Faro Internacional – Tecnología 5G: retos y oportunidades

La denominación 5G se refiere a la quinta generación de redes móviles de comunicación. Con su llegada se prevé un aumento significativo en la velocidad de navegación. Esta tecnología podría alcanzar hasta 10 Gbps (gigabytes por segundo), diez veces más rápido que lo ofertado en el mercado actual. También la latencia (el tiempo de respuesta de la red) presentaría un avance significativo, y las implicaciones no son menores. Las redes 5G permitirán conectar al mundo mucho más rápido que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad. La velocidad de conexión y alta tecnología impactará de manera positiva en la vida de las personas en amplias y diversas materias; por mencionar algunos campos: industria, comercio, medicina, realidad virtual e inteligencia artificial. [1]

La pandemia ha demandado acelerar los procesos de transformación tecnológica. Por ejemplo, en materia laboral, la tecnología ha permitido que en algunos sectores la actividad productiva continúe funcionando en la medida de lo posible. Los gobiernos, las empresas y la ciudadanía han recurrido como nunca a diversas herramientas tecnológicas para enfrentar la llamada nueva normalidad. El distanciamiento social para evitar la propagación de la enfermedad ha requerido trabajar desde casa, estudiar a través de plataformas digitales e incluso acceder a diversos servicios públicos, como la salud, de manera electrónica. [2] En el futuro, las tecnologías 5G permitirán ofrecer servicios de salud digitales y ubicuos, no sólo para enfrentar la COVID-19, también serán útiles para combatir otras enfermedades. [3]

En materia laboral, de acuerdo con la consultora internacional McKinsey, a nivel global, empresas de todos los sectores y regiones han acelerado la digitalización de sus interacciones con clientes, cadenas de suministro y operaciones, equivalente a tres o cuatro años adelante. Además, los productos y servicios digitales habilitados digitalmente han aumentado en proporción a siete años. No se espera que estos cambios sean temporales. Al contrario, la mayoría serán duraderos o permanentes. Las empresas que fueron revisadas por McKinsey afirman que actualmente es tres veces más probable que al menos el 80 por ciento de sus interacciones con clientes y proveedores sean digitales, en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia. [4] Sin embargo, es claro que estas transformaciones tecnológicas tendrán

 

 

que ser soportadas por redes de internet estables, de alta velocidad y asequibles, por eso la importancia del desarrollo de infraestructura 5G.

De acuerdo con la GSA (Global mobile Suppliers Association – Asociación Mundial de Proveedores Móviles), para agosto de 2020 ya 38 países contaban con redes de tecnología de quinta generación. Las regiones que mayores avances reportan son América del Norte, Europa y Asia Oriental, mientras que, en el sur y sureste de Asia, y en Sudamérica se han promovido importantes inversiones en esta tecnología, que podrían impulsar sus avances a corto y mediano plazos. [5] No hay lugar a dudas, las primeras señales del arribo de la llamada cuarta revolución industrial ya se pueden percibir en gran parte del mundo.

En abril de 2019, Corea del Sur se convirtió en el primer país que lanzó comercialmente una red 5G, y se espera que continúe a la cabeza en materia de desarrollo y penetración de la tecnología. [6] Se tiene planeado que para el año 2025 alrededor del 60 por ciento de las suscripciones móviles en territorio surcoreano sean para redes 5G.[7] China y Estados Unidos se encuentran muy cerca de lograr el mismo desarrollo; incluso disputan el liderazgo de esta tecnología. En territorio estadounidense, el plan implementado para promover el adelanto tecnológico del 5G consiste en dotar de autonomía a los operadores sobre sus propias estrategias. El objetivo es fomentar la competencia y, en consecuencia, la innovación y la inversión. En 2025, China podría convertirse en el mercado 5G más grande del mundo, por el número de conexiones activadas. [8]

En América Latina también se reportan importantes avances, aunque aún queda un largo camino por recorrer. De manera positiva, la tecnología 5G es la primera en ser incluida en la agenda gubernamental de algunos países latinoamericanos; tal es el caso de Brasil, Colombia y Chile, donde esta gama fue incorporada en sus planes de desarrollo nacional. En abril de 2019, Uruguay fue la primera nación latinoamericana en desplegar una red de 5G de manera comercial, aunque sólo en un par de localidades. [9] La tecnología 5G en este país aún se encuentra en fase de pruebas de espectro, y se espera que dure hasta el mes de marzo o abril del año 2021. [10]

 

 

Brasil Colombia, Perú, Chile, Puerto Rico, República Dominicana y, por supuesto, México son países que también han anunciado próximas activaciones o pruebas piloto de este tipo de redes. El avance de la tecnología 5G entre esos países es inminente. Se espera que para el año 2025 el 5G represente el 23 por ciento de las líneas móviles de la región. [11] Por otro lado, Canalys, firma internacional dedicada al análisis del mercado tecnológico, estima que durante el año 2021 América Latina consumirá 13 millones de teléfonos inteligentes con tecnología 5G, y estos equipos tendrán un precio estimado de 600 dólares.[12] En tal sentido, Business Insider afirma que México se convertirá “en uno de los principales mercados en la última generación de tendencias en conectividad y tecnología. [13]

 

 

A pesar de las buenas noticias, es necesario considerar algunos retos que implica el desarrollo de la tecnología 5G, sobre todo para un país como el nuestro. No es un secreto que México es un país profundamente desigual (Índice de Gini: 45.5). [14] De acuerdo con el INEGI, el 70 % de la población de más de seis años en el país refirió hacer uso de internet, pero sólo el 44 % de los hogares mexicanos tiene acceso a una computadora, mientras que el 56 % dispone de acceso a internet. Cuando se hace una diferenciación entre comunidades urbanas y rurales, el efecto se agrava: se reporta uso de internet del 76 % y el 47 % respectivamente. [15] El desarrollo de nueva y mejor tecnología podría aumentar la desigualdad en materia tecnológica, si no se aplican las medidas adecuadas para su democratización.

El reto es evitar que el 5G sea impulsado únicamente para un sector de la población y que, en lugar de ello, se encuentre disponible para todas y todos. Sin un plan adecuado, voces expertas señalan que la tecnología 5G podría aumentar la brecha digital, porque acelerará la obsolescencia de la tecnología, y personas de bajos ingresos no podrán pagar equipos con alta tecnología. [16] En contraste, la tecnología 5G también podría ayudar a cerrar la brecha digital, si su implementación se acompaña de una política adecuada. Por ejemplo, aumentar su disponibilidad en zonas rurales podría permitir conexión de mayor calidad y velocidad, con un menor precio. Incluso, por su propia naturaleza, la conexión 5G puede ser instalada en áreas donde el paisaje geográfico dificulta la colocación de fibra óptica. [17]

 

 

Por otro lado, es necesario considerar que México forma parte de una de las zonas comerciales más dinámicas del mundo. América del Norte se encuentra entre las regiones donde el 5G ha tenido mayor desarrollo, especialmente en Estados Unidos. También es necesario mencionar que el pasado 1 de julio entró en vigor el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que, entre otros aspectos, regula el comercio digital. Concretamente, el capítulo 19 de este acuerdo comercial conducirá inevitablemente a una mayor integración de las telecomunicaciones y el comercio digital en la región.

 

Ante este escenario, México tendrá en el mediano plazo diversos retos por enfrentar, entre ellos, la transición en materia de infraestructura en empresas y Gobierno.

 

Asimismo, modificar procesos y digitalizar operaciones será esencial para la iniciativa privada mexicana. Asimismo, será necesario vigilar los costos que representará para la población en general transitar hacia equipos telefónicos y de cómputo con nueva tecnología. Por último, para asegurar precios justos, reafirmar la soberanía y cuidar la seguridad nacional, al tiempo que se impulsa la competitividad nacional, México deberá desarrollar su propia infraestructura 5G.

Para enfrentar estos retos será necesaria la colaboración estrecha entre Gobierno, iniciativa privada y sociedad civil, a favor de la construcción de una agenda digital que incluya las preocupaciones de cada sector. Crear la infraestructura 5G necesaria para respaldar un mundo digitalizado y mantenerla actualizada será esencial para que cualquier empresa y cualquier país sean competitivos en la etapa de recuperación tras la pandemia. [18] México no puede ni debe quedarse atrás. Nos encontramos en una situación apremiante de la que dependen el desarrollo, la seguridad nacional e incluso el comercio y la inversión nacionales. En el Poder Legislativo hay voluntad para atender los desafíos tecnológicos del país. Invito a todas y todos a colaborar en estas tareas.

ricardomonreal@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @Ricardo MonrealA

 

Fuentes

[1] Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques. (2020). “Red 5G: Competencia tecnológica entre Estados Unidos y China”. Senado de la República. 26 de febrero de 2020. https://bit.ly/36lCZRI

[2] McClean, T. (2020). “Covid-19 Has Accelerated Digital Transformation — With AI Playing A Key Role”. Forbes. 4 de noviembre de 2020. https://bit.ly/2JtlTIh

[3] Siriwardhanaa, Y., et al. (2020). “The role of 5G for digital healthcare against COVID-19 pandemic: Opportunities and challenges”. ICT Express. 4 de noviembre de 2020. https://bit.ly/2Vgj5kC

[4] McKinsey & Company. (2020). “How COVID-19 has pushed companies over the technology tipping point—and transformed business forever”. McKinsey & Company. 5 de octubre de 2020. https://mck.co/3lkMnt5

[5] Idem.

[6] Park, J. (2019). “S. Korea first to roll out 5G services, beating U.S. and China”. Reuters. 3 de abril de 2019. https://reut.rs/3fOJ0t2

[7] Buchholz, K. (2020). “Where 5G Technology Has Been Deployed”. Statista. 14 de octubre de 2020. https://bit.ly/3o8H9lW

[8] Hollander, R. (2020). “THE GLOBAL 5G LANDSCAPE: An inside look at how the US, China, South Korea, India, Brazil, and Mexico are initiating the next phase of 5G development”. Business Insider. 3 de marzo de 2020. https://bit.ly/2Vin7J7

[9] Forbes. (2019). “Uruguay, el primer país latinoamericano en desplegar red 5G”. Forbes. 10 de abril de 2019. https://bit.ly/2KRQ2Sw

[10] Malek, M. (2020). “¿En qué situación está el 5G en Uruguay?” El País. 12 de noviembre de 2020. https://bit.ly/39tZzcC

[11] Lucas, N. (2020). “Pese a una desaceleración económica se mantienen los despliegues de 5G en América Latina”. El Economista. 24 de septiembre de 2020. https://bit.ly/3o5g2rQ

[12] Lucas, N. (2020). “América Latina recibirá el 1% de los teléfonos 5G que se venderán en el mundo durante 2020”. El Economista. 7 de octubre de 2020. https://bit.ly/37iahQN

[13] Hollander, R. Op cit.

[14] Banco Mundial. (2018). “Índice de Gini”. Banco Mundial. 2018. https://bit.ly/3liDO1J

[15] Ordaz, A. (2020). “La pandemia exhibe desigualdad tecnológica en la educación superior pública”. Forbes. 15 de mayo de 2020. https://bit.ly/39nPfD2

[16] Flahive, P. (2020). “Who Gets 5G — And Who Gets Left Behind — Has Some Worried About Digital Inequality”. NPR. 25 de febrero de 2020. https://n.pr/3qdK0vy

[17] BrandVoice, (2020). “Closing The Digital Divide: How The Future Of 5G Can Foster Equal Opportunity For All Americans”. Forbes. 15 de abril de 2020. https://bit.ly/37eI2Cy

[18] Xiao, Y. y Fan, Z. (2020). “10 technology trends to watch in the COVID-19 pandemic”. World Economic Forum. 27 de abril de 2020. https://bit.ly/39r8pb2