El desafío del desarrollo hipersónico
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés),[1] reportó que en 2020 el gasto militar mundial aumentó en 1,981 billones de dólares, y que en Estados Unidos, China, Rusia, India y el Reino Unido se concentra el 62 por ciento de esta inversión. De igual manera, el informe 2021 del Instituto destaca que el Gobierno estadounidense centra su gasto en investigación y desarrollo, mientras que China, el segundo país con mayor gasto militar después de la Unión Americana, lo dirige a la modernización a largo plazo.
Actualmente la investigación, el desarrollo y la modernización en el sector hipersónico han generado una nueva gama de armas, capaces de alcanzar velocidades por arriba de los 5,000 kilómetros por hora, y maniobrables a altitudes inusuales por debajo de los 100 kilómetros.[2] Precisamente estas características representan un nuevo desafío para los sistemas de defensa en el mundo, ya que las armas hipersónicas son capaces de evadir los radares de alerta temprana y los sistemas de defensa antimisiles.[3]
Debido a la rapidez con que alcanzan su objetivo, el tiempo para reaccionar a ellas se torna insuficiente, ya sea para el lanzamiento de un contraataque defensivo o para trasladar a los líderes de Gobierno a espacios seguros.[4] Es decir, por su velocidad pueden vulnerar la capacidad de respuesta de una nación y, en ese sentido, ningún país tiene hoy sistemas para hacer frente a un embate de esa naturaleza.
China, Estados Unidos y Rusia se encuentran liderando el desarrollo y la aplicación de esta tecnología destinada a la industria militar; sin embargo, también Francia, India, Japón y Australia han incursionado en menor medida.
Lo cierto es que el desarrollo de la tecnología hipersónica, así como de la nuclear, puede tener fines militares y no militares: en su caso, “el lanzamiento espacial, la recuperación de naves fuera de órbita y el transporte civil de pasajeros y carga”,[5] todo depende de las intenciones en su perfeccionamiento y aplicación. No obstante, el simple hecho de que gobiernos, industrias y centros de investigación se encuentren trabajando y difundiendo sus alcances hipersónicos, presenta retos y amenazas globales para su no proliferación.
Si bien aún existen obstáculos técnicos para dominar el desarrollo hipersónico,[6] voces expertas del grupo académico en análisis y formulación de políticas de la Corporación Rand se han pronunciado hacia una cooperación internacional que limite la expansión de estos misiles, así como su presencia en mercados globales.[7] De no hacerlo, prevén que se incremente la posibilidad de amenazas que generarían tensión global y abrirían una nueva brecha, la hipersónica.[8]
Entre tanto, hay opiniones distintas respecto a si las recientes pruebas de misiles hipersónicos llevadas a cabo por los países líderes pueden generar un “momento Sputnik”, haciendo referencia a la “sorpresa y alarma registradas por el Gobierno estadounidense a finales de 1950 por el lanzamiento del primer satélite de la Unión Soviética”.[9]
Otras personas expertas no creen que las pruebas de esta tecnología generen una nueva amenaza, ya que, como lo puntualiza Jeffrey Lewis, director del Programa de No Proliferación de Asia Oriental del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey, California, una amenaza infundada podría resultar en “toma de decisiones desastrosas de política exterior”.[10]
Ya sea en uno u otro sentido, este momento es coyuntural para entablar los cuestionamientos, las preocupaciones y el diálogo necesarios referentes a las implicaciones de la proliferación de misiles hipersónicos para otras naciones. El escenario actual tiene retos específicos per se, debido al colapso en tiempos recientes de acuerdos para el control de armas[11] y a las tensiones geopolíticas. Por ello, es necesario coordinar, gestionar y acordar de manera paralela los marcos regulatorios precisos para contrarrestar la carrera armamentista hipersónica, con miras al dominio de este tipo de armas.
La posibilidad de que las tres potencias que lideran el desarrollo hipersónico contemplen acuerdos específicos con el objetivo de no exportar sistemas completos de este tipo de misiles o sus componentes principales, así como establecer marcos reglamentarios multilaterales para el desarrollo, exportación y uso de esta clase de armas, su tecnología, hardware, software, combustibles, materiales y herramientas de diseño, entre otros,[12] requiere de voluntad política para su concreción.
El principal objetivo es que el desarrollo de la tecnología hipersónica y sus potenciales aplicaciones militares no se conviertan en inestabilidad global y, para ello, en un primer momento, las opiniones expertas coinciden en los controles de exportación, para cuya materialización se requiere también de un liderazgo internacional con presencia clave en la comunidad internacional.[13]
Un modelo base puede ser el Régimen de Control de Tecnología de Misiles[14] (MTCR, por sus siglas en inglés), como un entendimiento político informal multilateral de control de exportaciones entre 35 Estados miembros, con el objetivo de limitar la proliferación de misiles y tecnología de misiles con cargas útiles nucleares, químicas o biológicas. Una posible aplicación de ese modelo requeriría de un nuevo enfoque para contemplar la categoría hipersónica y sus alcances.
Los hechos históricos de siglos pasados han puesto sobre la mesa la penosa realidad del uso del desarrollo tecnológico en la industria bélica, la inestabilidad global que genera el riesgo de una posible amenaza inmediata y el alcance de la tecnología por grupos extremistas, entre otros factores. La era de las armas hipersónicas nos coloca como humanidad en un instante ya conocido: perseguir “la seguridad con armas o frente a ellas”,[15] en un momento frágil de la gobernanza mundial.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes
[1] Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), “En 2020, el gasto militar mundial creció hasta los casi 2 billones de dólares”. SIPRI (26 de abril, 2021), sec. Media, Press Releases [En línea]: https://bit.ly/3BLKQnQ [Consulta: 1 de noviembre, 2021].
[2] Weekend, “Misiles hipersónicos: ¿a qué velocidad vuela la nueva arma que aterra al mundo?”. Weekend (8 de julio, 2020), sec. Armas [En línea]: https://bit.ly/3mIN5Ec [Consulta: 4 de noviembre, 2021].
[3] Andrea Rizzi, “La carrera por los misiles hipersónicos agita el equilibrio estratégico global”. El País (22 de octubre, 2021), sec. Internacional, Armamento, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3nWH2ex [Consulta: 1 de noviembre, 2021].
[4] Richard H. Speier, George Nacouzi et al., “Hypersonic Missile Nonproliferation: Hindering the Spread of a New Class of Weapons”. Rand Corporation (2017), sec. Published Research [En línea]: https://bit.ly/3BG85jd [Consulta: 1 de noviembre, 2021].
[5] Idem.
[6] Lioman Lima, “Qué son las armas hipersónicas y la competencia entre China, Estados Unidos y Rusia para desarrollarlas primero”. BBC News Mundo (10 de agosto, 2018) [En línea]: https://bbc.in/3BK8vVE [Consulta: 1 de noviembre, 2021].
[7] R. H. Speier, G. Nacouzi et al., op. cit.
[8] Benjamin H. Friedman, “Don’t Turn China’s Hypersonic Missile Test Into a ‘Sputnik Moment’”. World Politics Review (28 de octubre, 2021), sec. Daily [En línea]: https://bit.ly/3k5EE49 [Consulta: 3 de noviembre, 2021].
[9] “China’s hypersonic missile: Could it spark a new arms race?”. BBC News Mundo (24 de octubre, 2021), sec. Mundo, Asia [En línea]: https://bbc.in/3BG7XA7 [Consulta: 3 de noviembre, 2021].
[10] Idem.
[11] Fahri Aksüt, “Línea de tiempo de las tensiones entre EEUU e Irán tras el colapso del acuerdo nuclear”. AA (9 de enero, 2020), sec. Mundo, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3CR7hcI [Consulta: 3 de noviembre, 2021].
[12] R. H. Speier, G. Nacouzi et al., op. cit.
[13] A. Rizzi, op. cit.
[14] Missile Technology Control Regime (MTCR), “Manual anexo del Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR)”. MTCR (2017) [En línea]: https://bit.ly/3nRusNO [Consulta: 3 de noviembre, 2021].
[15] Ramesh Thakur, “Si desea la paz de los sepulcros, prepárese para la guerra nuclear”. Naciones Unidas–Crónica ONU (s. f.) [En línea]: https://bit.ly/3CObD4f [Consulta: 4 de noviembre, 2021].