Versión de la presentación del libro “Las Grandes Reformas para el Cambio de Régimen”, escrito por el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, realizada en la Universidad Autónoma de Guerrero
Muchas gracias, Miguel Ángel.
Muchas gracias a todos.
Expreso mi aprecio a los alumnos, alumnas de la Escuela de Derecho y de otras carreras, y a los maestros, a las maestras, a los académicos de esta Universidad de Guerrero.
Esta obra, como bien lo afirma América, y también Tonatiuh, es un esfuerzo de síntesis de las reformas que se iniciaron en el 18, con motivo del triunfo legítimo del Presidente López Obrador, y que lo describió muy bien tanto Tonatiuh como América.
Cincuenta y un artículos de la Constitución; 18 materias; y más de 200 productos legislativos, entre los que se encuentran nuevas leyes. Y, me parece muy bien que América le haya propuesto a Tonatiuh que pueda incorporarse al plan de estudios la obra, porque está actualizada.
Los maestros mismos debemos actualizarnos, porque es tan rápida y tan dinámica la legislación, que en ocasiones no nos percatamos que hay cambios fundamentales, en la Constitución o en leyes ordinarias o en tratados y acuerdos internacionales.
Esta obra la escribí desde el primer día, desde los primeros días de esta Legislatura pasada. Cada que aprobábamos una reforma, escribía y tenía las tarjetas, que me propuse terminar en septiembre; no pude terminarlo en septiembre del año pasado, lo terminé como en octubre-noviembre, en imprenta.
Y, me parece que es una obra que deben los estudiantes de Derecho, y los maestros de la Escuela de Derecho, estudiarla.
Son dos Tomos. En el primer Tomo, sólo hablo sobre reformas constitucionales, que aquí ambos han descrito: desde la paridad de género, acceso de las mujeres a la justicia, la separación del poder económico y del político, la reforma educativa, que derogamos y dimos paso a una nueva. La eliminación o prohibición de la condonación de impuestos, la Ley de Bienestar, la Ley de Extinción de Dominio, los delitos graves, la austeridad elevada a rango constitucional, el Poder Judicial y su gran reforma. Todas estas materias están contempladas en el Libro 1.
Y en el Libro 2, están las nuevas leyes reglamentarias, los acuerdos y tratados internacionales, como el T-MEC, como los Convenios de la OIT, como los Convenios de la propia OEA; convenios que es necesario ratificarlos por el Senado, para que tengan vigencia y para que puedan ser aplicados.
Le agradezco por cierto, mucho, que me acompañen dos senadores, porque esta obra que hemos hecho, es obra colectiva. No es autoría de una sola parte, porque por sí solos, Morena no tendría mayoría calificada; entonces es una hazaña colectiva lo que logramos, porque necesitábamos, para aprobar las reformas, dos terceras partes, entre otras, la de la Guardia Nacional, también incluida y tratada en este libro.
Y, quiero agradecerle a Nestora, que es una mujer sensible, con capacidad y con sensibilidad social, que siempre está luchando por la gente. Siempre, todos los días está luchando por la gente de Guerrero.
Y también quiero felicitar a un buen amigo, a un buen compañero, Manuel Añorve, que estudiamos en la UNAM en la época de los 80’s; y que, siendo de otro partido, respaldó casi todas las reformas constitucionales en las que el Presidente López Obrador envió iniciativa. Por eso hablo de que es una hazaña colectiva.
Y quiero decirles que estos dos libros, por cierto, sí está agotada la primera edición. La editorial mandó unos libros aquí a vender, la Editorial Porrúa, y los reduce o los rebaja cuando yo los presento en un 30 por ciento, en un 40, no sé cuánto; pero ojalá y los maestros, o los que tengan la capacidad económica, puedan adquirirlo.
Quiero descargarla gratuitamente. He hablado con la editorial, estamos por celebrar un convenio en donde yo renuncio a los derechos de autor y a mis regalías, con el pretexto de que e pueda descargar gratuitamente para las universidades y para los estudiantes de derecho o de ciencias políticas.
En efecto, como decía, tanto América como Tonatiuh y como Miguel Ángel, es una obra muy fácil de leer.
Traté de hacerla en un lenguaje de sentido común, un lenguaje fácil de leer y fácil de comprender.
Me esforcé para que pueda ser leído por cualquier persona, máxime si se trata de un estudiante de derecho del primer año, del primer semestre, lo entenderían y lo comprenderían con facilidad.
Ese es el propósito de presentarles esta obra en la poderosa Escuela de Derecho; poderosísima, poderosísima Escuela de Derecho.
Yo tengo, déjenme decirles, conozco bien Guerrero, desde hace muchos años y tengo muy buena opinión de los abogados, de las abogadas, de la gente formada en esta Escuela. Y por eso me alegra, le preguntaba a Tonatiuh cuántos alumnos tiene: tres mil, 3 mil 400.
Yo egresé de una universidad de provincia, por eso siempre defiendo las universidades de provincia. Y salí en los 80’s.
Yo salí en el 81 como abogado, pero no había posgrado. Ojalá y aquí puedan generar condiciones para un mayor número de alumnos en posgrado.
Cuando yo salí de mi tierra es porque no había posgrado en ninguna parte del país. Prácticamente la única universidad que daba cursos de posgrado era la UNAM; la UNAM era la única que daba clases.
Me becó la UNAM, porque yo provengo de una familia muy modesta, muy humilde de origen campesino, entonces no había forma de trasladarme a México si no tenía una beca. Y me becó la UNAM para estudiar especialidad, maestría y doctorado.
Cuando terminé el doctorado, me fui unos años a dar clases a la Universidad de Zacatecas, tengo allá también por oposición algunas materias, pero más he dado clases en la UNAM.
Doy clases ahora en el posgrado, en la maestría y en el doctorado.
Y voy a aprovechar para decirle a Tony que sí le voy a contestar, porque no dejen de soñar los jóvenes. Todo se puede. Si tú te lo propones, lo vas a lograr.
Mi familia es campesina, ya murió mi padre y mi madre, pero en el pueblo nos dedicábamos a vender agua fresca, porque somos una familia de 14, de 14 hermanos; seis hermanas y ocho hermanos. Y era muy deficiente nuestra niñez, entonces tenías que dedicarte al campo, a las actividades. Pero nunca dejé de soñar.
Como dice Tony, sí, sí me imaginé en gobernar mi tierra, y lo hice a los 37 años. Sí me imaginé en ser abogado, y salí a los 21 años de abogado. Sí me imaginé terminar el Doctorado en la UNAM, que para mí era un sueño ir a la UNAM, y lo terminé a los 25 años, era doctor en Derecho y terminé. Al año siguiente fui diputado federal, a los 37 años; y a los 30 era senador por primera vez.
Ahora, esta, el Senado es mi tercera ocasión que soy senador de la República y tres veces diputado federal. Fui Alcalde de la Delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, la más importante de la ciudad, creo yo.
Entonces, cuando te propones, lo logras. Les puedo decir a todos los jóvenes, a las mujeres y a los hombres; porque antes, cuando yo entré al primer año del Senado había sólo seis mujeres, de senadoras. El resto eran hombres, así estaba en la Cámara de Diputados: era un 90 y tantos por ciento de género masculino y una pequeña fracción de mujeres.
Hoy, esta es una de las reformas que está contemplada en el libro: la de paridad. Ahora es mitad y mitad, ahora en el Senado de la República hay 64 senadores y 64 senadoras.
Lo mismo va a ocurrir en los Tribunales, en los jurisdiccionales, en los órganos autónomos y también en la diplomacia mexicana. Así es que más exhorto a las jovencitas, a las mujeres, porque hay un horizonte enorme para ocupar puestos de relevancia; y aquí, en esta Universidad, van a formar buenas abogadas. Estoy seguro que están formándose excelentes profesionistas, por la fama que tiene esta Universidad.
Por eso sí, debo de decirles lo que Roosevelt, cuando la depresión norteamericana, es electo Theodore Roosevelt hacia los 30, 1930 y tantos; estaba quebrado el país, estaban embargando y suprimiendo los ranchos a los rancheros, a la gente del campo, por deudas con los bancos, y los estaban hipotecando y suprimiendo sus parcelas.
Esa época fue de recesión, de depresión económica y de que el gobierno de Estados Unidos no tenía y no sabía qué hacer. Su primer discurso, del presidente electo Roosevelt, dijo una frase que quedó para la historia mundial, dijo: “no hay que tener miedo, no hay que tener temor. Sólo hay que tenerle miedo, al miedo mismo”.
Es decir, todo se puede lograr, alcanzar los sueños, las aspiraciones. Estar en este propósito de lograr mejores condiciones de vida, es digno que estés esperando mejorar tu condición de vida, es una aspiración legítima que quieras superar la pobreza de tus padres, que quieras superar la pobreza de tu niñez y de tu juventud.
Es legítimo que quieras aprender y ser lo mejor para servir a la sociedad. Es legítimo que no te separes de tu consciencia social y no te separes de tu origen; nunca, nunca niegues de dónde vienes, nunca quieras colocarte en una clase a la que no perteneces; porque ni te van a aceptar y simplemente se burlarán y te despreciarán.
Sé lo que eres. Intenta siempre ser el mejor y la mejor.
Esfuérzate, logra construir tu sueño, porque lo vas a lograr. Se los aseguro.
Por esa razón, tengo un libro que de manera personal cuando lo escribí me gustó mucho. Se llama “Errar es de humanos; corregir es política”, donde describo consejos para los que les gusta el servicio público, por la experiencia acumulada que he tenido a lo largo de mi vida.
Tengo más de 42 años de servidor público.
Inicié como líder estudiantil en la preparatoria en el primer semestre, cuando apenas tenía 15 años.
Luego también fui regidor. Lo que me faltó en mi vida, que por eso envidio a Alfredo y a Lety, es diputado local.
Nunca pude ser diputado local, espero que ese sueño ustedes lo desarrollen ayudando a la gente, porque ese es un sueño que a mí me faltó, el ser diputado local, y me tuve que ir de pase automático como diputado federal. Así es que no lo pude hacer.
Por cierto, muchas gracias por la presencia, tanto a Alfredo como a Lety, diputados locales.
Y decirles además que lean esta obra. Gracias por la anfitrionía de la Universidad.
Tonatiuh, a ver si firmamos convenios con el Senado. Los invito a un grupo de estudiantes para que conozcan el Senado, para que los lleven al Senado, para que vean lo que es el Senado, cómo se construyen las leyes, cuáles son sus salones, cuál es la forma de debate, de discusión, de deliberación, de análisis; cómo se construye una norma jurídica para el país.
Me pongo de acuerdo con Tonatiuh, y podemos hacer viajes constantes de 30-40 jóvenes de viaje de prácticas, aunque estén en el primero, en el segundo año siempre sirve aprender y conocer esos niveles de desarrollo.
También se extiende la invitación a los maestros, a las maestras, que sé que aquí hay un buen nivel de enseñanza.
A América allá en Acapulco, voy a ir a la Escuela de Derecho invitado.
Ahora estoy escribiendo, les decía en la mañana que desayuné con un grupo de maestros de la universidad, estoy escribiendo un libro que espero sea muy interesante de seis tomos. Una obra de seis tomos, sobre la historia del Senado, sobre la historia del Congreso.
Me propuse del 2020 al 2024 terminar la obra. Ya estoy en el segundo tomo. Ya está publicado el primer tomo, acaba de salir en diciembre.
Si podemos, ese mismo libro podemos presentarlo, el primero o el segundo, que no se ha presentado y que es historia. Incluso ahí contemplo lo del Congreso de Anáhuac, aquí en Chilpancingo, en la Iglesia de la Asunción, cuando legislaron, cuando Morelos aceptó ser diputado y cuando López Rayón y todos aquellos que fueron a la Iglesia de la Asunción a legislar en el Congreso de Anáhuac, fijaron las primeras normas, las primeras reglas de los Sentimientos de la Nación, que más tarde se trasladarían a la Constitución del 24, de 1824.
Ahí contemplo toda la historia, cuando a Morelos le plantean, como el líder insurgente después de la muerte de Hidalgo, le plantan aquí en el Congreso de Anáhuac que acepte el nombre o aceptara llamarse Su Alteza Serenísima, a Morelos, como el gran articulador del movimiento de Independencia y constructor institucional de nuestro país, le proponen que por favor acepte que le llamen “su Alteza Serenísima”.
Y, Morelos lo rechaza, dice Morelos: “no, no lo acepto, porque lo único que soy es un ciervo de la nación”.
Están las páginas de la historia, escritas aquí en Chilpancingo, y es parte de lo que relato en el primer Tomo de este compendio de seis tomos, que espero terminarlo en el 24.
¿Por qué en el 24? Porque precisamente, el Senado cumplirá 200 años de existir, por primera vez se contempló en la Constitución del 24.
Aunque el Senado de la República, como ustedes saben, lo suprimen los liberales en 1857, lo suprimen, lo desaparecen y sólo aparece una sola Cámara, de 1857 hasta 1874. Toda esa etapa sólo había un sistema unicameral, desaparece el Senado y es hasta con Lerdo de Tejada, el Presidente Lerdo de Tejada, que se restituye el Senado.
Salvo este periodo, el Senado en el 24 cumplirá 200 años de haberse instalado en nuestra República, como un sistema presidencial.
Por eso quiero venir a Acapulco a la Escuela de Derecho, vamos a ponernos de acuerdo.
Y muchas gracias a todos. No quiero cansarlos, pero mejor compren los libros; y si no, pronto los vamos a bajar, vamos a descargarlo gratuitamente. Espero pronto dar la buena noticia de que puede ser de acceso general a todos los estudiantes y a toda la población.
A todos mi agradecimiento.
A los directores.
Le mando un saludo a Javier Saldaña y le mando un saludo al Rector Olea; a todos los directivos.
A los directores de escuela, a las directoras de escuelas, de la Universidad de Guerrero también mi aprecio, mi agradecimiento y mi reconocimiento.
A la Universidad de Guerrero, muchas gracias por su anfitrionía y muchas gracias por su bienvenida y por invitarme a la presentación de esta obra indispensable para poder conocer cómo se está transformando el país en este proceso de transición política.
Muchas gracias. Buenos días.
¡Que viva Guerrero!
¡Viva la universidad!
¡Viva la Escuela de Derecho!
¡La poderosísima Escuela de Derecho!