Manifestaciones indígenas y gobernabilidad en Ecuador
El pasado 13 de junio, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) dio inicio a una serie de movilizaciones en contra de las políticas económicas neoliberales del presidente de la República, Guillermo Lasso. Tales protestas no fueron un hecho espontáneo o súbito, sino que tuvieron antecedentes recientes, a partir de la segunda mitad de la década de los noventa del siglo pasado, con el impulso de estas mismas políticas por parte de otros expresidentes del país.
Es claro que cuando en Ecuador se ha buscado implementar acciones económicas promovidas desde organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, entre otros, para reducir el papel del Estado o el tamaño de éste, así como situar al mercado como garante de la estabilidad y el desarrollo sociales, los grupos de nacionalidades indígenas y otros sectores de la población han buscado detenerlas.
El trasfondo de esta situación han sido la desigualdad y la precarización sociales que aún prevalecen en el país andino y que sin duda son profundizadas por esas medidas de corte ultraliberal.
Por lo anterior, resulta útil analizar los antecedentes recientes de las crisis de gobernabilidad en Ecuador, así como el papel de la CONAIE en la defensa de los derechos indígenas y ciudadanos, sin dejar de lado algunas de las problemáticas que ha enfrentado el actual Gobierno, y que alrededor de 14,000 indígenas se manifestaron durante 18 días en contra de la administración del presidente Lasso.
Cuatro expresidentes y un movimiento
En diciembre de 1996, la política económica neoliberal del entonces presidente Abdalá Bucaram se materializó en el denominado paquetazo de año nuevo. Este plan contemplaba la eliminación del subsidio al gas doméstico, el cobro de atención en los hospitales públicos, el aumento en un 500 por ciento a las tarifas eléctricas, el congelamiento del salario mínimo y el incremento del precio de los pasajes, entre otras medidas.
Para febrero de 1997, miles de ciudadanas y ciudadanos, además de sindicatos, estudiantes y la CONAIE (fundada en 1986), se hicieron escuchar y provocaron, con múltiples movilizaciones masivas y después de varios días, que el Congreso analizara la permanencia en el poder de Abdalá Bucaram. Al final, una mayoría de parlamentarios declaró la incapacidad mental del mandatario y ordenó su destitución. A pesar de ello, el presidente desconoció la medida, aunque terminó, tres días después, huyendo hacia Panamá.
Otro presidente que fue derrocado en pleno ejercicio de su gobierno fue Jamil Mahuad. El entonces primer mandatario tomó durante su gestión una serie de determinaciones económicas que afectaban a la población, como el alza en el precio de los combustibles, el rescate de bancos privados y la dolarización de la economía.
La CONAIE desplegó diversas manifestaciones en contra de esas políticas y logró el apoyo de algunos coroneles de las Fuerzas Armadas, lo cual provocó en enero del año 2000 la caída del presidente Mahuad, y la declaración, en su lugar, de Gustavo Noboa como nuevo mandatario.
Posteriormente, el Congreso ecuatoriano declaró cesante a Mahuad, por abandono del poder, debido a su autoexilio en la Embajada chilena en Ecuador.
El tercer presidente derrocado popularmente con una participación importante de la CONAIE, pero ahora a través de su brazo político (Movimiento de Unidad Plurinacional-PACHAKUTIK) ya formado en aquel 2005, fue Lucio Gutiérrez. Llegado al poder con un programa apoyado por partidos y grupos sociales de izquierda, dio un giro a la derecha en sus acciones de gobierno, lo que despertó la insatisfacción ciudadana e indígena.
El presidente Gutiérrez era acusado además de corrupción y de nepotismo, de buscar eliminar los juicios en contra de los expresidentes Noboa y Bucaram. Incluso también pretendió incrementar el precio de los combustibles. A raíz de las protestas, fue destituido por el Congreso ecuatoriano por abandono del cargo, y el 20 de abril de 2005, desde el Palacio de Carondelet, abordó un helicóptero y escapó a Brasil.
Asimismo, pero en octubre de 2019, si bien el expresidente Lenín Moreno no fue destituido, sí enfrentó también importantes protestas de la ciudadanía, de estudiantes y de la CONAIE, por sus medidas ultraliberales para reducir el déficit fiscal y el endeudamiento. Entre éstas destacaron el retiro de un día de salario y la mitad de las vacaciones a empleados de empresas públicas, el retiro de subsidios a los combustibles y el incremento al IVA, entre otras.
El presidente Moreno enfrentó estas protestas con el establecimiento del estado de excepción, aunque al final, en octubre de 2019, terminó por dar marcha atrás con las medidas incluidas en el denominado paquetazo económico.
Dificultades de la actual presidencia de Guillermo Lasso
Guillermo Lasso, banquero y empresario, se convirtió en presidente del Ecuador en mayo de 2021. Fue electo bajo un programa económico neoliberal con el 19.7 por ciento de la votación total en primera vuelta, mientras que en la segunda ronda electoral alcanzó el 52.4 por ciento de los sufragios.
En realidad, el porcentaje de la primera vuelta representa el apoyo al hoy presidente y su política económica. Ello puede constarse en la fragmentación política de la Asamblea Nacional, en donde coexisten diversos movimientos y partidos políticos, entre los cuales se encuentra el del mandatario, Creando Oportunidades, con 12 asambleístas de un total de 137.
Esto llevó al presidente a buscar alianzas con otros partidos, para tratar de impulsar sus reformas de gobierno; sin embargo, no ha logrado el éxito deseado. Por ejemplo, el Parlamento decidió archivar el proyecto de Ley Orgánica para la Atracción de Inversiones, Fortalecimiento del Mercado de Valores y Transformación Digital, que había enviado el mandatario[1].
A este contexto de cohabitación política entre poderes se agregan las dificultades presentadas durante el primer año de gobierno del presidente de la República. Una de ellas ha sido la de la crisis carcelaria. Ello ha significado motines y masacres en diversas prisiones del país. Tan sólo en 2021 fallecieron más de 300 reos debido al enfrentamiento entre bandas que se disputan el control de las rutas del narcotráfico y de las cárceles, así como por el hacinamiento que prevalece en éstas. Incluso, el 28 de septiembre de 2021, el presidente Lasso tuvo que decretar el estado de excepción carcelaria para el sistema penitenciario nacional, el cual concluyó el 28 de diciembre del mismo año.
Para 2022, el número de fallecidos en las cárceles ecuatorianas ha ascendido a 64. Tamara Taraciuk Broner, directora para las Américas de Human Rights Watch aseveró que “Mientras las autoridades no prioricen abordar el hacinamiento en las cárceles y poner fin al control de las organizaciones criminales en las prisiones que extorsionan a los detenidos y a sus familiares, estos centros seguirán siendo caldo de cultivo para el crimen y la violencia”[2].
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado que:
…el Estado debe recuperar el control de las prisiones que ahora están atravesadas por la corrupción y donde los líderes criminales mandan. La Comisión de Pacificación, creada por Lasso para buscar soluciones a la crisis carcelaria, determinó que al menos 10 % de los servidores encargados de las cárceles trabajan para las bandas criminales[3].
Además, la misma CIDH ha pedido al gobierno de Ecuador que trabaje en una política menos punitiva y se enfoque en la prevención y la rehabilitación social[4].
Cabe recordar que el presidente Lasso estableció, en febrero de 2022, una estrategia de política pública de rehabilitación social de los presos, la cual cuenta con el apoyo técnico de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos[5].
Por otro lado, el primer mandatario enfrentó el desgaste de su mandato por presunta defraudación fiscal, ya que se le acusó de haber tenido 14 empresas en paraísos fiscales antes de ser candidato a la presidencia. Esta aseveración fue develada por los llamados Papeles de Pandora, una investigación global coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación[6].
Tanto la Fiscalía ecuatoriana como la Asamblea Nacional iniciaron, cada una por su lado, investigaciones para determinar la presunta responsabilidad del presidente Lasso por esas posesiones. Sin embargo, y a pesar de un informe realizado por la Comisión de Garantías Constitucionales, que abría la posibilidad de destitución del titular del Ejecutivo, no se consiguieron en la Asamblea Nacional los 70 votos necesarios para el desafuero. Mientras tanto, la Fiscalía indicó que “no encontró elementos objetivos que demuestren que el señor Guillermo Lasso, a las fechas de inscripción de la candidatura para presidente de la República de Ecuador y de posesión de dicho cargo, haya infringido las normas”[7].
Reincidencia neoliberal y determinación indígena
Las recientes protestas que tuvieron lugar en Ecuador por parte de la CONAIE, así como de otros sectores de la sociedad (sindicatos, movimientos feministas, la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, transportistas, docentes, entre otros), se originaron fundamentalmente por el incremento mensual del precio de los combustibles.
Desde luego, existen otros factores que potenciaron las protestas, como la pobreza indígena (cerca de 1.4 millones de indígenas que representan poco más del 8 por ciento de la población del Ecuador, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del país, viven en condiciones de marginación y pobreza[8]), la precarización social y laboral, la inflación, la ampliación de la frontera extractiva minera y petrolera, etcétera.
El ánimo de diálogo y de negociación han estado presentes tanto de parte del Gobierno encabezado por el presidente Lasso como de parte de la CONAIE y su dirigente, Leonidas Iza. Desde mayo de 2021, mes en que aquél asumió la primera magistratura del Ecuador, se realizaron cuatro acercamientos entre ambas partes, para buscar atender las demandas indígenas.
El primer diálogo se dio en junio de 2021. Entre otras demandas, la organización indígena pidió el congelamiento del precio de los combustibles, mientras que el Gobierno proponía la focalización de subsidios.
El segundo diálogo tuvo lugar en agosto del mismo año, aunque prácticamente no tuvo avances. El tercero aconteció el 4 de octubre pasado, pero en el tema principal, que ha sido el de la disminución de los precios de los combustibles, no hubo acuerdo. Días después, el 22 de octubre, el presidente Lasso congeló el costo de los carburantes.
La CONAIE consideró que el precio fijado al galón de diésel y al de gasolina en 1.90 y 2.55 dólares, respectivamente, era un paquetazo, pues la organización indígena ha solicitado que el costo de estos insumos disminuya y se fije en 1.50 y 2.10.
Una cuarta reunión se llevó a cabo el 10 de noviembre, y en ella el Gobierno insistió en la focalización de los subsidios a los combustibles, por lo que tampoco hubo acuerdos. En ese contexto, la CONAIE consideró que sus planteamientos no habían recibido respuesta y decidió suspender el diálogo.
Así, el 27 de noviembre, la organización indígena hizo público un comunicado en el que dio a conocer, entre otras resoluciones, que rechazaba “categóricamente la implementación paulatina del modelo neoliberal en el Ecuador, que lleva a cabo el gobierno de Guillermo Lasso, bajo la sumisión de la política económica del FMI (…)”[9].
La situación de máximo desencuentro entre ambas partes llegó el 13 de junio pasado, debido a que la CONAIE inició, como se ha referido, una serie de manifestaciones en varias partes del país, con la participación de 14,000 indígenas.
Frente a estos acontecimientos y ante el bloqueo de diversas vialidades en territorio nacional, así como de enfrentamientos con la Policía, el presidente Lasso decidió decretar, en la noche del 17 de junio, el estado de excepción por 30 días en las provincias de Pichincha, Imbabura y Cotopaxi. Posteriormente, derogó ese primer decreto y firmó uno nuevo, agregando a Chimborazo, Pastaza y Tungurahua[10].
El primer mandatario anunció también que se aumentará de 50 a 55 dólares un bono para las personas en situación de pobreza; se subsidiará el 50 por ciento del precio de la urea para pequeños y medianos productores, y se condonarán los créditos vencidos de hasta 3,000 dólares del banco estatal Banecuador. A ello, el líder indígena Leonidas Iza, respondió que “Los temas de fondo (…) usted no pretende, en este caso, resolverlos (…)”[11].
Diez han sido las demandas principales de la CONAIE. Algunas de ellas son la disminución y el congelamiento del costo de los combustibles; moratoria de un año mínimo de las deudas de más de 4 millones de familias y su renegociación con reducción de tasas de interés; precios justos para los productos del campo; la no precarización laboral; la no ampliación de la frontera extractiva minera o petrolera; la no privatización de sectores estratégicos; el control de precios y de la especulación en el mercado de productos básicos; presupuesto digno para salud y educación, y seguridad, protección y políticas públicas para combatir la violencia[12].
Mientras tanto, otros actores políticos se manifestaron respecto a esta crisis de gobernabilidad. El expresidente Rafael Correa señaló, el 23 de junio, que se tendrían que reunir firmas para la revocatoria de mandato a Guillermo Lasso. No obstante, el ex jefe del Ejecutivo también expresó que “es difícil prever una pronta salida de Lasso del cargo, puesto que esto, más que la gente en las calles, depende de los poderes fácticos del país, como la prensa, poder económico, Embajada de EE.UU. y poder militar”[13].
En la Asamblea Nacional, la fracción parlamentaria afín a la línea ideológica del expresidente Correa llamada Unión por la Esperanza (UNES-izquierda, con 46 legisladores) solicitó la destitución del presidente de la República bajo la causal de “grave crisis política y conmoción interna” (art. 130 de la Constitución). Dicha iniciativa fue apoyada también por los diputados del Movimiento PACHAKUTIK. Sin embargo, la destitución no procedió, ya que de las y los 137 legisladores que componen el Congreso sólo votaron a favor 80, y se requería que fueran 92.
Un día antes de la votación, es decir, el 27 de junio, la CONAIE había aceptado, una vez más, dialogar con el Gobierno del presidente Lasso. Sin embargo, el 28 de junio, el mismo mandatario anunciaba que se retiraba de la mesa de diálogo con Leonidas Iza hasta que no existieran las condiciones necesarias. Ello después de que tuviera lugar un ataque a un convoy que custodiaba combustible, en donde falleció un miembro de las Fuerzas Armadas del Ecuador.
A lo anterior, el dirigente indígena respondió que se debían abordar tres temas, a saber: “Conformar una comisión independiente para analizar la muerte del militar en la Amazonía; comunicar al Gobierno que la dirigencia indígena no está dispuesta a seguir postergando el diálogo y que exista la garantía de ambas partes para deponer provocaciones y agresiones”[14].
Para el miércoles 29 de junio, el presidente Lasso decretó nuevamente el estado de excepción en las provincias de Azuay, Imbabura, Sucumbíos y Orellana. Señaló que en ellas se concentraba la mayoría de los actos violentos. También ese mismo día, el primer mandatario aceptó volver al diálogo con la CONAIE a través de la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
A raíz de este nuevo acercamiento, ambas partes acordaron, el 30 de junio, poner fin a las protestas que se venían realizando en el país. Asimismo, el Gobierno redujo cinco centavos más el precio del galón de gasolina y de diésel para dejarlos en 2.40 y 1.75 dólares, respectivamente[15]. En total, se trata de una disminución de 15 centavos de dólar a cada uno de esos insumos, tomando en cuenta la reducción de 10 centavos de dólar que había hecho el mismo mandatario el 26 de junio pasado.
El Gobierno también se comprometió a derogar el estado de excepción, prohibir las concesiones de nuevas licencias para la explotación minera en reservas naturales, áreas intangibles y arqueológicas, zonas de fuentes hídricas y territorios indígenas. Además, anunció la consulta previa e informada sobre tales temas y la instalación de mesas de seguimiento de estos acuerdos[16].
La crisis de gobernabilidad que vivió Ecuador ha sido consecuencia, principalmente, de la implementación e imposición de políticas neoliberales que han afectado en especial a las personas indígenas y a los sectores más desprotegidos de la población. Así, el incremento del precio de los combustibles se convirtió en el motivo principal de las protestas por parte de la CONAIE.
Si bien existieron diálogos con anterioridad entre el gobierno del presidente Lasso y los dirigentes indígenas, ninguno tuvo resultados concretos. Ello potenció las manifestaciones que se vivieron en el país.
La vuelta a las conversaciones, así como los acuerdos tomados a raíz de éstas, devuelven la confianza y la credibilidad a ambas partes. Sin embargo, la política neoliberal permanece, en esencia, en el país andino, lo cual, con el tiempo, podría generar nuevas inconformidades.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
Fuentes
[1] Edgar Romero G., “Guillermo Lasso cumple su primer año de Gobierno en Ecuador: los 7 puntos clave para entender su gestión”. Actualidad RT (24 de mayo, 2022) [En línea]: https://bit.ly/3OMuWAM [Consulta: 28 de junio, 2022].
[2] Oscar López, “Decenas de muertos en un motín penitenciario en Ecuador”. The New York Times (9 de mayo, 2022), ed. En español [En línea]: https://nyti.ms/39VpCw7 [Consulta: 27 de junio, 2022].
[3] Yalilé Loaiza, “5 claves para entender el primer año de Guillermo Lasso en el poder”. Infobae (22 de mayo, 2022), sec. América Latina [En línea]: https://bit.ly/3blGlZE [Consulta: 27 de junio, 2022].
[4] Y. Loaiza, op. cit.
[5] Naciones Unidas, “La violencia en las cárceles de Ecuador muestra la urgencia de una reforma integral del sistema penal”. Naciones Unidas (10 de mayo, 2022), sec. Derechos Humanos [En línea]: https://bit.ly/3ymvCHE [Consulta: 30 de junio, 2022].
[6] Sara España, “La petición de destitución de Lasso por los ‘Papeles de Pandora’ se desinfla”. El País (11 de noviembre, 2021), sec. Internacional, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3HU0zGg [Consulta: 27 de junio, 2022].
[7] Sara España, “Ecuador archiva las investigaciones contra Lasso por los ‘Pandora Papers’”. El País (7 de diciembre, 2021), sec. Los papeles de Pandora, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3nhQjy9 [Consulta: 30 de junio, 2022].
[8] Andrea Rincón, “La histórica resistencia indígena que ha puesto en jaque al poder en Ecuador”. France 24 (24 de octubre, 2019), sec. América Latina, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3HWNYSG [Consulta: 30 de junio, 2022].
[9] CONAIE Comunicación, “CONAIE rechaza medidas neoliberales del gobierno”. Awasqa (2 de diciembre, 2021) [En línea]: https://bit.ly/3xWiHdT [Consulta: 1 de julio, 2022].
[10] Cabe señalar que el presidente Lasso derogó, el 26 de junio de 2022, el estado de excepción en esas seis provincias.
[11] Incluso, el presidente Lasso afirmó el lunes 27 de junio la reducción de 10 centavos de dólar a los precios de la gasolina y el diésel. La CONAIE rechazó el anuncio y señaló que es “insensible e insuficiente” (AP, “Rechazan indígenas anuncio de Lasso de bajar precio de gasolina en Ecuador”. La Jornada (27 de junio, 2022), sec. Mundo [En línea]: https://bit.ly/3yB3rF7 [Consulta: 1 de julio, 2022]).
[12] Ana María Acosta, “Estas son las propuestas y exigencias del movimiento indígena y las organizaciones sociales en el Paro Nacional”. Wambra (21 de junio, 2022) [En línea]: https://bit.ly/3Nv1XAq [Consulta: 30 de junio, 2022].
[13] Actualidad RT, “Correa, sobre las protestas en Ecuador: “Si Lasso fuera responsable pondría su cargo a consideración del pueblo””. Actualidad RT (21 de junio, 2022) [En línea]: https://bit.ly/3I1yHQk [Consulta: 1 de julio, 2022].
[14] Redacción Primicias, “Organizaciones indígenas no levantan el paro, pero piden diálogo al Gobierno”. Primicias (28 de junio, 2022), sec. Política [En línea]: https://bit.ly/39XeCOG [Consulta: 1 de julio, 2022].
[15] Yurany Arciniegas, “Ecuador: “Empezamos juntos la tarea de transformar esta paz”, dijo Lasso tras finalización del paro”. France24 (30 de junio, 2022), sec. América Latina, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3yGQ4mR [Consulta: 1 de julio, 2022].
[16] Idem.