Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la ceremonia de reconocimiento a la trayectoria del grupo musical “Enjambre”
Muchas gracias a todos, a todas las personas que se han dado cita aquí, en esta plaza, en este recinto, el más alto de la patria, de nuestro país. Y, especialmente a quienes viajaron desde lejos para estar presentes.
No pudimos aceptar todas las invitaciones o personas que querían asistir, por la dimensión del Pleno; pero están viéndolo por redes digitales, por el Canal del Congreso y sólo hicimos una relación al azar de algunos fans, de pocos fans que tiene este grupo Enjambre.
También vinieron desde Fresnillo, Zacatecas, de donde somos originarios tanto Enjambre como yo.
Quiero darles la bienvenida a todos.
Me da mucho gusto recibir en este recinto a Luis, a Julián, a Rafael y a Ángel, mis paisanos integrantes de Enjambre, una agrupación musical cuya trayectoria, merecidamente, reconoceremos este día en el Senado de la República. También saludo a Robbie, su manager.
La carrera de Enjambre habla de jóvenes perseverantes que, a pesar de las dificultades propias de la vida, supieron mantenerse unidos y constantes en sus aspiraciones de compartir su música con el mundo.
Saludo también a su familia, a sus papás, a sus mamás, a sus hermanos.
No hay duda de que su trayectoria merece ser reconocida. Enjambre ha producido siete discos, cada uno distinto del anterior, mostrando la capacidad de los integrantes de la banda para evolucionar, para reinventarse pero sobre todo, para plasmar el contexto y la realidad que los rodea.
Han participado en festivales, muchísimos festivales, como el Vive Latino o presentaciones en el Palacio de los Deportes, en el Auditorio Nacional o en plazas abiertas. Su canción “Dulce Soledad”, ha sido reproducida 72 millones de veces, en sólo una de las plataformas digitales; es decir, su talento y su esfuerzo son indiscutibles.
Aunque ya conocía yo su música, las reacciones que este acto despertó, especialmente entre los jóvenes, me sorprendió gratamente.
Con la intención de que durante este acto de reconocimiento estuvieran presentes las y los fans de la banda, abrimos una convocatoria en redes sociales para que las personas nos contaran de manera viva su experiencia, la música de Enjambre cómo marcó su vida.
El número de testimonios que recibimos fue vasto y las historias que nos contaron son verdaderamente emotivas; demostrando que una banda, una canción, un disco, un concierto, una sola canción puede, literalmente, cambiar una vida.
Para Mariana, para Ilse, para Mauricio, para Néstor, para Carlos y para mucho más, Enjambre significó su más importante motivación para acercarse al estudio de la música.
Es importante recordar que, como bien se afirma, una joven o un joven que toca un instrumento, difícilmente tocará un arma.
Por eso no debemos dejar de reconocer el talento musical, como es debido; y tenemos que hacer un esfuerzo para fortalecer las políticas públicas que permitan que otros jóvenes puedan hacer de la música una forma de vida.
El talento que surge en contextos adversos es especialmente admirable, y representa la resistencia cultural contra los aspectos negativos del día a día, logrando armonizar el ambiente que vive la sociedad.
Quienes tuvimos el privilegio de nacer en Fresnillo, en Plateros, Zacatecas, sabemos que es una ciudad que mantiene sus rasgos de provincia, que por momentos nos amenaza arrebatárnoslo la delincuencia y el crimen, pero no lo vamos a permitir.
Somos un municipio pequeño. La vida sigue siendo íntima, las familias nos conocemos y nos cuidamos entre nosotros.
Es un lugar, dicen muchos de otros lugares, es un lugar difícil de entender para sus visitantes, pero entrañable para quienes ahí crecimos en la ciudad de los sábados perpetuos.
Enjambre es muestra viviente del talento y del carácter que nos han entregado estos jóvenes, grandes artistas y personalidades, para el orgullo de México.
Por todo esto, hoy el Senado de la República reconoce el trabajo de Enjambre, esperando que sirva como motivación para que continúen inspirando a través de su música y para que los miles de jóvenes que hoy están aprendiendo a tocar un instrumento y que tienen el sueño de algún día llegar a los escenarios, puedan hacerlo y puedan lograrlo. Aquí está el ejemplo de Luis, Julián, Rafael, Ángel y Rubí.
Enhorabuena. Sigan adelante.
Y tenemos una invitada especial, que yo quiero también destacar: Adhara Pérez. Esta niña tiene 10 años, es amiga mía, yo la quiero mucho.
Y ya estudia dos carreras universitarias en ingeniería. Ella, esta niña, su coeficiente intelectual es de 162 IQ; dos puntos por encima de Albert Einstein. Su sueño es convertirse en astronauta de la NASA.
Adhara terminó la primaria a los cinco años; a los seis y medio la secundaria, y a los ocho concluyó el bachillerato. Ahora estudia dos carreras en línea: ingeniería industrial en matemáticas e ingeniería en sistemas.
¿Y saben con quién se inspira? Con la música de Enjambre. Nada más y nada menos.
Por eso la invité a ella y a su mamá, y el Senado ha abierto sus puertas para este merecido reconocimiento a estos jóvenes talentosos de la música.
Bienvenidos a la Casa del pueblo, a la Casa de la Patria Mexicana. Bienvenidos.
También vienen muchos jóvenes de grupos, de grupos musicales. Hace unos días tuve la suerte también yo de convertirme en rapero porque grabé un disco con Ricardo y José, pero eso no lo voy a enseñar pronto.
Pero no soy de talento; soy aficionadito chiquito, pero ellos sí son de gran talento y por eso invité a muchos jóvenes que son de bandas, que se inspiran en el grupo Enjambre. Muchos que están viéndonos a través de la televisión o a través del mundo digital.
Un aplauso a estos grandes artistas mexicanos.