Nuevas iniciativas regionales ante las dinámicas migratorias contemporáneas en América
Ante las persistentes oleadas de personas migrantes que continúan moviéndose por los distintos países del continente americano, los Gobiernos trabajan en nuevas iniciativas para enfrentar la migración regional.
Precisamente ahora, atraviesa por territorio mexicano la denominada Caravana por la Justicia, la Dignidad y la Libertad del Pueblo Migrante, que partió de Tapachula, Chiapas, y está integrada por alrededor de 3,000 personas migrantes del extranjero,[1] en su mayoría, de Centroamérica y Haití, que buscan llegar a la Ciudad de México para regularizar su situación, o bien, avanzar hasta Estados Unidos.[2]
Destaca en este grupo el aumento en el número de población haitiana que hace años abandonó su país para establecerse como refugiada en Chile o Brasil, y que hoy, en su travesía, permanecen estancada en Colombia o en México.[3] En este éxodo, y en general en la migración regional, un elemento que incide en estos flujos es el peso que tiene Estados Unidos como principal país de destino.[4]
En agosto, el Gobierno estadounidense amplió los plazos para acoger al Estatus de Protección Temporal (TPS)[5] a las ciudadanas y los ciudadanos haitianos que se encuentran en su territorio. La decisión produjo el efecto “llamada”, repercutiendo directamente en otros flujos migratorios[6] e incluso contribuyó a lo ocurrido bajo el puente en Del Río, en el cruce fronterizo con México, en donde la mayoría de las personas provenían de Haití, aunque también hubo de Cuba, Venezuela y Nicaragua.[7]
Bajo estas dinámicas contemporáneas, el 20 de octubre, la ciudad de Bogotá, Colombia, acogió la Conferencia Ministerial sobre migración que congregó a diversos cancilleres y personas funcionarias de la región. México participó en este diálogo que tuvo la finalidad de buscar soluciones conjuntas.
Nuevas dimensiones de la migración en América
América Latina siempre ha experimentado movimientos migratorios a través de sus fronteras, pero ahora el fenómeno presenta otras aristas, por la cantidad de personas migrantes, la diversidad de su origen, el número de países que cruzan para llegar a su destino final y porque algunos de éstos se han convertido en receptores. Miles atraviesan la región de un extremo a otro en inciertos recorridos por tierra, mar y aire, y se asientan en lugares que no estaban preparados ni acostumbrados a recibir personas extranjeras migrantes ni refugiadas en grandes cantidades. Al tradicional tránsito migratorio regional, que ya involucra olas por las crisis venezolana y haitiana, se suma el de población de África, Asia y el Caribe. La Organización Internacional para las Migraciones cifra un incremento en el número de migrantes internacionales en la región, de 8.33 millones en 2010 a 14.8 en 2020.[8]
La actual crisis migratoria regional involucra en su gran mayoría a personas haitianas, quienes no han salido directamente de su país y cuyo destino final puede ser Estados Unidos u otro país en la región. Primeramente, es de mencionar que esa nación caribeña ha vivido en las últimas dos décadas dificultades que le han impedido superar su prolongada pobreza y obstaculizado cualquier proyecto de desarrollo: dos grandes terremotos, varios huracanes, inestabilidad política y económica, violencia y el asesinato del presidente Jovenel Moïse. La ONU estima que casi cuatro millones de haitianas y haitianos, de alrededor de 11.5 millones, padecen inseguridad alimentaria. Mientras un quinto de la población, cerca de dos millones, se ha visto forzado a emigrar.[9]
La ola migratoria haitiana comenzó después del terremoto de 2010, aunque en un inicio no se dirigió a Estados Unidos. La falta de opciones y posteriormente las limitantes para ingresar a este país, particularmente durante la administración Trump, llevaron a miles de habitantes de Haití a buscar refugio o a establecerse en otros países latinoamericanos, principalmente en Brasil y Chile. Sin embargo, después de varios años, no han podido alcanzar mejores condiciones de vida y, en cambio, han experimentado inseguridad, descontento, discriminación y hasta violencia.[10]
Migración Colombia, del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, insiste en que este fenómeno no es nuevo, sino que es un flujo histórico que ha tenido picos anuales de más de 35,000 personas. Sin embargo, la dependencia también reconoce como “alarmantes” los números actuales que, por mucho, superan los antecedentes. En la frontera con Panamá, las autoridades de este país registraron a 46,000 personas en lo que va de 2021, 18,000 sólo en julio. De éstas, más de 20,000 aparecen como haitianas, seguidas por 8,000 provenientes de Cuba. Pero la proporción en realidad es mayor: en los registros hay 1,500 ciudadanas y ciudadanos de Brasil, y cerca de 3,000 de Chile, nacidos en esos países y cuyos padres y madres son de Haití.[11]
La posibilidad de volver a migrar en busca de nuevas oportunidades encontró su principal obstáculo en la pandemia. Una vez que, paulatinamente, las restricciones comienzan a levantarse, en específico las fronterizas, la migración haitiana ha comenzado a moverse de nuevo.[12] A inicios de año, el objetivo era Estados Unidos, pero ante una continua política migratoria condicionante y los impedimentos para llegar a ese país, las y los haitianos ya buscan quedarse en otros destinos, o bien, regresar a su último lugar de origen, pero sin contemplar la posibilidad de retornar a su país.
En el cada vez más difícil camino para llegar a Estados Unidos, México se está convirtiendo en un nuevo lugar de acogida. Según las estadísticas de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado, a finales de julio casi 13,300 personas de Haití habían pedido asilo en el país; a éstas se suman más de 1,700 registradas en las estadísticas como chilenas y más de 1,000 como brasileñas, que en realidad también son hijas e hijos de personas haitianas, nacidos en esos países. Este grupo se coloca como la segunda nacionalidad de origen de quienes piden protección en el país, y son sólo superados por población de Honduras. Por otro lado, las autoridades esperan aventajar este año la cifra inédita de 100,000 solicitudes de asilo.[13]
Conferencia Ministerial sobre migración, celebrada en Bogotá, Colombia
El 20 de octubre, a iniciativa del Gobierno colombiano, los ministros de Relaciones Exteriores y otros funcionarios de Brasil, Chile, Canadá, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú y República Dominicana[14] se reunieron en ese país para celebrar la Conferencia Ministerial sobre migración. También participó Pierre Lapaque, representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Los trabajos estuvieron liderados por Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta y canciller de Colombia, y por Antony Blinken, secretario de Estado de la Unión Americana.
El propósito del encuentro fue buscar soluciones conjuntas a la crisis migratoria y de personas refugiadas que atraviesa el continente, principalmente por los flujos de ciudadanas y ciudadanos haitianos y venezolanos, a fin de facilitar la movilidad ordenada, segura, regular y responsable de estas personas migrantes en la región.[15]
En su discurso, la canciller colombiana señaló que en los últimos tres años ha aumentado la movilidad de personas hacia el norte del continente, especialmente por las migraciones venezolana y haitiana, por lo que llamó a construir una visión común de desarrollo, a tener una respuesta global, multidimensional, multinivel y multisectorial para frenar estos flujos y a adoptar respuestas integrales y estructurales que resuelvan definitivamente el fenómeno.
Agregó que la pandemia del COVID-19 es un factor adicional que ha hecho más compleja esta situación, ya que los Gobiernos enfrentan presiones presupuestales, al atender a sus poblaciones y a las personas migrantes. Advirtió sobre las consecuencias para la estabilidad social y económica de los países de la región, y los llamó a combatir la trata[16] y el tráfico de personas migrantes, así como a generar oportunidades para el largo plazo. También exhortó a la comunidad internacional a atender la crisis con un enfoque solidario y bajo el principio de humanidad.[17]
El presidente Iván Duque señaló que la migración se debe manejar con fraternidad. “No podemos dejar que los sentimientos xenófobos o que los llamados al rechazo o a la indiferencia capturen la discusión política. Enfrentamos momentos políticos de mucha polarización, pero este es el [indicado] para que una Latinoamérica unida le muestre al mundo [lo que es capaz de hacer] en la coordinación frente a [esta] crisis”.[18] Enseguida propuso elaborar un censo migratorio con la ayuda de agencias internacionales de cooperación, para que los países receptores puedan crear políticas públicas precisas,[19] y solicitó al Banco Mundial y al Banco de Desarrollo de América Latina a intervenir estructuralmente en Haití, para generar esperanzas e ingresos, así como a retomar el proyecto del Parque Industrial Caracol, puesto en marcha en ese país hace diez años.[20]
El secretario de Estado de la Unión Americana reconoció que este reto migratorio requiere colaboración, cooperación y una responsabilidad compartida, y pidió abordarlo desde un enfoque integral. Recordó el compromiso del presidente Joe Biden para ayudar a los países que llevan la mayor carga en este problema[21] y para apoyar la migración segura y ordenada. En el tema financiero, indicó que a fin de tratar en el largo plazo las causas fundamentales, los recursos se deben dirigir a las comunidades migrantes receptoras.
Asimismo, planteó gestionar de inmediato medidas como fortalecer la vigilancia fronteriza exigiendo visas, mejorar los procesos para otorgar asilo a quienes tengan una justificación válida, y ampliar las vías legales y crear opciones para proteger a las personas que no puedan obtener este beneficio y para que su repatriación sea más fácil. Como una de las posibles soluciones, mencionó el regreso voluntario con asistencia a otro territorio, no necesariamente al país de origen. Igualmente, señaló que una de las prioridades sería proteger a las y los migrantes más vulnerables, entre ellos, las víctimas de trata.[22]
México por su parte, representado por el jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, enfatizó su posición sobre la importancia de atender las causas estructurales de la migración, desde una visión de responsabilidad compartida, basada en los principios de igualdad jurídica de los Estados, de no intervención y autodeterminación de los pueblos. Hizo hincapié en fortalecer los programas de cooperación para el desarrollo, a fin de atender las causas de raíz de la migración, y señaló que la participación del Gobierno estadounidense en estas iniciativas es esencial.[23]
También destacó los avances del Plan de Desarrollo Integral diseñado por la CEPAL; reiteró el llamado a garantizar el derecho de las personas a permanecer en sus comunidades de origen con medidas que incrementen directamente sus ingresos; expresó la coincidencia del Gobierno mexicano con respecto a la cooperación para prevenir, investigar, intercambiar información y judicializar los delitos de trata y tráfico de personas; pidió consolidar los mecanismos de cooperación con organismos multilaterales, sector privado y sociedad civil, a fin de fortalecer una perspectiva humanitaria y de derechos humanos en la región; refrendó la importancia del diálogo y la pluralidad como herramientas diplomáticas fundamentales para alcanzar objetivos regionales comunes, y dio la bienvenida a la propuesta de crear el Grupo de Trabajo de Lucha contra el Tráfico de Migrantes y la Trata de Personas, resultado de la reunión.[24]
Al término de la Conferencia Ministerial de Bogotá, el embajador de Haití en Colombia, Jean Mary Exil, mencionó que muchas veces los países se quedan en discursos, y que el problema no está en Haití, sino que es regional, por lo que para salir de la crisis sugirió trabajar y avanzar en conjunto.[25]
El fenómeno migratorio actual, que involucra la movilización y la llegada masiva de personas migrantes, ya no sólo es una situación alarmante para la frontera estadounidense; otras fronteras en el continente también experimentan esta situación, como las mexicanas.
Ante este panorama, cada vez más preocupante, los Gobiernos de la región, que han pasado de ser lugares de tránsito y origen, a ser receptores, destino e incluso retorno, buscan coordinarse y trabajar a la par para hacer frente a estas diversas y crecientes olas migratorias.
Al mismo tiempo, cabe tener presente que a la par de los problemas sin resolver antes de la pandemia, los estragos por la COVID-19 y las crisis políticas, económicas y sociales en el continente, nuevos fenómenos, como el cambio climático, sin duda empujarán a otros grupos y personas a abandonar sus lugares de origen en busca de mejores oportunidades de vida. Ante las tareas pendientes y los futuros retos debemos prepararnos, los Gobiernos deben mantener la visión compartida para atacar las causas de raíz. Pero no sólo el diálogo gubernamental será clave, también el papel que los parlamentos puedan jugar será fundamental para atender esta problemática.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
FUENTES
[1] Elio Henríquez, “Caravana migrante llega a Huixtla, Chiapas”. La Jornada (25 de octubre, 2021), sec. Estados [En línea]: https://bit.ly/3vW32dq [Consulta: 27 de octubre, 2021].
[2] Francesco Manetto, “Una nueva caravana con cientos de migrantes marcha de la frontera sur a Ciudad de México”. El País (23 de octubre, 2021), sec. México, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3nAqRU5 [Consulta: 27 de octubre, 2021].
[3] Santiago Torrado, Rocío Montes et al., “El éxodo silencioso de los haitianos en América Latina”. El País (9 de agosto, 2021), sec. Internacional, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3bhY7cX [Consulta: 22 de octubre, 2021].
[4] Redacción, “3 lugares de América Latina que están en primera línea de la crisis migratoria”. BBC News Mundo (7 de octubre, 2021), sec. América Latina [En línea]: https://bbc.in/3EvRf8J [Consulta: 22 de octubre, 2021].
[5] U. S. Citizenship and Immigration Services (USCIS), “Estatus de Protección Temporal”. USCIS (10 de septiembre, 2021), sec. Programas Humanitarios, Estatus de Protección Temporal [En línea]: https://bit.ly/3Biyjbm [Consulta: 25 de octubre, 2021].
[6] F. Manetto, op. cit.
[7] Redacción, “El puente entre México y Estados Unidos bajo el que duermen más de 10.000 migrantes”. BBC News Mundo (18 de septiembre, 2021), sec. Internacional [En línea]: https://bbc.in/3CsIxqU [Consulta: 25 de octubre, 2021].
[8] Redacción, “3 lugares de…”, op. cit.
[9] Redacción, “5 claves para entender por qué están llegando miles de haitianos a Estados Unidos (y por qué la mayoría no viene directamente de Haití)”. BBC News Mundo (22 de septiembre, 2021), sec. Internacional [En línea]: https://bbc.in/3mlYnOw [Consulta: 25 de octubre, 2021].
[10] Daniel Pardo, “La condición de los haitianos de migrantes invisibles está vinculada al racismo en muchos países de América”. BBC News Mundo (27 de septiembre, 2021), sec. Internacional [En línea]: https://bbc.in/3pMXzEE [Consulta: 26 de octubre, 2021]
[11] S. Torrado, R. Montes et. al., op. cit.
[12] Redacción, “5 claves para…”, op. cit.
[13] S. Torrado, R. Montes et. al., op. cit.
[14] Deutsche Welle, “Colombia sostuvo primera Cumbre de cancilleres sobre la crisis migratoria en las Américas”. Deutsche Welle (21 de octubre, 2021), sec. América Latina, Colombia [En línea]: https://bit.ly/2ZIaUDk [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[15] Cancillería – Ministerio de Relaciones Exteriores Colombia, “Bajo el liderazgo de la Vicepresidente-Canciller, Marta Lucía Ramírez, cancilleres de las Américas buscan soluciones conjuntas para crisis migratoria que se vive en la región”. Cancillería – Ministerio de Relaciones Exteriores Colombia (20 de octubre, 2021) [En línea]: https://bit.ly/3GvyAeK [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[16] AFP, Sputnik et al., “Blinken habla con cancilleres de Colombia, Chile y Brasil sobre migración”. La Jornada (20 de octubre, 2021), sec. Mundo [En línea]: https://bit.ly/3bmw9wJ [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[17] Cancillería – Ministerio de Relaciones Exteriores Colombia, op. cit.
[18] Deutsche Welle, op. cit.
[19] Associated Press, “Blinken: EEUU se compromete a invertir para tratar migración”. Los Angeles Times (20 de octubre, 2021), sec. Internacional [En línea]: https://lat.ms/3Ct08zg [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[20] Redacción Mundo, “Las claves de la cumbre de migración que se hizo en Bogotá con Antony Blinken”. El Espectador (20 de octubre, 2021), sec. Mundo, América [En línea]: https://bit.ly/3nESR9i [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[21] AP, “Blinken llega a Colombia para liderar cumbre sobre migración”. La Nación (20 de octubre, 2021), sec. Agencias [En línea]: https://bit.ly/3En8Sr6 [Consulta: 26 de octubre, 2021].
[22] Associated Press, op. cit.
[23] Secretaría de Relaciones Exteriores, “México destaca la cooperación para el desarrollo como esencial en la Reunión Ministerial sobre Migración en Bogotá”. Gobierno de México – Secretaría de Relaciones Exteriores (21 de octubre, 2021), sec. Prensa [En línea]: https://bit.ly/3Bq3x0n [Consulta: 27 de octubre, 2021].
[24] Idem.
[25] Colprensa, “´Muchas veces los países se quedan en discursos´, embajador de Haití en Colombia”. El País Cali (24 de octubre, 2021), sec. Colombia [En línea]: https://bit.ly/3mnIfw7 [Consulta: 28 de octubre, 2021].