Versión estenográfica de la Ceremonia de Homenaje a las y los Migrantes Mexicanos que radican en Estados Unidos, organizado por la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, que preside el senador Ricardo Monreal Ávila, llevada a cabo en el Patio del Federalismo de esta Soberanía
MODERADORA: A continuación, escucharemos la presentación de la importante obra editorial, titulada “Drama y Odisea de la Migración Mexicana”, en voz de su coautor, el licenciado Heriberto Galindo Quiñonez.
LICENCIADO HERIBERTO GALINDO QUIÑONEZ: Muy buenos días, a todas y a todos.
Aprecio la presencia del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, y expreso mi agradecimiento por todo su apoyo para la realización, no solamente de este evento; sino para los logros que por unanimidad las y los senadores de la República, aprobaron en homenaje a las y los migrantes mexicanos.
Aprecio la presencia de la presidenta Caraveo, de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios.
Y desde luego, la presencia de todos ustedes, pero en especial de la Antonio Villaraigosa, orgullo mexicano en los Estados Unidos, quien se ha desempeñado con brillantez durante ocho años como Alcalde de Los Ángeles, California.
Al finalizar el Periodo Ordinario de Sesiones, en abril de este año, el Senado de la República se cubrió de gloria al hacer un reconocimiento de la mayor justicia, a las y los migrantes mexicanos que residen en los Estados Unidos.
Nunca ha sido suficiente el reconocimiento que la sociedad mexicana y el Gobierno Mexicano les han hecho a nuestros compatriotas, como ahora lo hacemos en el Senado de la República, en la Cámara de Diputados y en el Gobierno Federal.
El sacrificio, los sufrimientos, las vicisitudes, las vejaciones, las discriminaciones y los logros de nuestras y nuestros paisanos; merecen el reconocimiento que hoy el Senado de la República, por disposición mayoritaria, total, unánime, y por determinación de la Junta de Coordinación Política, inscribe en letras doradas el reconocimiento a nuestros paisanos.
También, el Senado decretó el día de hoy como Día de las y los Migrantes Mexicanos. Y también aprobó, y pasa a Comisiones, la institucionalidad de una presea al mérito migrante, que lleva el nombre de uno de los mexicanos de mayor fuerza como investigador y como defensor de la causa; el doctor Jorge Bustamante.
Esperamos que el año entrante el Senado apruebe y asigne esa presea.
Este libro es hijo del Senado de la República. Este libro es producto de un esfuerzo del doctor Emilio Corán académico distinguido que está aquí, mexicano brillante, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; con Doctorado en la Universidad de Georgetown, de Washington D.C, donde fue profesor durante ocho años y es autor de libros.
Fue un gran colaborador mío para esta iniciativa.
Este libro es la exposición histórica de la migración mexicana, la exposición clara de los sufrimientos de las vicisitudes, de las luchas y de los logros de nuestros paisanos. Este libro recoge la opinión sentida, académica y rigurosa, para seguir defendiendo a nuestras y a nuestros paisanos. Este libro muestra la evolución y el devenir, y los retos para el presente y para el futuro; porque hay mucho que hacer y mucho que decir por las y los paisanos.
La política migratoria, tanto de los Estados Unidos como de México, tienen una deuda con los migrantes; tanto con los mexicanos como con los centroamericanos y del Caribe, que buscan trascender nuestro territorio para llegar a los Estados Unidos o para quedarse en México.
Es urgente que ambos gobiernos y los intelectuales, los especialistas y los legisladores, nos apliquemos para hacer aportaciones que dignifiquen el trato hacia los migrantes.
No podemos ser candil de la calle y oscuridad de nuestra casa. Si exigimos un trato digno y honroso a nuestros compatriotas en los Estados Unidos; tenemos que ser congruentes también con los que buscan trascender nuestro territorio para llegar a los Estados Unidos.
Ha llegado la hora de que ambas sociedades, ambos gobiernos, ambos congresistas, de ambos países, se apliquen, nos apliquemos para innovar, para hacer una política migratoria justa, humanista, legal, pero reivindicadora. Ha llegado la hora de revisar y de actuar.
Este libro, además de los aspectos históricos, pretende aportar con rigor académico y sociológico, algo para esa búsqueda.
Tiene propuestas, coincidentes algunas con las que ha propuesto el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Tiene exigencias y por eso, celebro la presencia de Antonio Villaraigosa; porque él siendo hijo y nieto de mexicanos, habiendo nacido en uno de los barrios más pobres de Los Ángeles, desde su etapa de estudiante de Preparatoria, como líder estudiantil y como líder parlamentario en los Estados Unidos, ha luchado y ha defendido la causa de las y los migrantes. Y la va a seguir defendiendo, y con su influencia estoy seguro que podrá impulsar avances mayores en la legislación de los Estados Unidos.
Recientemente, el Presidente Joe Biden envió una iniciativa de reforma y el Congreso, la Cámara de Representantes la aprobó parcialmente. Hay una lucha que dar en el Senado de los Estados Unidos, es un avance esta iniciativa aprobada, parcialmente; pero no es suficiente, y tenemos que seguir luchando, desde aquí y desde allá, y ese es mi llamado también al compañero Villaraigosa, que nos honra con su presencia.
Este libro, esperamos que sea de su agrado, de su aceptación y que podamos presentarlo en distintas ciudades expulsoras de migrantes en México, y en las distintas y más importantes ciudades de los Estados Unidos, donde abundan más de 36 millones de seres humanos de ascendencia mexicana.
Ese es el tema, y el reconocimiento, porque este año llegarán –así se calcula– alrededor de 50 mil millones de dólares que nuestros compatriotas aportan. Aportan y fortalecen la economía de Estados Unidos; aportan y fortalecen la economía de México.
Y no es exagerado decir que con esas aportaciones que favorecen a sus familias, han evitado estallidos sociales, que serían muy lamentables.
Por eso, este reconocimiento que hoy hace el Senado de la República y que no me cansaré de reconocer a todas las senadoras y los senadores, porque apoyaron estas iniciativas por unanimidad.
Y reitero mi reconocimiento, senador Ricardo Monreal.
Gracias a las y a los senadores, y esperamos que la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, haga lo propio en fecha próxima.
Gracias por su atención, gracias por esta oportunidad y ¡que vivan las y los migrantes mexicanos!
MODERADORA: Agradecemos la valiosa e importante presentación del licenciado Heriberto Galindo.
Señoras y señores, nos dirige su mensaje el Presidente de la JUCOPO, el senador Ricardo Monreal Ávila.
SENADOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias.
Quisiera saludar con afecto, respeto, a los senadores, a las senadoras, a las diputadas, a los académicos que hoy nos acompañan.
A la presidenta de la Comisión de Asuntos Fronterizos, la senadora Bertha Caraveo; también al senador Eduardo Ramírez, de Chiapas, que sabe bien el problema que está sufriendo el país en aquella zona fronteriza; de Miguel Ángel Mancera, bienvenido.
Quisiera destacar de manera muy especial, también, la presencia de la senadora Beatriz Paredes, que hace unos meses sufrió un accidente y ahora se reincorpora al Senado, aunque siempre ha estado vía zoom, pendiente de los trabajos del Senado, pero ella ha contribuido en gran parte también a este evento y a este acto.
También, quisiera saludar a las diputadas; mi paisana Amalia García, bienvenida, y a Eva, que es diputada migrante, también bienvenida.
A los juristas que aquí están, a magistrados, a estudiosos del tema migratorio, académicos, como mi amigo el doctor López Betancourt y Emilio Coral, coautor de este libro.
A todos y a todas les expreso mi reconocimiento y mi felicitación por compartir este día.
Celebro que hoy, Día Internacional del Migrante, el Senado de la República rinda este homenaje, y lo rinda a los mexicanos, a las mexicanas que han emigrado, así como a toda la población migrante del mundo.
Por eso, es importante reconocer y aplaudir que el día de hoy la placa y las letras que develaremos en honor de ellos, está presente ese sentimiento en este Recinto para decirles una y otra vez: Gracias, gracias, gracias. Y para expresarles de manera permanente nuestro reconocimiento a su esfuerzo, a su capacidad de trabajo y a su generosidad.
Heriberto Galindo, siendo senador propietario, insistió mucho. Él y yo fuimos cómplices para esto que ahora nos parece un justo reconocimiento.
Heriberto Galindo y yo propusimos este homenaje, y en este marco acordamos la presentación del libro, que ustedes ya tienen en sus manos, “Drama y Odisea de la Migración Mexicana”, escrito por él, en coautoría con el doctor Emilio Coral García, distinguido académico especializado en la materia.
Bienvenido, y este es un capítulo especial, no crean que se me ha olvidado, pero lo dejé de manera especial, a la presentación de Antonio Villaraigosa. Gracias por estar con nosotros, Toño.
Él es el hijo y nieto de migrantes mexicanos. Fue alcalde de Los Ángeles, durante ocho años; compartimos responsabilidad, siendo gobernador, él y yo, era líder de la Cámara en aquel lugar, y siempre hubo una relación de respeto, de cariño y de comprensión con el pueblo de México. Bienvenido, Toño.
También, quisiera expresarles que, a manera de reflexión, que la agendad migratoria en México es abundante. Pero hoy además es una avalancha de acontecimientos y circunstancias.
Por este motivo, quisiera expresa, sí, nuestro reconocimiento a los migrantes mexicanos por lo que hacen a favor de la Nación, a través de la solidaridad con sus familias.
Pero también quisiéramos hacer una reflexión de algunos ángulos, los más relevantes de la migración en nuestro tiempo.
Duele profundamente que, desde hace ya muchos años, más de 25 años, luego de que se reforzaran los programas de seguridad fronteriza en Estados Unidos, mueran en la frontera cada día un promedio considerable de migrantes, específicamente en montañas, en ríos, en desiertos.
Hacia esos lugares inhóspitos de alto riesgo y de climas extremos, han sido empujados los flujos migratorios desde que se empezaron a colocar muros en las zonas urbanas para frenar su tránsito.
El resultado que compartimos con algunos analistas y académicos, ha sido la muerte de migrantes por goteo, siempre constantes, todos los días. En los últimos años, el promedio de fallecimientos registrados va en aumento.
Este es uno de los ángulos más dolorosos de la migración, cuya solución sigue pendiente por parte de los gobiernos de ambos lados de las fronteras.
La mejor manera de honrar a quienes perdieron la vida en su intento migratorio, es hacer algo; padezcan un desenlace semejante.
Tenemos, también, por otra parte, la trasmigración centroamericana. Para estas personas migrantes, hermanas y hermanos nuestros, México se convirtió desde principios de este siglo, en una pesadilla y, en muchos casos, en un infierno.
Nos duele todavía que, en San Fernando, Tamaulipas, en el 2010, se hayan asesinado a 72 migrantes en unos minutos, y de igual manera, que hace unos días, hayan perdido la vida 56 migrantes y que alrededor de 100 resultaran con lesiones, en una carretera de Chiapas.
Estas tragedias son dos cumbres del dolor migrante. Pero en medio de ella, a lo largo de los años, también ha habido sufrimiento en los camiones, en los trenes, en los vehículos habilitados. ¡Sí! Ha habido agresiones, extorsiones, secuestros, violaciones, homicidios.
Tenemos largo trecho que recorrer para poder imaginarnos lo que ellos recorren en materia de transmigración y derechos humanos violados de manera frecuente.
Estoy convencido de que las políticas correspondientes, estas políticas migratorias del presidente Andrés Manuel López Obrador, contribuirán a erradicar los abusos y delitos que se comenten en contra de migrantes, y espero que la cooperación para el desarrollo, impulsada por el Estado Mexicano sea exitoso.
Deseo, asimismo, que el Grupo de Acción Inmediata, que se integró recientemente con la participación de siete países y que encabeza México, cumpla su cometido de poner un alto a quienes trafican con personas y explotan la necesidad de los migrantes.
Todas las personas tenemos derecho a emigrar, pero también derecho a no hacerlo. La migración debe ser una decisión, no un recurso impuesto por las circunstancias y menos por la delincuencia.
Cierro este apartado acerca de la migración centroamericana, dándoles a conocer que la Secretaría de Relaciones Exteriores ha enviado ya al Senado de la República, por conducto de su Canciller, un informe relativo a la implementación de los llamados protocolos de protección a migrantes; conocido como Quédate en México.
Este documento explica con claridad lo que ha hecho el Gobierno de nuestro país ante la reinstalación de estos protocolos, mandatado por un juez estadounidense a su Gobierno; luego de que el Presidente Biden dispusiera la cancelación de este programa, puesto en marcha en la Administración del mandatario Trump.
Coincidimos con el Gobierno de México, en que una decisión judicial de Estados Unidos, no obliga a nuestro país, que ejecuta y diseña su política migratoria de manera soberana.
No obstante, con el ánimo de responder de manera humanitaria a las necesidades de las personas que solicitan asilo en Estados Unidos, México ha iniciado un diálogo de alto nivel con Estados Unidos.
Sin embargo, al Senado de la República, a algunos senadores nos preocupa la política migratoria, relativa al restablecimiento de las medidas asumidas por el Gobierno de Estados Unidos; que México ha aceptado y que obliga a miles de migrantes a esperar en nuestro territorio la resolución del asilo del país vecino.
México ha sido históricamente un país de refugio y de trato humanitario para las personas migrantes. Pero tengamos cuidado, para que su capacidad de aceptación no sea superada y ello, detone en conflictos internos, violaciones a derechos humanos y surgimiento de discriminación y xenofobia.
Las fronteras deben tener respaldo y protección institucional e internacional. Es previsible que se presenten numerosos grupos de personas, como nunca antes.
Mantener indeterminadamente en la frontera a personas de países diferentes en espera de asilo, en la Unión Americana, puede generar colapsos: en alimentación, salud, vivienda y convivencia social con la población de las fronteras.
Por otra parte, informo que en los primeros días de enero, en el Senado de la República tendremos diálogo con la Cancillería. Haremos comparecer al Director del Instituto Nacional de Migración para analizar las condiciones en que se desarrolla este protocolo.
Actuaremos con responsabilidad y altura de miras.
Insistiremos en el principio de reciprocidad internacional, entendido como la costumbre de un Estado que concede a otro, un trato semejante al que se recibe.
Apreciable auditorio:
Hoy, 18 de diciembre de 2021, es el Día Internacional del Migrante, y este día el Senado, por vez primera en su historia, rinde homenaje a las compatriotas, a los compatriotas que desde hace muchas décadas, pero señaladamente desde principios del siglo XX han acudido en las circunstancias más diversas, y a veces en las condiciones más adversas, a trabajar a los Estados Unidos de Norteamérica.
Las mexicanas y los mexicanos sabemos lo que eso representa, porque un alto porcentaje de nuestras familias o de las familias en nuestro país; tienen o han tenido al menos una persona migrante entre sus filas, incluyendo el de la voz, que viven dos hermanas mías en aquel país.
Pero, muchos acuden yendo sin documentos, bajo una frase de tres segundos: ir a trabajar a los Estados Unidos. Ellos cargan durante muchos años, a través de muchos kilómetros, una mochila de sueños, miedos, ilusiones y dudas. Pero también cargan con esa mochila de valor, mucho, mucho valor.
Pasada la primera prueba, estar allá implica buscar oportunidades. Ir y venir, tener alguna mala experiencia, enfrentarse a todo tipo de desafíos, pasar hambres, sentir ausencias y solidaridad de amistades y familiares; desesperarse, angustiarse y casi todos, pensar en el regreso, en el retorno a su casa, a su ejido, a su comunidad.
Y finalmente, empezar a encontrar oportunidades y sentir la satisfacción de enviar dinero a su familia, para que ésta sobreviva.
Como lo afirma el libro que hoy se presenta: entre 1970 y 1990, la población mexicana en Estados Unidos tuvo un crecimiento muy rápido, de 789 mil a 4.5 millones de personas; y en el 2013 había 11.8 millones de mexicanos en ese país y 22.9 millones de segunda y tercera generación.
También en esta obra, se destaca en un capítulo especial la importancia del reconocimiento a las mujeres y a los hombres migrantes de México.
Según el censo más reciente de Estados Unidos, actualmente viven allá más de 36 millones de habitantes de ascendencia mexicana, quienes contribuyen de manera muy destacada al fortalecimiento de la economía norteamericana, con su trabajo productivo, con sus salarios, con sus impuestos, con su notable consumo, y también con una actitud solidaria con México.
¡Sí! Es evidente que la economía estadounidense se beneficia del trabajo migrante mexicano, y el trabajo migrante, también hay que decirlo, se beneficia de la economía estadunidense.
Tanto es así, que además de cubrir sus necesidades, mejorar su nivel de vida, las migrantes, los migrantes mexicanos envían remesas que actualmente rondan en los 50 mil millones de dólares anuales. Es decir, más de un billón de pesos mexicanos, que equivale al más del 4 por ciento del Producto Interno Bruto.
Por eso, y con nuestro reconocimiento y gratitud, estamos atentos a la reforma que aquí se comentara, que impulsa el presidente Biden, a fin de que puedan regularizar su residencia allá, lo que beneficiaría a millones de personas que están viviendo y radicando en los Estados Unidos, de origen mexicano.
También esperamos que el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, se fortalezcan y beneficien. Más o menos se calcula a 700 mil compatriotas.
Respaldaremos al Gobierno de México en todas las acciones que emprensa ante su similar de Estados Unidos para que ellos, nuestros compatriotas que allá viven, estén cada vez mejor y gocen de mayores garantías laborales y respeto a sus derechos humanos.
Nosotros estamos revisando aquí una Agenda Legislativa Migratoria de gran calado. Ya hemos aprobado reformas trascendentes en esta materia.
Pero hoy quisiera decirles a todos los migrantes que radican en los Estados Unidos, a esto casi 40 millones, que aquí en México, este día, el Senado de la República les refrenda y les rinde un homenaje, el primer homenaje que el Senado Mexicano tributa como un claro y justo reconocimiento a mexicanas y mexicanos que han dado parte de su vida por la grandeza de nuestro país.
¡Que vivan los migrantes mexicanos!
¡Vivan!
¡Que viva México!
¡Viva!
¡Viva México!
¡Viva!
Ahora, nos corresponde develar estas letras doradas, que fue propuesta nuestra y que hoy, este del Día del Migrante Internacional, haremos la develación los senadores que están aquí, incluyendo a Cecilia, de Campeche, que acaba de incorporarse, y que quedarán permanentemente inscritas, como un justo reconocimiento a los migrantes mexicanos y mexicanas que han estado en aquel país durante décadas.
Muchas gracias.
Saludos.
MODERADORA: Agradecemos el valioso mensaje del senador Ricardo Monreal.
Bien. como bien lo mencionaba, vamos a dar paso a la develación de la inscripción en letras doradas de la siguiente leyenda, en la que el Senado de la República, a través de la JUCOPO, rinde homenaje a las y los migrantes mexicanos.
HERIBERTO GALINDO QUIÑONES: Antes de proceder a la develación y de agradecerle nuevamente al senador Monreal, quiero dejar constancia de mi gratitud a la senadora Beatriz Paredes, compañera de muchas luchas, por sus consejos, por sus recomendaciones, por su participación en todo el trabajo que hemos emprendido en defensa de los migrantes y por el excelente prólogo con el que enriqueció esta publicación.
Beatriz: muchísimas gracias, con todo mi corazón.
MODERADORA: Bien. Invitamos a las y los senadores que nos acompañan a pasar a abrir la cortina, que, a la cuenta regresiva de tres, se realizará de manera conjunta.
Y, bien, 3, 2, 1.
(Develación de Placa)
MODERADORA: Y es así como ha quedado develada la inscripción en letras doradas, que a su letra dice: “A las y los migrantes mexicanos”, fechada este 18 de diciembre de 2021; para la Memoria.
Invitamos a todos los presentes a entonar nuestro Himno Nacional. Se invita también a las diputadas y diputados que nos acompañan.
Muchas gracias.
(Himno Nacional)
MODERADORA: Y bien, para concluir este Homenaje, me permito solicitar al senador Ricardo Monreal, proceda a la clausura de esta importante ceremonia.
SENADOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias por su asistencia, a todos quienes han hecho posible estar presentes.
Y también a los medios de comunicación, y a todos los paisanos que en Estados Unidos están conectados, por la vía digital, por la vía del zoom, que no pudieron estar. El Canal del Congreso está difundiendo de manera directa y en vivo, toda esta ceremonia.
A todos los migrantes mexicanos que radican en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, les mandamos un abrazo desde acá, desde México, de parte de todos los senadores y senadoras mexicanas.
Y por tal motivo, siendo las 11:40 del día 18, Día Internacional del Migrante, declaro clausurada la Ceremonia Solemne que para tal efecto, convocamos.
Enhorabuena, saludos.
¡Viva México!