Versión estenográfica del Acto de Reconocimiento al Doctor Édgar Corzo Sosa, como Presidente de los Presidentes de todos los Comités de Derechos Humanos de la ONU, encabezado por el senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política

SENADOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias.

Le quiero dar la bienvenida a todos y a todas, este día. Esta ceremonia ha sido convocada con un propósito claro: expresar nuestro reconocimiento al doctor Édgar Corzo Sosa, presidente de los Presidentes de todos los Comités de Derechos Humanos de la ONU.

Hemos acordado los coordinadores de grupos parlamentarios, que le otorguemos la palabra a Alfredo, representante de la UNAM, y posteriormente al doctor Édgar, si les parece bien.

Adelante, doctor Alfredo Sánchez Castañeda. Lo puede hacer desde aquí o si quieren está la Tribuna en la parte baja.

DOCTOR ALFREDO SÁNCHEZ CASTAÑEDA: Muy buenas tardes a todos ustedes.

Saludo al senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política.

Saludo al senador Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

Saludo a la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.

Saludo también a la senadora Kenia López Rabadán, del Partido Acción Nacional.

Saludo a la senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano.

Al senador Rogelio Israel Zamora Guzmán, del Partido Verde Ecologista de México.

Saludo al doctor Édgar Corzo Sosa, presidente de los Presidentes de los Órganos de Tratados de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.

Saludo a todos los reunidos en este recinto histórico.

Saludo a los familiares del doctor Édgar Corzo.

Y, me voy a permitir saludar a los invitados especiales del doctor Édgar Corzo, muchos de ellos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

La razón que nos reúne el día de hoy en este emblemático salón, del que me honra estar presente, es el reconocimiento al doctor Édgar Corzo Sosa, por su merecida designación como presidente de los Presidentes de los Órganos de Tratados de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.

Desde el año 2019, el doctor Corzo Sosa fue elegido integrante del Comité para la Protección de los Derechos de todos los trabajadores Migrantes y sus familiares. Dicha función la tiene para los años 2020 a 2023; sin duda, debido a su destacado trabajo, realizado en dicho Comité, sin duda a la interlocución que logró tener con los diferentes integrantes del Comité de nuestros diferentes Continentes, ya sea de Asia, ya sea de África, ya sea de Europa, ya sea de América; lograron que tuviera una trayectoria destacada en el mismo.

Y, sin duda, fue el elemento que le permitió para que fuera electo, de manera secreta, en la reunión de los Diez Comités de Naciones Unidas, para que presidiera los mismos.

Bajo dicha responsabilidad, el doctor Édgar Corzo se va a encargar de coordinar las acciones del Comité de Derechos Humanos; del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; del Comité para la Eliminación de la Discriminación; del Comité contra la Tortura; del Comité de los Derechos del Niño; del Comité del cual él pertenece, de los Trabajadores Migrantes y sus Familiares; del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad; del Comité contra las Desapariciones Forzadas; y del Subcomité para la Prevención de la Tortura.

Habría que decir que dichos comités están integrados por 14 personas, todos representantes independientes y distinguidos de la comunidad internacional.

El hecho de que el doctor Edgar Corzo se encuentre actualmente como Presidente de presidentes, sin duda se debe a su larga y exitosa trayectoria, tanto académica como profesional.

El Edgar Corzo realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México; realizó estudios de maestría en la Universidad de Paris I Panthéon-Sorbonne.

Realizó sus estudios de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid en el año de 1997.

Y, durante estos años ha tenido una serie de reconocimientos muy importantes académicos en diferentes países de nuestro globo terráqueo; entre ellos: Alemania, Costa Rica, España, Francia y Canadá.

Así, al lado de esta exitosa trayectoria académica, el doctor Corzo ha realizado funciones muy importantes en los diferentes poderes de nuestra nación, ya que fue Director General de Relaciones Internacionales del Poder Judicial de la Federación.

Estuvo como Quinto Visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en donde, entre otras funciones, le tocó atender el programa de trabajadores migrantes, los agravios a periodistas, los agravios a defensores civiles, así como en su último año que estuvo en la Comisión Nacional, le tocó seguir la primer gran caravana migrante de centroamericanos, de aproximadamente más de 10 mil personas. Le tocó hacer ese recorrido desde Chiapas, si no me equivoco, hasta la frontera norte.

Ha integrado también la Delegación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que formuló observaciones en relación con el Tercer Informe del Estado Mexicano, ante el Comité de Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migrantes y de sus Familiares en Ginebra, Suiza.

Ha participado también en solicitudes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, relativas en este caso también con trabajadores migrantes.

Ha colaborado y ha presentado escritos de (inaudible) así como la elaboración de dictámenes solicitados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y también ante Tribunales de los Estados Unidos a favor de periodistas y de personas en contexto de migración.

Quiero decirles que, a nombre del doctor Enrique Graue, rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, agradezco el reconocimiento que esta soberanía realiza al doctor Edgar Corzo, al ser distinguido como Presidente de los Presidentes de los Organismos de Tratados de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas; en donde, sin duda, su labor va a contribuir en el fortalecimiento de los órganos no jurisdiccionales de defensa de los derechos humanos y, sin duda, va a poner muy en alto el nombre de nuestro país.

Muchísimas gracias.

SENADOR RICARDO MONREAL: Ahora le corresponde el turno al doctor Edgar Corzo Sosa, presidente de los Presidentes de todos los Comités de Derechos Humanos de la ONU.

Adelante, doctor.

DOCTOR EDGAR CORZO SOSA: Con su venia, Presidente.

Muy buenas tardes.

Senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Movimiento de Regeneración Nacional.

Doctor Alfredo Sánchez Castañeda, abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México, en representación del doctor Enrique Graue Wiechers, Rector de mi Universidad.

Senador Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

Senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.

Senadora Kenia López Rabadán, en representación de la coordinación del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.

Senadora Patricia Mercado Castro, en representación de la coordinación del Grupo Parlamentario del Partido Movimiento Ciudadano.

Senador Rogelio Israel Zamora Guzmán, en representación de la coordinación del Partido Verde Ecologista de México.

Amigas y amigos todos:

Vayan mis primeras palabras de agradecimiento a esta Honorable Cámara de Senadores por otorgarme, el día de hoy, un reconocimiento por mi reciente nombramiento como presidente de los presidentes de los Comités de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

Para mí, constituye una alta distinción que mucho me honra, pero que también mucho me compromete.

Tengan ustedes la seguridad que este aliciente me inyecta de nuevas energías para continuar trabajando con más ahínco y para dejar muy en alto el nombre de nuestro país.

Mi vinculación con los derechos humanos es de larga data. Ahora, sólo me referiré a mi primer acercamiento a los derechos humanos desde las Naciones Unidas.

Durante algunos años, cada vez que mi maestro, el doctor Héctor Fix-Zamudio, gran investigador universitario, se ausentaba para asistir a Ginebra, dos veces al año, a la Subcomisión para la Prevención de Discriminaciones y la Protección de Minorías de la Comisión de Derechos Humanos, hoy en día Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, me pedía, junto a otro colega, que le ayudáramos con su clase de amparo en la Facultad de Derecho de la UNAM.

Como ustedes bien supondrán, era una encomienda muy alta que cumplíamos con gran esfuerzo y con un gran temor de quedar mal, pus nunca estaríamos ni siquiera cerca de lo que era una sola reflexión en la cátedra del maestro.

Él, con su bonhomía de siempre, a su regreso nos daba las gracias y nos contaba sus experiencias en Ginebra, pero muy sutilmente preguntaba a los alumnos si tenían alguna duda de los temas que nosotros habíamos intentado explicar.

Tiempo después, con el paso de los años, llegué a desempeñar el puesto de Quinto Visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, encargándome de los temas de migración, agravio a periodistas, y defensores de derechos humanos, y la trata de personas.

Todos estos temas son intensos y complejos. Sin embargo, el que más tiempo me ocupaba por los sucesos que estaban teniendo lugar, fue el migratorio.

Me correspondió acompañar, en protección de derechos humanos a lo largo de todo el país, a la primera gran caravana de más de 6 mil personas migrantes que atravesaron nuestro territorio nacional.

A partir de ahí, el tema migratorio ha sido una de mis grandes preocupaciones y debo reconocer que constituyó la base para lo que es ahora mi participación en la Organización de las Naciones Unidas.

De esta manera, gracias a la propuesta del Gobierno Mexicano, la Asamblea General de las Naciones Unidas me nombró integrante del Comité de Trabajadores Migratorios, teniendo la oportunidad de compartir esfuerzos y visiones con otros 13 colegas de diferentes partes del mundo.

Este Comité, como ustedes bien lo sabrán, monitorea el cumplimiento de las obligaciones internacionales derivadas del convenio internacional para la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares, razón por la cual tenemos frecuentemente lo que llamamos diálogos constructivos con los diferentes estados que han ratificado la Convención Internacional.

La pandemia nos afectó a todos y Naciones Unidas no fue la excepción; así, durante dos años sorteamos los desafíos propios de las limitaciones inherentes a la realización de actividades en línea. Hasta que, a finales del año pasado, pudimos reunirnos presencialmente y como se dice coloquialmente: nos vimos las caras. Tuvimos tiempo para conocernos más y compartir vivencias del trabajo diario, en grupo.

Gracias al apoyo de mis compañeros del Comité, a quienes mucho agradezco su confianza, a finales de marzo de este año fui electo Presidente y, desde entonces, dirijo sus trabajos, junto con tres vicepresidentes y un relator.

Ahora, tenemos grandes desafíos y desafortunadas noticias, como los hechos ocurridos recientemente en la frontera de Marruecos y España, que provocaron la muerte de al menos 23 migrantes. Y las más de 46 personas migrantes que fueron encontradas muertas en la parte trasera de un tráiler, en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

Los estados nacionales tienen que asumir su corresponsabilidad, para evitar hechos tan lamentables como las tragedias, que no deben volver a suceder. Deben trabajarse garantías de no repetición, no es sólo responsabilidad de un solo Estado: la comunidad internacional debe seguir encontrando soluciones a problemas que derivan del hambre y las violencias.

Mi solidaridad y fraternidad con las familias de las personas fallecidas y lesionadas.

Solicito, con todo respeto, a esta Soberanía, y en memoria de las miles de personas migrantes que cada año pierden la vida en el mundo, por buscar mejores condiciones para ellas y sus familias, un minuto de silencio, señor Coordinador.

(MINUTO DE SILENCIO)

Muchísimas gracias.

No cabe duda que uno de los temas preocupantes que surgen de estos sucesos, es el comercio que se produce con el traslado de personas que se encuentran con necesidades apremiantes y que buscan alcanzar una mejor vida, en otro lugar distinto al de su origen.

El tráfico de personas se ha convertido en una de las causas más preocupantes de la muerte de las personas migrantes y, por tanto, soy de la opinión que debe constituir un tema de la agenda de los gobiernos, en donde se requiere el mayor grado de cooperación internacional.

Motivo de mi nombramiento como Presidente del Comité de Trabajadores Migratorios, me corresponde ahora dirigir los trabajos de lo que llamamos la Presidencia de las Presidencias de los nueve Comités y un Subcomité de Derechos Humanos de la ONU. En estos diez Comités se agrupan los más trascendentes temas de derechos humanos.

Pero, ¿y qué representa esta nueva posición?

Antes que nada, un gran honor, pues se trata de la reunión más importante sobre derechos humanos que hay a nivel global; pero al mismo tiempo, una gran responsabilidad, pues trabajar al lado de los restantes nueve presidentes, es mantener la comunicación y el diálogo sobre los temas comunes y los desafíos que enfrentamos, que no son pocos.

Al mismo tiempo, considero que es una gran oportunidad para nuestro país, pues un mexicano, el primero, nacido en Cosamaloapan, Veracruz, se encuentra al frente de los trabajos y preocupaciones comunes, de las relevantes tareas que cumplen los Comités de Derechos Humanos.

Recientemente, en Nueva York, por ejemplo, estuvimos reunidos y aprobamos un documento denominado “Conclusiones”, a partir del cual estoy seguro, se producirá un cambio crucial en el sistema de órganos de tratados; lo que no se había producido en años y mucho de esperaba.

Abordamos básicamente tres temas: Predictibilidad del calendario del monitoreo de las obligaciones internacionales; armonización de los métodos de trabajo que ocupamos; y mejoramiento de las herramientas digitales.

Desde el Comité, hemos tenido experiencias en el trabajo con senadores. Por ejemplo, el año pasado en plena pandemia sostuvimos un diálogo muy productivo con el Senado del Estado de Chile. Este Senado se encontraba discutiendo unas reformas a la Ley sobre Migración.

Considero, nuevamente con todo respeto y con independencia del análisis que constitucionalmente se realiza de la política exterior mexicana, que bien valdría la pena que cuando esta Soberanía esté discutiendo una ley o una reforma a una ley que tenga relación con algún derecho humano, valoren la posibilidad de acudir al Comité de Derechos Humanos respectivo para tener un intercambio de opiniones basado en los estándares que dicho Comité haya establecido. Es una manera muy constructiva de contribuir al mejor entendimiento de los derechos humanos.

Todo lo que hasta ahora soy, se lo debo a mi formación familiar, a mi esfuerzo personal; pero también, sin lugar a ninguna duda, a mi universidad: la Universidad Nacional Autónoma de México, pues, sin ella, nada de lo que me está pasando hubiera sido posible.

Y dentro de la UNAM, estoy muy agradecido con mi facultad de derecho, donde estudié.

Y qué decir con mi Instituto de Investigaciones Jurídicas donde me formé, y con el cual tengo una gran deuda institucional que nunca terminaré por corresponder lo suficiente.

Ahí estaré hasta el momento en que mis fuerzas se acaben y espero que falte mucho para que ello suceda.

Señor abogado general: Le pido encarecidamente que transmita mi agradecimiento y reconocimiento al señor rector Enrique Graue, por contar con tan digna representación en este evento, y también le transmita nuestra más calurosa felicitación por el Doctorado Honoris Causa que estará recibiendo este mismo día por parte de la Universidad Nacional de Córdova, en Argentina.

Quiero terminar recordando a mis padres, Rita María y Ángel Manuel, donde quiera que se encuentren.

Agradecer a mi esposa Graciela y a mis hijas, María Graciela y Marieli, por ser parte de mi existencia.

Y a mis hermanos, Ángel Ricardo y Julio César, por el acompañamiento de vida que hemos tenido.

Muchas gracias.

PRESENTADORA: Pedimos ahora al senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, dirigirnos un mensaje.

SENADOR RICARDO MONREAL: Quisiera saludar con respeto y aprecio, en primer lugar, al doctor Edgar Corzo Sosa, motivo de nuestra reunión extraordinaria y solemne que sostenemos en el Senado.

Saludo al doctor Alfredo Sánchez, abogado general de la UNAM.

Al senador Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI.

A la senadora Geovanna Bañuelos, coordinadora del Grupo Parlamentario de PT.

A la senadora Kenia López Rabadán, del Grupo Parlamentario del PAN.

A la senadora Patricia Mercado, del Grupo Parlamentario de MC.

Al senador Rogelio Israel Zamora Guzmán, del Grupo Parlamentario del Partido Verde.

Y quisiera saludar también la presencia de los senadores Elí Cervantes de San Luis; Adolfo Gómez de Oaxaca; Cristóbal Arias de Michoacán; la senadora Bertha Caraveo, Chihuahua; Cora Cecilia, Nayarit; Faustino López, de Tamaulipas; Rosa Elena Jimenez, Nayarit; la senadora Claudia Anaya. Bienvenidas y bienvenidos.

También saludar a la presidenta del Tribunal Superior Agrario, Maribel Méndez de Lara; al maestro Giovanni Lepri, representante de ACNUR en México; a la maestra Dana Graber Ladek, jefa de la misión de OIM México; al doctor Fernando Batista Jiménez, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana; también a la doctora Graciela Sandoval Vargas, coordinadora en la Oficina General de la UNAM.

Con respeto, saludo a la familia del ahora reconocido por el senado, doctor Edgar, a su esposa, a su hija, a sus familiares del doctor Edgar Corzo Sosa.

Expreso, a nombre del Senado, nuestro beneplácito por este reconocimiento.

Celebro la relevancia y el significado que tiene para nosotros y para el país que el doctor Edgar Corzo Sosa, destacado jurista, defensor de derechos humanos, maestro de la Facultad de Derecho de la UNAM, haya sido nombrado por sus pares Presidente de los Presidentes de todos los Comités de Derechos Humanos de la ONU.

Hace unos días conversé con el doctor Ernesto Villanueva Villanueva, y conversábamos sobre la importancia de otorgar este reconocimiento.

Dada la relevancia y el significado que tiene para todos nosotros, para el país, que el doctor Corzo Sosa haya sido nombrado así.

Su nombramiento es una gran distinción, en efecto, y una mayúscula responsabilidad.

Y nuestro deseo es que su trabajo incida en la vida de millones de personas de toda condición, especialmente las niñas, los niños, los adolescentes, las mujeres, los trabajadores migratorios y sus familiares, las personas con discapacidad y las víctimas de discriminación racial, tortura y desaparición forzada.

Confiamos en que su labor al frente de estos comités contribuya a potencializar, a potenciar su actividad para el fortalecimiento del sistema universal de protección de los derechos humanos, a fin de alcanzar el objetivo central de difundir y poner a salvo los derechos humanos y los derechos económicos, sociales y culturales.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos cumplirá 74 años en este 2022, y es, según algunas referencias, el documento más traducido del mundo. Hay que celebrarlo.

Pero también tener presente que, entre la Declaración, siempre bienvenida y la realidad, persiste todavía un gran abismo. El mundo, las naciones y quienes desempeñamos responsabilidades públicas tenemos una gran deuda con los derechos humanos.

Por ejemplo, a estas alturas pareciera imposible que el derecho a la vida y a la libertad los dos grandes y esenciales derechos humanos sigan siendo tan vulnerables y tan vulnerados, lo mismo puede decirse de otros derechos, entre los que destaco, el derecho a un medio ambiente sano y sustentable.

En 50 años, el planeta puede ser otro al que conocemos, al que conocíamos y al que aún tenemos, si seguimos siendo depredadores de nuestra propia casa.

Tenemos que garantizarles a nuestros jóvenes y a las nuevas generaciones, la sostenibilidad del medioambiente, en los términos de los Objetivos del Milenio e incluso ir más allá con la persistencia y la sistematización que se requiera.

Tenemos que atender el desafío del cambio climático, lo contrario, sería una enorme irresponsabilidad. Debemos integrar muchos esfuerzos y conocimientos, porque preservar el medioambiente es derecho, necesidad y obligación de todos.

La falta de respeto a los derechos humanos, no sólo ocurre en regímenes autoritarios; también los países democráticos hemos fallado en su promoción, defensa y protección. Nuestras debilidades institucionales y la falta también de voluntad sostenida y eficaz, han hecho que en países, naciones, se encuentre la omisión y la indiferencia ante las conductas criminales que azotan a millones de personas de ese Estado Nación.

El tema fundamental que hoy nos ocupa, me parece fundamental. En nuestro país, este es un ineludible desafío: los derechos humanos. Los Estados nacionales tienen la responsabilidad no sólo de respetar y proteger los derechos humanos; sino también de realizarlos, es decir, adoptar medidas positivas para facilitar su disfrute.

Los homicidios, feminicidios y desapariciones, la trata de personas, el tráfico de migrantes, las agresiones a periodistas, a los defensores de derechos humanos y ambientalistas; son crímenes que no pueden aceptarse y son crímenes que deben de combatirse, sin tregua y sin parangón, como una medida ejemplar para evitar su reincidencia.

Estamos precisamente ahora, de luto por el homicidio de otro periodista, Antonio de la Cruz, del periódico Expreso, de Ciudad Victoria, Tamaulipas. La impunidad no debe premiar nunca a un asesino, material ni intelectual.

Además, cuando el crimen pretende acallar el ejercicio del periodismo, entre otros efectos, se quiere obligar a los informadores a la autocensura para salvar la vida, es inaceptable; porque si se maniata la libertad de expresión, todos perdemos.

Nos parece correcto que hoy se haya traído este asunto criminal por la Fiscalía General de la República. Deseamos que se aclare con rapidez este horrendo crimen, que se suma a lo de miles de personas, lamentablemente.

Tenemos que combatir estos y todos los crímenes con el derecho, con las instituciones, con toda la fuerza del Estado.

Para lograrlo, la Nación tiene que convertirse en un instrumento eficaz; el Estado tiene que cumplir con su responsabilidad.

El principio de igualdad ante la ley es la condición para que todos disfrutemos de los derechos humanos, y somos servidores públicos y debemos mantener un irrenunciable compromiso por el respeto y la protección de los derechos humanos.

Quiero, pues, felicitar al doctor Edgar Corzo Sosa por su nueva responsabilidad, tan desafiante como prometedora.

Muchas gracias a todas, a todos por su presencia y participación en el reconocimiento que hoy hace el Senado al primer mexicano en ser Presidente de los Presidentes de todos los Comités de Derechos Humanos de la ONU.

Mucho éxito, doctor Sosa.

Bienvenido y aquí en el Senado estaremos pendientes de su labor y de su trabajo.

Felicidades.

PRESENTADORA: Acto seguido, el senador Ricardo Monreal Ávila, en compañía del presídium, hará entrega del reconocimiento al doctor Edgar Sánchez Sosa.

SENADOR RICARDO MONREAL: Doctor, a nombre del Senado, entregamos el reconocimiento.

Felicidades.

DOCTOR EDGAR CORZO SOSA: Gracias, senador. Muy amable.