Nuevas clases medias mexicanas
Hoy las clases medias en el país representan el 30 por ciento de la población. El reto es duplicar esa franja, para crear esa nueva clase media mexicana de la que habló el presidente.
El presidente López Obrador señaló que su gobierno busca sacar “de la pobreza a millones de mexicanos para constituir una nueva clase media más humana, más fraterna, más solidaria. Eso es lo que buscamos, sacar de la pobreza a millones de mexicanos, que mejoren sus condiciones de vida, de trabajo, pero que no dejen de voltear a ver a los desposeídos, marginados, necesitados, que no den la espalda al que sufre”.
La mención es importante, porque buena parte de quienes se oponen a la política social del actual gobierno (“es populismo, paternalismo y asistencialismo”) argumentan que el verdadero objetivo es mantener en la pobreza a millones de mexicanas y mexicanos, repartiendo becas y subsidios que los convierten en clientes electorales cautivos, pero no desarrollan sus capacidades productivas, económicas y sociales.
Sin embargo, este balance raquítico y pobre de la política social es aplicable por entero a la etapa neoliberal de las últimas dos décadas, en la que después de invertir 12 billones de pesos del presupuesto federal en programas sociales directos (desde el Pronasol, de Salinas, hasta el Prospera, de Peña Nieto, pasando por Oportunidades, de Fox, y el Vivir Mejor, de Felipe Calderón), lejos de tener menos personas en situación de pobreza en el país, éstas crecieron en números absolutos, y la franja de población en algún grado de pobreza se ha mantenido sostenidamente por arriba del 52 por ciento durante un cuarto de siglo.
No hay una receta como tal para sacar de la pobreza a millones de personas y convertirlas en clases medias robustas y extensas, pero las naciones que han logrado hacerlo en períodos de tiempo relativamente cortos (de 15 a 30 años, es decir, de una a dos generaciones), han recorrido los siguientes pasos.
1) Tasas de crecimiento sostenido del PIB de entre el 8 y el 10 por ciento anuales.
2) Preparación de capital humano calificado y competitivo, mediante políticas educativas que combinan masificación, calidad e innovación.
3) Políticas sociales en favor de las personas en situación de pobreza, enfocadas en cuatro rubros básicos: alimentación, vivienda, salud y educación.
4) Economías mixtas de mercado e inversión, en el desarrollo de áreas estratégicas para el crecimiento, como infraestructura, energía, telecomunicaciones, carreteras, servicios financieros y servicios públicos.
5) Políticas selectivas de globalización y apertura comercial, para equilibrar el desarrollo del mercado interno con la internacionalización y diversificación de sus sectores de exportación.
6) Proteger y reservar sectores estratégicos de sus economías. Generalmente, en lo relacionado con la producción de alimentos, energía y telecomunicaciones.
7) Políticas fiscales redistributivas, con tasas impositivas altas para los grupos de mayores ingresos y subsidios directos y universales a los sectores de menores ingresos, y con la reducción al máximo de la evasión y la elusión fiscales.
8) Créditos accesibles y no especulativos para la producción en el campo, vivienda, educación y salud.
9) Deducciones personales en gastos de salud y educación.
10) Pensiones y seguridad social universales.
Hoy las clases medias en el país representan el 30 por ciento de la población. El reto es duplicar esa franja, para crear esa nueva clase media mexicana de la que habló el presidente AMLO. Hablamos de mejorar las condiciones de vida de por lo menos 30 millones de mexicanas y mexicanos en la próxima década.
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