Versión estenográfica del balance del Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, sobre lo bueno, lo malo y lo feo del 2022
Es hora de hacer un balance sobre lo bueno, lo malo y lo feo del 2022.
Lo bueno. A pesar de la inflación mundial y del encarecimiento del costo del dinero, la economía mexicana no se estancó.
El peso frente al dólar se fortaleció, la inversión extranjera directa fue la más alta en cinco años por el nearshoring, o por la reubicación de platas de China hacia América del Norte.
La disciplina fiscal, el control del gasto público, el déficit marginal en la balanza de pagos, el precio interno de la energía y de los combustibles dentro de la inflación esperada y la creación de empleos que desde la pandemia se tenían.
Agregamos tres motores que están incentivando el mercado interno, es decir, las remesas, el crecimiento sostenido de ellas, también el incremento consecutivo del salario mínimo en los últimos cuatro años y la inyección directa a los programas sociales, 700 mil millones de pesos a 18 programas sociales del Gobierno Federal.
Sumados a esto, tenemos la inversión a tres proyectos de infraestructura pública: la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el Corredor Transístmico.
Lo malo. La inseguridad, que sigue causando estragos, y a pesar de que todos los esfuerzos del gobierno han estado enfocados hacia ahí, no se ha logrado.
Si bien la información oficial es que los delitos de alto impacto se han contenido y los estados de alta incidencia delictiva se concentran en un grupo de ocho entidades, todas las encuestas de opinión revelan que la gente se siente más insegura en su colonia, así, también que se siente más preocupada por lo que está pasando con los problemas de seguridad, el más importante de los reclamos que tenemos.
No es sólo el tema de percepción, sino el costo de la inseguridad en términos del PIB y de lo que invierten las empresas, los ciudadanos, para seguir sintiéndose más o menos seguro. Este año alcanzó su punto más alto.
Cada vez más en colonias de distintos estratos sociales vemos puertas, ventanas, con calles cerradas y mantas que advierten en las esquinas a los rateros: “si te agarramos no te entregamos a la policía. Aquí te linchamos”.
Ese es el sentimiento y la percepción ciudadana. Los números a la baja en materia de homicidios se diluye ante el rostro de la barbarie; el crimen organizado avanza en control territorial, el cobro de piso, el pago de protección, de la extorsión, impone precios a los productos que hasta la más pequeña comunidad se introduce. Es un problema serio, sin olvidar que el periodismo también sufrió un año letal.
La crispación que produce la inseguridad, alcanza los poderes del Estado. Un ejecutivo que reclama y exhibe el debido proceso de algunos jueces que liberan delincuentes, una mayoría legislativa acusada de militarizar al país, y un Judicial que está presionado por su ineficacia, su complicidad y su corrupción.
Dentro de lo malo, también, la sucesión adelantada, donde se han derrochado recursos públicos o privados de manera ilegal. Nadie, nadie frena los excesos. Es impresionante esta campaña adelantada que va a dividir al país.
Lo feo. La carne de cañón en que se han convertido los migrantes mexicanos y centroamericanos en Estados Unidos, que, para un grupo de norteamericanos, de político-republicanos, vieron esto como un instrumento de manipulación y de promoción electoral.
Una gran dificultad para los migrantes en sus derechos de traslado.
2022: un breve balance.