Faro Internacional El regreso del MAS en Bolivia: victoria inesperada, pero quizá no tan sorprendente

El 18 de octubre, Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), se convirtió en el nuevo mandatario electo de Bolivia, al lograr poco más del 55 por ciento de los votos. A pesar de lo sucedido en los comicios de octubre de 2019, el MAS ha regresado al poder, una victoria impensada, pero quizá no tan sorprendente, si se analizan algunos factores clave: los logros de Evo Morales durante sus casi catorce años de gestión, el escenario político-social de su renuncia, la impopularidad y los duros cuestionamientos del Gobierno interino, la llegada de la COVID-19 y la grave crisis sanitaria y económica que el país atraviesa.

No menos importante es la elección de Luis Arce como candidato del MAS, así como la fortaleza de la base electoral y el apoyo al propio movimiento de Morales. Por otro lado, el retorno de este partido también representa un renovado logro para la izquierda latinoamericana.

Elecciones de 2019: la gestión y renuncia de Evo Morales

Con Evo Morales, Bolivia gozó de estabilidad política y económica, y fue escenario de logros, como un crecimiento promedio del 4,9 por ciento al año, y reducción de la pobreza de un 60 a un 35 por ciento en la población. A sólo dos años desde que asumió el poder, la tasa de analfabetismo pasó del 13,3  al 4,7 por ciento, y en 2018, fue la nación sudamericana donde el PIB registró el mayor aumento (un 4,2 por ciento).[1]

No obstante, el país también vivió escándalos, como el boom de las materias primas y su relación con el crecimiento del PIB, los incendios forestales, una nueva Constitución, los límites a la reelección presidencial, el desgaste popular, los referéndums en contra de las iniciativas de reelección continua del Ejecutivo y las sentencias judiciales en la materia. En repetidas ocasiones, el FMI criticó la sostenibilidad del modelo de éxito boliviano.

El 20 de octubre de 2019, Bolivia celebró elecciones generales, en las que, según datos del Tribunal Supremo, el entonces mandatario Evo Morales obtuvo el 47,08 por ciento de los votos, frente al 36,51 por ciento del candidato Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana.[2] De acuerdo con los resultados, Morales obtuvo una ventaja superior a 10 puntos, y la ley electoral boliviana establece que no se realiza segunda vuelta cuando el ganador obtiene más del 50 por ciento de los votos o, en su defecto, al menos el 40 por ciento y una diferencia de un 10 por ciento sobre el segundo candidato más votado.

Sin embargo, Mesa denunció irregularidades y el fraude en el triunfo de Morales, por lo que solicitó apoyo a la comunidad internacional y pidió a la ciudadanía mantener las protestas. La OEA reconoció inconsistencias en el conteo de votos y la Unión Europea pidió una segunda vuelta electoral. En medio de movilizaciones y protestas, de que la policía le quitara el respaldo y las Fuerzas Armadas pidieran su salida, el mandatario renunció el 10 de noviembre.

Gobierno interino y la llegada de la COVID-19

Tras la renuncia de Evo, Jeanine Áñez asumió la Presidencia por sucesión constitucional el 12 de noviembre de 2019. Sin embargo, el vacío de poder dejado por Morales difícilmente pudo ser controlado por la administración interina. En el corto mandato de Áñez, en su Gobierno se presentaron algunos casos de corrupción, conflictividad política, represión social, decisiones y cambios administrativos en los que incluso se rompieron relaciones con países como Cuba y Venezuela.[3]

Áñez y su Gobierno han sido duramente criticados por la manera en que reprimieron las protestas; porque su tarea se debía limitar a guiar al país hacia la transición,[4] antes de postular una candidatura; y porque hicieron de la lucha contra el MAS su principal ocupación y objetivo. Al mismo tiempo, las actuaciones de los candidatos Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa durante sus campañas han sido duramente criticadas.[5]

Adicionalmente, la llegada de la COVID-19 y la gestión de la crisis confirmaron la impopularidad del Gobierno interino. Igualmente, las campañas se vieron impactadas por el curso de la pandemia, dejando muy poco margen de movimiento al discurso de los candidatos.[6] Además, a los casos de corrupción se unieron las denuncias, como la del ex ministro de Salud Marcelo Navajas, así como medidas contra otros funcionarios, por la supuesta compra de respiradores a sobreprecio. Otra consecuencia fue el golpe que la pandemia supuso para la economía informal, sector que representa más del 60 por ciento de la actividad económica nacional, una situación que no se compara ni repite en ninguna otra nación del mundo.

Candidatos y base electoral fuertes

Luis Arce Catacora fue ministro de Economía y Finanzas de Morales durante casi toda la administración de éste (salvo dos años en que dejó brevemente el cargo para tratarse un cáncer de riñón). En ese cargo nacionalizó las industrias del gas, la minería y las telecomunicaciones, y también promovió medidas para incentivar el mercado interno y dar estabilidad a la moneda.[7] Considerado el cerebro del milagro económico que vivió Bolivia durante los mandatos de Evo, su perfil económico y el periodo de crisis, incertidumbre y polarización política que atraviesa el país lo posicionaron como el candidato fuerte del MAS y de la contienda electoral. Incluso Arce llega con independencia y un poco más de apoyo que Morales en 2005.

A su lado, la elección de David Choquehuanca como aspirante a la Vicepresidencia fue un elemento central, al ser uno de los fundadores del MAS y la segunda figura más importante en el partido, después de Evo. La elección de ambos candidatos “fue un mensaje a la identidad de la mayoría boliviana”.[8]

Por otro lado, los comicios recientes confirman la alta popularidad del MAS y del propio Morales, a pesar de los eventos pasados y de las acusaciones al ex mandatario. En 2006 se convirtió en el primer presidente indígena en la historia de esa nación, en la que —no hay que olvidar— el 45 por ciento de la población es indígena y había sido poco representada durante las administraciones anteriores. Esa poca representación terminó por convertirse en la base sólida y fuerte del MAS.

Aun cuando el apoyo fue disminuyendo en los últimos años de gobierno, Morales mantuvo una base electoral fuerte (con niveles de entre el 50 y el 60 por ciento en las elecciones, y perdiendo alrededor del 13 por ciento del apoyo entre 2014 y 2016).[9] Este sector además lo defendió en 2019, rechazó la administración de Áñez, volvió a votar por el MAS[10] y dio a Arce una irrebatible victoria.[11]

Además del alineamiento casi unánime de la población indígena, y del voto de rechazo y resistencia contra el Gobierno interino, el alto porcentaje del voto de las y los indecisos (el 24 por ciento) o voto oculto fue un dato crucial para el retorno del MAS durante los comicios del pasado 18 de octubre.

Triunfo simbólico para la izquierda latinoamericana

América Latina atravesó un momento histórico con la renuncia de Evo. Hoy, el regreso al poder del MAS redibuja el mapa de los equilibrios políticos en la región, y si bien el tamaño y peso de Bolivia no es suficiente para provocar una sacudida, el triunfo de Arce es de gran alcance simbólico, pues de los líderes de la izquierda regional que marcaron el escenario político al comienzo del nuevo milenio, algunos se han retirado al término de su mandato, otros han fallecido, unos más han prevalecido, han sido derrocados, o bien, son investigados por la justicia. En estos días impactó la reciente renuncia y retiro de la política del exmandatario uruguayo José Mujica.

De tal forma, la victoria de Arce redefine alianzas y da oxígeno a los proyectos de la izquierda regional, que en los últimos años había observado de lejos cómo el continente giraba a la derecha. Jefes de Estado y expresidentes en Argentina, Brasil, Cuba, México, Nicaragua y Venezuela expresaron sus felicitaciones y mensajes de apoyo al nuevo Gobierno boliviano. Otros, como los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Rafael Correa, de Ecuador, y Ernesto Samper, de Colombia, así como otros actores, se mantienen muy críticos con la actuación de la OEA y su secretario general.[12]

Finalmente, Arce recibe un país con una economía golpeada por la crisis del coronavirus y con alta polarización política; los retos que enfrentará son muy distintos a los que tuvo durante su gestión como ministro.[13] Luego de su victoria, llamó a construir un Gobierno de unidad nacional, y aseguró que “reconduciría el proceso de cambio”, aprendiendo y superando errores.[14] También prometió retomar los planes de industrialización del gas natural y de los yacimientos de litio, a fin de diversificar la matriz productiva del país.

A su lado, será de gran importancia la capacidad de Choquehuanca para articular y reunificar a los sectores sociales.[15] Respecto al retorno del exmandatario Morales, ambos han asegurado que éste tendrá un rol secundario en la nueva estructura de poder. Aunque el retorno del MAS se fortalece con la mayoría que mantiene en el Legislativo, por ahora, la incertidumbre se mantendrá hasta que los retos presentes tomen cauce y se recupere el orden.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes

[1] Redacción. (2019). “Evo Morales renuncia a la presidencia de Bolivia: 3 elogios y 3 críticas a sus más de 13 años de gobierno”. BBC News Mundo. 27 de octubre de 2020. https://bbc.in/3muCkCz

[2] CNN Español. (2019). “Tribunal Supremo de Bolivia completa el 100% del conteo electoral: el resultado da a Evo Morales como ganador”. CNN Español. 27 de octubre de 2020. https://cnn.it/31Ql6rx

[3] Miranda, B. (2020). “Elecciones en Bolivia: el país elige al primer presidente tras la renuncia de Evo Morales: ¿qué pasó en este año de incertidumbre?”. BBC News Mundo. 28 de octubre de 2020. https://bbc.in/3jzgAnj

[4] Ramírez, J. (2020). “Los errores de Bolivia o la vuelta del MAS al poder”. Deutsche Welle.  27 de octubre de 2020. https://p.dw.com/p/3k9dC

[5] Canelas, M. (2020). “Bolivia: no nos entiendes”. El País. 27 de octubre de 2020. https://bit.ly/2GdIDuU

[6] Miranda, B. (2020). “Coronavirus en Bolivia: cómo la pandemia cambió todo en la carrera por elegir al sucesor de Evo Morales”. BBC News Mundo. 27 de octubre de 2020. https://bbc.in/2HMbTcT

[7] Redacción. (2020). “Elecciones en Bolivia: 4 razones que explican el triunfo del partido de Evo Morales tras su abrupta renuncia en 2019”. BBC News Mundo. 27 de octubre de 2020. https://bbc.in/3jEc2Mq

[8] Molina, F. (2020). “Luis Arce será el próximo presidente de Bolivia con el apoyo de los indígenas y del ‘voto oculto’ de la clase media”. El País. 27 de octubre de 2020. https://bit.ly/34H0aVP

[9] Idem.

[10] Redacción. (2020). “Elecciones en Bolivia: 4 razones…”. Op. cit.

[11] Miranda, B. (2020). “Elecciones en Bolivia: el país elige…”. Op. cit.

[12] Manetto, F. (2020). “El triunfo del partido de Evo Morales en Bolivia da oxígeno a la izquierda latinoamericana”. El País. 27 de octubre de 2020. https://bit.ly/3kElG2X

[13] Ramos, D. y Rochabrun, M. (2020). “Socialista Arce gana elección en Bolivia en primera vuelta”. Infobae. 27 de octubre de 2020. https://bit.ly/3my26Wx

[14] Molina, F. (2020). “Los sondeos a pie de urna dan el triunfo en primera vuelta al partido de Evo Morales en las elecciones de Bolivia”. El País. 27 de octubre de 2020. https://bit.ly/3jC3N3i

[15] Miranda, B. (2020). “Luis Arce: por qué en Bolivia hay tanto debate sobre si la presidencia de Luis Arce va a quedar bajo la sombra de Evo Morales”. BBC News Mundo. 27 de octubre de 2020. https://bbc.in/3jzid4p