Versión estenográfica de la presentación del libro “Nulidades y Procedimientos Sancionadores en Materia Electoral”, del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República
Muchas gracias.
Muchas gracias, Lisa, por tu presentación y por conducir la ceremonia académica en la que estamos en este momento.
Quiero darle las gracias a todos, a todas por su presencia y también los que están conectados digitalmente, muchas gracias.
En el libro que hoy presento, de “Nulidades y Procedimientos Sancionadores en Materia Electoral”, y que de manera muy buena lo abordó Claudia, porque lo leyó y porque en efecto, como dice ella y Lisa, más que nada en estos momentos es un instrumento de defensa jurídica, en una materia tan explorada como es la electoral y que ahora ha cobrado relieve por la judicialización de los temas y de los casos, en todas partes y en todas las candidaturas.
Por eso me parece que esta materia característica del derecho electoral, es sumamente importante. Este libro de “Nulidades y Procedimientos Sancionadores en Materia Electoral”, lo divido en tres libros.
El primero de ellos, es el de la nulidad en materia electoral, como nulidad entendida, la medida extrema para salvaguardar los fundamentos de la democracia, pues opera cuando el sufragio ha sido transgredido a tal grado que debe de dejarse sin efecto el resultado correspondiente.
Por un lado están las nulidades de casilla, que pueden presentarse durante la instalación de la misma, en el lapso de la recepción de la votación o al momento de escrutinio y cómputo. Por el otro están las causales de nulidad de la elección, como las que derivan de nulificar un determinado porcentaje de casillas o las que devienen de la situación jurídica y regular de la candidatura.
El libro segundo del texto, se enfoca en el procedimiento sancionador en materia electoral. Se analizan los procedimientos ordinarios sancionadores y el procedimiento especial sancionador.
De forma didáctica se agrega una tabla que confronta las fases y tiempos de uno y otro procedimiento, a manera de prontuario jurídico procesal electoral. El enfoque se centra en los aspectos sustantivos de las infracciones electorales.
Se analiza la promoción personalizada, el uso de programas sociales durante un proceso electoral y la violencia política de género. Este último, uno de los asuntos más sensibles reclamados por el movimiento feminista.
Asimismo, se revisa el tema del financiamiento y la fiscalización, con particular atención puesta en la diferenciación entre la situación de los partidos políticos y de las candidaturas independientes.
Se expone el tema de la propaganda electoral. Esto es importante, porque debe saberse que no se puede colocar propaganda en lugares públicos, monumentos históricos, accidentes geográficos, áreas verdes, entre otros lugares.
Se recuerda que está prohibida la calumnia en materia electoral, por lo que no se deben hacer imputaciones falsas, a sabiendas de que lo que se afirma es falso respecto de algún candidato o candidata o partido político.
Otro aspecto importante es la entrega de artículos utilitarios durante las campañas, por lo que en el libro se precisan los artículos que pueden entregarse, porque están permitidos o los que no, por estar prohibidos.
Ahora bien, aunque los procedimientos sancionadores son instrumentos jurídicos que permiten mantener la gobernabilidad democrática de las elecciones; también es cierto que son cada vez más usados como parte de estrategias de campaña. Cuestión que se facilita por el hecho de que la gran parte del material jurídico que las regula proviene de precedentes del Tribunal Electoral, que colman lo poco que dice la ley o que nutren y generan estas necesidades de ausencia de la misma.
Aquí tenemos la tarea que hacer los legisladores, y por eso lo he dicho en múltiples ocasiones, una vez que concluya el proceso electoral vamos a tener que legislar en esta materia.
La última parte del libro es un apartado denominado “delitos electorales”.
Este tema no ha pasado desapercibido por el Congreso de la Unión, que aprobó elevar los delitos graves en la Constitución, en su artículo 19 y ya modificó la Ley Reglamentaria, de tal suerte que hay ahora vigente una legislación que eleva a delito grave cualquier programa social usado con fines electorales.
Me voy a parar porque allá atrás no me alcanzan a ver y, como soy autor, sé lo que escribí, así es que no necesito leer.
Quiero detenerme en tres partes. Una de ellas, la violencia de género.
Últimamente ha cobrado demasiada importancia esta asignatura que teníamos pendiente y en este momento hay hombres que han sido sancionados con la privación de ser registrados y de ser contendientes en puestos de elección popular, por habérseles demostrado que usaron violencia de género contra las mujeres.
Por eso no hay que incurrir en ellas. Hay que permitir que se dé de manera tranquila y armoniosa el proceso.
También el tema de las calumnias que, a pesar de que están prohibidas en la Constitución y en la Ley, se siguen prohijando y se siguen señalando.
Este libro es un libro que les recomiendo, fundamentalmente a todos los que son operadores electorales en materia jurídica electoral, que están en las casillas, que van a estar representándonos y representando a los partidos, o que forman parte de la estructura de defensa jurídica del voto de cualquier campaña.
Es un libro académico, es un libro que señala las facetas del proceso y, como les decía, tiene un prontuario de cómo presentar una queja, un procedimiento sancionador, cómo inicia, cómo concluye, cuáles son los términos; todo esto viene en el libro y por eso se los recomiendo.
Me da mucho gusto estar en Puebla, porque le pedí a Claudia que ella, que sé que es estudiosa porque tiene la escuela de Eloisa, su mamá, le pedí que lo presentara; y no me quedó mal porque lo leyó y lo presentó bien, en términos generales, sin quitarle al autor la preeminencia de que lo explicara.
Fue cuidadosa y fue prudente.
Y creo que Claudia no le ha sido nada fácil en la historia, por eso batallan más.
En efecto, me quedo con sus palabras iniciales de que cuando el estereotipo contra la mujer es muy elevado, para ellas es mucho más difícil luchar en igualdad de circunstancias que los hombres, por estos prototipos que tenemos en la sociedad de que una mujer tenga posibilidades menores a la de un hombre.
No, yo creo que Claudia es una mujer con carácter, con firmeza, con inteligencia y que Claudia merece la oportunidad de seguir dirigiendo y encabezando los destinos de su municipio; pero, en todo caso, y eso se trata el libro, serán los ciudadanos.
Nosotros lo que tenemos que hacer es llamar a la unidad, llamar a la unidad a las fuerzas progresistas, porque no podemos darnos el lujo de dividirnos ni de hacerle el juego a la derecha que, lejos de permitir avanzar por el sendero del progreso, pueden retroceder en libertades fundamentales del municipio.
Por eso me alegra mucho que esté Edgar, me alegra que esté Carlos; que estén todos los compañeros que en algún momento, de alguna forma simpatizaron con el movimiento progresista, y que yo vi desde el 18 un cambio de paradigma en Puebla, dado que el Presidente de la República actual se alzó con un triunfo extraordinario en una ciudad, en una entidad donde mucho se dijo que era conservadora.
Yo no creo eso. Conozco a muchos abogados, conozco incluso a muchos empresarios que son nacionalistas y que son progresistas.
Ayer me reuní con un grupo de 30 empresarios, aquí en Puebla, y no los veo nada de conservadores; al contrario, están preocupados por su Estado, por su municipio, por sus libertades.
Y por esa razón me parece pertinente que se lea el libro y que este libro, en efecto, como decía Elisa y como decía Claudia, sirvan como instrumento de defensa jurídica para defender el voto, para defender el triunfo y para actuar de manera consecuente.
La izquierda; la izquierda en México, nos preparamos para movilizarnos; la izquierda, en México, nos preparamos para impugnar socialmente y con manifestaciones y marchas nuestros triunfos.
La izquierda, en México, nos movilizamos de muchas maneras, pero ya llegó el día y ya llegó la hora para que la izquierda también pueda proponer, también pueda estudiar y también pueda construir instituciones.
Sabemos movilizarnos, pero también tenemos buenos abogados, buenos juristas, buenos intelectuales, buenos abogados, buenos estudiantes de derecho, de economía, de sociología, que ya están pensando en convertirse en dirigentes de un movimiento progresista; por eso, tenemos que darles instrumentos.
Sí sabemos tomar la calle, pero también sabemos construir instituciones; sí sabemos protestar, pero también sabemos respetar la institución; sí sabemos gobernar, pero también tenemos vacíos y errores como personas humanas que tenemos fallas en el ejercicio del Poder y en el ejercicio de la función pública. Pero vamos a intentar construir un mejor país, un mejor municipio, un mejor Estado.
Por eso, este libro de “Nulidades”, es el número 33 de mi autoría y lo escribí; desde hace tiempo tengo notas, desde la elección del 2012, que fui coordinador de la campaña de Andrés Manuel a nivel nacional, ya tenía notas porque veía que nuestros compañeros, en los distritos, aunque teníamos la mayoría, muchos de ellos no se preparaban o no tenían la capacidad jurídica para defenderlos.
No basta tu voluntad y tus ganas por defender, hay que tener elementos e instrumentos jurídicos para que sea imbatible y que sea indiscutible nuestra defensa, en beneficio de nuestros triunfos.
Por eso es que estoy haciendo este esfuerzo y por eso vengo a Puebla a presentar este nuevo libro. Y, al mismo tiempo, este otro libro, que es el penúltimo, éste no lo he presentado, aunque lo terminé desde noviembre o diciembre pasado.
Este libro lo editó Porrúa, está en la Editorial Porrúa, creo que ya se está agotando la primera edición, me pidieron autorización para hacer la segunda edición, ya lo autoricé.
Entonces, ya quedan muy pocos ejemplares de este; es más, estoy batallando para la próxima presentación, y ayer hablé con la editorial para poder editarlo en segunda edición.
Y, este otro, que fue penúltimo, éste no lo he presentado salvo, no sé si en el Senado; no recuerdo, pero es un libro que disfruté mucho escribirlo. Este se llama “21 razones para el 21. ¿Por qué continuar?”
Y si este es un ideario, si este es un instrumento jurídico en materia electoral para quienes queremos defender la democracia y profundizar en la democracia, este otro, el “21 razones para el 21”, es una especie de idearios político, este es una especie de instrumento ideológico, práctico, para que todos los que pensamos que el Movimiento debe de continuar lo lean y puedan defender en el debate, en la estación de radio, en la calle, con el vecino, con la familia, por qué debemos continuar.
Son 21 razones que grupo y que las señalo cono toda precisión, con números, con datos certificables de lo que se ha hecho en esta Cuarta Transformación, a partir del 18.
Entre otras, la austeridad, la sobriedad republicana, la separación del Poder Político con el Económico, la política de bienestar social. Todo esto aquí está descrito desde el punto de vista legislativo, desde el punto de vista político.
Agrupo 21 razones y por eso el título del libro es “21 Razones para el 21, ¿Por qué continuar?”.
Este libro no me preocupa en el sentido de que lo adquieran, porque este libro lo pueden bajar o lo pueden descargar gratuitamente en mi página de internet. Ahí está a disposición este libro.
Pero este libro también deben quedar de la Primera Edición, porque no lo he promovido y porque no lo hemos presentado, porque le di prioridad a este otro dado el tema electoral en el que nos encontramos inmersos, y que estamos a 15 días de concluir, prácticamente 20 de que se cierre la campaña y de que se inicie un proceso histórico, el más grande en la historia de México de representación popular en el país.
Por eso, me interesa bastante que lo vean, me interesa mucho que lo puedan leer.
Yo tengo mucha afinidad, mucha, mucha afinidad con Puebla, tengo grandes amigos aquí cuando fui diputado federal en la primera etapa, creo que fue el 88, el líder de la Cámara en aquel partido era Guillermo Jiménez Morales y me une una buena amistad. Me enteré ayer que un diputado que fue amigo mío, Alberto Amador, murió por Covid. Lo lamento mucho.
Pero les puedo decir que tengo compañeros, así como me ven, estoy un poco conservado porque soy de Zacatecas y allá el frío nos conserva, como los refrigeradores a las verduras. Aunque no lo crean, así como me ven fui compañero senador de Blachu Macero, en el 91, era un chamaco, pero era el más joven de los senadores, éramos 64; de Melquiades también, Melquiades Morales, fuimos compañeros senadores.
De Germán Sierra, que fue senador también. O sea, me tocó un Senado doble, porque se renovó a los tres años; entonces primero me tocó con Blachu Macero y Germán, si mal no recuerdo; y la segunda ya creo que era Melquiades Morales. Y tuve muchos amigos diputados en tanto tránsito: a don Alfredo Tosqui también conviví con él.
O sea, conviví con muchos poblanos y por eso tengo una especial deferencia por Puebla. Venía y vengo muy seguido para acá, venía muy seguido aquí también, venía aquí con Nancy, con su esposo, con José Juan, que ahora anda por ahí, pero yo espero que pronto ande por acá.
Pero muchos amigos, muchos amigos. Y hoy me acompañan 13 senadores de la República, pero no a mí, acompañan a Claudia, porque la quieren mucho, quieren a Claudia y están los 14 senadores que vienen, les voy a decir más o menos quiénes son:
De Jalisco, viene María Antonia Cárdenas a solidarizarse con la campaña de nuestra amiga Claudia.
Ernesto Pérez, de Veracruz. Nestora, viene de Guerrero, Nestora Salgado.
Una gente que yo respeto mucho y quiero mucho, lo admiro mucho, Álvarez Lima, que fue gobernador de Tlaxcala y también senador de Tlaxcala.
Julio Menchaca, que es nuestro presidente de la Comisión de Justicia, de Hidalgo. También aquí vino Julio.
Soledad Luévano, que es senadora por Zacatecas y la presidenta de la Comisión de Administración.
Lucy Meza, que es la presidenta de la Comisión de Comunicaciones y Transportes. Senadora por Morelos.
También está nuestro amigo José Ramón Enríquez, de Durango.
Está también José Antonio. También Claudia Balderas, de Veracruz.
José Ramón, ya dije, José Antonio; ¿me falta alguien?
De Michoacán, el gran senador, que es amigo y que tiene muy poco con nosotros, el senador Solórzano, que desde hace muchos años, desde que iniciamos el movimiento está con nosotros; no sé, casi 30 años con el licenciado López Obrador y ahora representa a Michoacán.
Nancy, Nancy es de casa, Nancy de la Sierra.
Alejandro Armenta, que es el presidente de la Comisión de Hacienda. Es el presidente de la Comisión de Hacienda; me ayuda mucho en la organización de los asuntos de economía y Hacienda y, junto con Nancy, somos un equipo muy unido para sacar adelante los propósitos de la 4T.
Quiero comentarles que además, como ustedes saben, lo primero que hicimos cuando llegamos al Senado de la República, para ser congruentes con el discurso de la austeridad, nos rebajamos la dieta en un 20 por ciento.
Los anteriores senadores ganaban lo mínimo 500 mil pesos y de ahí para arriba por mes; 80 por ciento nos bajamos.
Ahora percibimos 105 mil pesos de dieta por mes, y por eso ellos no tienen necesidad, pero yo sí tengo que escribir libros, así es que compren libros porque a mí la editorial me da el 30 por ciento de lo que venda.
Tengo 33 libros, soy todavía maestro de grupo, soy maestro de posgrado de la UNAM; doy clases en maestría en la UNAM a los maestros que son de derecho, y tengo varios años y no dejo de dar clases. Permanentemente estoy en materias, ahora por la vía digital, pero normalmente presencial ahí en la División de Estudios de Posgrado de la UNAM.
También les doy una serie, tengo otros libros; aquí presenté el del Péndulo Político, un grupo de empresarios me hizo el favor de invitarnos a la comida, en aquel momento estuvo el gobernador. Le mandamos un saludo.
Hablé con él hoy temprano, me dio la bienvenida y con amabilidad también yo fui recíproco de decirle lo que les digo a ustedes, que nada más vengo a la presentación del libro, que vengo en son de paz, no me meto, ya fui gobernador y sé lo que es eso
Y vine a solidarizarme con Claudia, porque creo en ella, creo en ella y creo que la experiencia que ha vivido la va a hacer mejor funcionaria.
Es una mujer valiosa.
Todos aprendemos todos los días, no hay escuelas que te enseñen a ser buenos diputados, buenos senadores, buenos presidentes o presidentas, sino uno va aprendiendo con el tiempo, con los golpes, con la experiencia. Y yo creo que Claudia, si así lo decide el pueblo, va a ser muy buena funcionaria.
Por eso hemos querido venir a decirles que estén unidos, que la unidad es la base del éxito electoral; que actúen con humildad los candidatos, las candidatas.
No son fáciles los tiempos. No es que “oye, tú tienes la obligación de que me apoyes”; no, ya no existe eso. O que “te amenazo y si no vas a ver”, no, eso ya no existe.
Ahora hay que ir con humildad a platicar con la gente, a caminar, a actuar en consecuencia.
Ahora las etapas electorales son más complicadas, mucho más complicadas y los compromisos son casi personales con cada ciudadano.
Claro, no es tan fácil recorrer los pueblos en 30 días, tampoco se podría; es una campaña muy corta a la que estamos sujetos, o a la que están sujetos los candidatos y candidatas. Pero yo estoy seguro que van a abarcar con la ayuda de las redes, de los medios.
Por cierto, yo siento que, en Puebla, en su mayoría son medios de comunicación buenos, sus reporteros y reporteras objetivos, la mayoría. Yo conozco, desde años vengo, y tengo una buena opinión de ellos y de ellas.
Entonces, yo lo que podría decirles, como una conclusión; también he venido a la Universidad de Puebla, he venido, hace tiempo, a debates, a presentaciones, tengo invitaciones, pero ahora por la pandemia no ha sido fácil. Espero que pronto recobremos nuestra normalidad y podamos realizar nuestras actividades cotidianas, como siempre.
A todos les quiero expresar; no les quiero platicar más del libro porque quiero que lo compren, los que puedan. Pero si no, a ver si llego a una; miren, la materia electoral es muy rica, pero ahora ha cobrado mucha importancia la materia electoral.
Y también he dicho que frente a los desaciertos de algunos consejeros del INE o de los órganos electorales, incluso locales, o del Tribunal, es inevitable que una vez transcurrido el proceso y declarada la elección como válida, tengamos que iniciar un proceso de reforma política profunda para sujetar a los órganos electorales, al principio de legalidad y al Estado de Derecho.
No pueden, los consejeros electorales, invadir funciones de otros poderes; no pueden, los consejeros electorales, violar el principio de legalidad al que están obligados a cumplir; no puede, el Tribunal Electoral, aplicar criterios distintos y dispares sobre las mismas resoluciones; y no puede, la Corte, abusar de su mandato constitucional.
Por eso, creo, lo digo con toda responsabilidad: independientemente del resultado que se tenga, vamos a ir a una Reforma Electoral profunda, y ahí vamos a invitar académicos, a estudiosos del derecho electoral, a jueces, a miembros de la Judicatura y a la sociedad, porque es indispensable y es muy importante.
Y ahora que estamos en un proceso inédito, con un Presidente de la República invariablemente distinto a cualquier otro que haya pasado, los que creemos en las fuerzas progresistas debemos cerrar filas con él, no debemos dejarlo solo; porque yo tengo 44 años en la actividad pública.
Liza decía: yo inicié de líder juvenil a los 16 años, y a los 18 yo era capacitador electoral en las casillas; estudié Derecho, en mi tierra, pero tengo ya 61 años. Quiere decir que tengo 45 años en la actividad pública.
Desde los 16 años, que empecé a trabajar en la actividad pública; yo no recuerdo, no sé si algunos de la misma edad que yo, o un poco más grandes, recuerden si alguna vez a un Presidente de la República se le había atacado tanto.Yo no lo recuerdo, eran figuras sacrosantas, y luego decían los medios: “mira, puedes pegarles a todos, menos al Águila; menos al Presidente”.
Ahora es de verdad; yo veo en los medios, incluso locales, se reproducen ya con más prudencia, pero, de todos modos, yo nunca había visto una embestida mediática tan fuerte contra un Presidente de la República en funciones.
Sí nos atacaron mucho cuando fue el plantón, ¿se acuerdan ustedes? Yo participé en él, en el 2006, muchos de ustedes seguramente lo hicieron. Y fuimos atacados, pero éramos opositores.
Yo ahí lo entendí, porque Andrés Manuel era el líder opositor más importante de México, y nosotros éramos participantes y seguidores de ese movimiento. Y la prensa se nos echó encima durísimo; no podías ir ni siquiera a un restaurant porque te insultaba la gente, pero yo lo entiendo porque éramos opositores y el Gobierno estaba operando contra nosotros para descalificarnos y para desinflar nuestra fuerza.
Pero ahora, siendo él el Presidente, verdaderamente véanlo ustedes: escuchen radio, vean televisión, los propios órganos autónomos en una franca rebeldía, alejándose del principio de legalidad. Nosotros llamamos a los órganos autónomos a conducirse bajo el principio de legalidad, es todo.
No queremos nada indebido, no deseamos nada ilegal. Pero todavía nos quedan cuentas pendientes con la sociedad, de hacer buenos gobiernos, todavía nos falta. Y, para poder rescatar la confianza del ciudadano hay que decirle “compañero o compañera, fue la primera etapa, dame oportunidad. Dame oportunidad, porque estoy aprendiendo, voy a ser mejor”.
Yo he sido tres veces diputado federal y tres veces senador, y la próxima campaña que haga voy a pedirles disculpas. A lo mejor no lo hice bien, a lo mejor me faltó, pero confía en mí, voy a ser mejor.
Y no se pierde nada, somos seres humanos y tenemos fallas; somos falibles, no todo lo hacemos bien.
Por esa razón, yo creo que hay un momento clave en Puebla. Nada de confundirse de “No, pues es que hoy la derecha convence más”. No, compañero; es un movimiento, no es una persona.
A mí me han dicho: “Bueno, sí, a lo mejor voy a votar”, ayer me encontré con dos gentes, que andaba hablando de Claudia y “no, a lo mejor sí voto por el diputado, pero ya no voy a votar por el presidente o la presidenta; “¿Por qué?”, “Bueno, porque me parece que el otro…”.
No, no es así; no es un asunto de personas, somos un movimiento, somos una corriente histórica única en el mundo y los procesos de transición duran.
En el mundo los procesos de transición cuestan vidas incluso. México no, México ha pasado una transición tranquila, pacífica y por eso no titubeen. Nada de que ahora por aquí, no, es parejo; y también hay que hacer nosotros nuestra parte.
También no están obligados los ciudadanos a fuerzas, no, hay que convencerlos; y eso es todos los días a toda hora.
Por eso yo les pido a Armenta, a Nancy, a Edgar, a Carlos, se sumen todos, ayuden todos como un sólo equipo y llamen a la unidad; incluso a los que quedaron lastimados con los procesos internos de selección de candidatos, nos hacen falta. Háblenles con humildad.
El otro día me dijo, en Baja California Sur, que fui, me dijo un compañero “Es que yo quería ser candidato a la presidencia, cómo me llama, senador, si la encuesta fue tramposa, si pusieron… Yo quería jugar limpiamente, yo quería ser candidato”. Y yo le digo: Usted me recuerda una cosa, compañero -¿qué?- pues que es igual que yo.
Yo quería ser Jefe de Gobierno y no pude, y míreme dónde ando: ando trabajando.
Ahora que venimos aquí, los senadores, venimos con nuestros propios recursos; o sea, pagamos nuestra gasolina, venimos en nuestro vehículo. Yo ayer llegué y pagué mi hotel, me acompañó mi hijo, nada más venimos mi hijo y yo y pagamos nuestro hotel, con mi tarjeta, con mi dinero.
¿Por qué? Porque era domingo y mejor hubiera preferido estar con mi familia, tomarme una copa, comer a gusto; y no, dije, voy a ayudar a Puebla, puedo ayudar a Puebla, puedo estar en Puebla, porque en momentos cruciales la comodidad no existe.
Al final el compañero, no él, la esposa que estaba ahí tomándose el café conmigo, le dijo la esposa al compañero: “tiene razón el senador; ya, deja eso”.
Bueno, está bien. Yo ya no hago nada, pero no apoyo.
O sea, es decir, pero ya fue un grado, ya la próxima sí va a apoyar, pero al menos no está en contra de ella, o de él. Ya el hecho de que no se meta ni que esté en su casa ya ayuda mucho, pero la señora me va a ayudar a convencerlo de aquí a 15 días, de que tenemos que estar unidos, unidos, cohesionados, firmes.
Se juega mucho, es el país, es la Patria, es un proyecto político, no son las personas, es un proyecto de vida para nuestros hijos, para nuestros nietos. Por eso hay que luchar, hay que luchar mucho y no descansar.
Y yo les agradezco mucho que hayan estado aquí; mucho a todos y a todas, gracias por venir, porque yo tengo mucho aprecio por Puebla, por su gente, tengo muchos amigos y amigas aquí, y voy a seguir viniendo, como siempre lo he hecho.
Saludos a todos.
¡Enhorabuena!
Buenas gracias.