Futuro
Karl Polanyi, agudo filósofo y economista austriaco del siglo XX, consideraba que la economía no debe ser un ente autónomo, sino una herramienta al servicio del bienestar humano. Su visión colocaba a la sociedad por encima del mercado y sostenía que la economía debía estar al servicio de la sociedad, y no al revés.
Para él, el presupuesto, que es el instrumento financiero más importante de la nación, no es simplemente una herramienta administrativa, sino un reflejo del compromiso de un Gobierno con el pueblo. En este sentido, la prioridad debe ser siempre proteger a las y los más vulnerables, fortalecer el tejido social, garantizar que el desarrollo sea inclusivo y robustecer a las instituciones.
Bajo tal premisa, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025, el primero presentado ante la Cámara de Diputados por la presidenta Claudia Sheinbaum, y que fue aprobado con una amplia mayoría (350 contra 120 votos, aproximadamente), constituye un claro ejemplo de cómo la política económica debe responder a las necesidades reales de la población.
Después de horas de intenso debate, en la Cámara de Diputados aprobamos un paquete fiscal de 9.3 billones de pesos, cifra que representa un acto de justicia social y un compromiso con las mayorías. El PEF 2025 prioriza el gasto social, asignando el 62 por ciento de los recursos a programas y acciones orientadas al bienestar, a la educación, salud, seguridad e infraestructura.
Esta decisión responde a la necesidad fundamental de seguir protegiendo a las personas más vulnerables y garantizar que la economía esté al servicio de la sociedad, tal y como establece el Humanismo Mexicano. De esta manera, el PEF 2025 es una declaración de principios y la guía para seguir construyendo el Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Cabe destacar que, del monto total aprobado, se logró una reasignación de más de 40 mil millones de pesos, mediante recortes al gasto del Poder Judicial y de organismos autónomos. Estos recursos, que antes se concentraban en privilegios, ahora se destinarán al fortalecimiento de las universidades públicas, con 18 mil millones, alcanzando así, en educación, una inversión de 1.03 billones de pesos.
A infraestructura se destinarán 6 mil millones para proyectos como los trenes de pasajeros; a cultura, 3 mil millones; a programas para mujeres, 2 mil millones adicionales. Además, la seguridad y la defensa nacional recibirán 6 mil millones más para seguir construyendo la paz en el país.
En salud, los 881 mil millones de pesos asignados permitirán fortalecer el IMSS-Bienestar y garantizar el acceso universal a servicios médicos de calidad. Igualmente, los 835 mil millones destinados a programas sociales consolidan el compromiso del Gobierno con quienes más lo necesitan.
Desde la construcción y rehabilitación de carreteras hasta el apoyo al campo mexicano, cada proyecto representa una inversión en el desarrollo regional y la cohesión nacional. Cada peso asignado responde a una visión de futuro: fortalecer los cimientos del bienestar social y garantizar que nadie se quede atrás.
El PEF 2025 es la herramienta clave para consolidar los logros de la administración de Andrés Manuel López Obrador y representa una oportunidad para avanzar hacia un futuro más equitativo. Asimismo, envía un mensaje claro: en el Poder Legislativo no dudaremos en cerrar filas con la titular del Poder Ejecutivo federal, para garantizar que la Cuarta Transformación siga avanzando.
Por otra parte, la aprobación del Presupuesto también ofrece estabilidad económica y confianza a inversionistas nacionales y extranjeros. La política fiscal austera, pero responsable, constituye una señal inequívoca de que México es capaz de mantener las finanzas sanas, mientras se priorizan las necesidades del pueblo.
Debemos reconocer que los retos son inmensos. Las resistencias al cambio, tanto internas como externas, son una realidad que no podemos ignorar, pero la aprobación de este presupuesto es una prueba de que, cuando hay voluntad política y claridad de propósito, es posible construir acuerdos y avanzar hacia un mejor futuro.
Como representantes populares, nuestra responsabilidad es enorme. Este presupuesto es una manera de decirle al pueblo de México que no fallaremos en la encomienda otorgada en el pasado proceso electoral; que cada decisión que tomemos estará guiada por los principios de justicia social, equidad y progreso que nos definen como movimiento y nación.
El futuro no se construye en forma espontánea; se forja con acciones concretas. El PEF 2025 es una de ellas. Es un paso más hacia el México que todas y todos merecemos, una señal de que estamos listos para seguir enfrentando los retos, y comprometidos con brindar soluciones.
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