Cuatro postales de una casa llamada 4T

Con un diseño arquitectónico sobrio, la casa 4T luce atractivamente remozada, para seguir siendo usufructuada por sus inquilinos actuales.

Postal uno: cena de fin de año y rosca de Reyes bien servidas. Años hacía que el promedio de las familias mexicanas no tenía ingresos y gastos como los que han venido realizando desde el Buen Fin hasta el Día de Reyes. Veremos si el Inegi confirma esta percepción, pero las encuestas y métricas previas dibujan lo que está pasando. Casi 9 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la línea de pobreza, a pesar de la pandemia y el cerrojazo económico del 2020. Aumentos históricos al salario mínimo (casi 7 millones de personas, la mayoría de ellas, mujeres, son las beneficiadas), remesas sin precedente para 10 millones de hogares y los 800 mil millones de pesos en los programas sociales gubernamentales están incidiendo directamente en la mejor situación económica de millones de familias. Se ve en la mesa y en la bolsa de millones de trabajadoras y trabajadores. Es resultado de una combinación de política social, política salarial, coyuntura internacional, buena suerte y una narrativa política bien comunicada e irrigada cada mañana (para algunos es polarización; para otros, concientización). Dato duro: siete de cada 10 personas que se sientan en el comedor de la casa marcada con las siglas 4T están contentas, felices, muy felices, como hacía mucho tiempo no lo estaban.

Postal dos: aguas con el agua y las medicinas. La cisterna de la casa está a menos de la mitad. El consumo, en cambio, va en ascenso. Es un tema estructural, desde el cambio climático hasta la corrosión y la corrupción en su distribución. Donde más se resiente es en el huerto; está causando estragos. Pero también en los baños y en la cocina. Es un tema que, de no atenderse pronto, afectará a toda la casa. Menos grave, pero más visible, es el tema del botiquín. Está a la mitad de su capacidad y necesidad. Se está surtiendo lo indispensable y lo urgente, pero falta lo importante y lo trascendente. Recordemos que el botiquín se recibió saqueado y en mal estado.

Postal tres: el elefante en la sala. Ataque artero con drones en la comunidad de Buenavista, en la sierra del Filo Mayor en Guerrero, deja un número indeterminado de víctimas calcinadas, cuerpos mutilados y 15 personas desaparecidas. También en Guerrero, el fin de semana, el ataque de un grupo de civiles armados, al interior del palenque de Petatlán, deja cinco personas muertas y al menos 20 heridas. En la frontera de Tamaulipas, 32 personas de origen extranjero que se dirigían a citas de migración en EUA fueron víctimas de secuestro y extorsión por un grupo criminal que opera en la región; sus captores las liberaron. En Guanajuato aún se investiga a los autores de la masacre de Salvatierra, donde 11 jóvenes fueron asesinados durante una fiesta de fin de cursos. En dos días, tres precandidatos a cargos de elección son asesinados en Morelos, Colima y Chiapas. Si bien la tasa de homicidios ha bajado en los últimos cinco años, sigue siendo alta para un país que no está formalmente en guerra y para un pueblo que es pacifista, no proclive al uso de las armas ni en defensa propia. Impunidad, violencia e injusticia son los tres muebles donde el elefante posa cómodamente sentado.

Postal cuatro: sin problemas de mecánica de suelo y con un diseño arquitectónico sobrio, la casa 4T luce atractivamente remozada para seguir siendo usufructuada por sus inquilinos actuales. No está en venta ni se ve un desalojo en puerta. Sólo un sismo mayor a 8 grados la pondría en riesgo. Así inicia el 2024.

 

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