Versión estenográfica de la intervención del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, en la Sesión Solemne para conmemorar el Centenario Luctuoso de Ricardo Flores Magón
Ciudadano Presidente.
Honorable Asamblea.
Distinguidos familiares de este enorme gigante precursor de la Revolución Mexicana, Ricardo Flores Magón.
Hoy se cumplen 100 años de su fallecimiento, de su artero cobarde asesinato.
Ricardo Flores Magón fue un hombre excepcional. Cuando las primeras lecciones en la secundaria Benito Juárez de mi natal Fresnillo, empecé a leer en la clase de historia de la Revolución Mexicana, a Ricardo Flores Magón.
Luego, más tarde, en la preparatoria me llegó un libro también extraordinario “La ideología de la Revolución Mexicana” de Arnaldo Córdova.
Impresionante lo que hizo Ricardo; su pensamiento, su acción, su resistencia.
Lúcido escribía el futuro, lo dejó plasmado en Regeneración y lo dejó plasmado en el Plan Liberal; que, por cierto, Ricardo, uno de sus descendientes, me acaba de entregar una copia de mismo.
Por eso es justo este homenaje que hoy le tributamos. Para mí, el más importante de los precursores de la Revolución Mexicana.
Nunca fue vencido, nunca fue derrotado en su ideología.
Nunca fue un hombre que declinara en sus ideales.
Ricardo Flores Magón, hasta el último día de su vida, mantuvo con dignidad su pensamiento y su ideario.
Ricardo, inspirador de movimientos sociales, del reparto agrario, fue simple y sencillamente un gigante adelantado a su época.
Cuando Ricardo expresó, cercano a su muerte, una frase que me conmovió y que muchos de ustedes conocen:
“No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya estoy viejo –dijo él–, pero cuando muera, mis amigos quizás inscriban en mi tumba: “Aquí yace un soñador”; y mis enemigos: “Aquí yace un loco”. Pero no habrá nadie que se atreva a estampar esa inscripción: “Aquí yace un cobarde y un traidor a sus ideas.
“Mi destino está escrito –decía– he de morir tras los muros de la prisión. A pesar de todo, no me quejo de mi suerte. Recibo lo que siempre he recibido durante mis 30 años de lucha por la justicia: persecución desde el principio.
“Supe de mis llamadas a la fraternidad y al amor, a la paz, y que éstas serían correspondidas con los golpes de aquellos que están interesados en la preservación de las condiciones que auspician la esclavitud del hombre por el hombre.
“Nunca esperé tener éxito en mi cruzada, pero sentí que era mi deber preservar, perseverar, consciente de que la humanidad tarde o temprano emprenderá el camino a una convivencia social basada en el amor.
“Sombríos son mi presente y mi porvenir, pero tengo confianza en el futuro esplendoroso que está al alcance del género humano, y ese es mi consuelo, la certidumbre que me conforta.
“Los sumisos, los mansos, los indiferentes, los sufridos, los resignados son la masa, la muchedumbre que, con su pasividad, su modorra y falta de carácter, hace lento y doloroso el avance de las sociedades”.
Esto era el pensamiento de Ricardo Flores Magón, un gigante.
Por eso, Presidente de la Mesa Directiva, he presentado esta mañana una iniciativa que, espero sea aprobada por unanimidad por la Asamblea, después de 100 años.
Si la aprueban, en este Muro de Honor estarán inscritas las palabras de este gran pensador mexicano, Ricardo Flores Magón. Oaxaqueño, hombre universal.
A pesar de que ya la ingresé formalmente, Presidente, el decreto que planteo diría: “Decreto por el que se inscribe con letras doradas el nombre de Ricardo Flores Magón en el Muro de Honor del Salón de Sesiones del Senado de la República.
Honor a quien honor merece, aunque sean 100 años después.
Enhorabuena por ese gran hombre. Lo recordamos con cariño y con admiración y le dejo al Presidente copia de esta iniciativa que ojalá y le demos el carácter de urgente resolución.
Saludos.
-o0o-