Buenos días.
Hoy es 19 de septiembre, un día que se recuerda por la tragedia que sucesivamente se ha presentado en nuestro país. En 1985, cuando el temblor causó estragos y muerte, tragedia en nuestro país.
Aquí vivía, en la calle Colima de la Delegación Cuauhtémoc, en la colonia Roma, y estaba terminando el Doctorado, ese mes lo concluía, en 1985. Por eso tengo los recuerdos muy frescos de la tragedia, de la pesadilla que vivimos quienes habitamos la ciudad.
Ahora, como un homenaje, como un gesto auténtico, expreso mi solidaridad para todos aquellos que perdieron un familiar, un hijo, un hermano, un padre, una madre. Fue terrible, pero nos superamos y superamos esa tragedia.
Luego, hace cinco años cuando era delegado, aquí en la Cuauhtémoc, precisamente, volvió a presentarse otro temblor, con dimensiones menos complicadas, pero con tragedias. También expreso a las familias que perdieron su casa, su departamento, sus bienes, pero sobre todo la vida de un ser querido, les expreso mi solidaridad.
En los dos episodios habitaba y vivía, era vecino de esta ciudad. Hoy elevo mis plegarias, mi oración para que estén bien en donde estén, y que todas las familias honremos siempre la solidaridad y honremos siempre la cooperación.
México se recupera, México es grande y México nos une. Por eso hoy recordamos a las víctimas del 85 y del 2017.
¡Que viva México!