Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la instalación a distancia del Grupo de Trabajo de Congreso Digital en el Senado de la República.
Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la instalación a distancia del Grupo de Trabajo de Congreso Digital en el Senado de la República.
Muchas gracias.
Quiero comentar, Presidenta, compañeros senadores y senadoras, que este Grupo de Trabajo sobre Congreso Digital, es consecuencia de un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, que suscribimos el día de la celebración del Periodo Extraordinario de Sesiones, y por eso hoy le estamos dando forma e instalando.
Hay once iniciativas presentadas con este propósito, son tres iniciativas de reforma a la Constitución, dos iniciativas de reforma a la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, y seis iniciativas que reforman el Reglamento del Senado de la República.
Presentan estas iniciativas la senadora Mónica Fernández, el senador Damián Zepeda, la senadora Geovanna Bañuelos, el senador Martí Batres, el senador Arturo Bours, la senadora Sylvana Beltrones, la senadora Kenia López, el senador Martín del Campo y ellos han presentado distintas iniciativas. Espero que nadie se me pase.
Pero, me alegra que se haya incorporado, no sé si lo hizo, el presidente de la Comisión de Reglamento y Práctica Parlamentaria, el senador Rementería.
Este grupo es muy representativo, yo confío en que habrá resultados rápidos.
Saludo con mucho afecto a la Presidenta, quien coordina este grupo.
A la senadora Claudia Ruiz, al senador Eduardo Ramírez, al senador Damián Zepeda, a la senadora Geovanna Bañuelos, al senador Miguel Ángel Mancera, a la senadora Katia Ávila, al senador Raúl Bolaños y la senadora Verónica Delgadillo; un grupo de trabajo extraordinario.
La aparición de la pandemia Covid-19, como todos lo sabemos, ha marcado un hito global. No sólo en términos económicos y de salud, sino también por los desafíos sin precedente que se plantean al funcionamiento de las instituciones democráticas.
Una de las mayores lecciones aprendidas a partir del surgimiento del virus SARS Cov2, es que debemos ajustar nuestras reglas, para asegurar que las instituciones puedan funcionar en cualquier situación, por crítica o por grave que sea.
El Poder Legislativo desempeña un papel fundamental, representa una actividad esencial y como guardián de los valores, los procesos y las libertades fundamentales democráticas, deben mantenerse en salvaguarda, por lo tanto es importante que continuemos trabajando, independientemente de la duración o permanencia de la crisis sanitaria que vivimos. Y, necesitamos adaptarnos, adoptar incluso medidas legislativas pertinentes; pero también garantizar controles y equilibrios efectivos cuando sea necesario, que nos competen, de acuerdo con la Constitución y la Ley.
Como nos consta a todas y a todos, la pandemia ha revelado retos inéditos para todos los legisladores y las legisladoras del mundo, orillándonos a adaptar los procesos parlamentarios a las medidas de emergencia emprendidas por los gobiernos.
Esta nueva realidad abre la posibilidad de que pensemos en mecanismos innovadores para conectarnos con la población, así como para concretar acciones legislativas que coadyuven a atender la crisis y, sobre todo, a las personas más afectadas por ello.
Debo reconocer que legisladores y legisladores de distintos grupos parlamentarios plantearon, muy al inicio de la pandemia, este tipo de medidas y creo que hay que reconocer esa preocupación y ahora todos juntos estamos atendiéndola.
En el caso de nuestro país y particularmente de nuestra Cámara, a lo largo de este periodo, hemos tomado medidas sanitarias necesarias para conciliar las labores a las que nos obliga nuestra Constitución y la ley, con la salvaguarda de la salud e integridad de todas las personas que aquí laboramos, pero también de los miles que nos visitan diariamente.
Sin embargo, ante el umbral del arranque del Tercer Año de Ejercicio, es claro que se requiere de un nuevo modelo normativo que respalde la transición hacia un Congreso Digital, preservando la certidumbre jurídica de los procesos que llevamos a cabo en esta Cámara.
Diversos parlamentos del mundo, he estado leyendo en las últimas semanas, han implementado nuevas estrategias para dar continuidad a sus trabajos, haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación, así como de diversas plataformas digitales que permiten desarrollar debates, discusiones, deliberaciones vía remota de manera exitosa.
Agregando además algunas herramientas que posibilitan la autenticidad biométrica de la identidad, mediante la huella digital, el escáner de iris e incluso el reconocimiento de voz, aunque eso no es muy confiable, porque a mí me han imitado la voz perfectamente y han hecho fraudes.
En el mundo, las legislaturas de Albania, Colombia, Brasil y Maldivas han ajustado las reglas del procedimiento parlamentario para trabajar de manera remota y realizar convocatorias a distancia.
Las y los integrantes, por ejemplo, del Parlamento en Francia, en Alemania, en Noruega, en Croacia, entre otros, están celebrando sesiones, aunque requieren un número limitado de parlamentarios en la sala, para cumplir con las recomendaciones de distanciamiento social, mientras que las y los legisladores de Armenia, Guatemala, Indonesia, Kosovo, se están conectando con el electorado y comparten actualizaciones sobre el Covid-19, a través del twitter y el facebook.
Hace unas horas, hace dos horas, hablé con la senadora Malú Mícher y decía que si podíamos votar desde nuestro despacho, desde el balcón que tenemos. Esa es una llamada de atención de un temblor.
Por su parte, España y Chile –otra llamada de atención de temblor– han modificado sus legislaciones para dar lugar a esta nueva modalidad de sesiones, haciendo uso de circuitos cerrados de acceso y redes de internet, que garantizan mayor seguridad para su adecuado desarrollo.
Vaya tarea que le espera a este equipo que hoy instalamos.
Otro ejemplo que vale la pena distraer, destacar, es el del Parlamento Europeo, que también ha optado por llevar a cabo sesiones a distancia. A pesar de que su legislación no lo tiene previsto en esta modalidad.
Sin embargo los eurodiputados ya adoptaron el modelo de debate vía remota, expresando el sentido de su voto mediante correo electrónico, a través del uso de formularios que reciben y retornan por ese mismo medio.
Es claro que el desafío logístico de esta nueva normalidad parlamentaria es enorme. Todos y todas nos estamos acostumbrando al uso continuo de los medios tecnológicos y en este proceso de aprendizaje, debemos dar pasos contundentes hacia la adecuación de nuestro marco legal y vigente, de manera que tanto nosotros y nosotras, como la propia ciudadanía, nos sintamos cómodos y seguros al utilizar estos medios como herramienta para garantizar el ininterrumpido avance de la democracia. Por eso, digo, vaya menuda tarea que le corresponde a este grupo.
Y yo deseo que tengamos la posibilidad de legislar para el uso de los medios virtuales que en otras latitudes se está realizando en materia de sesiones parlamentarias y que no se sacrifique la dinámica del parlamento ya conocida.
Es decir, que sigamos trabajando las legisladoras y los legisladores, que veamos cómo llevamos a cabo votaciones en el marco de los debates, el conteo de los votos, el registro de asistencia, las participaciones de quienes deseen intervenir, incluso el lugar de participación de la sociedad civil en temas en donde hemos avanzado de parlamento abierto.
Por eso les pido, a esta Comisión, puedan reunirse diariamente, de manera respetuosa les solicito, ojalá y logremos un consenso rápido en donde incluso antes del 1° de septiembre podamos tener reglas claras, consensos para modificar la Constitución y la ley y el 1° de septiembre ya iniciemos con una nueva normatividad. Estamos en tiempo y si hay voluntad, flexibilidad y consenso, creo que lo podemos lograr.
También, le solicitaría a la coordinadora del Grupo y a todo el Grupo, h hacer la invitación a la Cámara de Diputados para trabajar en conferencia, para que allanemos el proceso legislativo y podamos establecer con rapidez esta posibilidad.
El Senado de la República no puede estar ajeno a lo que está pasando. Por ello, debemos asumir lo más pronto posible, el análisis, la discusión y el consenso para la implementación del Congreso Digital, regular aspectos relativos al funcionamiento de las dos cámaras como asistencias, votaciones, debates, lo que he dicho, y dotar a nuestro marco jurídico de las disposiciones necesarias que den certeza al empleo de estos mecanismos digitales que a su vez permitan salvaguardar la salud de todas las personas que realizan actividades al interior del Congreso de la Unión.
En esa dirección, es de suma importancia que desde esta Cámara iniciemos el camino para que, mediante el diálogo, se generen los acuerdos con los distintos grupos parlamentarios y podamos impulsar las reformas constitucionales, legales y reglamentarias respectivas que se necesitan.
El Grupo mayoritario está listo, y como Presidente de la Junta de Coordinación Política, buscaré los acuerdos con los coordinadores, pero depende mucho de ustedes, de este equipo, de este grupo, en quien depositamos toda nuestra esperanza de que podamos sacar adelante la dictaminación de las iniciativas pendientes y que logremos, de manera común, sacar una legislación consensada y someterla al Pleno de las dos cámaras.
Si es necesario, antes del 1° de septiembre, podríamos convocar, si estamos todos de acuerdo, a un periodo extraordinario, antes del 1° de septiembre, para arrancar nuestras sesiones ya con un marco actualizado a los tiempos modernos.
Presidenta, muchas gracias, y a todos los integrantes de este grupo de trabajo, muchas gracias por su participación.
También se integró el senador Julen Rementería, me alegra, lo había comentado, porque también tendrá que sumarse su Comisión a los trabajos que acordemos
Muchas gracias a las senadoras y senadores. Buenos días.