Versión del mensaje del doctor Ricardo Monreal, en el encuentro que sostuvo con ciudadanas y ciudadanos sobre el Plan de Reconciliación

TODOS: ¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente!

DOCTOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias.

Muchas gracias, Víctor, por actuar como maestro de ceremonias, porque aquí en el Movimiento que estamos construyendo, todos debemos actuar con humildad y sencillez. Y a pesar de que fue diputado y presidente de la JUCOPO, conduce este evento, que me han invitado este domingo, que me han invitado a platicar con ustedes.

Y quiero agradecerles a ustedes, a cada uno, al Comité de Reconciliación, al “Camino México”, al “Camino Monrealista”, a “De aquí pal Real”, a todos los colectivos, a los jóvenes que, “Juventud Real”, “10 por México” y “Relevo Generacional”, se están agrupando y están logrando capacitarse y luchar por su país.

Yo soy de Zacatecas, fui gobernador de este Estado, y soy de origen campesino. Empecé como Regidor de mi pueblo, luego secretario de gobierno del municipio donde nací, tres veces diputado federal, tres veces senador de la República, Gobernador, y alcalde de la Ciudad.

Pero soy como ustedes, vengo de abajo, de muy de abajo. Y para los que venimos de abajo es más difícil estar arriba, es más difícil conservarse. Tengo 42 años en el servicio público y jamás he tenido una denuncia, o una acusación de abuso de poder, de corrupción, de desviación de recursos en 42 años.

Sí hay quien a través de la historia me ha insultado, difamado, pero es parte de la tolerancia que un hombre público debe resistir. Los líderes sociales, las mujeres, hicieron posible que estemos aquí.

Miren, insuficiente el salón, al que le caben mil 500 gentes, abarrotado de gente que nos quiere escuchar, porque lo que queremos es piso parejo, lo que queremos es democratización de nuestra institución, de Morena. Lo que queremos es luchar a la buena para ganar a la buena.

Por eso es importante que hace tres semanas nos hayan incluido como aspirantes legítimos a suceder al presidente López Obrador.

Batallamos 18 meses para que nos reconocieran; 18 meses para que Morena nos aceptara, a pesar de que soy fundador y a pesar de que tengo 26 años luchando con el presidente López Obrador. A pesar de todo eso, hace tres semanas el Partido ya aceptó que soy aspirante legítimo a Presidente, a Presidente de la República.

TODOS: ¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente!

DOCTOR RICARDO MONREAL: Les quiero comentar, sin falsas modestias, sin una actitud demagógica: soy el más preparado de los cuatro, soy el más preparado y el que más; el de mayor experiencia política.

Nadie de los tres, distintos a mí, ha sido tres veces diputado federal. Nadie ha sido tres veces senador. Nadie ha caminado desde Regidor de su pueblo. Nadie ha sido líder campesino de su Estado. Yo lo he sido.

Y por eso tengo sensibilidad, y por eso, formado en una familia de 14 hermanos; mi madre falleció a los 36-37 años y nos dejó huérfanos a 14, y desde abajo nos hemos formado en la adversidad, y por eso sabemos lo que sus hijos, los que sus hijas batallan para crecer y para tener un espacio laboral o profesional con dignidad.

Para un hijo de campesino es más difícil, para un hijo de campesina, para un hijo de un maestro, para una hija de una maestra, o de un profesionista independiente, o de un servidor público modesto es más difícil. Pero cuando uno lo logra, el compromiso con la gente nunca se pierde, hasta que se muere uno.

Por eso ahora estoy luchando a la buena. Y creo que es la hora de que incluso Morena, como Movimiento social, como Partido, revise su estrategia frente a los gobernadores a los que llevamos al Poder, porque luego recorremos calles, tocamos puertas, recorremos secciones electorales, ganamos elecciones, pero perdemos el gobierno.

Morena y sus fundadores, con sus militantes, ganamos elecciones. Pero al momento en que el gobernante decide su gabinete, ahí no somos aceptados, y normalmente quienes ocupan los principales puestos son de otros partidos, y a los fundadores de Morena se les ignora, se les desprecia, y no se les atiende, y no son recíprocos en la lucha que damos todos los días, a toda hora y en todas partes.

Eso es necesario, una revisión, una revisión a nuestra estrategia política, porque si los llevamos al poder, tenemos que compartir el poder. Esa es la diferencia de la que yo planteo, y esa es la posibilidad que yo les ofrezco.

Yo soy un hombre de reconciliación, no soy hombre de enconos, no soy hombre de odios. Yo soy de los que piensa que podemos llegar al mismo puerto, que podemos lograr los mismos propósitos y objetivos con acuerdos, con entendimientos, con consensos.

Cuando México se ha dividido, cuando México se ha partido en dos, tres o más grupos, hemos tenido pérdidas de batallas impresionantes. Así perdimos la mitad del territorio nacional, cuando los mexicanos nos dividimos y cuando perdimos nuestro territorio.

Así perdimos el horizonte de nuestro país. Así perdimos en grandes batallas épicas que la división no nos hizo enfrentar con éxito las mismas. No conviene que México esté dividido. Por eso pienso y creo que hay que abonar a la reconciliación.

Creo, además, que tenemos que consolidar el proceso de transición política que inició el presidente López Obrador. Una vez que logremos el propósito, se los digo aquí en Tlaxcala, cuando empiece el proceso formal, uno de mis compromisos va a ser que va a continuar la política social que el presidente López Obrador diseñó. No vamos a cambiar, vamos a profundizar la política social del presidente López Obrador.

Vamos a continuar; vamos a continuar con las políticas buenas que él diseñó. La separación del poder económico y del político va a continuar. La separación del poder laico con las iglesias va a continuar. El respeto a los masones, el respeto a las asociaciones religiosas va a continuar.

Las libertades, van a continuar. Va a continuar el proceso de honestidad y transparencia. Va a continuar, también, el proceso de consulta a la ciudadanía sobre políticas públicas fundamentales. Va a continuar la disciplina financiera. Va a continuar la austeridad.

Pero vamos a reforzar y a revisar los planes de seguridad pública. Ahí sí vamos a tener que insistir en reconocer que tenemos un problema serio con la inseguridad, que los cárteles, que la delincuencia organizada ha avanzado y ha construido un imperio en territorios que antes no tenía su control.

Veamos lo que sucedió la semana pasada. Un alto funcionario del pasado fue declarado, por un gobierno extranjero, como culpable de cinco delitos, entre otros, de promover y proteger a los cárteles de la droga. García Luna, que sirvió como Secretario de Seguridad Pública en gobiernos del pasado.

Lo que evidencia que el gobierno protegía y promovía a estos cárteles de la droga y que al apoderarse de territorios la lucha que el presidente López Obrador ha emprendido, ha sido difícil porque se arraigaron, se les permitió y se fortalecieron a la sombra del poder público. Por eso, es una parte de la que tenemos que revisar.

Tenemos que revisar nuestra relación con la clase media. Yo soy de los que piensa que a la clase media hay que fortalecerla, protegerla y promoverla. Yo soy de la clase media, pertenezco a la clase media, y en la medida en que un país fortalezca a su clase media, que amplíe la clase media, es mucho mejor, elimina la desigualdad profunda y elimina la inequidad de una sociedad.

¿Mejoraría la relación con los empresarios? Por supuesto. ¿Mejoraría la relación con el poder económico? Por supuesto. ¿Mejoraría la relación con las universidades, los intelectuales? Por supuesto. Incluso mejoraría el acercamiento y la relación con todas las asociaciones religiosas, credos y organizaciones civiles.

¿Ese es un proyecto distinto? ¡No! Es la continuación. Es un cambio con continuidad. Nosotros nunca vamos a dejar de ser de Morena. He decidido luchar dentro de Morena, y lo único que estoy pidiendo es que haya cancha pareja.

Y esta ocasión, en la que ustedes acuden, en la que ustedes están, me hubiera gustado que estuviera Morena, el Partido. Me hubiera gustado que estuvieran sus dirigentes del Estado aquí. Es domingo. Me hubiera gustado que estuviera un representante del gobierno, porque no estamos haciendo nada malo, estamos construyendo un proyecto.

Porque yo no tengo bardas, no tengo espectaculares, pero tengo ideas, tengo propuestas, tengo dignidad, tengo decoro, y tengo la capacidad para gobernar al país. Tengo muy clara la visión del país que necesitamos.

Por eso me atrevo a enfrentarme con ustedes. Vengo a darles la cara y a decirles que vamos a luchar, que los invito; que los invito, que las invito a que luchemos juntos.

No hay que tenerle temor a nadie, no hay que tenerle miedo a nadie, no hay que permitir la imposición, que no nos obliguen a tener que decidir por una persona que ya se decidió. ¡No! La democracia es ejercer todos los días nuestro derecho de decisión, y eso es a lo que los invito y a lo que las invito.

Tengo claridad; soy la propuesta más sensata, soy la propuesta más fresca, más innovadora, más progresista. No estoy anquilosado en el pasado ni estoy protegido por grupos de poder económico o político. Soy un hombre libre, con criterio propio, con amor profundo al país, con amor profundo al desarrollo de nuestra Patria.

Y por eso les puedo decir con toda firmeza que estoy preparado, que estoy listo, que tengo plena lucidez, que mi salud está al 100 por ciento, que no me cansan los retos y que estoy dispuesto a enfrentar los grandes desafíos del México moderno.

Por eso, muchas gracias por estar aquí.

Quiero decirles que es domingo. Miren, es domingo y está lleno, lleno el auditorio de gente libre, de gente digna, de gente que quiere escuchar, y por eso me da mucho gusto estar en Tlaxcala.

No había estado en Tlaxcala, salvo a la presentación de unos libros en el pasado. Pero ahora vengo a platicarles sobre el proyecto de reconciliación que estamos planteando.

El proyecto lo pueden leer en la página de Internet nuestra: www.ricardomonrealavila. Ustedes pueden leerlo porque soy un hombre con proyecto, con propuesta, no sólo con discurso fácil, sino que tengo contenido ideológico, contenido político, contenido práctico, porque eso es lo que México necesita, que sus líderes sean estadistas de futuro, que sus líderes trasciendan los tiempos, que sus estadistas recompongan, mejoren, perfeccionen la vida pública del país y la vida de la sociedad, la de los ciudadanos y ciudadanas.

Me alegra mucho que esté Gabriela, porque ella habló. Gabriela es hija de una gran amiga mía, ya falleció; ya falleció. Yo quise mucho a la senadora, yo vine varias veces cuando fue candidata a gobernadora.

Ella abrió; ella abrió -la mamá de Gabriela, ustedes la recuerdan bien-, abrió la puerta para Morena en Tlaxcala. Le reconocemos donde está, allá en el cielo, pero ella abrió las puertas como candidata a gobernadora de nuestra querida Tlaxcala.

Quiero decirles a los expresidentes, muchas gracias. A Soto, a todos: los expresidentes, a la gente, a los líderes sociales, a los dirigentes en los municipios, en las comunidades; a los hombres y mujeres de hogar, a los profesionistas libres, a los liberales. A todos les quiero expresar mi aprecio, mi reconocimiento, mi afecto.

Tengo mucho aprecio por Tlaxcala. Yo he vivido mucho tiempo en la Ciudad de México, y mis escapes siempre fueron a Tlaxcala. Yo venía, o vengo seguido con mi familia los fines de semana, porque es un lugar que me agrada, aprecio, vengo con la gente, me parece muy, muy amable la gente, y me parece que es un pueblo valeroso, un pueblo digno, un pueblo orgulloso de su origen, un pueblo orgulloso de su esencia, y eso me da mucho gusto.

Enfrentan muchas cosas y las conozco: la contaminación del río, la conservación del volcán de “La Malinche”, la atención a la seguridad, los municipios que tienen dificultades económicas, las presidencias municipales. Conozco bien el problema de Tlaxcala. Su medioambiente, su preocupación por la contaminación, todo lo conozco; y conozco también su ideario, su historia.

Por eso me da mucho gusto que hoy domingo ustedes hayan decidido venir a escucharme, ustedes hayan decidido estar aquí en un momento, en un rato para reflexionar sobre lo que les he platicado.

Quiero decirles que quiero mucho a Tlaxcala. Voy a venir seguido. Quisiera que ustedes se convencieran que soy el mejor proyecto, que el país necesita una visión más fresca, más innovadora, más progresista, menos confrontada. Esa la represento yo. Y por esa razón vengo a darles la cara y a pedirles que reflexionen.

Voy a seguir caminando, voy a seguir construyendo. Esta es nuestra visión, el proyecto de construcción con México. Este es el folleto del que les comento, que ya pueden verlo en la página de Internet, para que lo lean. No soy improvisado, de ninguna manera. Sé lo que estoy haciendo, y lo que estoy preparando, y lo que estoy proponiendo.

Hay camino seguro con nosotros, hay certeza con nosotros, sabemos lo que queremos y nunca nos olvidamos de nuestro origen. Yo me siento muy orgulloso de mi origen campesino, nunca he renegado de él y siempre trato de ayudar en lo que estoy, en la construcción de leyes, en la construcción de normas, en las políticas públicas. Siempre trato de defender a nuestra gente.

Muchas gracias por venir. ¡Gracias por estar aquí con nosotros!

¡Que viva Tlaxcala!

TODOS: ¡Viva!

DOCTOR RICARDO MONREAL: ¡Viva Morena!

TODOS: ¡Viva!

DOCTOR RICARDO MONREAL: ¡Viva México!

TODOS: ¡Viva! ¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente!

DOCTOR RICARDO MONREAL: ¡Muchas gracias!

¡Sí se puede!