todo lo posible por mejorar. Europa se va a llevar el 17% de la producción global en febrero, a pesar de que supone el 5% de la población mundial”.[10]

Michael Gove, jefe de Gabinete de Johnson, dijo “hablaremos con nuestros amigos de Europa para ver cómo podemos ayudarles, pero lo importante es que nuestro propio programa de vacunación salga adelante como estaba planeado”.[11] Ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro señaló “hemos sido capaces de hacer las cosas de un modo diferente y, en cierta medida, de un modo mejor”. “Pero aún es muy pronto, y es importante recordar que se trata de un esfuerzo internacional. Dependemos de nuestros amigos y socios, y seguiremos trabajando con ellos, con la Unión Europea y con el resto del mundo”.[12]

A la fecha, la Unión Europea sólo ha logrado vacunar al 2% de su población, -de sus integrantes, Alemania ha vacunado al 2,3% y Francia al 1,8%, mientras que el Reino Unido al 11% y Estados Unidos al 6%.[13] “De aquí al verano, al margen de los planes y promesas, sólo el 22% de la población [europea] contará con vacunas”.[14]

La cuestión irlandesa: conflicto por las vacunas y controles fronterizos

Para poner en marcha el mecanismo de control de exportación de vacunas, la Comisión Europea activó el artículo 16 del Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte, el cual permite a las partes “imponer unilateralmente medidas de salvaguarda ante dificultades económicas, sociales o medioambientales (…) o desviación de comercio”.[15] Las protestas ante esta determinación llegaron desde el Reino Unido, la República de Irlanda y del Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) de Irlanda del Norte.

La situación elevó la tensión política entre el Reino Unido y la Unión Europea, y resucitó uno de los elementos más delicados durante las negociaciones del Brexit: la cuestión irlandesa. El primer ministro británico culpó a la Unión Europea de las tensiones posbrexit en Irlanda del Norte, advirtió que haría lo necesario para defender el proceso de paz y la unidad del país,[16] y exigió nuevas concesiones al bloque comunitario para calmar la región. Rápidamente, la Comisión Europea informó que el mecanismo no afectaría a la frontera irlandesa y aseguró que la cláusula de seguridad no se aplicaría.[17]

El episodio se suma a las trabas burocráticas que, desde el 1º de enero, limitan el comercio entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. “La frontera marítima ha provocado un creciente descontento en las filas unionistas, que defienden el mantenimiento de Irlanda del Norte bajo dominio británico y ven el régimen diferenciado [con la República de Irlanda] como una barrera con el resto del país”.[18] Los unionistas norirlandeses han buscado incrementar la presión sobre el primer ministro británico para que deshaga el pacto, así como también intenta hacerlo el ala más conservadora de su partido. Derivado del conflicto por las vacunas y los controles fronterizos, el Gobierno británico amenazó a la Unión Europea con romper el Protocolo. La Unión Europea y la República de Irlanda manifestaron que este instrumento no debe ser revisado.[19]

Este 11 de febrero, los representantes británico y europeo tuvieron una “discusión franca pero constructiva” sobre los problemas de implementación de las reglas comerciales posteriores al Brexit en Irlanda del Norte, reiteraron su “compromiso total” con el Protocolo y se comprometieron a reunirse nuevamente para “abordar las cuestiones pendientes”.[20]

 

Otras cuestiones pendientes y nuevas tensiones latentes

A la par de la cuestión irlandesa, permanece la escocesa. En el referéndum de 2016, la mayoría de los norirlandeses, así como los escoceses, votaron en contra del Brexit. Además, ambas regiones se han mostrado a favor de convocar referéndums de separación, según una encuesta publicada el 24 de enero por el Sunday Times.[21]

El sondeo señala que, en Irlanda del Norte, el 47% de los encuestados se mostró en contra de la unificación con la República de Irlanda frente al 42% que se manifestó a favor, mientras el porcentaje de indecisos fue bajo (11%), pero “suficiente para poner en peligro el futuro del Reino Unido”, indicó el Diario británico. En Escocia, el 49% quiere la independencia, frente al 44% que respondió que no, y un 7% no se pronunció. En Gales, la diferencia es distinta ya que el 23% se mostró a favor frente al 52% que se opone a la separación, y un 11% no contestó.[22]

La consulta refiere además que, el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) podría ganar por mayoría las elecciones al Parlamento autonómico de Edimburgo, mismas que se celebrarán en mayo próximo, “lo que puede provocar una crisis constitucional ante la insistencia de (…) celebrar un referéndum de independencia”.[23] En el Reino Unido, Gove celebró una reunión con otros ministros para planear una campaña en favor de la unión de las cuatro regiones.[24]

Diversas voces políticas en Irlanda del Norte han relacionado al Brexit con un nuevo capítulo en la reunificación irlandesa. El partido político Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) y su socio en el Gobierno norirlandés, el DUP, ven al Brexit como un caballo de Troya para avanzar en su objetivo histórico de reintegrar a Irlanda. El líder del SLDP, Colum Eastwood, advirtió que este divorcio “abrirá un debate muy serio sobre el futuro” irlandés.[25]

 

 

Por otro lado, a la tensión política se une la diplomática entre el Reino Unido y la Unión Europea, luego de la negativa de Londres de dar reconocimiento diplomático al representante de la Unión, João Vale de Almeida, y a su equipo. La decisión causó irritación y descontento entre las autoridades de la Unión, que sugirieron al Reino Unido “ser cuidadoso” y llamaron a “lograr una solución objetiva e inteligente”.[26]

En esta nueva etapa y en donde los siguientes meses serán claves en la implementación para el Acuerdo de Comercio y Cooperación, el Reino Unido, como uno de los efectos posbrexit, ha reiniciado su política comercial al celebrar y renegociar diversos acuerdos de continuidad comercial con sus principales socios, entre ellos México. Asimismo, ha manifestado su intención de adherirse al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés).

Junto con la gestión de la pandemia por la COVID-19, siendo, a la par del Brexit, uno de los mayores desafíos en la historia británica, el Reino Unido deberá enfrentar diversos retos a sus políticas interna y externa, en el marco de una siempre difícil relación con la Unión Europea y en un contexto de replanteamiento de sus objetivos prioritarios como el comercio, la cooperación económica y la seguridad, y por ende, en sus relaciones con el mundo.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

FUENTES:

[1] BBC. (2021). “Vacuna de AstraZeneca: 6 claves de la tensa disputa de la farmacéutica con la Unión Europea por la falta de dosis `prometidas`”. 9 de febrero de 2021. http://bbc.in/374dxA6

[2] Ídem.

[3] Rafa de Miguel. (2021). “La crisis de las vacunas inflama la tensión entre Londres y Bruselas”. El País. 9 de febrero de 2021. http://bit.ly/2MWzPg5

[4] BBC. (2021). “Vacuna de AstraZeneca: …”. Op. cit.

[5] Ídem.

[6] Rafa de Miguel. (2021). “El Gobierno británico esquiva el conflicto entre la UE y AstraZeneca y asegura su propio suministro”. El País. 9 de febrero de 2021. http://bit.ly/3qaYFHs

[7] Bernardo de Miguel y Guillermo Abril. (2021). “La tensión entre la UE y los laboratorios se dispara por la falta de claridad en los envíos de vacunas”. El País. 9 de febrero de 2021. http://bit.ly/3jDfSqB

[8] BBC. (2021). “Vacuna de AstraZeneca: …”. Op. cit.

[9] Ídem.

[10] Ídem.

[11] Rafa de Miguel. (2021). “El Gobierno británico esquiva…”. Op. cit.

[12] Ídem.

[13] Antonio Albiñana. (2021). “La guerra de las vacunas. El primer problema se plantea para el suministro y la distribución de vacunas por las farmacéuticas”. El Tiempo. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3aQXOWa

[14] Ídem.

[15] Rafa de Miguel. (2021). “La crisis de las vacunas…”. Op. cit.

[16] AFP. (2021). “Boris Johnson culpa a Unión Europea de tensiones en Irlanda del Norte”. La Jornada. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3rMiPbr

[17] Europa Press. (2021). “El mecanismo de control de exportación de vacunas no afectará a la frontera que divide Irlanda”. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3a4bpdn

[18] AFP. (2021). “Gobierno de Reino Unido pide calma en Irlanda del Norte ante tensión por controles aduaneros posbrexit”. El Economista. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3paldXs

[19] Lluís Pellicer y Rafa de Miguel. (2021). “Bruselas rechaza renegociar el pacto del Brexit sobre Irlanda pese a la tensión en la isla”. El País. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3rHeLsN

[20] BBC. (2021). “UK and EU hold ‘frank but constructive’ talks on NI trade rules”. 11 de febrero de 2021. http://bbc.in/2OmjsK8

[21] Tim Shipman and Jason Allardyce. (2021). “Union in crisis as polls reveal voters want referendum on Scottish independence and united Ireland”. The Times. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3qatbRZ

[22] Ídem.

[23] Ídem.

[24] Agencias. (2021). “Escocia e Irlanda del Norte quieren consultas de separación, según sondeo”. La Vanguardia. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3qatiwT

[25] Agencias. (2020). “Irlanda del Norte reacciona con alivio y resignación al acuerdo del Brexit”. La Vanguardia. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3rFvDA7

[26] Rafa de Miguel. (2021). “El Gobierno de Johnson se resiste a dar estatus diplomático a los representantes de la UE”. El País. 10 de febrero de 2021. http://bit.ly/3cXMbiD