Versión estenográfica de la participación del senador Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, en la discusión sobre la importancia de establecer en el Código Penal Federal la imprescriptibilidad de los delitos sexuales cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes, en la Sesión Ordinaria de esta Soberanía
Ciudadano Presidente.
Ciudadanas legisladoras.
Ciudadanos legisladores.
Lo que hoy estamos haciendo, aprobar este proyecto, es verdaderamente encomiable. Ya era hora.
Han sido muchas décadas de impunidad y ahora este Congreso, por vez primera, con mayoría legislativa de izquierda, ha logrado poner en relieve esta modificación.
Normalmente no se dedican las intervenciones a nadie, pero yo quiero dedicárselas a tres personas con nombres ficticios: a Luis Carlos, Alejandro, a Esther. Ahora jóvenes profesionistas, brillantes, que padecieron los estragos del abuso sexual, que padecieron la infamia y la conducta deleznable de los suyos, de sus familiares.
Han callado 20 años y algunos de ellos incluso, muchas de las víctimas, han intentado suicidarse. No sólo la depresión, no sólo el sentimiento este que te ahoga y te genera un quebranto permanente; sino incluso siempre la posibilidad de salir por la puerta falsa.
Esta reforma, de la cual también soy coautor, junto con otros compañeros senadores y senadoras, es trascendente. Una organización internacional, Save The Children, ha insistido mucho sobre la imprescriptibilidad de la pena en el caso de abuso de menores.
Incluso, la ONU, la FAO, relacionado con todos los instrumentos internacionales, habla sobre el abuso sexual infantil, que constituye una actitud verdaderamente cuestionable de un adulto o incluso de un niño, contra otro niño o contra otra niña, que se ve forzada, amenazada o por medio de presiones, aceptar actividades sexuales que se consideran abusos sexuales.
La transgresión del abuso sexual, implica la imposición de comportamientos, de contenido sexual por parte de una persona adulta o incluso, repito, menor de edad, hacia un niño o niña, realizado en un contexto de desigualdad o asimetría de poder, generalmente a través del engaño, la fuerza, la mentira, la manipulación.
Constituye un abuso sexual imperdonable.
¿Qué es la prescripción?
La prescripción en el sistema jurídico mexicano, es la pérdida de derechos o bien, el olvido de la pena y la inaplicabilidad de la pena por el simple transcurso del tiempo. Si ya pasaron cinco, diez años, ya no puede ser responsable del abuso sexual cometido contra niños.
De eso se trata esta reforma: de no permitir que prescriba esa sanción contra el agresor.
La imprescriptibilidad, que no es tan fácil en el sistema jurídico mexicano aceptarla, debe de ser aprobada con urgencia en nuestro país, en este caso de delitos sexuales.
Varias partes del mundo están insistiendo en esta reforma, ¿con qué propósito? Evitar que el no descubrimiento del delito, deje a la víctima menor de edad en total indefensión y permita la impunidad del agresor.
¿Cuáles son las secuelas psicológicas, físicas que los delitos sexuales cometidos contra menores generan?: Toda su vida destruida.
No sólo los que fueron agredidos sexualmente, sino los padres de ellos, las madres de ellos, y todo su círculo familiar padece por siempre esta conducta deleznable del agresor.
Termino, Presidente.
Es una forma grave de violencia contra los niños y niñas.
¿Qué delitos sexuales se plantean que sean imprescriptibles?: La violación, el abuso sexual, el hostigamiento sexual, el estupro, la corrupción de menores, el lenocinio, el incesto, la pornografía infantil, la explotación sexual comercial, el turismo sexual, que en nuestro país sigue siendo una actividad preponderantemente económica y protegida.
Por eso, el paso que estamos dando es de los más relevantes que esta Legislatura haya dado en las últimas décadas, y por eso la mayoría legislativa está consciente.
Lo aprobó incondicionalmente, pugna porque sea una realidad y se aplique de inmediato contra los agresores, sin tomar en cuenta el tiempo de la agresión.
Con esta Reforma, podrán los jóvenes de 20, de 30, de 40 años, demandar a su agresor, sea su tío, sea su hermano, sea su cuñado, sea su vecino.
Ya es hora de la justicia para niños y niñas de este país.
Saludos y enhorabuena.
Gracias, señor Presidente.