Desde los extremos no se alcanzan soluciones efectivas

Desde hace unos años a la fecha, los procesos socioeconómicos y geopolíticos en el mundo evidencian una clara tendencia hacia los extremos, lo que a su vez genera brechas y sociedades polarizadas que pueden propagar desestabilización y dificultades para encontrar y proponer soluciones puntuales y eficaces a problemáticas específicas.

En el área del conocimiento, el análisis de los opuestos no es un tema nuevo, ya que varias teorías filosóficas han analizado los extremos en política y las brechas que generan. Las múltiples visiones se abordan desde diversas perspectivas, como la de la filósofa y politóloga belga Chantal Moufee para quien “la política tiene que ver con el conflicto, y la democracia consiste en dar la posibilidad a los distintos puntos de vista para que se expresen, disientan”.[1] En tanto, para el filósofo alemán Axel Honneth el reconocimiento político y social —el reconocimiento mutuo— es necesario para vencer las posibles divisiones que generan los extremos opuestos.[2]

Lo cierto es que existen riesgos asociados hacia una visión de extremos en cualquier tema, ya sea en soluciones al combate al narcotráfico, al consumo de drogas, al tráfico ilícito de armas, hacia una migración ordenada, segura y regular, hacia los derechos de la comunidad LGBTIQ+, entre muchos otros.

En ese sentido, toda visión de extremos puede generar un incremento a la intolerancia, a invisibilizar a las otras partes y a la ausencia del diálogo.

Paradójicamente, la visión de extremos en contextos electorales ayuda a ganar comicios, y no necesariamente a conciliar soluciones de problemas comunes. La cuestión es que la política en campaña, sus incentivos e intereses no siempre hacen eco de las necesidades reales en la gestión de gobierno.

La frontera entre México y Estados Unidos es un claro ejemplo de esta tensión y de cómo su realidad y desafíos se han exponenciado a lo largo de los años desde estos extremos, pasando de una aparente negación del acontecer en una franja geográfica particular, al protagonismo que actualmente conlleva el fenómeno migratorio allí y en el mundo. Este protagonismo ha hecho más evidente que la línea fronteriza entre ambos países —como entre otros— no sólo es objeto de narrativas, sino de acciones y estrategias contrapuestas que avivan la escisión con fines político-electorales por encima de propuestas integrales de solución.

Desde una visión de extremos, el mes pasado, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, solicitó a las y los 50 gobernadores republicanos apoyo para “atacar la crisis fronteriza (…) con la cual lucha desde 2021 para garantizar la seguridad que los estadounidenses merecen (…) ante niveles récord de inmigrantes ilegales, drogas y contrabando que llegan a Texas”, y así interceptar y repeler a grupos de personas migrantes que intentan entrar ilegalmente en Texas.[3]

Asimismo, propuestas como el proyecto de Ley HB20, que plantea la creación de grupos de civiles para detener a inmigrantes que consideren indocumentados, arrestarlos y deportarlos, pese a que éstas son atribuciones federales, junto con la propuesta de Ley HB7, que establece un sistema judicial paralelo para juzgar a los migrantes detenidos por las patrullas estatales, sin duda aumentarían los eventos de discriminación racial y condiciones de detención abusivas.

Las declaraciones de Human Rights Watch al respecto han sido énfaticas: “estos proyectos de ley proponen un sistema de ejecución criminal y vigilantes patrocinados por el Estado, que seguramente resultará en incidentes nuevos y generalizados de abuso de los derechos humanos en el estado de Texas”.[4]

En el otro extremo, ciudades como Washington, Nueva York, Chicago y Filadelfia buscan contener la crisis humanitaria a la que se están enfrentando, derivada de los miles de inmigrantes que estados como Arizona y Texas les han enviado, lo que generó que lleguen al límite de los servicios de atención social.[5]

Al no ser soluciones integrales que pretenden abordar las problemáticas de raíz, son insostenibles a largo plazo con impacto directo en otros sectores. En Florida, la recientemente aprobada Ley SB1718, que obliga a las empresas de más de 25 empleados a verificar el estatus migratorio de cada uno de ellos; a los hospitales, a recopilar la información sobre el estatus migratorio de los pacientes e informar trimestralmente al gobierno estatal. También invalida las tarjetas de identificación y licencias de manejo de otros estados, y prohíbe transportar indocumentados. Con sanciones económicas y penas en prisión,[6] son visiones extremas sin soluciones reales y duraderas, pero con impactos socioeconómicos importantes.

Son estrategias que buscan contener y criminalizar el fenómeno migratorio dentro de una narrativa electoral, pero que a su vez tienen impactos negativos en otros sectores. Por ejemplo, el Migration Policy Institute calcula que la Ley SB1718, puede afectar a más de 770,000 inmigrantes indocumentados que viven en Florida; de los cuales, el 24 por ciento trabaja en el sector de la construcción, el 17 por ciento, en el campo; el 14 por ciento, en la hostelería, y el 9 por ciento en el sector minorista,[7] posiblemente provocando que las personas indocumentadas dejen el estado.

El Florida Policy Institute (FPI) ha analizado el posible impacto económico y fiscal de esta medida, cuya aplicación costará a la economía del estado más de 12 mil millones de dólares anuales. Además, las personas indocumentadas gastan el 7.3 por ciento de sus ingresos pagando impuestos, contribuyendo con cerca de 923 millones de dólares a los tributos estatales y locales (2019). Sin trabajadores migrantes indocumentados, los empleadores en estas industrias perderían el 10 por ciento de su fuerza laboral y el Producto Interno Bruto (PIB) de Florida podría caer un 1.1 por ciento en un año. Recortar el poder adquisitivo de ese personal significa también que los ingresos fiscales estatales y locales caerían.

El FPI estima que los oficios que demandan mayor mano de obra de inmigrantes representan el 25 por ciento del PIB de Florida.[8]

Específicamente, las y los trabajadores agrícolas extranjeros calificados son esenciales para el sector de la agricultura estadounidense, y una crisis laboral en el sector obstaculizaría la producción e impactaría en los precios de los alimentos.

Hay que recordar que en Estados Unidos —como en otros países— la problemática de escasez de mano de obra es preocupante, pues cerca de 10.3 millones de plazas laborales están vacantes:[9] ahí la paradoja extrema que no genera soluciones efectivas.

El planteamiento de extremos en situaciones particulares no sólo se centra en cuestiones migratorias. Retomando el concepto de reconocimiento, en la Unión Americana algunos estados están considerando aprobar una nueva legislación basada en la controvertida ley de Florida “Derechos de los Padres en la Educación (HB 1557)”, llamada también ley “No digas gay” (Don´t say gay). Esta medida prohíbe la instrucción en el aula desde el jardín de infantes hasta el tercer grado sobre orientación sexual o identidad de género, argumentando que los padres deben determinar cuándo y de qué manera introducir temas relativos a la diversidad sexual a sus hijas e hijos.[10] Los opositores a esta regulación lo ven como un esfuerzo para restringir los derechos de las juventudes del colectivo gay, limitando la posibilidad de vivir al máximo de su potencial a las personas LGBTIQ+, generando transfobia y homofobia.

Es decir, el no reconocimiento del otro, llámese inmigrante u homosexual, genera una brecha social que puede derivar en severos problemas de odio y no garantiza al acceso de sus derechos. Tampoco hay que obviar casos extremos, como la Ley contra la Homosexualidad en Uganda aprobada en días pasados, que impone penas de cadena perpetua, tiempo en prisión y pena de muerte por homosexualidad con agravantes.

Para Amnistía Internacional esta regulación “institucionalizará el odio y la discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales en el país”.[11]

En ambos casos, tanto la narrativa alrededor de la inmigración como de la comunidad LGBTIQ+, que tiene fines electorales, busca dividir bajo estrategias de exclusión y polarizar sin abonar a una solución precisa y duradera que involucre las visiones de todas las partes. El abordaje y estrategias desde los extremos, generan divisiones y exacerban una serie de elementos que diferencian, que niegan la integración de visiones heterogéneas, complejas y cambiantes y reducen las posibilidades de solución.

Se requiere tender puentes hacia puntos intermedios que den la posibilidad de alcanzar estrategias integrales. Tratar de comprender la realidad y los otros puntos de vista no necesariamente coincidentes pueden llevar a objetivos en común que generen compromisos, bajo un clima de diálogo y respeto, y evitando la retórica que fracciona.

En este sentido, me parece importante recalcar la reciente declaración del asistente especial del presidente estadounidense Joe Biden y director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental en la Casa Blanca, Juan S. González, durante su participación en la 26.ª edición de la Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), al referirise al combate al narcotráfico.[12]

De manera suscinta, expresó la necesidad de un cambio de estrategia, puntualizando que en su momento la implementada por el Gobierno estadounidense contra la producción y el tráfico ilegal de cocaína no puede ser la misma que se ponga en marcha actualmente para combatir la producción y el tráfico de fentanilo. Hoy “No es solo atacar el reto de donde viene el tráfico, pero también en Estados Unidos, en reducir la demanda, reducir el tráfico de armas, enfocarnos en el sector financiero (…)”.[13]

Es decir, para dialogar, acordar y consensar soluciones, un primer paso es reconocer las propias responsabilidades y los desafíos internos. Con ello es posible forjar causas comunes, reconociendo la problemática del otro, para construir desde puntos más cercanos a los extremos.

Sí, se deben abordar conversaciones y temáticas incómodas hacia el interior, que fortalezcan la política exterior de consensos, y que en particular brinden al continente americano la oportunidad de pasar de una región con diversos y distintos desafíos hacia áreas de entendimiento y soluciones ejemplares en temas estratégicos.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

[1] Mercedes López San Miguel, “La democracia consiste en permitir puntos de vista”. Página|12 (5 de septiembre, 2010), sec. Edición Impresa, El Mundo [En línea]: https://bit.ly/3OVfSEd [Consulta: 5 de junio, 2023].

[2] Víctor Manuel Espiter Villa, “La teoría del reconocimiento de Axel Honneth: un bosquejo moral de las formas de menosprecio social”. Cuadernos de Filosofía Latinoamericana, 125, 42 (julio-diciembre, 2021), 37 pp. [En línea]: https://bit.ly/43soIxv [Consulta: 5 de junio, 2023].

[3] Oficina del Gobernador de Texas-Greg Abbott, “Gobernador Abbott despliega nueva fuerza táctica fronteriza en Texas”. Oficina del Gobernador de Texas-Greg Abbott (8 de mayo, 2023), sec. Noticias, Press Release, ed. Español [En línea]: https://acortar.link/mSfEHk [Consulta: 6 de junio, 2023].

[4] Human Rights Watch, “EE. UU.: Ataque de Texas a migrantes alcanza nuevos extremos”. Human Rights Watch (29 de marzo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/42suH4d [Consulta: 6 de junio, 2023].

[5] El País, “Nueva York le cierra las puertas a los migrantes”. El País (17 de enero, 2023), sec. Internacional, ed. América-México [En línea]: https://bit.ly/43pf8LH [Consulta: 6 de junio, 2023].

[6] Brandon Girod, “La Cámara de Florida aprueba un nuevo proyecto de ley de inmigración. Esto es lo que hay adentro”. Pensacola News Journal (4 de mayo, 2023), sec. News, Politics [En línea]: https://bit.ly/3WUSPeD [Consulta: 6 de junio,2023].

[7] American Immigration Lawyers Association, “FL 1718: Florida Anti-Immigrant Legislation Will Affect All Florida Residents, Not Just the Undocumented”. American Immigration Lawyers Association (22 de mayo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3J0EpUi [Consulta: 6 de junio, 2023].

[8] Alexis P. Tsoukalas y Esteban Leonardo Santis, “Florida HB 1617/SB 1718: Potential Economic and Fiscal Impact”. Florida Policy Institute (26 de abril, 2023) [En línea]: https://bit.ly/3IZJI6E [Consulta: 5 de junio, 2023].

[9] Vanessa Yurkevich, “Estados Unidos necesita inmigrantes para resolver su escasez de mano de obra”. CNN en Español (23 de diciembre, 2022), sec. Inmigración [En línea]: https://bit.ly/3J1N8Wm [Consulta: 6 de junio, 2023].

[10] Jaclyn Diaz, “Florida’s governor signs controversial law opponents dubbed ‘Don’t Say Gay’”. NPR (28 de marzo, 2022), sec. Efforts to restrict rights for LGBTQ youth [En línea]: https://bit.ly/3Ng2Xv3 [Consulta: 6 de junio, 2023].

[11] Amnistía Internacional España, “Uganda: La aprobación de un proyecto de ley antiLGBTI, un grave ataque contra los derechos humanos”. Amnistía Internacional España (29 de mayo, 2023), sec. En qué estamos, Noticias [En línea]: https://bit.ly/3Ng2YiB [Consulta: 6 de junio, 2023].

[12] CAF-banco de desarrollo de América Latina, DiálogoCAF | Día 1-26 Conferencia Anual CAF (Español). YouTube, 2023, 3:45:40 min. [Video en línea]: https://bit.ly/3MLW0As [Consulta: 5 de junio, 2023].

[13] Idem.