Vecinos
El 6 de julio pasado recibimos en el Senado un oficio con el aviso de que el presidente de la República hará un viaje a Estados Unidos del 11 al 13 de este mes, para reunirse con su homólogo en Washington. Las oficinas de ambos países comunicaron que durante la visita se hará un repaso de los avances y retos en migración, comercio y seguridad, temas que constantes en otros encuentros y llamadas, y que son fundamentales en la relación binacional.
Hay una multiplicidad de temas bilaterales que nos ocupan todos los días, sobre aspectos comerciales, culturales, tecnológicos, políticos, financieros, laborales, educativos y también diplomáticos. Compartimos una frontera de miles de kilómetros con docenas de puertos terrestres activos. Realmente, Estados Unidos es la relación más importante que sostenemos.
En esta administración, el Gobierno de México ha hecho énfasis en mantener esta relación con corresponsabilidad y respeto. Hay una comunidad creciente de estadounidenses con raíces mexicanas, y de ciudadanas y ciudadanos del vecino país del norte que hicieron de nuestro país su hogar. Su inversión es casi la mitad de la que recibimos y el comercio ha ayudado a la recuperación económica y a mejorar la dinámica laboral. Además, cientos de miles de personas cruzan la frontera cada día.
Más allá de la importancia del comercio, la complejidad del fenómeno migratorio y la necesaria colaboración en seguridad, hay otros tópicos que seguramente se discutirán en los días por venir. Una conversación obligada serán los efectos de la guerra en Ucrania. Junto con la pandemia de COVID-19, esta crisis bélica provocó ya la interrupción de las cadenas globales de producción. La cercanía con Estados Unidos y nuestra mano de obra facilitan el suministro de productos esenciales para su mercado. Esto nos brinda una oportunidad que debemos aprovechar.
La invasión a Ucrania presenta desafíos inmensos para todos los países, cercanos o lejanos. México ha insistido en condenar el ataque ruso en diferentes espacios, y en encontrar una salida al conflicto. Los costos en vidas humanas y pérdidas materiales son colosales.
Para nuestro país, el mayor efecto se refleja en los precios de cereales y combustibles. Con esta preocupación en mente, hace unos días, en el marco de la Cumbre de las Américas, el Gobierno firmó una declaración con Estados Unidos, Argentina, Brasil y Canadá, en la que se reconoce la necesidad de adoptar medidas a mediano plazo para estabilizar los precios de los alimentos y maximizar la producción. Adicionalmente, sabemos que se comentarán alternativas para combatir la inflación de manera conjunta.
Sobre los temas económicos, hay un equipo que trabaja para definir las estrategias y rutas por seguir hacia el futuro, por ejemplo, se ha señalado la importancia de contar con sistemas cibernéticos seguros y completos que permitan el flujo de información y datos entre los dos países, sin que haya amenazas a la seguridad. Los ciberataques son las armas del futuro.
El dinamismo de nuestra frontera con la Unión Americana es brillante; es un espacio de cooperación y, algunas veces, de conflicto, cuya modernización ocupa a los dos países. Debemos seguir trabajando para contar con mejor infraestructura que facilite el paso de personas y mercancías, hacer más eficientes los servicios públicos, cuidar la salud, prevenir la delincuencia y conservar los ecosistemas existentes.
Ambas naciones compartimos también una agenda verde. Combatir el cambio climático y consolidar las energías limpias requiere de nuestra inmediata atención. Justo hace unos días se llevó a cabo un foro internacional virtual sobre este tema, en el que México comunicó las principales acciones y los compromisos que tenemos, incluyendo los programas sociales productivos en favor del medio ambiente.
Ha habido numerosos intercambios de primer nivel en este sentido. Nuestro país tiene un enorme potencial para desarrollar energía limpia, por los recursos naturales a su alcance, como el sol, el aire y el agua. Especialistas consideran que, si aprovechamos esa capacidad, será posible generar más energía limpia, aumentar su acceso y reducir los costos para las y los consumidores.
Con este fin, se establecieron grupos de trabajo sobre transporte eléctrico, energías renovables y cambio climático, que seguramente presentarán resultados en la reunión del martes próximo.
Nuestra relación con Estados Unidos es vasta y compleja. El encuentro programado será una oportunidad para intercambiar puntos de vista sobre los temas de la agenda binacional y extender la cooperación existente.
Hacia el futuro, el vínculo deberá continuar basándose en la responsabilidad compartida y el respeto mutuo, para enfrentar los retos comunes y dar respuesta a los problemas globales. Seguiremos muy de cerca los resultados de la reunión.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
