Derechos humanos en Siria, una asignatura pendiente
Muy probablemente, la situación de los derechos humanos en Siria represente uno de los episodios más oscuros que nuestras sociedades contemporáneas recuerden tras la Segunda Guerra Mundial. Durante más de una década, ha sido el escenario de un conflicto devastador en el que se acreditaron violaciones sistemáticas al derecho internacional humanitario y al derecho internacional de los derechos humanos por todos los diversos grupos armados involucrados.[1] En este conflicto, como ya lo escribieron muchas otras plumas, bien puede haber ganadores en términos de geopolítica,[2] pero sólo perdedores en términos de cientos de miles de vidas robadas y de las terribles consecuencias que aún subsisten para quienes sobreviven en territorio sirio o quienes debieron dejar su país (Naciones Unidas estima que cerca de 250 mil civiles han perdido la vida y algunas estimaciones advierten que, de esa cantidad, hasta 20 mil podrían ser niñas y niños).[3]
Organizaciones como Amnistía Internacional documentan que durante este conflicto han tenido lugar asesinatos masivos, torturas, desapariciones forzadas, violencia sexual e, incluso, la utilización de armas químicas contra la población civil.[4]
En efecto, desde el inicio del conflicto en 2011, el régimen de Bashar al-Ásad ha sido señalado como el principal perpetrador de violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Entre las acciones más condenables se encuentra el uso de armas químicas contra su propia población. A pesar de los acuerdos internacionales y la prohibición categórica de este tipo de armamento, el Gobierno sirio recurrió a sustancias como el gas sarín y el cloro para atacar a civiles en enclaves opositores. La comunidad internacional condenó estos actos, y organismos como la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) documentan múltiples incidentes que constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad (conclusión del informe presentado por la OPAQ el 27 de enero de 2024).[5] Por tal razón, apelando al principio de jurisdicción universal que guía al derecho penal internacional ante tan deleznables crímenes, en 2023, Francia activó procedimientos jurisdiccionales dirigidos a sancionar a altos mandos sirios por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.[6]
La brutalidad del régimen frente a toda forma de disidencia también puede ser advertida en las escandalosas imágenes que hemos visto de centros de detención, como la cárcel de Sednaya. En este lugar, miles de detenidos han sido sometidos a torturas, ejecuciones sumarias y condiciones inhumanas.[7] Las imágenes y testimonios provenientes de Sednaya reflejan el nivel de crueldad empleado por el régimen para reprimir a sus opositores y sembrar el miedo en la población.[8]
Así como en Sednaya, se ha documentado la existencia de centros de detención, muchos de ellos clandestinos, donde las torturas y los tratos crueles e inhumanos son sistemáticos.[9] Frente a la disidencia social y la existencia de diferentes grupos armados, el mensaje de estas graves violaciones a los derechos humanos fue presentado por el régimen como una estrategia para sembrar miedo terror entre la población, lo que le valió a al-Ásad el apelativo del “Carnicero de Damasco”.[10]
La faceta del Carnicero también pudo ser observada tras el devastador terremoto del 6 de febrero de 2024, que agravó aún más la ya de por sí precaria situación humanitaria en Siria. Tras este evento, muchas comunidades quedaron completamente aisladas y devastadas. Rápidamente, los esfuerzos internacionales buscaron atender a la población turca y siria que experimentó el fenómeno natural; en el caso turco pudo enviarse apoyo internacional, incluyendo a equipos expertos de nuestro país. Sin embargo, ante la sospecha de una conspiración internacional, el régimen de al-Ásad obstaculizó toda forma de ayuda humanitaria para las regiones sirias afectadas, dejando a miles de personas la responsabilidad de arreglárselas por su cuenta. De acuerdo con Amnistía Internacional, al menos 6 mil personas murieron como consecuencia del temblor, 400 mil se sumaron al número de desplazados y más de 8.8 millones requirieron ayuda urgente. Sólo tras intensas negociaciones y muchos días después del terremoto, el Gobierno sirio consintió a cuentagotas el envío de ayuda humanitaria, con la condición de que más de la mitad de esos recursos fueran destinados al propio Gobierno.[11]
Sin embargo, las afrentas a los derechos fundamentales de todo ser humano no fueron cometidas únicamente por el entonces régimen gobernante. Los grupos armados opositores tampoco están exentos de responsabilidad, pues sobre ellos pesan secuestros, torturas, asesinatos extrajudiciales y reclutamientos forzados de menores de edad, los conocidos como “niños soldados”,[12] ésta última, una conducta considerada como crimen de guerra por parte del derecho internacional humanitario.[13]
La existencia de diversos intereses geopolíticos ha complicado la de por sí ya precaria situación existente en Siria pues, como es sabido, la presencia de Rusia, Irán y Turquía en el conflicto parecería haber desplazado la primacía que en estos casos debería darse a los derechos fundamentales por sobre cualquier otro interés. El mejor ejemplo de ello también lo proporciona la inadecuada gestión que se ha hecho respecto de las personas refugiadas.
Las múltiples batallas campales acaecidas durante todo este tiempo generaron “la crisis de desplazamiento de mayor proporción en el mundo”.[14] Se calcula que más de 13 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares, de las cuales aproximadamente la mitad se convirtieron en refugiadas fuera del país.[15] A más de una década de iniciado el conflicto, la “solidaridad” internacional menguó, sustituyendo el apoyo inicial por medidas coercitivas y con tintes xenófobos para con la población siria que tuvo que dejar su hogar.[16]
Hoy día, la atención hacia dicha población se expresa en campos de millones de personas refugiadas existentes en Turquía, Jordania y el Líbano; sin embargo, las condiciones en que sobreviven suelen ser precarias, con acceso limitado a servicios básicos como salud, educación y agua potable.[17] Europa, aunque inicialmente abrió sus puertas a algunas y algunos refugiados sirios, rápidamente implementó medidas restrictivas para controlar el flujo migratorio. Políticas como el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía de 2016 trasladaron gran parte de la carga a países fronterizos, dejando a muchas personas refugiadas atrapadas en condiciones deplorables.[18] Además, el auge de discursos xenófobos y populistas en diversos países europeos complica aún más la situación, denegando los derechos fundamentales y criminalizando a quienes buscan protección internacional.
La caída del régimen marca un hito en la historia reciente de Siria, poniendo fin al gobierno de la familia al-Ásad, que durante 53 años gobernó como mano de hierro;[19] sin embargo, también plantea interrogantes sobre el futuro del país. La reconstrucción de Siria no se limita al terreno de lo físico y económico (lo que en sí es ya una colosal empresa); también implica restaurar el tejido social, garantizar justicia para las víctimas y crear instituciones democráticas que respeten los derechos humanos, todas ellas tareas que el gobierno de transición deberá afrontar y, sobre todo, el grupo militante islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), cuyo pasado yihadista parecería comprometer el logro de tales encomiendas (de hecho, Estados Unidos, Reino Unido y otros países siguen considerando al HTS como una organización terrorista vinculada a Al Qaeda).[20]
En términos de derechos humanos, otro de los desafíos es garantizar la rendición de cuentas. La magnitud de los crímenes cometidos requiere mecanismos robustos de justicia transicional, como tribunales internacionales o mixtos que puedan procesar a los responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluyendo posibles genocidios que pudieran haber tenido lugar (sobre todo entre la población kurda de la región de Alepo).[21] Para ello, un primer paso habrá de ser la unidad nacional que permita respaldar acciones de este tipo, algo que de inicio se advierte sumamente complejo ante la pluralidad de actores involucrados en el conflicto.
Ciertamente, las divisiones políticas internas, así como las internacionales (en línea geopolítica) podrían dificultar la implementación de tales medidas. Algo que ya se observa con la ocupación de territorios por parte de Israel, que complica un “retorno seguro” a través del territorio libanés.[22] A ello se suma la complejidad de abordar los crímenes perpetrados por actores no estatales y por potencias extranjeras involucradas en el conflicto, lo que sin duda requerirá de un enfoque integral y coordinado en la cooperación internacional.
A su vez, el regreso de las personas refugiadas a sus hogares plantea enormes retos. La destrucción de infraestructuras, la inseguridad persistente y la falta de garantías de no repetición son factores que lo desincentivan. La comunidad internacional deberá asumir un papel proactivo en la financiación y supervisión de proyectos de reconstrucción que prioricen los derechos humanos y las necesidades de la población civil. Asimismo, habrá que garantizar que todo proceso de retorno sea voluntario, seguro y digno, evitando la revictimización.
La caída del régimen de al-Ásad no es en modo alguno el final del sufrimiento para el pueblo sirio, aunque sí puede ser el comienzo de un nuevo capítulo, uno en el que las masivas violaciones a los derechos humanos puedan quedar atrás y en el cual el país finalmente pueda reconstruir el dañado tejido social en vísperas de alcanzar la tan anhelada paz.
X y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] Amnistía Internacional, “La situación de los derechos humanos en el mundo”, Amnistía Internacional (abril de 2024), pp. 411-412 [En línea]: https://www.amnesty.org/es/documents/pol10/7200/2024/es/ [Consulta: 17 de diciembre 2024].
[2] Javier Biosca Azcoiti e Irene Castro, “Quién gana y quién pierde con el colapso del régimen de Bashar al Asad en Siria”, El Diario.es (9 de diciembre de 2024), sec. Internacional [En línea]: https://www.eldiario.es/internacional/gana-pierde-colapso-regimen-bashar-asad-siria_1_11887709.html [Consulta: 18 de diciembre 2024].
[3] ONU, “Siria. La respuesta humanitaria”, Naciones Unidas, sec. Mirada global historias humanas [En línea]: https://news.un.org/es/focus/siria[Consulta: 16 de diciembre 2024].
[4] Amnistía Internacional, La situación de los…, pp. 411-413.
[5] Ibidem, p. 412.
[6] France 24, “Siria: el largo camino para documentar la magnitud de los crímenes de la dinastía Al-Assad” (13 de diciembre de 2024), sec. Medio Oriente [En línea]: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20241212-siria-el-largo-camino-para-documentar-la-magnitud-de-los-cr%C3%ADmenes-de-la-dinast%C3%ADa-al-assad [Consulta: 18 de diciembre de 2024].
[7] Christina Goldbaum, “Siria hace el recuento de los horrores en las cárceles de Al Asad”, The New York Times (16 de diciembre de 2024), sec. Mundo [En línea]: https://www.nytimes.com/es/2024/12/16/espanol/mundo/siria-sednaya-asad-atrocidades.html [Consulta: 18 de diciembre de 2024].
[8] CICR, “Siria: 13 años de conflicto armado, 35.00 personas dadas por desaparecidas y el apoyo del CICR a los familiares en la búsqueda de respuestas” (13 de diciembre de 2024), sec. Comunicado de prensa [En línea]: https://www.icrc.org/es/comunicado-de-prensa/siria-13-anos-conflicto-armado-35000-personas-desaparecidas-apoyo-CICR-familiares-busqueda-respuestas [Consulta: 18 de diciembre de 2024].
[9] Manu Media Villa, “Prisión siria de Saydnaya, un matadero humano”, Amnistía Internacional (07 de febrero de 2017), sec. Blog [En línea]: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/prision-siria-de-saydnaya-un-matadero-humano/ [Consulta: 18 de diciembre de 2024]
[10] Maya Siminovich, “Al Asad, el oftalmólogo que se convirtió en el carnicero”, La Razón (09 de diciembre de 2024), sec. Internacional [En línea]: https://www.larazon.es/internacional/asad-oftalmologo-que-convirtio-carnicero_20241209675633207337f20001b86ede.html [Consulta: 18 de diciembre de 2024].
[11] Amnistía Internacional, La situación de los…, pp. 413-414.
[12] UNICEF, “Guerra en Siria”, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2024), sec. Emergencias [En línea], https://www.unicef.es/causas/emergencias/conflicto-en-siria [Consulta: 18 de diciembre 2024].
[13] Amnistía Internacional, La situación de los…, pp. 411-412.
[14] ACNUR, “Emergencia en Siria”, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (diciembre de 2024), sec. Emergencias actuales [En línea]: https://www.acnur.org/mx/emergencias/emergencia-en-siria [Consulta: 16 de diciembre 2024].
[15] Idem.
[16] El País, “Proteger a los refugiados”, El País (12 de diciembre de 2024), sec. Editorial [En línea]: https://elpais.com/opinion/2024-12-13/proteger-a-los-refugiados.html [Consulta: 18 de diciembre 2024].
[17] Milton del Moral, “La vida en un campamento de refugiados, el retrato de una voluntaria y fotógrafa argentina”, Infobae (01 de junio de 2017), sec. Tendencias [En línea]: https://www.infobae.com/tendencias/2017/06/01/la-vida-en-un-campamento-de-refugiados-el-retrato-de-una-voluntaria-y-fotografa-argentina/ [Consulta: 16 de diciembre 2024].
[18] Amnistía Internacional, “Acuerdo UE-Turquía: Una vergonzosa mancha en la conciencia colectiva de Europa” (17 de marzo de 2017), sec. En qué estamos [En línea]: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/acuerdo-ue-turquia-una-vergonzosa-mancha-en-la-conciencia-colectiva-de-europa/ [Consulta: 16 de diciembre 2024].
[19] David Gritten, “4 claves para entender la crisis en Siria que llevó a los rebeldes a tomar Damasco y al fin del gobierno de Bashar al Assad”, BBC (8 de diciembre de 2024) sec. News [En línea]: https://www.bbc.com/mundo/articles/cgkxjy8kvv8o [Consulta: 17 de diciembre de 2024].
[20] Idem.
[21] El País, “La ONU pide juicios públicos y transparentes para los crímenes del régimen de El Asad”, El País (16 de diciembre de 2024), sec. Internacional [En línea]: https://elpais.com/internacional/2024-12-16/conflicto-en-oriente-proximo-en-directo.html [Consulta: 16 de diciembre 2024].
[22] ACNUR, “Emergencia en Siria”, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (diciembre de 2024), sec. Emergencias actuales [En línea]: https://www.acnur.org/mx/emergencias/emergencia-en-siria [Consulta: 16 de diciembre 2024].