El reto de la desigualdad extrema
Los procesos socioeconómicos y geopolíticos en el mundo evidencian una clara tendencia hacia los extremos, lo que a su vez genera brechas y sociedades polarizadas que pueden propagar desestabilización y dificultades para encontrar soluciones puntuales y eficaces a problemáticas específicas.
Una tesis en la materia señala que el desarrollo económico por sí mismo no mejora la distribución del ingreso, e inclusive subraya que este crecimiento puede profundizar las desigualdades.[1]
La definición del fenómeno de las desigualdades socioeconómicas es compleja, ya que para su análisis se requiere observar una serie de conceptos, como el ingreso y la riqueza, el sistema impositivo y las políticas sociales, las oportunidades laborales, el acceso a servicios de salud, la movilidad social y la capacidad de atender los efectos de la actual policrisis o triple amenaza global (climática, alimentaria y sanitaria) que afecta el bienestar de la humanidad, entre otros.
Por otro lado, personas expertas consideran también que cierto grado de desigualdad económica es “fundamental para estimular el progreso y el crecimiento”.[2] Sin embargo, la rapidez con que ha crecido la extrema concentración de riqueza para unos cuantos se tornó una amenaza dañina y alarmante, entre cuyas consecuencias se incluye multiplicar los problemas sociales.
En tal sentido, Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, declaró que “La sociedad está cada vez más impaciente con las desigualdades”.[3] Además, distintas organizaciones no gubernamentales aseguran que, en un contexto de riqueza extrema, la desigualdad extrema afecta a todas las personas, mina el crecimiento económico y pone en peligro el progreso para acabar con la pobreza, o con la desigualdad de género, llegando al extremo de que las desigualdades tan marcadas “contribuyen a la muerte de al menos una persona cada cuatro segundos”, a causa del hambre, la falta de acceso a servicios de salud, los efectos del cambio climático o las violencias de género, entre otros factores.[4]
Esta preocupación global no es reciente: hace una década, la organización no gubernamental Oxfam Internacional dedicó un informe a la desigualdad económica mundial,[5] en el que apuntaba que casi la mitad de la riqueza se concentraba en el uno por ciento más rico de la población. Sus datos subrayan que la mitad de la población mundial que se encuentra en mayor situación de pobreza poseía la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo, y que siete de cada diez personas vivían en países donde la desigualdad económica había registrado un aumento en las últimas tres décadas.[6]
Diez años después, el reciente análisis de Oxfam, intitulado DESIGUALDAD S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora,[7] presentado hace unas semanas, mientras se desarrollaba también el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, destacó que desde la pandemia de coronavirus el uno por ciento de la población en el mundo ha acumulado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada. Es decir, que a nivel global la tendencia de la posesión de riqueza no solo continúa, sino que se acumula rápidamente haciendo que las brechas entre las personas más ricas y las más pobres alcancen proporciones alarmantes.
Este último informe muestra que los cinco hombres más ricos del mundo —Elon Musk (Tesla, SpaceX), Bernard Arnault (LVMH), Jeff Bezos (Amazon), Larry Ellison (Oracle) y Mark Zuckerberg (Facebook/Meta)— duplicaron su riqueza conjunta en tan solo tres años, incrementando los 405 mil millones de dólares que tenían en 2020 a los 869 mil millones que acumularon en 2023. En tanto, la riqueza acumulada del 60 por ciento de la población mundial se redujo y se estima que, de continuar con esta tendencia, se requerirán más de dos siglos para erradicar la pobreza, lo que puede convertirse en una problemática crónica.
En las conclusiones del informe DESIGUALDAD S.A. también se destaca que siete de las diez mayores empresas del mundo tienen a un billonario como propietario; en contraste con los sueldos de cerca de 1700 millones de trabajadoras y trabajadores, que suben por debajo de la deflación. Además, que el valor combinado de esas diez empresas excede el Producto Interno Bruto de África y Latinoamérica juntos.[8]
En este marco, el Fondo Monetario Internacional coincide con que el poder de los monopolios en todos los sectores va en aumento y que esto también contribuye a la desigualdad.[9] Por ejemplo, entre 1995 y 2015, se fusionaron 60 empresas farmacéuticas en diez “gigantes mundiales”, que integran el grupo conocido como Big Pharma.[10] En el sector de los cereales, el llamado grupo ABCD (ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus), cubre entre el 70 y el 90 por ciento del comercio mundial;[11] las grandes empresas tecnológicas —Big Tech (Apple, Microsoft, Alphabet-A, Amazon y NVIDIA)— dominan el sector, y entre Meta, Alphabet y Amazon mueven tres cuartas partes del gasto mundial en publicidad online.[12] Por último, los datos de 2021 y 2022 del portal de estadísticas para datos de mercado, Statista, revelan que más del 90 por ciento de las búsquedas en la web se realizaron a través de Google.[13]
A lo anterior también se suma otro gran desafío global: el uno por ciento más rico de la población mundial genera la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios en mayor situación de pobreza del planeta, lo cual impulsa el cambio climático y aumenta la desigualdad global para la adaptación climática. El análisis de 2022 Carbon Billionaires: The investment emissions of the world’s richest people revela que los “125 milmillonarios más ricos del mundo”, en promedio, a través de sus inversiones, emiten al año tres millones de toneladas de dióxido de carbono, superando en más de un millón de veces las emisiones promedio de cualquier persona que se encuentre entre el 90 por ciento más pobre de la humanidad”.[14]
Ante este escenario, una de las proposiciones de solución que presentan tanto el análisis de Oxfam como varios organismos, Gobiernos y particulares es que las grandes empresas y las personas más ricas, al ser las principales beneficiarias del valor creado por la fuerza laboral de millones de otras personas, así como por la explotación de recursos naturales, deberían pagar más impuestos —incluyendo el gravamen de emisiones de carbono, para abordar la crisis climática—; también se propone frenar la evasión y la elusión fiscal, entre otros planteamientos.
En este tema, destaca la campaña Proud to Pay More (Orgullosos de Pagar Más)[15] que, mediante una carta abierta dirigida a las y los líderes políticos reunidos en Davos en el reciente Foro Económico Mundial, más de 250 personas multimillonarias y millonarias llamaron a introducir impuestos más altos a quienes gocen de mayores riquezas. El mensaje fue claro: “Gravar nuestra riqueza extrema”. En la misiva argumentan que “estarían orgullosos” de pagar más impuestos para abordar la desigualdad extrema; ayudar a reducir el costo de vida de las y los trabajadores; educar mejor a la próxima generación; contar con sistemas de salud resilientes y una mejor infraestructura, y por una transición verde.[16] Cabe destacar que en 2022 a nivel mundial, por cada dólar recaudado en ingresos fiscales, solamente cuatro centavos procedían de gravar la riqueza.[17]
La conclusión principal del estudio de Oxfam proyecta que si se llegara a aplicar un impuesto a la riqueza de hasta el cinco por ciento a personas multimillonarias y milmillonarias se recaudarían 1.7 mil millones de dólares al año. Con ello, cerca de 2 mil millones de personas podrían salir de la situación de pobreza, se podría financiar un plan global contra el hambre y se estaría en posibilidades de apoyar a los seres humanos más afectados por la crisis energética o por el cambio climático, entre otras acciones.
Además de gravar a la riqueza extrema, hay que resaltar que los Gobiernos disponen en menor o mayor medida de los medios para reducir la desigualdad dentro de sus países, por lo que Oxfam recomienda que se establezcan estrategias y planes nacionales para lograr ese objetivo.
En tal contexto, México —bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y política de atención “primero los pobres” —, con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020-2022[18] del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), atestigua que la política social, económica y laboral, aun en un contexto de pandemia, logró elevar el ingreso de las familias mexicanas con más bajos ingresos.
La ENIGH es la principal herramienta en el país para medir la pobreza, conocer las fuentes de ingresos, la distribución de los gastos, las diferencias entre el ámbito rural y el urbano, y las brechas de género, entre otros datos sociodemográficos.[19] En su última edición, reporta que de 2018 a 2022 el ingreso corriente por hogar aumentó en un 4.6 por ciento, y el consumo por hogar en un 2.1 por ciento,[20] como consecuencia de la inyección sin precedente de recursos presupuestales directos a las personas y familias mexicanas menos favorecidas, a través de 18 programas sociales: cerca del 36 por ciento de los hogares en México afirmó en 2022 recibir algún programa social, lo que representa un máximo histórico en términos de cobertura.
Se trata de una transferencia sana desde el punto de vista financiero, ya que no se paga con inflación ni con deuda o con la emisión primaria de dinero, sino cobrando impuestos a quienes no pagaban, recortando el gasto corriente de manera sustancial y combatiendo la corrupción en la asignación de los contratos públicos. De igual forma, la estabilidad en la política macroeconómica es también un factor importante, así como no aumentar la deuda pública, fortalecer el peso frente al dólar y estabilizar los precios de la canasta básica, entre otros. Todas las anteriores, como acciones al servicio de una mejor distribución de la riqueza.
Por supuesto que todavía están pendientes desafíos para lograr una menor desigualdad social en el país. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional (ENIGH E) 2022 registró algunos de estos retos que aún persisten en términos de ingresos. La brecha de género es uno de estos desafíos apremiantes, ya que las mujeres siguen ganando menos que los hombres por realizar el mismo trabajo, registrando un ingreso corriente promedio trimestral de un 43.1 por ciento menor que el de los hombres. Además, las mujeres son minoría entre las personas usuarias del ahorro, el crédito y los seguros.
También sigue prevaleciendo la desigualdad por regiones, grupos de edad y nivel educativo. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI advierte que al primer trimestre de 2023 sólo cuatro de cada diez hogares rurales tienen internet; que la mitad de las personas que trabajan en el país lo hacen en la informalidad, y que el 47 por ciento de ellas gana el equivalente a un salario mínimo.[21]
En tal sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su primera conferencia de prensa matutina de 2024, definió las prioridades del Gobierno de México en el último tramo de este sexenio: garantizar la aplicación de los Programas para el Bienestar, que aumentarán de 500 mil millones a cerca de 800 mil millones de pesos; el derecho de la población a recibir atención médica universal y gratuita; el término de las obras públicas de infraestructura, y la mejora de las condiciones laborales y salariales del personal educativo y de salud que prestan sus servicios al Estado.[22] A lo anterior se suma la incorporación de políticas y legislaciones para la justicia y dignidad laboral, y un avance inédito en el valor del salario mínimo.
La delegación mexicana que participó en el Foro Económico Mundial compartió estos logros, como parte de la visión estratégica y los resultados económicos y sociales que la presente administración ha conseguido durante su mandato, resaltando la reducción sustantiva de la pobreza en el país.[23]
El camino para México está trazado bajo la firme convicción de avanzar y lograr mejores resultados, continuar y profundizar en lo que ha funcionado, diseñar alternativas eficientes e implementar nuevas acciones, a las que las desigualdades exigen mayor atención y sinergia.
X y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes:
[1] Universidad Externado de Colombia, “Thomas Piketty: El crecimiento económico por sí solo no mejora la distribución del ingreso. Incluso, puede profundizar las desigualdades”. Universidad Externado de Colombia (26 de enero, 2017), sec. Unidades académicas, Economía [En línea]: https://shorturl.at/pARSV [Consulta: 19 de enero, 2024].
[2] Ricardo Fuentes-Nieva y Nicholas Galasso, “Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica”. OXFAM International (20 de enero, 2014), sec. Informes y publicaciones [En línea]: https://shorturl.at/ksBT6 [Consulta: 19 de enero, 2024].
[3] Andrea Rizzi, “Ilan Goldfajn, presidente del BID: ‘La sociedad está cada vez más impaciente con las desigualdades’”. El País (17 de enero, 2024), sec. Economía, ed. América-México [En línea]: https://shorturl.at/glms3 [Consulta: 19 de enero, 2024].
[4] OXFAM International, “Es hora de cambiar las reglas: acabemos con la desigualdad extrema”. OXFAM International (s.f.), sec. Nuestras campañas, Combatamos la desigualdad, acabemos con la pobreza [En línea]: https://shorturl.at/pxBUY [Consulta: 19 de enero, 2024].
[5] R. Fuentes-Nieva y N. Galasso, op. cit.
[6] Idem.
[7] Rebecca Riddell, Nabil Ahmed et al., DESIGUALDAD S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora. Oxfam Internacional, s.l., 2024, 71 pp. [En línea]: https://shorturl.at/lFNSZ [Consulta: 19 de enero, 2024].
[8] Idem.
[9] Gian Maria Milesi-Ferretti (dir.), “The Rise of Corporate Market Power and its Macroeconomic Effects”, en World Economic Outlook. International Monetary Fund, Washington, 2019, pp. 55-76 [En línea]: https://t.ly/99wi- [Consulta: 20 de enero, 2024].
[10] Timothy Pang, Benjamin Folwell et al., Study on the Impact of Mergers and Acquisitions on Innovation in the Pharmaceutical Sector. European Commission, Luxemburgo, 2020, 136 pp. [En línea]: https://t.ly/lJeCq [Consulta: 20 de enero, 2024].
[11] R. Riddell, N. Ahmed et al., op. cit.
[12] IntegraciónSES (@IntegracionSES), “Las grandes tecnológicas, conocidas como Big Tech dominan el mercado: tres cuartas partes del gasto mundial en publicidad online se destinan a Meta, Alphabet y Amazon; más del 90 % de las búsquedas en internet se realizan a través de Google. #Davos”. X (17 de enero, 2024) [En línea]: https://t.ly/NJL2W [Consulta: 22 de enero, 2024].
[13] Rosa Fernández, “Cuota de mercado de los principales motores de búsqueda online a nivel mundial en 2021 y 2022”. Statista (05 de abril, 2023) [En línea]: https://t.ly/bcWNi [Consulta: 22 de enero, 2024].
[14] Oxfam Policy & Practice, Carbon Billionaires: The investment emissions of the world’s richest people. Oxfam Policy & Practice (07 de noviembre, 2022) [En línea]: https://rb.gy/itfuly [Consulta: 22 de enero, 2024].
[15] Patriotic Millionaires, Report Proud to Pay More. Patriotic Millionaires, s.l., 2024, 35 pp. [En línea]: https://rb.gy/zwgnah [Consulta: 22 de enero, 2024].
[16] David Altschul, Will Arora et al., “Proud to Pay More. Our message at Davos is simple: Elected leaders must tax us, the super rich. We’d be proud to pay more”. Proud to Pay More (enero, 2024) [En línea]: https://rb.gy/2dbz3m [Consulta: 22 de enero, 2024].
[17] OXFAM International, “El 1 % más rico acumula casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años”. OXFAM International (16 de enero, 2023), sec. Notas de prensa [En línea]: https://rb.gy/fy3m1v [Consulta: 19 de enero, 2024].
[18] INEGI, Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH). INEGI, México, 2023, 37 pp. [En línea]: https://rb.gy/s5622l [Consulta: 19 de enero de 2024].
[19] INEGI, “Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). 2022 Nueva serie”. INEGI (26 de julio, 2023) [En línea]: http://tinyurl.com/yp5rs8n3 [Consulta: 22 de enero, 2024].
[20] CIEP, “Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022”. Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (01 de agosto, 2023) [En línea]: http://tinyurl.com/yc8yeftj [Consulta: 22 de enero, 2024].
[21] INEGI, “Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) Tercer trimestre de 2023”. INEGI (27 de noviembre, 2023) [En línea]: http://tinyurl.com/3nabnka4 [Consulta: 22 de enero, 2024].
[22] Presidente de México, “02.01.24 Versión estenográfica de la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde Tabasco”. Presidente de México (02 de enero, 2024) [En línea]: http://tinyurl.com/yp3zta5e [Consulta: 22 de enero, 2024].
[23] Secretaría de Relaciones Exteriores, “El Foro Económico de Davos celebrará un encuentro sobre la importancia del nearshoring en México”. Secretaría de Relaciones Exteriores-Gobierno de México (17 de enero, 2024) [En línea]: http://tinyurl.com/4zwt5duy [Consulta: 22 de enero, 2024].