Argentina: preámbulo electoral

El pasado 14 de agosto se llevaron a cabo las elecciones primarias argentinas, también llamadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias). La ley argentina estipula desde el año 2009 que “todos los partidos políticos están obligados a elegir sus candidatos y candidatas para cargos nacionales (o sea, presidente y vicepresidente, senadores y diputados) en una elección primaria abierta que se realiza aproximadamente tres meses antes a la elección general”.[1]

Su importancia es tal, que incluso la participación de la ciudadanía en las primarias es tan obligatoria como en los procesos ordinarios, un caso excepcional en América Latina. Por tanto, se considera que las PASO funcionan como primera ronda electoral, la elección nacional como segunda, y la segunda vuelta electoral como posible tercera ronda. La teoría afirma que este complejo sistema electoral “minimiza la relevancia de los miembros internos de los partidos en los procesos de toma de decisiones.” En consecuencia, el proceso de elección de candidaturas es mucho más abierto y democrático.

Luego de la elección de las y los ciudadanos que competirán por algún puesto este año, la primera vuelta de los comicios presidenciales se llevará a cabo el próximo 22 de octubre. Además, ese mismo día se votará también por la nueva integración del Poder Legislativo.

Por ahora, es muy posible que ninguna o ninguno de los aspirantes presidenciales logre al menos el 45 por ciento de los votos, o el 40 por ciento con una ventaja del 20 por ciento sobre el segundo lugar. En tal caso, las dos personas punteras de la primera vuelta se enfrentarían en una segunda ronda en noviembre próximo.

La contienda electoral se desarrollará en un ambiente especialmente difícil para Argentina. La crisis económica prolongada de los últimos años se encuentra en un momento muy delicado. La deuda externa con organismos internacionales, su reestructuración y su pago son sólo algunos de los asuntos que impactan negativamente en la economía de las familias argentinas. Este contexto ocasionó que nuevos actores políticos tomaran protagonismo en el proceso electoral. Aunque las organizaciones tradicionales en el país son competitivas, estas elecciones serán muy distintas a procesos anteriores.

Deuda argentina: proceso de reestructuración

La crisis económica en la nación sudamericana ha sido una constante en las últimas décadas. Aunque en los primeros años del siglo pasado fue considerado uno de los países con mayores oportunidades para el comercio, actualmente enfrenta demasiados y muy complejos desafíos, principalmente económicos. De acuerdo con World Politics Review, “Argentina ha soportado la mayor cantidad de crisis macroeconómicas de cualquier país de América Latina en los últimos 70 años, pasando aproximadamente un tercio de ese tiempo en recesión, con desaceleraciones que han sido profundas y prolongadas”.[2] A pesar de estos retos, cuenta con una de las clases medias más estables en el continente, con altos niveles de educación, pero es evidente que su potencial no es explotado.

El 22 de mayo de 2020, ese país entró formalmente en cesación de pagos, cuando no logró cumplir el plazo para cubrir 503 millones de dólares. La actual administración del presidente Alberto Fernández ha buscado la reestructuración de la deuda, pero le costó la remoción de dos ministros de Economía.

En un primer momento, durante 2020, quien ocupaba ese ministerio, Martín Guzmán, reconoció los pagos de los bonos argentinos y llegó a un nuevo esquema con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a principios de 2022. Ambos acuerdos exigían que el país controlara su déficit fiscal, pusiera fin a su práctica de imprimir dinero para pagar deudas locales anteriores y redujera el gasto en subsidios de manera transparente.

Sin embargo, durante esos dos años, parte de la población se manifestó en contra de las negociaciones con los acreedores extranjeros, incluido el FMI. Estas protestas mostraron de alguna manera la división interna en el partido gobernante, que no podía ponerse de acuerdo sobre la gestión de la deuda y la restructuración de los pagos. Fue así como, debido a la presión, el ministro Guzmán renunció y publicó una carta en las redes sociales pidiéndole al partido gobernante que pusiera la “casa en orden”.[3]

Silvina Batakis se convirtió entonces en ministra de Economía, y fue presionada para demostrar que no se doblegaría ante el FMI ni cedería a la coacción internacional por impulsar al pie de la letra las reformas solicitadas. En ese momento, el Banco Interamericano de Desarrollo, por ejemplo, anunció que no aprobaría un préstamo solicitado por 500 millones de dólares, a menos que el Gobierno cumpliera con el programa del FMI, incluidas las reformas estructurales.[4] Era claro que, al interior del propio Gobierno se discutían los pasos por seguir, empezando con la búsqueda de soluciones para atender las recomendaciones internacionales y mantener así la confianza o continuar con la misma política económica y social.

Aunque Silvina Batakis, como ministra de Economía, se reunió con funcionarios del FMI en Washington y confirmó que su nación estaba comprometida con el acuerdo negociado por su predecesor, la confianza en su figura y las divisiones internas causaron dudas. En su lugar, el presidente Alberto Fernández nombró a un nuevo “superministro” de Economía, Sergio Massa, con amplios poderes para impulsar los cambios y reducir la incertidumbre sobre la deuda argentina.

La figura de Massa ha sido considerada como ideal para la negociación e implementación de los asuntos sobre la deuda externa del país. Con experiencia como excandidato presidencial y posicionado políticamente en el centro, es un aliado clave del Gobierno, con cierta influencia dentro del Congreso.[5] Por todo ello, es muy probable encabece la coalición peronista a la Presidencia del país.

Primarias

El 13 de agosto se realizaron las elecciones primarias para que los partidos eligieran a las candidatas y los candidatos que los representarán en la contienda nacional. El primer puesto se lo llevó Javier Milei, con el 30 por ciento del voto nacional. De las 24 provincias ganó 16, un resultado muy importante considerando su recién ingreso a la política argentina. El segundo lugar lo alcanzó el ministro de Economía, Sergio Massa, con el 21 por ciento de la votación. En tercer lugar, con un 17 por ciento, quedó la candidata ganadora de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio (JxC), la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich.[6]

Javier Milei era conocido por sus presentaciones en la radio y televisión argentina. Desde ahí, sus comentarios explosivos con poco filtro y críticas al poder le ganaron la popularidad necesaria para llegar al Congreso del país en 2021. Sus ideas políticas pueden identificarse como parte de la derecha extrema, “libertario” según sus propias palabras.[7]

Milei ataca a lo que llama “casta política” y se presenta como un candidato antisistema que, en pocas palabras, quiere dar vuelta atrás a todo lo construido hasta ahora en Argentina. Desde su perspectiva, el Estado sólo tiene que ser responsable de la seguridad y la justicia, mientras que el resto de las actividades sociales se autorregularán con el mercado.[8]

Entre sus propuestas más controversiales se encuentra, vender todos los activos del Gobierno, desmantelar el Banco Central, eliminar los programas sociales, desarrollar un mercado legal para la venta de órganos humanos y poner fin a la educación sexual en las escuelas. En materia migratoria, buscaría dificultar la entrada de extranjeros al país. También es fiel defensor de la portación de armas para la población civil.[9]

El aspirante “antisistémico” afirma que la corrupción es el principal problema en Argentina y que su llegada a la Presidencia acabaría con ese fenómeno. Recuérdese aquí la declaración que Carlos Maslatón, antiguo aliado de Milei, realizó ante el Poder Judicial, respecto a que el partido La Libertad Avanza vendió las candidaturas al Congreso entre 10,000 y 100,000 dólares. Asimismo, el empresario Juan Carlos Blumberg confirmó que los espacios rondaban los 50,000 dólares. Milei argumentó que la clase política tradicional utilizada el dinero de las y los contribuyentes para campañas políticas, pero, posteriormente, negó las acusaciones y las calificó de “mentiras descaradas”.[10]

Las elecciones primarias arrojan temas interesantes. Por ejemplo, es posible que los resultados favorables para Milei radiquen en el sentimiento de enojo frente a la actual situación económica en Argentina, pero no significa que todas esas propuestas se llevarían a cabo. Aún hay un enorme tramo electoral y estos temas tendrán que ser discutidos de frente a la sociedad.

Lo que sí se puede señalar como un éxito de Milei es la promoción de un grupo de temas que probablemente no se habrían discutido en una campaña electoral. Los otros dos candidatos se verán obligados a abordar esos asuntos que también incluyen adoptar el dólar estadounidense como moneda nacional y el recorte inmediato del 15 por ciento al gasto público.[11]

Es posible que durante la campaña presidencial estas propuestas, entre otras tantas, resulten menos viables a la vista del ojo público. La discusión seria que demanda un proceso de este tipo podría desgastar —o no— la agenda de Milei. “Las contradicciones y el enorme impacto social de su programa se harán más visibles, debilitando potencialmente su popularidad.” afirma Bruno Binetti, integrante no residente del Inter-American Dialogue y candidato a doctor por la London School of Economics.[12]

También es necesario considerar que incluso si Milei ganara la Presidencia, tendría que lidiar con una Cámara de Diputados en la que contaría apenas con el 31 por ciento de lo que necesita para alcanzar quórum, y en el Senado, con el 22 por ciento. Por tanto, su capacidad para promover sus reformas sería poca, y la negociación con otras fuerzas políticas, clave para consolidar sus objetivos.[13]

En tal caso, el segundo en las elecciones primarias, el todavía ministro Massa, podría dar una interesante batalla electoral. Distinto de otros líderes de izquierda en Argentina, él es mucho más pragmático y es posible que esté de acuerdo con la necesidad de reformar drásticamente la economía, aunque por ahora mostrará un rostro menos radical por las propias divisiones y discusiones en el movimiento peronista.[14]

Finalmente, la exministra Bullrich, por su parte, también enfrentaría una batalla importante para competir en la segunda vuelta electoral, principalmente porque su partido y ella misma tienen cercanía con algunas propuestas de Milei, por lo menos en las críticas al actual Gobierno. Sin embargo, su oportunidad precisamente se encuentra en mostrarse como una vía alterna a la actual situación, pero con mayor sensatez y criterio que el candidato de ultraderecha.

Sin embargo, Bullrich se encuentra atrapada entre dos fuerzas muy importantes. Por un lado, el descontento contra las figuras políticas con mayor carrera en la administración pública, grupo al que ella misma pertenecería. Su camino al lado del expresidente Mauricio Macri la posiciona como parte del objetivo de Milei, aunque en distintos momentos ha criticado que éste no fue lo suficientemente duro con su política. Por otra parte, la llamada estructura peronista —aunque debilitada— tampoco le permitirá llegar fácilmente a la segunda vuelta.[15]

Consideraciones finales

Por ahora, resta mantener la atención en un país con el que México tiene profundas simpatías recíprocas, similitudes e históricas relaciones de amistad. No hay duda de que las próximas elecciones representarán un reto para las instituciones que, al margen de quien llegue al poder, tendrán la dura tarea de preservar el orden democrático en todo el territorio. Es cierto que la crisis económica en el país podría favorecer soluciones que resultarían llamativas desde la retórica, pero que, puestas en práctica, no serían del todo viables, e incluso resultarían peligrosas para el bienestar de todas y todos los argentinos.

Asimismo, la siguiente administración seguramente buscará construir un pacto político que permita atender a largo plazo los desafíos económicos en el país. No hay duda de que los espacios de crisis pueden ser abordados coyunturalmente. Sin embargo, si se desea terminar con un historial de problemas financieros —constantes durante las últimas décadas—, entonces se tendrán que encontrar soluciones profundas. La reconciliación entre los diversos grupos, sectores y organizaciones sería fundamental para llevar a cabo tan importante y masiva hazaña, considerando que la sociedad argentina, principalmente el sector más desfavorecido, resultaría la más beneficiada.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] María Esperanza Casullo, “La reforma política en Argentina: las PASO, ¿elecciones internas, primarias o primera vuelta?”. Reformas Políticas en América Latina (s.f.), sec. Reformas, Candidaturas, Procesos de Selección de Candidaturas [En línea]: https://bit.ly/481M1Bd [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[2] José Clavijo, “Once the ‘Country of the Future’, Can Argentina Free Itself From Its Past?”. World Politics Review (30 de junio, 2020), sec. In-Depth, The Americas [En línea]: https://bit.ly/3PcxhaY [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[3] James Bosworth, “Argentina Needs More Than a ‘Super-Minister’ to Save Its Economy”. World Politics Review (1 de agosto, 2022), sec. Column, South America [En línea]: https://bit.ly/45pFU7W [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[4] Idem.

[5] Idem.

[6] CNN Español, “Resumen de las elecciones PASO en Argentina 2023 del 14 de agosto”. CNN en Español (15 de agosto, 2023) [En línea]: https://cnn.it/3PeJTOM [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[7] Frida Ghitis, “A Corruption Scandal Could Trip Up Argentina’s Milei”. World Politics Review (20 de julio, 2023), sec. Column, South America [En línea]: https://bit.ly/3sqLvML [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[8] Idem.

[9] Idem.

[10] Idem.

[11] Idem.

[12] Bruno Binetti, “Milei Has Already Changed the Terms of Argentina’s Political Debate”. World Politics Review (18 de agosto, 2023), sec. Briefing, South America [En línea]: https://bit.ly/45rcKFi [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[13] CNN Español, “Congreso en Argentina: de ganar con los mismos números de las PASO, Milei estaría en minoría para hacer sus reformas”. CNN en Español, sec. Argentina [En línea]: https://cnn.it/45rtLPI [Consulta: 30 de agosto, 2023].

[14] B. Binetti, op. cit.

[15] Idem.