Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, referente a la Ley de la Industria Eléctrica aprobada recientemente por esta Soberanía
Hace unos días, aprobamos reformas para modernizar el Sistema Eléctrico Nacional que revierte las políticas privatizadoras de empresas públicas a particulares, que se profundizaron e impulsaron en la década pasada por la mayoría legislativa, que dieron vida el pacto por México y que ahora nuevamente se han aliado para enfrentarse a Morena en el Proceso Electoral del 2021.
Creemos que esta reforma del 2013, afectó a la sociedad mexicana. Hubo malversación de recursos públicos y un trato inadmisible de compra de legisladores, para que aprobaran esta Reforma Energética, junto con otras, que ahora empiezan a revertirse las llamadas reformas estructurales.
Yo participé en esa Legislatura del 2013, y recuerdo las promesas de crecimiento de inversión extranjera, de aumento de producción del petróleo, de disminución a las tarifas de gas y electricidad. Nada de eso ocurrió.
Aumentaron los precios, desmantelaron la Comisión Federal de Electricidad y de PEMEX, entregaron los recursos públicos, fundamentalmente a empresas extranjeras.
Recuerdo, como muchos de ustedes, con claridad, que éramos un reducido grupo de opositores rodeado de tanquetas, vallas de contención y policías federales y locales. Que fuimos humillados, pisoteados, ignorados; pretendían callarnos en ese momento y advertimos, que de lograr la mayoría legislativa, habríamos de revertir estas contrarreformas.
A partir del 2018, con la elección que nos dio legitimidad y autoridad moral, hemos iniciado un proceso distinto para fortalecer la rectoría del Estado y también fortalecer el sector público energético y lograr consolidar la soberanía energética de nuestra nación.
Para proteger los intereses del pueblo, el Presidente López Obrador presentó a la Cámara de Diputados una iniciativa preferente para fortalecer la CFE y para rescatar el interés nacional; con ello, no incrementar las tarifas de electricidad, garantizar la energía y mantener la seguridad nacional estratégica para instaurar una nueva política energética que permita mejores prácticas y experiencias internacionales.
Pero a partir de la aprobación del Congreso de esta ley que hoy se mandó publicar, han surgido descalificaciones de algunos organismos económicos contra nuestra decisión soberana, señalando y descalificando a quienes votamos a favor de esta decisión histórica.
Por eso los convoco a la prudencia y a la mesura, a que agoten los organismos privados que se sientan afectados las instancias jurisdiccionales.
Para que no se mal informe y para que no se confronte la sociedad, he preparado un documento que se puede leer y que encierra la verdad sobre esta decisión trascendente.
Refiero, en este documento, los argumentos en pro y en contra sobre la Reforma, pero también los argumentos para ir eliminando los mitos que se han generado en torno a ello.
Uno a uno, estoy intentando demostrar que es una falacia lo que algunos opositores a nuestra decisión han argumentado. Es una Reforma constitucional, respeta tratados internacionales de los que México es signatario, refrenda el propósito de lograr soberanía energética, promueve energías limpias, acorde con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y sobre recuperar la soberanía de nuestros recursos estratégicos y sobre todo la rectoría del Estado.
Si deseas profundizar en los conceptos que he referido, junto con los principios de seguridad jurídica de las inversiones, la libre competencia y las áreas estratégicas como funciones del Estado Rector, podrás objetivamente darte cuenta que cumplimos con la Nación, aún cuando un grupo económico, claramente identificado, no esté de acuerdo porque gozaba de privilegios, en detrimento del interés nacional.
Aquí en esta liga, puedes descargar el artículo completo y puedes reproducirlo y difundirlo, de creerlo conveniente.
Vamos a defender en lo que creemos, vamos a actuar con congruencia, no vamos a ceder un ápice de nuestra soberanía nacional.
Ustedes decidieron, en el 2018, un cambio de rumbo. Eso es lo que la mayoría legislativa está haciendo. Es primero México, luego México y después México.