Estamos a punto de aprobar una ley, una nueva ley, una ley encaminada a la protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas, y también afromexicanas.
Por la actitud poco profesional y hasta deleznable, del plagio de las artesanías, de los textiles, de la cultura y del arte de las comunidades indígenas; sin que hubiese ningún respeto, autorización, menos indemnización o pago por el uso de su cultura.
Con esta ley, pretendemos frenar y terminar con esta actitud irregular, inmoral de siglos, de siglos, que han estado desprovistas de derechos para el reclamo de las comunidades.
A veces pasan desapercibidos estos ordenamientos jurídicos fundamentales. Este no debe pasar a la historia como uno más: es un reclamo justo, es una actitud correcta, es la esperanza de por vez primera, atender los reclamos de las comunidades indígenas y afromexicanas.