De la Patagonia al río Bravo, la esperanza regional latinoamericana
El inicio de la vacunación contra la COVID-19 desde finales de diciembre del año pasado ha provocado un dejo de esperanza a nivel global en la lucha contra la pandemia y todos sus efectos. Sin embargo, el acceso a las vacunas sigue siendo inequitativo, y las brechas para su adquisición y distribución son enormes.
El contexto global pandémico en ese sentido requiere de un amplio juicio de solidaridad que al parecer los países desarrollados no están interesados en concretar, pero que naciones como México y Argentina han demostrado lo contrario, al tener como jefes de Estado a dos líderes que están convencidos de que, si no se atiende a las comunidades más vulnerables, no se podrá siquiera pensar en un mundo pos-COVID, ya que a todas las personas les impacta lo que les suceda a unas cuantas. No en vano las campañas rumbo a la presidencia de los hoy mandatarios de Argentina y México, Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador, tuvieron como centro los lemas: “Primero los últimos en llegar” y “Primero los pobres”, respectivamente.
Lo anterior, trasladado de lo interno a lo externo, se materializa en las coincidencias y acciones de ambos jefes de Estado, que tuvieron eco en la reciente visita del presidente Fernández a nuestro país. Las concurrencias parecen inagotables; los puentes que se han tendido entre los dos puntos geográficos más distantes de la América Latina trazan un eje de unión no sólo en la relación bilateral, sino en el interés de encabezar las voluntades del cambio regional necesario; para ello trabajan, y anhelan romper las cadenas históricas de gobiernos pasados.
La visión de ambos presidentes bajo un plan de trabajo conjunto, independiente, pero solidario, que se afana en lograr un Estado de bienestar social que trascienda sus propias fronteras tiene en foros como la CELAC o el Consejo de Seguridad de la ONU espacios para robustecer al bloque latinoamericano. Temas como el fortalecimiento y el desarrollo de la ciencia aplicada a la carrera espacial o a la investigación médica para afrontar los retos de la era pos-COVID-19 encuentran tanto en el presidente Fernández como en el presidente López Obrador un amplio sentido de consenso global.
Trabajar en la distribución justa, equitativa y oportuna de vacunas a nivel internacional es ejemplo del interés de ambos gobiernos para abrazar el bien común y alzar la voz cuando es necesario en temas que afectan a todas y todos los latinoamericanos. El objetivo es poder progresar y salir adelante de esta crisis con una América Latina unida e integrada, que tenga la voz fuerte y clara ante los organismos multilaterales.
El documento conjunto firmado por ambos presidentes da cuenta de este nuevo dinamismo bilateral: un amplio acuerdo comercial y el respaldo del gobierno mexicano a Argentina ante el Fondo Monetario Internacional son acciones solidarias que generarán crecimiento en la región latinoamericana, y que afianzan el camino hacia un futuro esperanzador, con base en el diálogo y la cooperación.
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