Reflexiones sobre la AGONU 2022

Luego de dos años en que los trabajos se llevaron a cabo fundamentalmente en línea, 2022 marca el regreso del debate general de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (AGONU) en su modalidad presencial, bajo el lema “Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados”.

Se parte de la idea de que el mundo se encuentra en un momento crítico debido a “las crisis complejas e interconectadas a las que se enfrenta”, entre ellas, la pandemia, la guerra en Ucrania, desafíos humanitarios, un punto de inflexión en el cambio climático y las amenazas a la economía mundial. Por tanto, la AGONU plantea la necesidad de encontrar soluciones conjuntas a los retos que evidentemente están interconectados.[1]

De septiembre de 2022 a agosto de 2023 se llevarán a cabo las actividades ordinarias del 77.ª periodo de sesiones de la AGONU (AGONU77), pero específicamente entre el 20 y el 26 de septiembre pasados se realizó el debate de alto nivel, en el que líderes de todo el planeta se reunieron como cada año en el Salón de la AGONU, para dirigirse a la población mundial.[2]

Durante estos días, las jefas y los jefes de Estado y de Gobierno abordaron temas internacionales tan importantes como la paz y la guerra, las preocupaciones de seguridad sobre el resurgimiento de la amenaza nuclear, la crisis climática, desafíos de la migración, respeto y violaciones de derechos humanos y, por supuesto, la crisis de salud originada por la aparición del SARS-CoV-2, virus que provoca la enfermedad COVID-19.

 

 

El debate: ¿Y el sur global?

Desde el punto de vista de analistas, la AGONU se concentra en atender regularmente temas muy reducidos y deja atrás las necesidades y los desafíos del llamado sur global.

Sin duda, la invasión a Ucrania es un tema importante y de apremiante solución, pero, a su vez, decenas de desafíos globales y regionales continúan surgiendo. Por ejemplo, las lamentables inundaciones en Pakistán, como consecuencia del cambio climático; la sequía en África subsahariana; la crisis alimentaria; los flujos migratorios originados por crisis económicas y políticas, y el surgimiento de nuevas enfermedades que amenazan el bienestar de la población.[3] Esta disparidad en la atención a los problemas de los países menos desarrollados acrecienta aún más las desigualdades.

Ejemplo de lo anterior es que, durante su intervención, el primer ministro pakistaní, Shahbaz Sharif, abordó la necesidad de que los países que más contaminan se comprometan a reducir sus emisiones. Pakistán es una de las diez naciones más vulnerables al cambio climático, pero ha generado menos del uno por ciento de las emisiones globales que causan este fenómeno.[4]

En esa misma situación se encuentran decenas de países que enfrentan altos niveles de vulnerabilidad por sus condiciones geográficas, su infraestructura y su capacidad para resistir, recuperarse y reconstruir luego de un fenómeno natural como una inundación o un huracán.[5]  

La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, ejemplificó el hecho: “Si bien los Estados Unidos de América son azotados todos los años por un huracán, nuestros países, que son pequeños cuando son golpeados, no tienen la capacidad de recuperarse fácilmente […] y esa es la disparidad que vemos en el mundo de hoy”.[6]

Los desafíos globales no fluyen aislados, sino que en muchos puntos se conectan y aumentan su peligrosidad en los territorios mayormente desfavorecidos. En el marco de la pandemia de COVID-19, con el aumento de los efectos del cambio climático —sequía e inundaciones— y la guerra en Ucrania como un elemento que aumentó los precios de los alimentos y combustibles sobre todo en los países que dependen de la importación de granos desde territorio ucraniano y ruso, principalmente en África y Asia, exacerban las desigualdades entre el norte y el sur global, de acuerdo con Colum Lynch, experto en asuntos de desarrollo y ayuda humanitaria en Devex.[7]

Tal es el tipo de temas que regularmente son ignorados en los debates de la AGONU. La atención se centra en asuntos que desafían el bienestar o modo de vida de cierta parte de la población, regularmente más privilegiada.

Cuestiones como la pobreza, el hambre, la crisis humanitaria y el combate a las enfermedades de los sectores globales más desfavorecidos quedan fuera de los reflectores y discusiones globales.

Esos fenómenos profundizan las desigualdades del sistema global, y los países pequeños —poblacional o territorialmente— tienen limitados los espacios internacionales para abordarlos y plantear sus necesidades.

Si los temas no se discuten de manera seria en estos espacios de diálogo internacional, tendrán menor repercusión y, en consecuencia, falta de atención y solución.

 

 

 

Nuevamente la reforma al CSONU

Entre los asuntos destacados del debate se encuentra la petición del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para reformar el Consejo de Seguridad de la ONU (CSONU), órgano de las Naciones Unidas encargado del “mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”.

“Ha llegado el momento de que esta institución se vuelva más inclusiva para que pueda responder mejor a las necesidades del mundo actual”, afirmó el mandatario estadounidense.

Desde hace varios años, la necesidad de una reforma al CSONU ha sido una demanda de países emergentes, bajo el argumento de que el orden mundial cambió tras la Segunda Guerra Mundial y que, por tanto, se requiere un rediseño y aumento de los lugares asignados a los miembros permanentes.

Actualmente, sólo son cinco los lugares de tal membresía, y están ocupados por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China y Rusia, a los que se suman otros 10 espacios rotatorios entre los Estados miembros de la ONU —como miembros no permanentes—, para dar un total de 15 países que componen el órgano.

La insistencia de Estados Unidos sobre sumar a más países como miembros permanentes del CSONU no es nueva. Desde hace varias décadas ha sido una demanda constante, para incluir a países como Japón y Alemania, e incluso Brasil e India.

Sin embargo, Stewart Patrick, director del Global Order and Institutions Program del Carnegie Endowment for International Peace, afirma que en realidad Estados Unidos ha mantenido este discurso durante mucho tiempo, pero tomado pocas medidas para concretarlo.[8]

Desde un punto de vista, la suma de nuevos integrantes contempla a países que se encuentran dentro del grupo de aliados tradicionales de la Unión Americana, lo que en teoría sumaría apoyos políticos a su favor en el órgano; sin embargo, países como Alemania, Brasil e India mostraron posturas incluso contrarias a la estadounidense cuando han fungido como miembros no permanentes del CSONU, insiste Patrick. En cierto modo, estos cálculos podrían mantener relativamente fuera de las prioridades de EUA la suma de nuevos actores con capacidad de veto a este importante espacio de diálogo y decisión internacional.[9]

Frente a la actual coyuntura, parece que la intención de renovar la discusión de una reforma profunda al CSONU obedece a la invasión de Rusia a Ucrania. Con su capacidad de veto, el Gobierno ruso ha detenido las resoluciones en las que el CSONU condena la operación militar. La suma de más actores, posiblemente cercanos a Estados Unidos (y, de este modo, la distribución de poder entre más integrantes) podría favorecer a una de las partes y diluir la capacidad de influencia de la otra.[10]

Sin embargo, aun cuando se lograra un consenso entre los integrantes de la organización internacional —algo que se vislumbra muy lejano—, todavía quedaría discutir los lugares que se agregarían al CSONU, qué Estados los ocuparían y bajo qué criterios.

Por ejemplo, la inclusión de Alemania se ha cuestionado, toda vez que se convertiría en el cuarto país europeo con capacidad de veto, hecho que sobredimensionaría la representatividad geográfica.

La lista de posibles adhesiones varía de acuerdo con los criterios que se consideren, ya sea geográficos o económicos. Los nombres que han aparecido en algún momento incluyen a India, Japón, Brasil, Sudáfrica y Nigeria, e incluso se ha mencionado a México, dada su importancia y liderazgo en la región latinoamericana.[11]

 

 

Ucrania, el tema central

Sin duda, el tema que acaparó los focos de medios de comunicación y liderazgos internacionales fue la invasión de Rusia a Ucrania, luego de que la pandemia de COVID-19 permaneció en el centro de atención en este foro global durante los últimos dos años.

Desde hace algunas décadas no se había visto que Europa fuese el escenario de una guerra de esa magnitud, y esto ha provocado preocupación sobre la reducción de la seguridad global. Casi a la par del foro, el presidente de Rusia, Vladímir Putin —quien no asistió al debate—, declaró que no dudaría en usar armas nucleares si se requería defender el territorio de su país.[12]

Por otra parte, APNews reporta que tan sólo durante el primer día del debate de alto nivel, Ucrania fue mencionada en más de 150 ocasiones durante los discursos de los y las mandatarias. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, hizo 34 referencias a Ucrania en su discurso. Cabe mencionar que el territorio polaco es el que más refugiados ha recibido desde que inició la guerra, y se considera que actualmente esa nación es la aliada más cercana al Gobierno ucraniano.[13]

Sin embargo, otras voces también abordaron la denuncia del conflicto desde una perspectiva económica y política. “No es sólo la consternación que sentimos al ver tal devastación deliberada de ciudades y pueblos en Europa en el año 2022. Estamos sintiendo esta guerra directamente en nuestras vidas en África”, afirmó el presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo. “Cada bala, cada bomba, cada proyectil que alcanza un objetivo en Ucrania golpea nuestros bolsillos y nuestras economías en África”, agregó.[14]

Desde que inició el conflicto armado, las consecuencias económicas han sido evidentes, por ejemplo, en los incrementos a los precios de los alimentos, dado que Ucrania es considerado el principal lugar de origen de los granos que alimentan a Europa, África y algunas partes de Asia. Además, dado que Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, detrás de Estados Unidos y Arabia Saudita, y que el gas ruso representa cerca del 40 por ciento de las importaciones de ese insumo hacia la Unión Europea, los precios de los combustibles también sufrieron incrementos, lo que impacta en toda clase de productos de consumo diario.[15]

Durante sus participaciones, Estados Unidos instó a la comunidad internacional para que aplicara una mayor presión sobre Rusia y pusiera fin a la ocupación militar del este de Ucrania. El presidente Biden considera que gran parte de las herramientas para acabar con la guerra tiene que ver con la coordinación multilateral para forzar al Gobierno ruso a desistir de su operación militar.

“Los que guardan silencio hoy en día son en realidad de alguna manera cómplices de la causa del nuevo imperialismo, un nuevo orden mundial que está pisoteando el orden actual”, afirmó el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una clara división de países que apoyan o no a Ucrania.

 

 

En claro contraste, México presentó el plan del presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, para frenar el conflicto. La propuesta consiste en establecer, en primer lugar, un comité para el diálogo y la paz, integrado por el primer ministro de la India, Narendra Modi; el papa Francisco, y el secretario general de la ONU, António Guterres.[16]

Entre los objetivos de este espacio de diálogo se encontraría el cese inmediato al fuego entre ambos países y establecer pláticas entre sus presidentes. Asimismo, se establecería un diálogo para implementar a nivel mundial una tregua de cinco años, para que las naciones suspendan acciones y provocaciones militares, así como pruebas nucleares y de misiles, para ocupar ese tiempo a atender los lacerantes problemas de pobreza, salud y violencia.[17]

Sin duda, la AGONU continúa siendo un espacio de diálogo multilateral vital para el mundo. Sin embargo, ciertos temas y liderazgos toman el protagonismo del foro. Es precisa una reflexión general sobre este fenómeno y buscar que las Naciones Unidas y sus órganos se conviertan en un espacio multilateral para todas y todos, como sus estatutos y el derecho internacional lo plantean: la igualdad jurídica de todos los Estados.

Desde México nos mantenemos al tanto y cooperantes de los desafíos globales comunes. El multilateralismo sigue siendo la respuesta a los retos más complejos de nuestro planeta, desde la seguridad, la paz y la guerra, hasta las crisis humanitarias.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes

[1] Naciones Unidas-Objetivos de Desarrollo Sostenible, “Destacados: Semana de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas 2022”. Naciones Unidas, sec. Destacados Asamblea General, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3SInEzO [Consulta: 26 de septiembre, 2022].

[2] Naciones Unidas-Noticias ONU, “Cobertura especial del 77º Debate General. Del 20 al 26 de septiembre de 2022”. Naciones Unidas, ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3E82oQa [Consulta: 26 de septiembre, 2022].

[3] Helen Murphy, “Devex Newswire: The crisis of global south-global north trust at UNGA”. Devex (26 de septiembre, 2022), sec. News [En línea]: https://bit.ly/3dTlqyM [Consulta: 27 de septiembre, 2022].

[4] Idem.

[5] Idem.

[6] Omar Mohammed, “Use Inflation Reduction Act to fight climate change abroad, US told at UNGA”. Devex (20 de septiembre, 2022), sec. News [En línea]: https://bit.ly/3C21sdr [Consulta: 27 de septiembre, 2022].

[7] Colum Lynch, “UN General Assembly casts spotlight on split between rich and poor”. Devex (26 de septiembre, 2022), sec. News [En línea]: https://bit.ly/3SxexlR [Consulta: 27 de septiembre, 2022].

[8] Stewart M. Patrick, “Why Is No One Talking About UNSC Reform Anymore?”. World Politics Review (3 de junio, 2019), sec. Column [En línea]: https://bit.ly/3fzQggf [Consulta: 26 de septiembre, 2022].

[9] Idem.

[10] Paul Poast, “The U.N. Security Council Doesn’t Need Reforming”. World Politics Review (30 de septiembre, 2022), sec. Column [En línea]: https://bit.ly/3UReNh9 [Consulta: 30 de septiembre, 2022].

[11] Idem.

[12] Christopher S Chivvis, “Yes, Putin might use nuclear weapons. We need to plan for scenarios where he does”. The Guardian (23 de septiembre, 2022), sec. Opinion [En línea]: https://bit.ly/3BXItAz [Consulta: 28 de septiembre, 2022].

[13] Idem.

[14] Idem.

[15] Redacción, “Rusia y Ucrania: cuánto depende el mundo del petróleo y el gas ruso (y cuál es la situación en América Latina)”. BBC News Mundo (8 de marzo, 2022), sec. Internacional [En línea]: https://bbc.in/3CxanVL [Consulta: 28 de septiembre, 2022].

[16] Lidia Arista, “México presenta ante la ONU su plan para frenar la guerra entre Rusia y Ucrania”. Expansión política (22 de septiembre, 2022), sec. Presidencia [En línea]: https://bit.ly/3ytbOlF [Consulta: 28 de septiembre, 2022].

[17] Idem.