Versión estenográfica de la intervención del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, en el posicionamiento de los Grupos Parlamentarios para referirse al cierre de los trabajos del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones del Primer Año de Ejercicios de la LXV Legislatura del Senado de la República

Ciudadana Presidenta.

Ciudadanos legisladores y legisladoras:

Estamos concluyendo el Segundo Periodo de Sesiones del Primer Año de Ejercicio Legislativo de esta Legislatura.

Es momento oportuno para reconocer a la totalidad de los integrantes de esta asamblea legislativa, y también es oportuno reconocer la conducción de la Mesa Directiva encabezada por la senadora presidenta Olga Sánchez Cordero.

Le expreso a ella, a las vicepresidentas, al vicepresidente, a las secretarias y secretarios nuestra felicitación por su conducción plural, digna, atinada.

También quisiera expresar a quienes sin ellos no haríamos posible el trabajo, al servicio técnico, al servicio parlamentario, al apoyo administrativo, al apoyo de directivos y también a los trabajadores del Senado; de manera especial a las trabajadoras y trabajadores de FONATUR.

Quisiera expresarle un reconocimiento a los medios de comunicación, a los reporteros gráficos, a los reporteros, a los columnistas y columnistas, hombres y mujeres; también a los editorialistas de los medios electrónicos, escritos, digitales, portales, queremos agradecerle en el Grupo Parlamentario su puntual descripción sobre nuestras actividades en el parlamento mexicano.

Un saludo respetuoso a todos aquellos que cubren la fuente del Senado de la República.

Estimadas legisladoras y legisladores:

Cuando realicemos el recuento de lo que hemos hecho, se van a dar cuenta de la enorme trascendencia de esta Legislatura. Es relevante el papel que hemos desempeñado a lo largo de estos años.

Una vez que hagamos ese recuento con una visión panorámica, veremos cómo hemos iniciado el proceso de transición política al que nos comprometimos durante décadas muchos mexicano y mexicanas que participamos en el movimiento social, que después se erigió en partido Morena.

Cuando veamos el alcance de lo logrado, se van a dar cuenta cómo esta Legislatura logró fijar las bases de un nuevo Estado de bienestar, cómo se logró fijar los cimientos de un cambio de régimen que se propuso el Presidente Andrés Manuel López Obrador, como líder social y dirigente de este movimiento social al que orgullosamente pertenecemos.

Y además, se darán cuenta de que fue enorme la aportación que los millones de mexicanos, que participamos desde hace décadas y concluimos el 2018, fue enorme la energía social que se desató.

Por eso, no debe quedar duda a ningún legislador o legisladora. Asistimos, aquí en el Senado, a una verdadera transformación. Aquí, en el Senado, observamos y constatamos una auténtica división de poderes.

Montesquieu, Locke, Bentham, se sentirían satisfechos cuando realizaron la teoría de los resortes y los equilibrios políticos y de poderes, concebidos principalmente en Francia, en el siglo XVIII.

Aquí hay un auténtico equilibrio de poderes y se observa en cada sesión, en cada discurso. Se observa en cada reunión, en Comisiones, en el Pleno, en los foros, en comparecencias, en interparlamentarias. Hay una verdadera transición política y un equilibrio real entre los poderes.

Por eso, me parece pertinente decirles a todos y reiterarles: los que hemos leído -y sé que muchos, o una gran mayoría de ustedes-, al revisar los antecedentes históricos del Senado, había una porción importante de la lucha entre federalistas y centralistas.

Y algún grupo de diputados constituyentes en 1823, sostenía que no era conveniente crear el Senado porque habría de ser un refugio de la aristocracia, de la nobleza y de la monarquía.

Ramos Arizpe, García Salinas, Gómez Farías, Servando Teresa de Mier, excelentes parlamentarios, defendieron la posición y dijeron: “no litigamos por las viejas cámaras, en las viejas élites, con los viejos privilegios. Litigamos una Cámara popular, reflejo de la República que estamos construyendo”. Y el sistema bicameral se asentó, por vez primera, en nuestro país.

Qué afortunado revisar que la esencia del Senado era esa precisamente, una Cámara de ponderación, una Cámara de recato, una Cámara que actuara por el bien del país.

Y por eso insisto en que no se debe perder, de ninguna manera, esa esencia del Senado mexicano.

A mí me preocupa los discursos alterados y entreverados, que se vale que, en el discurso, con entusiasmo, puedan ir hasta los extremos, sin que se afecte el honor, la honra y el límite del respeto del otro.

Sí escuchamos al uno, sí escuchamos al otro, sí escuchamos los otros. Eso hacemos en el Grupo Parlamentario de Morena, porque eso es lo que nosotros creemos.

Estamos convencidos de que no hay otra alternativa para poder transformar y lograr el buen puerto, o llegar al puerto deseado que nos hemos propuesto desde hace décadas, y que ahora nuestro sueño se está realizando al consolidar y cristalizar nuestras aspiraciones democráticas y legítimas.

No podemos dar paso ni a la injuria, ni a la difamación, ni a la ofensa, ni al insulto. Y este Senado no puede permitir que se conviertan en la clave del éxito político del discurso.

Porque, estoy convencido que aquella pasión e incluso cargada de insultos, en el discurso puede lograr simpatía temporal de los electores o de quienes los observan, pero nunca tendrán su confianza; porque la gente no quiere que la ofensa, la diatriba, el insulto, sean las claves del éxito político. Y, nosotros nos ubicamos en el lado correcto de la dinámica y de la filosofía.

Por eso insistimos en que no podemos ir a callejones sin salida, a caminos sin retorno y por eso, deseamos que esta Cámara sea eco, sea un fruto que logremos en el consenso y que logremos sacar adelante a nuestro país.

Voltaire, un enciclopedista francés, gran enciclopedista, junto con Diderot, sostenía, y con razón, que precisamente las pasiones y la discordia, cegaba la razón. La discordia es –decía él– el mayor mal de la humanidad y el único remedio para este mal, es la tolerancia, la tolerancia.

Y nosotros en Morena, sostenemos que la tolerancia, el respeto y la pluralidad son el único remedio para sacar a México adelante.

Lo decimos por convicción y con emoción. México es mucho país, no debe de extrañarle a nadie que somos un movimiento social surgido del reclamo y el hartazgo de malos gobiernos y de saqueos. Y no debe extrañarle a nadie, que al formar parte de este movimiento, nos hemos comprometido con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañarlo todos los días en sus decisiones, con razones, con argumentos, con consejos, con una simpatía natural; porque ahí nos formamos y por eso defendemos con vehemencia y pasión, lo que hasta ahora ha hecho el Presidente López Obrador.

Por esa razón, en Morena no expresamos discursos dobles. No les damos la mano y por el otro, los insultamos, no tenemos dobles discursos en el Grupo Parlamentario de Morena.

Hablo del Poder Legislativo, no hablo de mi organización política ni menos de mis dirigentes políticos, a quienes respeto; pero el día que empecemos a diferenciar lo uno de lo otro, podremos sacar adelante el quehacer que la ciudadanía, que el pueblo de México nos exige. Sí hay trabajo.

Pero debo, perdón, debo decir por último, sólo como ejemplo. Ha sido una Cámara fructífera.

En la Primera Legislatura, 60 por ciento de productos legislativos se aprobaron por unanimidad; 40 de mayoría. Pero más aún, en esta Legislatura hemos aprobado por unanimidad el 80 por ciento de productos legislativos, 80 por ciento; y sólo el 20 por mayoría.

Ayer, un ejemplo, 16 productos, 13 decretos modificando leyes, las 13 por unanimidad; 2 decretos: salida de tropas, los dos por unanimidad. Sólo uno nos distanció: la ratificación del Embajador de República Dominicana, que no sólo fue por asuntos políticos, sino por animadversión que se fue generando en el movimiento político.

Por eso, muchas gracias a todos.

Les expreso a cada uno, mi reconocimiento, y estoy seguro que los años que nos restan habremos de construir con unanimidad o mayorías calificadas, lo que el pueblo de México exige.

Saludos a todos.

Buenas tardes.