Paquetes económicos de la administración de Biden: del rescate a la inversión a largo plazo

Hasta el momento, dos grandes iniciativas han enmarcado las decisiones de la administración de Biden en materia económica: el plan de rescate de 1.9 billones de dólares (American Rescue Plan)[1] y más de 2 billones de dólares del paquete de infraestructura propuesto apenas el miércoles pasado (American Jobs Plan).[2] El primero es una respuesta inmediata a los retos derivados de la pandemia y está dirigida a la población más vulnerable. El segundo es un plan para el largo plazo con diferentes propósitos: asegurar el liderazgo económico a nivel global, aumentar la competitividad y lograr la transición a energías renovables. Este proyecto incluye además una serie de medidas fiscales previstas para cubrir los costos del plan de infraestructura.

El paquete de rescate se aprobó en marzo de 2020[3] sin un sólo voto a favor de los republicanos, en gran medida como consecuencia de la práctica del obstruccionismo o filibuster que requiere de 60 votos para finalizar el debate de una iniciativa antes de votarla. Se aprobó a través de la “reconciliación presupuestaria”, una herramienta que facilita la aprobación de legislación que afecta ingresos o gastos. Si bien, inicialmente la administración hizo un llamado al bipartidismo, Biden dejó claro que, si tenía que escoger entre ayudar a los estadounidenses que están en problemas o empantanarse entre negociaciones y compromisos, la decisión era sencilla: “apoyar a la población estadounidense que está sufriendo”.[4]

 

 

Con el plan de rescate se otorgan recursos para financiar pruebas de COVID-19, rastreo de casos, apoyo a la fuerza laboral de salud y en la distribución de vacunas. Se autoriza la emisión de cheques por 1,400 dólares a millones de estadounidenses elegibles de acuerdo con su nivel de ingreso y prevé el otorgamiento de un crédito tributario anual de entre 3,000 y 3,600 dólares por cada hijo o hija, dependiendo de su edad. Se autoriza la emisión de pagos de 300 dólares semanales para personas desempleadas y extiende el periodo del programa de ayuda para el desempleo hasta septiembre de este año, además de aprobar la expansión del Crédito Tributario por Retención de Empleados. El paquete de rescate, también incluye 350,000 millones de dólares para los gobiernos locales y 130,000 millones para la reapertura de escuelas, entre otras medidas.

 

Antes de la aprobación del paquete, algunas encuestas reportaban apoyo al plan por parte de la sociedad, tanto de personas con preferencias demócratas como republicanas. Después de su aprobación, curiosamente, de acuerdo con una nueva encuesta de Vox y Data for Progress aplicada entre posibles votantes, un tercio de las personas con preferencias republicanas respondieron convencidos de que el paquete de rescate tuvo apoyo bipartidista, aun cuando no recibió un solo voto de republicanos.[5]

El plan en materia de infraestructura apenas se presentó el 31 de marzo y prevé específicamente modernizar 20,000 millas de autopistas, caminos y principales calles; arreglar puentes, priorizando los más significativos económicamente; reemplazar camiones y reparar estaciones y aeropuertos, y expandir el tren a nuevas comunidades. También contempla asegurar la entrega de agua potable a la población, una renovada red eléctrica y banda ancha de alta velocidad, incluyendo a más del 35 por ciento de estadounidenses en zonas rurales que no tienen acceso adecuado.[6]

El plan también contempla preservar y acondicionar casas y edificios comerciales, modernizar escuelas e instalaciones de cuidado infantil y mejorar los hospitales de veteranos y los edificios federales. Propone invertir en la infraestructura para la economía del cuidado y crear mejores empleos en este sector; revitalizar la manufactura y asegurar las cadenas de valor estadounidenses, además de una importante inversión en investigación y desarrollo y presupuesto para capacitar a la población para los trabajos del futuro.

 

 

¿En qué se refleja el compromiso con el combate al cambio climático? Se plasma a lo largo de toda la iniciativa. Entre las principales medidas se encuentran los 100,000 millones de dólares en programas para actualizar y modernizar la red eléctrica y construir más líneas de transmisión que conecten plantas eólicas y solares con grandes ciudades, así como los programas que impulsen los vehículos eléctricos y las inversiones en infraestructura resiliente. También incluye la propuesta de crear un “Estándar de Electricidad Limpia” que contemple como requisito que cierta proporción de la electricidad generada provenga de fuentes alternativas con emisión cero.  Y en atención a la preocupación de la pérdida de empleos, también prevé presupuesto para facilitar la transición de trabajadores que actualmente se encuentren en la industria de combustibles fósiles.

Biden ha llamado a este plan como “la inversión en empleos para estadounidenses más grande desde la Segunda Guerra Mundial” y se identifica un interés particular en lograr apoyo bipartidista en este esfuerzo: “El debate es bienvenido. El compromiso es inevitable.  Los cambios son seguros”, aseguró Biden, pero agregó que lo único que no es admisible es la inacción.[7] El plan de gasto tomará lugar a lo largo de ocho años y, con el incremento en los impuestos corporativos que acompaña al plan de infraestructura, el costo se compensaría en 15 años, lo que eventualmente reduciría el déficit presupuestal.

¿Cómo se financiará este plan? Con el plan de impuestos “Hecho en América” (Made in America Tax Plan) que esencialmente se refiere a una revisión de los impuestos a las empresas con la finalidad de que, de acuerdo con la Casa Blanca, se incentive la creación de empleo y la inversión en los Estados Unidos, que se detenga la transferencia de ganancias a países de baja tributación y que las empresas paguen la parte que les corresponde. Específicamente, este plan prevé incrementar la tasa de impuestos corporativos del 21 al 28 por ciento, lo que revertiría hasta cierto grado el corte firmado por el expresidente Donald Trump del 35 al 21 por ciento.[8] Cabe precisar que entre 2018 y 2019, según reporta El País, los ingresos federales por este impuesto cayeron a la mitad (1% del Producto Interno Bruto), cuando en promedio, entre los países OCDE fue de entre 2.9 y 3.1 por ciento.[9]

Entre otras medidas se propone eliminar las provisiones que permitían a las compañías no pagar impuestos en el primer 10 por ciento de retorno cuando se localizaran en otros países, e introduce una serie de reformas que impactan en la deducción de gastos por la deslocalización de puestos de trabajo y la introducción de un crédito fiscal para apoyar la reubicación de trabajos dentro de fronteras nacionales.

 

 

El plan de impuestos contempla, adicionalmente, reformar la manera en que se promovía la investigación y el desarrollo, eliminando la ley aprobada por Trump que daba incentivos tributarios trasladando activos y en la propuesta establece que el ingreso que se colecte por eliminar esta ley se utilizará para expandir los incentivos de desarrollo e investigación. De aprobarse, el plan prevé un impuesto mínimo (15 por ciento) sobre los beneficios después de impuestos declarados en las cuentas de resultados consolidadas. De acuerdo con el Departamento del Tesoro, esto aplicaría en alrededor de 45 compañías que ganan más de 2,000 millones de dólares en ganancias netas.[10] Finalmente, el plan también contempla eliminar preferencias fiscales para la industria de combustibles fósiles y asegurar que las empresas contaminantes paguen los costos de limpieza medioambiental. Como medida transversal pretende fortalecer la aplicación de la ley sobre las corporaciones y evitar que tomen ventajas de las lagunas que existían en materia fiscal o de la falta de auditoría.

 

En el texto se incluye la intención de incentivar a que otros países adopten impuestos mínimos fuertes sobre las corporaciones para que las compañías extranjeras no estén en posición de ventaja y otros países no traten de tener una ventaja competitiva al servir como paraísos fiscales. En este sentido, Janet Yellen, secretaría del Departamento del Tesoro, mencionó el pasado lunes 5 de abril de 2021 que impulsará en el G20 un impuesto global a la renta empresarial para asegurar que “la economía prospere sobre la base de una mayor igualdad de condiciones de tributación para las empresas multinacionales y que se impulse la innovación, el crecimiento y la prosperidad”.[11] Justo hoy, 8 de abril en la reunión del G20 de Ministros de Finanzas comenzaron a explorar una impuesto global mínimo en ganancias corporativas en donde Alemania y Francia mostraron apoyo al enfoque estadounidense y a poner fin a la “carrera mundial hacia una tributación más baja”, como indicó el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.[12] 

Las reacciones de republicanos y de los mismos no se dejaron esperar. El senador republicano por Kentucky y líder de la minoría, Mitch McConnell, ya expresó que el plan de Biden no tendrá apoyo de su lado y agregó que dará batalla ante cada paso que den los demócratas.[13] Para los republicanos el plan de incremento de impuestos a las empresas hará a las multinacionales menos competitivas. Trump calificó la iniciativa de “capitulación económica total” y que representaría “un gran regalo [para China]”.[14]

 

 

La congresista demócrata por el estado de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, declaró que el plan de infraestructura no es suficiente considerando que se trata de un gasto de alrededor de 2 billones a lo largo de 10 años, comparado con el paquete de rescate que asciende a 1.9 billones de dólares sólo para este año.[15] Desde la Casa Blanca se mantienen los llamados a negociar y los esfuerzos para involucrar al Congreso en los detalles del plan, incluido particularmente la forma de costearlo. Pero incluso si optan por la reconciliación presupuestaria, habrá que negociar al interior del ala demócrata del Congreso. Fuera del Congreso, también se enfrentará oposición. Se reporta que la Cámara de Comercio de Estados Unidos está en desacuerdo con la iniciativa: “Nos oponemos ferozmente a los aumentos de impuestos propuestos, que frenarán la recuperación económica y harán que Estados Unidos sea menos competitivo en el escenario internacional, exactamente lo contrario de los objetivos de este plan”.[16] Sin embargo, se ha reportado que Jeff Bezos, fundador de Amazon, apoya el aumento de impuestos a las empresas.[17]

La negociación de este segundo paquete apenas empie múltiples reuniones se reportan en la Casa Blanca para negociar los términos de este paquete, pero la posibilidad de utilizar reconciliación presupuestaria para aprobar esta iniciativa se fortalece.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes

[1] The White House. (2021). “President Biden Announces American Rescue Plan”. 21 de enero de 2021. https://bit.ly/2RnkY0l

[2] The White House. (2021). “FACT SHEET: The American Jobs Plan”. 31 de marzo de 2021. https://bit.ly/3fVhsnY

[3] Zurcher, A. (2021). “Three reasons Biden’s Covid bill is a big deal”. BBC News. 11 de marzo de 2021. https://bbc.in/3d1kuoJ

[4] The White House. 2021. “Remarks by President Biden on the State of the Economy and the Need for the American Rescue Plan”. 5 de febrero de 2021. https://bit.ly/3uwGxJW

[5] Zhou, L. 2021. “” Poll: 31 percent of Republicans think their party backs the American Rescue Plan”. Vox. https://bit.ly/3mxeg2Y

[6] The White House. 2021. “FACT SHEET: The American Jobs Plan”. Op. cit.

[7] Fedor, L., Politi, J. y Williams, A. 2021. “Biden open to compromise on plan to raise US corporate taxes”. Financial Times. 07 de abril de 2021. https://on.ft.com/3d14yCS

[8] Tankersley, J. y Cochrane, E.“Biden Wants to Pay for Infrastructure Plan With 15 Years of Corporate Taxes”. The New York Times. 30 de marzo de 2021. https://nyti.ms/2ReAcV3

[9] Sanchez, M.A. (2021). “Biden presenta una reforma fiscal para recaudar 2,5 billones de dólares”. El País. 7 de abril de 2021. https://bit.ly/3mH8dt7

[10] Fedor, L. et al. Op.cit.

[11] DW. (2021). “Estados Unidos promoverá un impuesto global a la renta empresarial”. 5 de abril de 2021. https://bit.ly/2Rexr69

[12] Partington, R. (2021). “G20 takes step towards global minimum corporate tax rate”. The Guardian. 7 de abril de 2021. https://bit.ly/39RktBJ

[13] Pramuk, J. y Breuninger, K. (2021). “McConnell says GOP won’t support Biden’s infrastructure plan, vows to fight Democratic agenda”. CNBC. 1 de abril de 2021. https://cnb.cx/3sazncZ

[14] DW. (2021). “Biden propone plan de infraestructura para crear ‘millones de empleos’”. 31 de marzo de 2021.  https://bit.ly/3dJakbK

[15] Kurtzleben, D. (2021). “Ocasio-Cortez Sees Green New Deal Progress In Biden Plan, But ‘It’s Not Enough’”. NPR. 2 de abril de 2021. https://n.pr/31XWZqq

[16] DW. (2021). “Biden propone plan de infraestructura para crear ‘millones de empleos’”. Op.cit.

[17] Sanchez, M.A. (2021). Op.cit.