El futuro del mercado laboral

La tecnología, pero también el desarrollo, la globalización y los cambios naturales de las sociedades —así como su envejecimiento— obligan a replantear la organización social del trabajo. A su vez, las necesidades del mercado, la inversión pública y privada, las distintas formas de consumo y las preferencias de las y los consumidores, junto con las habilidades y la preparación de la población, entre otros tantos factores, moldean los espacios del trabajo a nivel nacional e internacional.[1]

El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), también conocido como Foro de Davos, publicó el pasado 30 de abril un informe titulado The Future of Jobs Report 2023, en el que aborda la evolución de los trabajos y las habilidades laborales que se requerirán por parte de la población en los próximos cinco años. El texto es apenas la cuarta edición que publica la organización internacional (2016,[2] 2018,[3] 2020[4] y 2023[5]), y en una revisión general de todos los reportes, el llamado a la prevención frente a los cambios en el mercado laboral es una constante.

Especialmente, la evaluación del impacto del desarrollo tecnológico se mantiene en los análisis que abordan el futuro del trabajo global. La cuarta revolución industrial, que incluye desarrollos de campos que previamente la humanidad no había afrontado, como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (la capacidad de la IA de aprender y mejorar autónomamente), la robótica, la nanotecnología, la impresión 3D, la genética y la biotecnología, representa tanto una oportunidad de desarrollo e impulso a la capacitación de la fuerza laboral del planeta como un desafío a la posible pérdida de espacios de trabajo o adaptabilidad tardía frente a los vertiginosos cambios.

De acuerdo con el WEF, se espera que con el impacto de esa industria alrededor de un 23 por ciento de los puestos de trabajo actuales cambien entre 2023 y 2027, con la creación de 69 millones de nuevos empleos y la eliminación de otros 83 millones.[6]

¿Qué está impulsando el cambio tan drástico? Por un lado, claro, el desarrollo de nueva tecnología estaría induciendo la creación de espacios que anteriormente no existían y en donde se requieren habilidades relacionadas con su desarrollo y gestión.

En tal sentido, el WEF reporta que los puestos de trabajo que crecerán más rápidamente son los de especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático, personas expertas en sostenibilidad y capacitadas en seguridad de la información, además de analistas de inteligencia empresarial.

El factor tecnológico se encuentra en el reporte del Foro desde 2016. Sin embargo, este año se afirma que la transición ecológica y la relocalización de las cadenas de suministro serán factores que impulsen los cambios más relevantes, y aunque de alguna manera los asuntos de tecnología siguen presentes o se reducen únicamente a la atención de esta industria, se espera que el mayor crecimiento absoluto de espacios sea en los sectores educativo, de la agricultura y comercio digital.[7]

Con estos datos se puede afirmar que hay una clara tendencia, por un lado, hacia la aparición de nuevos espacios laborales que reclaman habilidades sobre el sector tecnológico. Por otro, la necesidad de mantener y aumentar el número de plazas en áreas que han sido fundamentales para nuestra existencia como sociedad a lo largo de la historia, como la propia agricultura. Por eso, la atención al mercado laboral en los próximos años se debe entender en ambas líneas y no sólo como una preocupación sobre el mercado laboral tecnológico.

Desaparición de espacios laborales

Aunque la tecnología y la digitalización son herramientas muy útiles para la vida actual, lo cierto es que sí desafían el estado del mercado laboral. Varias empresas están introduciendo mecanismos que automatizan las actividades realizadas por las personas. De este modo, se afirma, se reducen costos y aumenta la productividad. Si esto fuese cierto, que no necesariamente lo es, la evaluación del impacto social y económico no se está considerando.

Aunque se requiere hacer una precisión importante, el mismo informe señala que actualmente el trabajo no está más automatizado que desde la última revisión que se hizo hace tres años.

Para este 2023, alrededor de un tercio de las tareas en el mercado laboral (equivalente al 43 por ciento) están automatizadas, esto representa sólo uno por ciento más que en el año 2020, lo que significa que aún es un fenómeno en desarrollo.

Desde esta perspectiva, se puede afirmar que se han reducido las expectativas sobre el tiempo que tomará el desplazamiento total del trabajo físico y manual del ser humano por tecnología, a través de la automatización. Mayoritariamente, se argumenta que el razonamiento, la comunicación, la coordinación y, por supuesto, la creatividad son características que mantienen a las personas como el centro de las actividades laborales y el desarrollo y, en tal caso, la tecnología permanece únicamente como herramienta en el trabajo. La ventaja comparativa que ofrece el proceso de razonamiento humano frente a los espacios digitales aún no es superada.

No obstante, lo anterior podría cambiar: el Foro de Davos espera que la fuerte presencia de la IA, basada principalmente en algoritmos complejos que potencian su capacidad de aprendizaje —proceso cercano al que realizan los seres humanos—, podría ser adoptada por alrededor del 75 por ciento de empresas alrededor del mundo.

La propia iniciativa privada no está tan segura de cuál será el impacto de la IA en sus actividades. El 50 por ciento de las empresas consultadas para el estudio considera que aplicarla en sus labores podría aumentar los espacios de trabajo, mientras que el 25 por ciento predice que provocará la desaparición de puestos.

Conocidos y nuevos espacios laborales

Sin duda, a la par de la desaparición de espacios de trabajo, hay sectores —ya existentes y en actual desarrollo— que requerirían nuevo personal para su adecuado funcionamiento. Por ejemplo, en la industria de la tecnología se estima que el empleo de analistas y científicos de datos, especialistas en macrodatos, personas expertas en inteligencia artificial y aprendizaje automático y profesionales de la ciberseguridad crecerá un 30 por ciento desde este año y hasta el 2027.

Asimismo, el comercio digital generará los mayores incrementos absolutos del empleo. Se estima que se crearán alrededor de 2 millones de puestos nuevos basados en la digitalización, como especialistas en comercio electrónico, personas expertas en transformación digital y especialistas en mercadotecnia y estrategia digitales.

Sin embargo, como ya se planteó, no sólo las industrias de la innovación tendrán incrementos importantes en su plantilla laboral. También sectores sociales buscarán a mediano plazo nuevos talentos para sumarse a sus filas. Por ejemplo, el Foro de Davos prevé que los empleos en el sector de la educación crecerán alrededor de un 10 por ciento, equivalente a más de 3 millones de plazas para docentes de diversos niveles educativos.

Asimismo, en industrias tan relevantes como la propia agricultura se estima que los puestos de trabajo —especialmente los de operadores de maquinaria agrícola, calibradores y clasificadores— aumentarán entre un 15 por ciento y un 30 por ciento, lo que representaría alrededor de 4 millones de empleos adicionales a los que existen actualmente.

La pandemia de COVID-19 cambió muchos aspectos de la vida humana, entre ellos la propia organización del trabajo, tanto de manera positiva como negativa. Voces expertas afirman que algunos patrones de comportamiento y producción van a permanecer invariablemente en nuestra vida. Incluso ahora que se declaró el fin de la emergencia sanitaria mundial, por ejemplo, el trabajo remoto, las videoconferencias y la atención al cuidado de la salud en nuestros espacios de trabajo se han integrado de manera permanente a las actividades laborales, e incluso sociales.[8]

En tal sentido, los puestos del cuidado de la salud (médicas, médicos y personal de enfermería) también se acrecentarán, y dado el propio envejecimiento natural de la población, profesiones involucradas en el cuidado durante la vejez estarán altamente demandadas por nuestras sociedades en el futuro cercano.[9]

Finalmente, en el marco de la lucha global contra el cambio climático se están abriendo oportunidades de empleo en distintos sectores. La transición ecológica, los esfuerzos de mitigación y los cambios en el consumo de productos amigables con el medio ambiente han introducido nuevos espacios de desarrollo profesional.

Se considera como esencial la inversión que se realizará en esas industrias, la cual ocasionará el incremento de la demanda de personas técnicas en energías renovables y en instalaciones de sistemas solares, por mencionar un par de ejemplos. El aumento de espacios se encontrará en un aproximado de entre un 33 y un 34 por ciento, lo que significa un crecimiento aproximado de un millón de puestos de trabajo.

No obstante, es necesario acotar que, aunque sectores como el de la salud y la educación abrirán nuevos espacios laborales, para ocuparlos se demandan altos niveles de educación y especialización, en tanto que los procesos de capacitación, por un lado, del Estado y, por el otro, de la iniciativa privada, serán fundamentales para una transición laboral exitosa tanto de la población que quedará rezagada como de las nuevas generaciones que actualmente se están formando.

El papel del Estado y de la iniciativa privada

Frente al reto que implican los cambios en los sistemas laborales del mundo, Gobierno e iniciativa privada tienen tareas muy relevantes que atender, para prevenir cualquier problema futuro. El Foro de Davos insiste en que el déficit de competencias laborales y la poca transición de profesionales de una industria a otra son algunos de los obstáculos que impiden la contratación de nuevas personas en los espacios ofertados.

Por eso se coincide en la importancia de la capacitación para quienes han perdido sus empleos frente al avance tecnológico (reciclaje profesional) y de las nuevas generaciones que en algunos años ingresarán al mercado laboral.

Cuando se pierde una plaza de empleo, el o la trabajadora no simplemente puede permanecer fuera del mercado laboral, sino que, en un compromiso conjunto entre empresas y Gobierno, se le tiene que capacitar, ofrecerle nuevas oportunidades de aprendizaje y, si es el caso, darle apoyo para transitar hacia otra industria.

El WEF afirma que la financiación de la formación por competencias por parte de los Gobiernos ayudaría a conectar el talento con el empleo. Asimismo, el papel de la iniciativa privada es fundamental para —de acuerdo con sus necesidades— mantener capacitado a su personal. Aumentar la productividad y rentabilidad de las plantillas laborales, mientras que los requerimientos de las industrias cambian, es un trabajo primordial de las empresas.[10]

En resumen

El avance de la tecnología está cambiando la forma y los espacios en donde trabajamos. Por tanto, las nuevas configuraciones de los mercados laborales se convierten en todo un reto, porque las habilidades de la población se tendrán que modificar.

La digitalización de muchas de las actividades económicas y, por ende, del mercado de trabajo hará que ciertos puestos de trabajo desaparezcan. Personas expertas coinciden en que la pérdida de esos empleos se compensará con la creación de otros distintos; sin embargo, los espacios de nueva creación requerirán de una ardua labor de capacitación, dadas las cualificaciones distintas.

El director del Institute for Employment Research (IAB, por sus siglas en alemán), Bernd Fitzenberger, afirma que un mal escenario sería que en el año 2030 el perfil de la oferta y la demanda de empleos no coincidiera.[11] Por tanto, se requiere el trabajo coordinado, tanto de Gobiernos como de iniciativa privada, para transformar las cualificaciones de la población. En suma, el desafío clave es la gestión de la transición de los y las trabajadoras hacia nuevas industrias con nuevas habilidades adquiridas durante los próximos años.

Para concluir, retomemos lo que afirma la directora general del Foro Económico Mundial, Saadia Zahidi:

Los tres últimos años han estado repletos de turbulencias e incertidumbres para la vida y los medios de vida de los ciudadanos de todo el mundo, como la COVID-19 y los cambios geopolíticos y económicos, y ahora el rápido avance de la inteligencia artificial y otras tecnologías puede añadir todavía mayor incertidumbre.

La buena noticia es que el camino a seguir para garantizar la resiliencia está claro. Los Gobiernos y las empresas deben invertir para apoyar la adaptación a los empleos del futuro mediante las estructuras de educación, reciclaje profesional y apoyo social que puedan garantizar que se sitúe a las personas en el centro del futuro del trabajo.[12]

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Organisation for Economic Co-operation and Development-iLibrary, “OECD Employment Outlook 2019”. Organisation for Economic Co-operation and Development-iLibrary (25 de abril, 2019), sec. Books, OECD Employment Outlook [En línea]: https://bit.ly/300qcyK [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[2] World Economic Forum, “The Future of Jobs”. World Economic Forum (18 enero, 2016), sec. Explore the Forum, Reports [En línea]: https://bit.ly/41z0tvI [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[3] World Economic Forum, “The Future of Jobs Report 2018”. World Economic Forum (17 septiembre, 2018), sec. Explore the Forum, Reports [En línea]: https://bit.ly/2xi2OQB [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[4] World Economic Forum, “The Future of Jobs Report 2020”. World Economic Forum (20 octubre, 2020), sec. Explore the Forum, Reports [En línea]: https://bit.ly/42MTxfG [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[5] World Economic Forum, “The Future of Jobs Report 2023”. World Economic Forum (30 abril, 2023), sec. Explore the Forum, Reports [En línea]: https://bit.ly/3nPW2PF [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[6] World Economic Forum, “Informe sobre el futuro del empleo 2023: Hasta una cuarta parte de los puestos de trabajo cambiarán en los cinco próximos años”. World Economic Forum (1 de mayo, 2023) [En línea]: https://bit.ly/41wu9K7 [Consulta: 8 de mayo, 2023].

[7] Idem.

[8] Susan Lund, Anu Madgavkar et al., “The future of work after COVID-19”. McKinsey Global Institute (18 de febrero, 2021), sec. Featured Insights [En línea]: https://mck.co/41Cw6ou [Consulta: 11 de mayo, 2023].

[9] Kweilin Ellingrud, “Future Of Work Post Covid-19”. Forbes (17 de marzo, 2021), sec. Leadership, Leadership Strategy [En línea]: https://bit.ly/3M2IiZT [Consulta: 11 de mayo, 2023].

[10] World Economic Forum, “Informe sobre el…”, op. cit.

[11] Martin Schludi, Werner Winkler et al., “What will the labour market of the future look like?”. IAB-Forum (28 de septiembre, 2022), sec. Interviews [En línea]: https://bit.ly/3W1nq9H [Consulta: 9 de mayo, 2023].

[12] World Economic Forum, “Informe sobre el…”, op. cit.