Mirar hacia delante

En “Los hijos de la Malinche”, capítulo IV de El laberinto de la soledad, Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, reflexiona sobre la identidad mexicana y cómo la historia y la percepción de la realidad pueden moldearla. Utilizando la figura de la Malinche como símbolo de la dualidad y la complejidad de la identidad mexicana, el autor nos invita a pensar sobre la identidad cultural y la necesidad de comprender la historia para no repetir errores pasados.

El poeta y ensayista argumenta que las y los mexicanos heredamos esta dualidad, que se manifiesta en nuestra cultura e historia y nos lleva a una profunda reflexión sobre la necesidad de entender nuestra identidad cultural en un contexto histórico más amplio. Es decir, nos recuerda que la cultura y la historia son procesos en constante evolución y que es esencial mantener una visión a largo plazo para comprender su complejidad y no caer en la complacencia del éxito momentáneo.

Lo anterior viene a cuento ahora que MORENA concluyó la primera etapa rumbo a su participación política en los comicios de 2024. La elección de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo como coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, y la entrega del bastón de mando por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador marcan un hito en la trayectoria de nuestro movimiento.

Sin embargo, pasadas la euforia y las reacciones diversas ante los resultados, resulta imprescindible reflexionar sobre el significado de esta elección y la manera en que impactará en las próximas candidaturas que estarán en juego en todo el país. Considero que en este momento debemos mirar hacia delante, con determinación y unidad, conscientes de que en el transcurso de los próximos meses MORENA enfrentará retos cruciales que pondrán a prueba la cohesión del movimiento.

Desde su creación, MORENA ha buscado transformar profundamente la política y la sociedad, poniendo énfasis en la justicia social, la transparencia y la lucha contra la corrupción, con la visión de un México más equitativo y justo. Estos postulados dieron pie a la Cuarta Transformación, impulsada por el hoy primer mandatario nacional emanado de las filas de la izquierda.

MORENA se erige como un faro de esperanza en la historia política de México. Recuerdo aquellos días fundacionales, en octubre de 2011, cuando un grupo de personas comprometidas con la transformación de nuestra nación nos unimos para forjar un proyecto que resonaría en los corazones de millones de compatriotas. Ser protagonista de ese hecho fue un privilegio que marcó mi vida de manera indeleble.

En mi trayectoria como político e integrante activo de sus filas, he visto cómo MORENA canaliza las aspiraciones populares hacia la transformación del país. Nuestro compromiso con la justicia, la democracia y la transparencia sigue siendo firme. El impacto del movimiento se refleja en las políticas y reformas que buscan reducir la desigualdad, erradicar la corrupción y mejorar la calidad de vida de todas y todos los mexicanos.

En los próximos procesos electorales, MORENA se enfrentará a una competencia inédita en todo el país. La selección de quienes contenderán por gubernaturas, alcaldías, diputaciones y senadurías será determinante para el futuro de México. La coordinación efectiva entre los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en los estados será esencial para el éxito de nuestras candidatas y candidatos.

No es asunto menor: más de 20 mil cargos estarán en juego en las elecciones de 2024, incluyendo la Presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, nueve  gubernaturas (Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), 31 congresos locales, 1,580 ayuntamientos, 16 alcaldías y 24 juntas municipales.

En tal sentido, la designación de las y los próximos candidatos será crucial para la unidad en MORENA. Cierto, la diversidad de opiniones y corrientes de pensamiento en nuestro movimiento es una fortaleza, pero también representa un desafío. Por eso, una vez concluida la elección de la coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, es hora de enfocarse en los objetivos comunes rumbo al año entrante.

Recordemos que la falta de unidad ha sido un desafío recurrente en movimientos de izquierda en todo el mundo, lo que obstaculiza la consecución de sus metas. Tenemos en Latinoamérica dos ejemplos palpables: el Movimiento Bolivariano, en Venezuela, y el Frente Amplio, en Uruguay, los cuales, a pesar de sus significativos logros en la esfera política, también enfrentaron desafíos internos relacionados con diferencias ideológicas y disputas de liderazgo.

Por ello, debemos mirar hacia adelante con esperanza y determinación, conscientes de que el trabajo que realizaremos en los próximos procesos electorales será fundamental para consolidar los avances de la Cuarta Transformación.

MORENA no sólo representa un partido político, sino un compromiso inquebrantable con las causas más nobles que nos mueven para transformar a México; de ahí que la unidad, el respeto y la cohesión sean fundamentales para asegurar el éxito sostenible de nuestro movimiento en 2024.

 

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