Estrategias 2024
A partir de septiembre, tres actores serán clave: Movimiento Ciudadano, las clases medias y las juventudes.
En estos días de recorridos de corcholatas de MORENA y aspirantes a construir el Frente Amplio, tuve oportunidad de escuchar diferentes opiniones y juicios sobre la contienda presidencial por venir. Comparto algunos:
1. ¿Continuidad o cambio? Toda elección trata de convencer a la ciudadanía de que se incline por una de esas dos opciones. Si el Gobierno en turno está bien calificado, como es el caso, su narrativa buscará persuadir respecto a la necesidad de la continuidad. Si el Gobierno está mal evaluado, la oposición buscará privilegiar un mensaje de cambio, o bien, ante un Gobierno bien posicionado, tratará de magnificar las deficiencias, insuficiencias, desgastes y errores inherentes a cualquier ejercicio de gobierno.
El presidente AMLO, forjado en la terracería de tres campañas presidenciales y dos ejercicios de gobierno (CDMX y la Presidencia), verbalizó una estrategia intermedia: “continuidad con cambio”. El sujeto es la continuidad, pero acompañado de un calificador que es el cambio. La continuidad tiene nombre: “gobierno de la 4T”, mientras que el cambio lo personificamos cuatro aspirantes que pertenecemos a una generación diferente de la del presidente.
2. Estrategia camaleónica. El camaleón sobrevive en medios adversos porque asume los colores y la topografía de su entorno. Es tan fuerte el posicionamiento y el implante territorial de MORENA, que los promotores del Frente Amplio están impulsando a la más morenista de sus taparroscas, o a la menos fifí, con una narrativa muy aspiracionista: de cuna humilde y origen indígena, bautizada con el nombre de la flor del Tepeyac; “malhablada”; que salió adelante vendiendo gelatinas y quien gracias a la educación y a su emprendimiento formó una exitosa empresa de ingeniería y tecnología. En suma, una auténtica “hija del pueblo”.
Si Xóchitl es la candidata del Frente, tendremos dos candidaturas morenizadas en sus narrativas: la original de izquierda, masterizada en el lopezobradorismo, y la versión remorenizada de derecha, buscando apropiarse del discurso y las bases sociales de la primera. Ya se verá cuál de las dos avanza: la original o la falsificada; esta última, con el agravante de que deberá aclarar que no hay conflicto de interés ni tráfico de influencias en sus empresas no declaradas patrimonialmente en tiempo y forma.
3. “AMLO le está haciendo la campaña a Xóchitl”. Para algunos, las constantes descalificaciones, críticas y denuncias a Xóchitl Gálvez desde la conferencia matutina reflejan nerviosismo, inseguridad o pánico escénico. Para otros, en cambio, la construcción de una candidatura de oposición a la medida de la estrategia de Palacio es un framing, que estaría buscando la polarización y una campaña al alto contraste. Por el momento, ambos bandos están siguiendo el manual. Es decir, nucleando sus respectivos polos, ejércitos de simpatizantes y batería de ataques.
El reto para MORENA y para el presidente es traducir en votos la alta aprobación de éste y no fracturarse (no iniciar la carrera de obstáculos con el tobillo luxado). El desafío para el Frente y su abanderada o abanderado es romper el techo del 24 % en el que se encuentra actualmente la oposición en conjunto. A partir de septiembre, tres actores serán clave: las clases medias, las juventudes y Movimiento Ciudadano.
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