Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, sobre propuesta de modificación de Ley a la Transparencia y Ordenamientos Financieros, y a Ley de Instituciones de Crédito

En México, como en todo el mundo, las instituciones financieras se rigen bajo el principio de la transparencia. El otorgamiento de créditos, el financiamiento o la captación de recursos, son actividades que deben de realizarse bajo la vigilancia y seguimiento de las autoridades del sistema y la legislación de la materia.

Los cajeros automáticos representan uno de los principales puntos de contacto entre los usuarios y las entidades financieras, ¿Por qué?

Pues porque facilitan la realización de operaciones y optimizan el uso del tiempo. Sin embargo, al mismo tiempo, la utilización de cajeros ha representado un problema al recibir ciertas ofertas de servicios financieros, como líneas de crédito, ampliación de plazos, seguros, solicitud de donaciones, sin autorización expresa del usuario.

No obstante en México, no existe una disposición específica que pueda evitar estas acciones, vulnerando los derechos de los usuarios de cajeros automáticos, al no contar con información precisa de calidad y suficiencia sobre el uso de sus recursos.

Por ejemplo, es muy usual, demasiado usual –a mí me ha sucedido– que se le cobre un producto que no autorizó o que por error, acepte un seguro o un crédito que difícilmente podrá pagar, y del que no ha tenido oportunidad de informarse de las condiciones existentes en el mercado financiero, desestabilizando de esta manera sus finanzas.

Por eso, con el fin de proteger a las personas usuarios de cajeros automáticos, he propuesto una modificación a dos disposiciones: a la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, y a la Ley de Instituciones de Crédito.

Entre otras cosas, el espíritu de la propuesta busca establecer que las entidades financieras o bancos, que operan cajeros automáticos, tengan prohibido ofrecer cualquier servicio financiero a través de estos cajeros. Salvo que cuenten con el consentimiento expreso e informado, de los clientes para recibir esta información.

Además, se deberá informar los términos y condiciones del contrato, y los productos financieros ofertados.

Esto permitirá generar un entorno financiero en el que la buena fe y los derechos de los usuarios no sean vulnerados, eliminando prácticas abusivas que en muchas ocasiones inducen al error de los usuarios y acabar afectando su patrimonio.

Por último, recuerdo que en una ocasión por error, presioné un botón equivocado para un seguro, y batallé varios meses para poder lo cancelar. Porque además para poderlo adquirir es demasiado rápido, pero para cancelarlo, es un calvario: de eso se trata la reforma.

La puedes consultar en esta página, completa: www.ricardomonrealavila.com