COP28

Desde el 30 de noviembre y hasta el 12 de diciembre del 2023 se está celebrando en los Emiratos Árabes Unidos la vigésima octava Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Las y los líderes internacionales se reúnen como cada año para revisar los objetivos alcanzados y profundizar sus compromisos en materia de combate al cambio climático, la reducción de emisiones de carbono y, por supuesto, la transición energética, entre otros tantos asuntos.

De acuerdo con el Council on Foreign Relations, se espera que este año acudan al encuentro alrededor de setenta mil personas, entre ellas, funcionarias y funcionarios gubernamentales, líderes empresariales y financieros, juventudes activistas, delegaciones de comunidades indígenas, cabilderos, e incluso representantes de empresas de combustibles fósiles.

Además, el enviado presidencial especial para el Clima de Estados Unidos, John Kerry, y el representante especial para Asuntos de Cambio Climático de China, Xie Zhenhua, también participan en las sesiones, hecho de la mayor relevancia si se considera que, así, estarán representados los dos países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Sin duda, el compromiso de estos dos actores es fundamental en los esfuerzos climáticos.[1]

El país anfitrión determinó cuatro pilares por atender en estas reuniones: acelerar la transición energética; aumentar el financiamiento climático; adaptación y resiliencia climática, e inclusividad.[2]

La transición energética estaría encaminada a triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030 y aumentar la tecnología de descarbonización. Por otro lado, se busca atender la falta de inversiones para financiar los asuntos climáticos. A pesar del aumento del 22 por ciento en la primera mitad del año 2023, no es suficiente para invertir en las áreas requeridas. Otro tema fundamental es el fomento de la resiliencia climática y el desarrollo sostenible, principalmente entre los países de ingresos bajos. La adopción de métodos agrícolas sostenibles o programas que detengan la pérdida de biodiversidad son objetivos centrales de este pilar. Finalmente, desde la COP23 se defiende la participación de todos los sectores de las sociedades como un elemento clave para alcanzar las metas mundiales. Por eso, durante las reuniones participan juventudes, liderazgos indígenas, mujeres y otros grupos, que coinciden en su alta vulnerabilidad y marginación frente a los efectos del cambio climático.[3]

Situación actual del cambio climático

Durante el encuentro se discutirán los resultados del primer balance global para medir el progreso sobre los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de la COP21. El artículo 14 de tal disposición internacional señala que la COP hará periódicamente un balance de la aplicación del texto, de ahí las reuniones anuales. Pero también estipula la realización de un primer balance en 2023 para revisar los avances a mediano plazo.[4]

Por tanto, el 8 de septiembre pasado se publicó el informe sobre los avances colectivos y las principales áreas en que “deben tomarse medidas para subsanar carencias y abordar las dificultades y los obstáculos detectados en la aplicación del Acuerdo de París”.[5] En el texto, el grupo de personas expertas afirman que en general el cumplimiento de las obligaciones internacionales “no va por buen camino”.[6]

Aunque la buena noticia es que, por ahora, las políticas ambientales han logrado frenar el peor escenario de 4° C a 6° C de calentamiento para 2100, y se ha reducido un grado de calentamiento sobre las predicciones de 2015. Es posible aún implementar medidas para lograr emisiones cero para el año 2050, aunque, para conseguirlo se tendrían que disminuir al menos un 43 por ciento de emisiones de gas de efecto invernadero para fines de este año, lo cual no parece posible.[7]

Entre las principales conclusiones, se indican cuatro grandes áreas de atención[8]:

1) Mitigación: las emisiones de GEI deben reducirse en un 43, 60 y 84 por ciento en relación con los niveles de 2019 para 2030, 2035 y 2050, respectivamente, a fin de limitar el calentamiento global a 1.5° C. Para ello, se alienta a las Partes a aumentar significativamente el desarrollo y el despliegue de fuentes de energía renovables, reducir su dependencia de los combustibles fósiles, disminuir las emisiones en la industria y el transporte, y preservar y proteger los bosques.

1) Adaptación: se necesitan estrategias más deliberadas y viables. Esto puede incluir apoyar a las comunidades locales en los países en desarrollo y promover que las Partes presenten informes y comunicaciones de adaptación transparentes y claros.

3) Finanzas: existe una brecha sustancial para alcanzar los 5.9 billones de dólares estimados en financiamiento climático, necesarios para 2050, para ayudar a los países en desarrollo a alcanzar sus objetivos climáticos. Las Partes deben movilizar compromisos financieros hacia este objetivo y reducir la inversión en combustibles fósiles.

4) Cooperación y transferencia de conocimiento: sigue habiendo una gran brecha en los objetivos climáticos y las capacidades de mitigación de las Partes. Estas deben fortalecer la creación de capacidades y ayudar a implementar tecnologías limpias existentes en los países en desarrollo para ayudar a avanzar en sus objetivos climáticos.

Desde este punto, con base en la evaluación mencionada, los Estados, sus liderazgos de distintos grupos y sectores —incluido el privado—, entre tantos actores involucrados en el tema, tendrán que decidir los siguientes pasos en la lucha contra el cambio climático. Por eso la relevancia de esta conferencia. Nos enfrentamos a un momento crucial de reflexión que permitirá visualizar si lo que el mundo ha hecho en la materia es o no suficiente, y desde ahí trabajar. Aunque hay que decirlo, es probable que las noticias no sean positivas.

Tras la discusión y el balance global en la COP, cada Estado decidirá soberanamente y presentará el siguiente año sus planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las llamadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) serán resultado de una discusión interna, considerando el contexto de cada país, de sus poblaciones, desarrollo económico y, por supuesto, de su nivel de emisiones y —por tanto— su responsabilidad en la materia. El Acuerdo de París solicita que se presentan los planes de CDN cada cinco años, en este caso antes de 2025 y luego antes de 2030.[9]

Calor histórico y desastres climáticos extremos

La COP28 se celebra en el año en que se alcanzaron niveles históricos de calor en todo el mundo y se reportaron desastres climáticos extremos. Específicamente, en septiembre de 2023 se produjo el mayor salto en las temperaturas medias mundiales jamás registrado.

Incluso, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), herramienta de la Unión Europea que informa sobre las variaciones de la temperatura global, la cobertura de hielo marino y las variables hidrológicas, notificó que este mes de noviembre fue el más cálido desde que hay registros en todo el mundo. Anteriormente, noviembre de 2020 mantenía la temperatura más alta hasta ese momento. La cercanía entre ambos récords es solo una muestra de la velocidad con que está aumentando la temperatura del globo. Asimismo, el C3S adelanta que, dado que de enero a noviembre de 2023 la temperatura media a nivel mundial ha sido la más alta desde que se registra, es muy posible que este año sea el más caluroso hasta ahora.[10]

Aunque el movimiento negacionista creció en los últimos años, de acuerdo con personas expertas en el tema, principalmente a través de la construcción de relatos con información inexacta o teorías conspirativas que se difunden principalmente en internet[11], es evidente que los impactos en todo el mundo, incluido México, son evidentes.

El caso más reciente ocurrió en Acapulco hace un mes. “En tan solo 12 horas el huracán Otis pasó de ser una tormenta tropical a un huracán categoría 5, algo solo visto en la historia en 2015 con el huracán Patricia.”, afirma Forbes en una de sus notas sobre el caso.[12]

“Un escenario de pesadilla para el sur de México. Otis se ha intensificado explosivamente durante las últimas 24 horas, una marca solo superada en tiempos modernos por el huracán Patricia en 2015”, concluyó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.[13]

Ambas afirmaciones son muestras claras de la anomalía que representó el fenómeno natural. Sobre su relación con el cambio climático, Rosario Romero Centeno, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que, dado el posible aumento de la “temperatura de los océanos y la mayor capacidad de la atmósfera para contener humedad podrían estar haciendo que los huracanes sean cada vez más intensos y pasen de menor a mayor categoría en poco tiempo.” Personas expertas de Estados Unidos coinciden con esta aproximación.[14]

Los efectos de estos fenómenos naturales son cada vez más fuertes en materia económica y social. El aeropuerto internacional de Acapulco quedó inundado y con graves daños estructurales, y el impacto en el turismo, la actividad más importante del puerto, se verá reflejado por el fenómeno natural resultado de la contaminación mundial.[15] No sólo son los efectos económicos adversos: el desgaste social, el paro en las escuelas afectadas y el comercio, como fuente principal de alimento en la zona, evidentemente también alteran negativamente otros aspectos de la vida diaria. Y aunque Acapulco es solo un ejemplo, este escenario se repite en otros espacios y territorios a nivel global.

(AP Photo/Felix Marquez)

La evidencia científica hallada por expertas y expertos de todo el mundo indica la relación entre los cambios en el ambiente del planeta con los niveles de contaminación que produce la humanidad. De ahí la relevancia de considerar estos estudios y tomar decisiones informadas, claro está, considerando las condiciones de cada territorio y bajo la equidad y responsabilidad sobre las emisiones de cada país. Los impactos de estos fenómenos desproporcionales no solo dejan huella en la infraestructura mundial, también alteran nuestro modo de vida.

¿Qué esperar?

Frente a estos retos, ¿es posible el consenso entre las naciones en la reunión climática? Las y los expertos afirman que durante la COP28 puede ser que los Estados parte aborden la posibilidad de eliminar gradualmente las emisiones de combustibles fósiles, como la Unión Europea lo ha tratado de impulsar.

Sin embargo, no es claro que el compromiso sea consistente y se logre llegar a promesas reales.[16]

Más del 60 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero son producidas por solo seis países: China, Estados Unidos, India, la Unión Europea, Rusia y Brasil (en orden de emisiones totales).[17] Uno de los retos es lograr un compromiso real de estas naciones.

Aunque el compromiso de países en vías de desarrollo, como México, es muy relevante, no podemos negar la responsabilidad de los grandes emisores. A. Michael Spence, experto en energía y desarrollo, afirma que este grupo de países debe “tomar la iniciativa no sólo en la reducción de sus propias emisiones, sino también en el avance del desarrollo y la difusión de energías renovables y otras tecnologías necesarias para la transición energética global.”[18]

Por ahora queda esperar la conclusión de esta importante reunión internacional. Desde México mantenemos la atención y la disponibilidad a cooperar para reducir los efectos del cambio climático, desde una perspectiva justa y nacional. Será el próximo 12 de diciembre cuando finalmente se presenten los resultados y acuerdos entre las naciones.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Clara Fong, “COP28 Climate Summit in Dubai: What to Expect”. Council on Foreign Relations (21 de noviembre, 2023), sec. In Briefs [En línea]: https://on.cfr.org/47P4n7J [Consulta: 4 de diciembre, 2023].

[2] COP28 UAE, “100 days to COP28: UAE readies to welcome the world to deliver transformative climate action”. COP28 UAE (22 de agosto, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3GFoHwg [Consulta: 4 de diciembre, 2023].

[3] C. Fong, op. cit.

[4] United Nations Framework Convention on Climate Change, “Acuerdo de París”. United Nations Framework Convention on Climate Change (12 de diciembre, 2015) [En línea]: https://bit.ly/46YnUla [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[5] The secretariat of the United Nations Framework Convention on Climate Change, “Diálogo técnico del primer balance mundial. Informe de síntesis de los cofacilitadores del diálogo técnico”. United Nations Framework Convention on Climate Change (8 de septiembre, 2023) [En línea]: https://bit.ly/48rZ6Dh [Consulta: 4 de diciembre, 2023].

[6] C. Fong, op. cit.

[7] Idem.

[8] Kenneth J. Markowitz, Christopher A. Treanor et al., “Previewing COP28: Opportunities, Challenges and Anticipated Outcomes”. Akin Gump Strauss Hauer & Feld LLP (1 de diciembre, 2023), sec. Insights, Publications, Alerts [En línea]: https://bit.ly/489Sol6 [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[9] United Nations Framework Convention on Climate Change, “Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC)”. United Nations Framework Convention on Climate Change (s.f.), sec. Proceso y reuniones, Acuerdo de París, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/4a8YKTr [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[10] Europa Press, “Noviembre ya anticipa a 2023 como el año más cálido en los registros”. Europa Press (6 de diciembre, 2023), sec. Ciencia Plus, Cambio Climático [En línea]: https://bit.ly/47NYQ1n [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[11] Forbes Staff, “El negacionismo climático muta en redes con teorías conspirativas y ataques a activistas”. Forbes (29 de noviembre, 2023), sec. Actualidad [En línea]: https://bit.ly/3t2nuwa [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[12] Forbes Staff, “Acapulco: lo que el huracán Otis nos dice del cambio climático”. Forbes (25 de octubre, 2023), sec. Actualidad [En línea]: https://bit.ly/3Rdzu5N [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[13] Idem.

[14] Idem.

[15] Almudena Barragán y Jorge Vaquero Simancas, “De tormenta tropical a huracán categoría 5: ‘Otis’ sorprende a la ciencia”. El País (25 de octubre, 2023), sec. México, ed. América-México [En línea]: https://bit.ly/41cYHBW [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[16] C. Fong, op. cit.

[17]  A. Michael Spence, “COP28 Can Deliver Progress on Climate Change, but Will It?”. Council on Foreign Relations (6 de diciembre, 2023), sec. Renewing America [En línea]: https://on.cfr.org/41fRH7x [Consulta: 6 de diciembre, 2023].

[18] Idem.