Versión estenográfica de la presentación del libro “Otro Campo es Posible”, escrito por el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, desde la Feria Internacional del Libro, FIL 2021
SENADOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias.
Gracias a la magistrada Maribel Méndez de Lara, presidenta del Tribunal Superior Agrario en México. Su exposición fue muy buena.
En efecto, algunos de los pasajes que ella describió son puntuales en la obra.
Déjenme agradecer, primero, a la Universidad y a los organizadores de la FIL, su invitación. He venido varios años a la presentación de libros, en este evento académico.
Quiero agradecerle a Nicolás, que a nombre de la FIL me ha dado la bienvenida y ha descrito parte de nuestro currículum. Y también a varias personalidades de la Universidad; al Director, que acabo de saludarlo. Al Rector, Ricardo, a todos les expreso mi reconocimiento por su invitación.
Esta obra, déjenme decirles que este es el número, lo que decía Nicolás, sí me gusta escribir y también soy maestro frente a grupo. Por cierto, ayer concluimos la semana, en la UNAM, del Postgrado, doy clases en el Postrado, doy en Maestría. Y, me jacto de decir que nunca fallo a mis clases, nunca.
Doy a alumnos de Maestría y cuando puedo en Doctorado, pero ahora sólo doy Maestría. Por eso me facilita mucho la investigación y la actualización.
Este es mi libro número 35, con distintas editoriales. Hoy, mi librero es Porrúa Hermanos, con el que tengo varios libros, varias obras; pero este particularmente a alguna gente le ha sorprendido, ¿por qué del campo?
Normalmente escribo sobre materia jurídica, incluso sobre materia política y hasta materia internacional, acabo de escribir algo sobre el T-MEC, sobre perspectivas del T-MEC en Política Internacional.
Pero esta obra, la número 35, particularmente desde siempre me ha apasionado, la materia agraria. No es nuevo, porque yo soy de origen campesino; soy producto de una familia campesina, minifundista, de una familia numerosa; fuimos 14 hermanos y hermanas, y mi padre un campesino modesto.
Entonces, tuve que abrevar de esa cultura con mucha satisfacción y mucho orgullo. Y, les quiero platicar por qué mi esencia y por qué mi origen; pero también por qué mi vocación.
Siendo estudiante de Derecho, de la Universidad de Zacatecas, mi padre era un líder campesino y desde el primer año empecé a asesorar grupos de campesinos, grupos de ejidatarios, grupos de solicitantes de tierras, grupos de comuneros. Y estudiaba el Derecho en ese momento, la Ley Agraria.
Había una organización, una institución más bien, que se llamaba la Comisión Agraria Mixta, que era una organización de tipo administrativo, pero que resolvía los diferendos que se planteaban sobre ejidos, comunidades, pequeñas propiedades o conflictos Inter ejidales. Y trabajé ahí.
Entonces, me une esta parte de vocación y de sangre, y siempre quise escribir sobre el campo, pero siempre me metía a otras materias. Ahora mismo estoy escribiendo sobre el Senado mexicano, sobre su historia, porque en el 24 vamos a cumplir 150 años de que se restituyó el Senado Mexicano y ahora estoy escribiendo sobre eso.
Pero ya lo describió aquí la Magistrada, los seis capítulos, la historia, desde la etapa prehispánica hasta nuestros días.
Analizo brevemente en el libro, en un devenir histórico, el origen de nuestra propiedad.
Actualmente la propiedad social tiene más del 50 por ciento en manos de ejidos y comunidades; 42 por ciento de propiedad privada y los otros son sistemas mixtos como el del fraccionamiento o la colonia agropecuaria y algunos otros sistemas muy propios; los nacionaleros, que tienen una connotación especial, siendo posesionarios de propiedad nacional.
Entonces, es un libro interesante para los que provienen del campo y los que les interese el campo. Desde mi punto de vista, ahí está nuestra solución.
Pero ahora más ha crecido mi interés con la Agenda 20-30, y con el cambio climático, y con los acuerdos de Glasgow, de hace unos días, de la COP.
Se antoja todavía que, aunque no sean del campo, o no tengas tierra, o no tengas familia en el campo, es urgente que los jóvenes se adentren a la defensa del medio ambiente por la degradación que estamos viviendo, la deforestación criminal que está viviendo México, la conclusión de humedales, pero además de zonas boscosas, forestales y de microclimas que son únicas en el mundo y que se están degradando.
Todo esto tenemos que evitarlo y por eso el libro se detiene en el capítulo cuarto, sobre este tema. Pero ya en las propuestas concretas establezco cómo debemos otorgar seguridad jurídica, no permitir que el Estado de Derecho se vulnere, porque eso impide que haya producción y que la inseguridad en la tenencia de la tierra genere zozobra, genere incertidumbre y genere improductividad.
México es capaz; por eso aquí en Jalisco, es capaz de producir los alimentos del país y ser autosuficientes; ahora no lo somos.
Jalisco es un ejemplo. Jalisco produce mucho alimento avícola, también tiene regiones forestales, tiene agua, tiene agroexportación exitosa.
Jalisco se ha convertido en los últimos años en un agroproductor y agroexportador demasiado importante, de tal suerte que, en la pandemia, que tenemos ya casi dos años, México se convirtió en un excelente productor de alimentos. Es más, fue el único sector que creció, el agroalimentario.
En la pandemia, la producción de alimentos creció en México 3.2, pero creció. Y ahora, frente a la pandemia, mucha gente se fue al rancho, al campo, a protegerse de la pandemia y ahora lo están viendo como posibilidad real de vida, porque el campo es solución, no es problema, y de eso trata el libro.
Ahora, me encontré la semana pasada con un grupo de agroexportadores impresionantes que están produciendo zarzamora, higos, rábanos, espárragos, fresa, en agricultura protegida, en invernaderos y están haciendo programas en ejidos y comunidades, sorprendentes.
Incluso quiero ir a conocerlos personalmente, porque al reunirme con el Consejo Nacional Agropecuario, hace unas dos semanas, les interesó la obra y, al verla, me pidieron cita para coincidir en el planteamiento que estoy haciendo en este libro.
Es un libro fácil de leer, es un libro que lo hice a propósito no pesado, no difícil de su lectura, letra grande, una historia muy breve de lo que es el campo, los planes que han existido después de la Revolución, después de la Revolución campesina armada y, los programas que ahora tenemos.
Por cierto, creo que ahí nos falta respaldar más al campo, porque el crédito es apenas el 16 por ciento de los productores, quienes reciben esta posibilidad de créditos. Más bien reciben créditos o apoyo de otros productores o de comercializadores o lamentablemente hasta de usureros, que les aumentan mucho el crédito o el interés del crédito que obtienen.
Entonces, este libro lo disfruté, les quiero decir que es de los libros que disfruté. Aunque tienen, está cargado también de estadística; era necesario hacerlo para al lector ilustrarlo sobre el nivel de lo que representa el campo nacional frente a la solución de problemas.
Mucha gente me ha dicho, ¿por qué has escrito sobre la materia agropecuaria? Y, les he explicado esto que a ustedes en un principio les he dicho.
También, quiero decirles que el libro establece propuestas. Por ejemplo, es increíble que a estas alturas los campesinos no tengan seguridad social, por ejemplo.
Esto es un asunto de justicia social, y creo que el expresar la seguridad social es una demanda urgente.
Al hablar con estos grupos de productores con los que me acabo de reunir, ellos están dispuestos, es más, dicen que todos sus productores, sus asociados y sus trabajadores, que son muchísimos, gozan de seguridad social.
Y, seguramente aquí la industria avícola y las industrias que están aquí en Jalisco, muchos ya tienen este proceso de tener seguridad.
Y también el uso de inteligencia artificial. Los invernaderos, el uso racional del agua, los sistemas modernos de irrigación, ya no el riego como se acostumbraba, corrido, sino ya hay técnicas modernas de racionalización del uso del agua; que es el agua nuestro principal insumo y que será –desde mi punto de vista– quien provoque grandes guerras en el futuro: el agua, el agua.
Entonces, por eso también trato un tema sobre el agua. Y, planteo soluciones o alternativas de solución.
Yo sigo siendo, mi familia, productora y ganadera; y por eso estoy muy interesado en plantear posibilidades y soluciones atendibles y concretas, que sí sean de resolución inmediata. México está pasando por esa etapa.
No quiero extenderme mucho, porque sólo tengo 50 minutos, y quiero ser puntual porque creo que vienen otros conferenciantes más tarde. También presentadores de libros, y la magistrada Méndez les ha expresado más o menos el contenido del libro; y también yo quiero dejarles la inquietud para que lo lean, porque me parece que ahí está parte de nuestra solución.
Quiero además decirles que este libro, ahora ya estoy complementándolo con otras cosas, porque estoy planteando en la Cámara de Senadores o lo plantee hace dos años, una iniciativa de nueva ley agraria, que sustituya a la actual, para actualizar todos los modelos del agro mexicano.
Y esta ley, esta iniciativa la plantee –repito– hace dos años. Espero que pronto se pueda aprobar, estamos en Comisiones, en dictamen. Y otras leyes que vamos a plantear respecto del campo, del agro nacional.
Por eso, este tema en lo particular, a mí me apasiona. Me apasionan otros, pero éste creo que es nuestra esencia y si lo atendemos, podremos lograr con rapidez alternativas de solución.
Quiero además decirles que, en efecto, está planteado en las estadísticas del mundo que, en el 2050, dentro de menos de 30 años necesitaremos más del doble de productos de alimentos para el mundo. Es decir, tendremos que producir un 50 por ciento más que ahora. Se dice que falta mucho; no falta tanto, son apenas 28 años.
Siempre hay que ver por generaciones. Quizá muchos de nosotros ya no vivamos en 28 años, yo creo que es lo más seguro que ya no viviremos, pero es una irresponsabilidad pensar y decir “ya no me va a tocar”.
¡No! Ahora tenemos que resolverlo. Y el cambio climático es un tema delicadísimo.
El uso de energías limpias; el no uso de carbones y de petróleo, de fósiles, ya no debe usarse, y es un cambio muy drástico que tenemos que vivir en México. Ya nos alcanzó el destino.
Y aunque duela y aunque haya que afectar intereses, tenemos que ver por la humanidad, por el cambio climático, que nos está destruyendo a todos por igual y a todo el mundo. -Sí; ya me marcaron la tarjeta-.
Pero voy a; gracias, Rector. Pero, por cierto, yo quiero comentarles que muchas gracias.
Quisiera también expresarle a la universidad pública de Guadalajara toda mi solidaridad.
Deseo que resuelva tanto, tanto como ustedes este diferendo que hay ahora con el sector público, con el gobierno.
Yo estoy seguro que a través del diálogo se puede lograr un entendimiento racional, en la confrontación y en la polarización todos perdemos.
Porque vi, cuando venía para acá, ya las primeras notas de un desencuentro con el gobierno del Estado sobre distintos temas, que no vino el gobernador a la inauguración, pero tuvo una conferencia de prensa donde ya habló de la Universidad.
No ayuda eso; no ayuda eso. Yo creo que, al contrario, hay que buscar canales de comunicación y de conciliación, porque es lo más correcto y lo más conveniente en este momento y siempre. En cualquier momento se aconseja más la conciliación.
Pero yo soy universitario, soy académico, soy maestro de la UNAM desde hace muchos años.
Y decía una frase, que no me canso de decirla: Yo soy un senador temporal. Me quedan tres años, aunque es mi tercera vez que soy senador, yo creo que ya va a ser difícil la otra, pero voy a ser maestro permanente, hasta la muerte, o hasta que la lucidez me ayude para impartir clases.
Me siento muy contento, tengo excelentes alumnos, he tenido alumnos brillantes, ahora incorporados al sector público, o en el Poder Judicial, o en el Poder Legislativo, incluso, pero siempre me esmero y me esfuerzo por enseñarles y porque aprendan de mis cátedras, de mis materias.
Por eso me alegra que esté Ricardo aquí, el Rector de la Universidad. Está dando una pelea digna, o está intentando lograr que la Universidad se mantenga con dignidad.
Nunca conviene pelearse con las universidades, nunca, porque nunca lo ganas. La comunidad universitaria es mucho más fuerte porque les asiste la razón, les asiste el deseo de que las cosas salgan bien, y yo tengo una buena opinión de la Universidad de Guadalajara; tengo una buena opinión de su Rector y también tengo una buena opinión del gobernador. Así es de que ojalá y puedan encontrar soluciones.
A mí me hubiera gustado estar en la inauguración. No alcancé porque el avión se retrasó.
Pero a lo mejor si hubiera estado, hubiera sido el factor de polarización. Qué bueno que no estuve, mejor aquí me dedico a la presentación de mi libro, que es estrictamente académico.
Pero no quisiera omitir el deseo de que la Universidad siga con estos foros de academia.
Creo que más tarde van a estar los ministros de la Corte. Me encontré a una ministra en el vuelo y creo que van a estar varios ministros de la Corte; también me alegra.
Y hay una serie de personalidades que, como yo, somos autores de libros y que nos encontramos en el pasillo.
Yo, hace rato quería ir a algunos stands, pero a veces no me resulta tan bien porque gasto más de lo que gano, entonces compro más libros de los que vendo. A eso me refiero.
Les digo a los de Porrúa, “¿cómo te fue?”; “Regular”; “Ya compré yo estos, a ver cómo le hacemos”.
Pero no, no me quejo, me va bien en los libros y escribo también en los periódicos y trato de estar siempre actualizado. Así es que no quiero abusar del tiempo, porque me dijeron hace 4 minutos con 50 segundos, que me faltaban 5 minutos, y me faltan 5 segundos.
Así es que a todos, muchas gracias por estar aquí y no olviden: compren el libro, porque lo van a disfrutar, como yo lo escribí, ustedes al leerlo.
Muchas gracias y buenas tardes.