México Canta

Hay un adagio que reza que si queremos obtener otros resultados no debemos hacer lo mismo de siempre. Y tal premisa parece guiar a la Presidenta Claudia Sheinbaum al impulsar el certamen México Canta por la Paz y contra las Adicciones, una estrategia que, más allá de lo político, tiene un trasfondo humanista.

En tiempos en los que todavía hay muchas voces que se aferran a viejas recetas que han fracasado una y otra vez, el gobierno de la Cuarta Transformación apuesta por atender las causas.

Porque claro que es fácil castigar, perseguir y señalar. Sin embargo, lo verdaderamente difícil, lo realmente transformador, consiste en escuchar, sanar y sembrar esperanza. Eso busca esta iniciativa: construir un país donde las juventudes no sean criminalizadas, sino inspiradas.

Actualmente, se ha normalizado una narrativa musical que glorifica las conductas delictivas, el consumo de drogas y el dinero fácil. Pero detrás de ella hay una realidad dolorosa: jóvenes que no encontraron otra forma de pertenecer, de ser alguien, de tener un futuro.

Por eso, este certamen es más que un simple concurso, es una respuesta sensible y creativa al clamor de miles de jóvenes que necesitan caminos distintos y merecen oportunidades dignas. México Canta es una invitación a componer e imaginar un país distinto, a cantar desde las raíces, pero también desde la esperanza.

De lo que se trata es de crear una plataforma binacional en la que unen esfuerzos el Gobierno de México, la industria musical y organizaciones nacionales y de Estados Unidos, para que lo mejor de nuestra identidad cultural florezca y se profesionalice.

La paz no se construye con más balas, sino con más libros, más espacios de expresión, más micrófonos abiertos a quienes hoy callan por miedo o por falta de oportunidades. Por ello, esta estrategia va de la mano con otras acciones fundamentales, como la campaña Si te Drogas, te Dañas, en un modelo de nación en el que lo primero son las personas.

Las y los jóvenes no son el problema, son la solución. Y la Presidenta lo entiende. No se trata de censurar ni de imponer, sino de provocar una nueva narrativa nacional, nacida desde las aulas; los barrios; los estudios caseros; los colectivos de rap, de son, de rock o de cualquier género en el cual quepan la vida, la esperanza y la paz.

Hay quienes afirmarán que esto no sirve, que es pura poesía frente a una realidad cruda. Pero las personas que creemos en la transformación sabemos que la verdadera revolución empieza en el corazón y en la conciencia. Y si una o un joven escribe una canción en lugar de tomar un arma, si encuentra sentido en una estrofa y no en una adicción, ya habremos ganado.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

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