2023: año de violencia y conflictos armados

Desde 1989, cuando la dinámica global cambió por el final de la Guerra Fría, se han registrado entre 80 y 160 conflictos armados cada año. Estos incluyen hostilidades entre Estados, pugnas domésticas y luchas en contra de grupos rebeldes. La frecuencia de eventos violentos aumentó a partir de 2010, y desde entonces se registraron 3.3 millones de muertes relacionadas con estos sucesos. En 2022 hubo un alza en el número promedio de muertes, causadas sobre todo por situaciones en África, Asia y por la guerra en Ucrania.[1] 2023 fue un año sombrío, en el que la intensidad de los choques armados y el número de pérdidas humanas aumentó.[2] Un grupo de investigación estima que una de cada seis personas en el mundo estuvo expuesta a un conflicto en los últimos doce meses;[3] destacan los acontecimientos en Sudán, Mali, Etiopía, Myanmar, la prolongada invasión de Rusia en Ucrania, la respuesta de Israel a los ataques de Hamás de octubre pasado y la brevísima guerra en el Nagorno-Karabaj. Me concentraré en hacer un breve repaso de estos tres últimos ejemplos. [4]

El desgaste en el Donbás

El próximo mes se cumplirán dos años de la invasión rusa a Ucrania. Hace meses, Kiev inició una contraofensiva que pronto se detuvo sin conseguir cambios importantes. En días recientes vimos el ataque a la infraestructura naviera de Rusia en Crimea y la respuesta de Moscú con bombardeos que se han calificado como los más intensos desde que iniciaron las operaciones. Es probable que en los próximos meses sigan las campañas de ataques de largo alcance, incluyendo asaltos a las redes eléctricas. Analistas consideran que el conflicto llegó a un punto muerto. Desde noviembre de 2022 no ha habido ganancias territoriales netas significativas para nadie. Actualmente, Rusia ocupa el 18 por ciento del territorio de Ucrania.[5]

Hacia adelante, personas expertas consideran que es clave la rapidez con la que cada parte pueda renovar sus fuerzas humanas y materiales. En cuanto al reclutamiento, Rusia anunció que no contempla una nueva movilización, pero el presidente Vladímir Putin ordenó elevar el umbral de efectivos del Ejército a 2.2 millones, mientras que el Ministerio de Defensa disminuyó la lista de enfermedades que eximen del servicio militar obligatorio.[6] Entre tanto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció a fin de año que propondrían al Parlamento movilizar entre 450,000 y 500,000 ucranianos más. Por lo pronto, circula una propuesta que busca reducir la edad de alistamiento de 27 a 25 años.[7]

Respecto a las armas, Rusia va a la delantera en el acceso a municiones de artillería, ya que aumentó su producción de defensa a finales de 2022. Además, declaró su intención de mantener esta tendencia.[8] Bekhan Ozdoev, director industrial de la firma Rostec, la corporación estatal rusa que controla la industria castrense, afirmó que los volúmenes de producción de diversos tipos de armas habían aumentado entre dos y diez veces en este tiempo. En el caso de algunos tipos de hardware, la oferta incrementó decenas de veces.[9] Asimismo, el presupuesto de defensa de Rusia se triplicó desde 2021 y consumirá el 30 por ciento del gasto público en 2024.

Especialistas del ámbito académico señalan que Rusia aprendió a adaptarse y mejorar sus tácticas de combate, incluyendo la guerra electrónica. También ha paliado los efectos de las sanciones. Estos elementos pueden reforzar la posición del mandatario ruso en las elecciones de marzo próximo.[10] En Ucrania también estaba planeado celebrar comicios presidenciales en el primer trimestre del año, pero la ley marcial vigente lo prohíbe. Entre tanto, Volodímir Zelenski seguirá a cargo del Gobierno, incluso después de que expire la fecha original de su mandato (en marzo).[11]

Ucrania se esforzó por ganar independencia en la producción militar, para la cual aumentó la actividad en fábricas secretas. Tiene el objetivo de impulsar su industria ante el riesgo de que se agote el suministro de armas de sus aliados. Sin embargo, analistas señalan que enfrenta retos como la corrupción, la gestión poco profesional, empresas poco eficientes y déficits tecnológicos.[12] Como parte de los intentos por fortalecer la industria de defensa, hace un par de meses el Gobierno convocó a productores internacionales para discutir cómo construir la capacidad para fabricar y reparar armas en Ucrania. En este sentido, se definió que la defensa aérea y el desminado son prioridades inmediatas, pero también se tiene la intención de impulsar la producción de misiles, drones y municiones de artillería.[13]

En el destino de la guerra será fundamental la voluntad y el apoyo de líderes y aliados de las partes. Según la recopilación de datos que hace el Instituto Kiel para la Economía Global, la ayuda recientemente comprometida a Ucrania alcanzó un nuevo mínimo entre agosto y octubre de 2023. Se observó una caída de casi el 90 por ciento, en comparación con el mismo período en 2022.[14] Asimismo, el Congreso estadounidense aprobó hace unos días el último tramo de ayuda disponible para Kiev, y hay una división interna sobre qué tan rápido puedan autorizarse más apoyos.

La mayoría de analistas coinciden en que no se ve una solución pronta al conflicto ni una victoria definitiva de algún lado. En Occidente parece haber disminuido la atención y aumentado el desgaste. Por otra parte, se observan avances en el proceso de la candidatura de Ucrania para acceder a la Unión Europea. En tal sentido, el 14 de diciembre pasado, los líderes de los países miembros del bloque acordaron abrir negociaciones formales para el ingreso de Kiev a la Unión; sin embargo, la posibilidad de unirse a la Alianza Atlántica parece todavía lejana.

La guerra en Gaza continúa

Octubre pasado nos sorprendió con el ataque del grupo Hamás a civiles en Israel. Como comenté antes, la gran mayoría de la comunidad internacional condenó tales hechos, por la brutalidad y el terror que este grupo imprimió en contra de la población civil. Hamás no reconoce la existencia de Israel y se opone a lograr cualquier acuerdo de paz con el Estado hebreo. En su gestión no pudo ofrecer condiciones básicas de bienestar a la población palestina que habita en Gaza, además de que utiliza a las personas e infraestructuras civiles como escudos de protección. Cuando el grupo militante Hamás lanzó su ataque contra el sur de Israel, el 80 por ciento de la población de Gaza necesitaba asistencia humanitaria. Ahora todo el mundo la requiere.[15]

En respuesta a los ataques, Israel definió como objetivos “erradicar a Hamás” y “destruir completamente la capacidad de gobierno y militar” de la organización. También busca rescatar a los 105 rehenes que quedan cautivos, de las 240 personas que estaban originalmente en manos del grupo rebelde. El conflicto ha cobrado a la fecha más de 20,000 vidas y la destrucción de la infraestructura civil en Gaza. Mediante una tregua temporal, fue posible la liberación de algunos rehenes y la entrada de ayuda humanitaria.[16] La comunidad internacional presiona a Israel para que pase a una fase de la guerra que no cobre la vida de civiles y permita la llegada suficiente de asistencia material a la población.

Esta escalada de violencia eclipsó la distensión en la región entre Irán y Arabia Saudita. También complicó la normalización de las relaciones entre Israel y sus vecinos, aunque las conversaciones continúan. Además, Egipto, con tensiones en su economía, enfrenta ahora guerras en dos fronteras: Gaza y Sudán. A Jordania le preocupa que un largo conflicto genere malestar entre su numerosa población palestina. Por otra parte, los Estados del Golfo quieren proteger sus yacimientos petrolíferos. En el mar Rojo, prosiguen las tensiones —y agresiones— apoyadas por Irán en contra de Israel. La situación regional puede complicarse después del asesinato en Beirut del segundo líder más importante de Hamás, Saleh al-Arouri, quien se desempeñaba como el principal vínculo de la organización con Irán y Hezbolá,[17] así como con las explosiones en Irán que mataron a decenas de personas en la conmemoración de la muerte de un alto general militar.

Hay varias propuestas de paz sobre la mesa. El Cairo sugiere, además de un nuevo intercambio de rehenes y presos, establecer un Gobierno tecnocrático para la Franja y para Cisjordania, un plan de reconstrucción del enclave costero y elecciones en toda Palestina, según informes.[18] Una propuesta alternativa, apoyada por Washington, plantea la retirada parcial de tropas de Israel de Gaza para lograr la liberación de los rehenes. Esta iniciativa prevé la salida de los soldados de las áreas más pobladas y la entrada de más ayuda humanitaria a la Franja. No obstante, Hamás la rechaza e Israel la analiza. Estados Unidos y otros países también han presionado para avanzar a una tercera fase de la guerra. La idea es que en esta nueva etapa Israel detenga los ataques a gran escala y lleve a cabo operaciones quirúrgicas de las fuerzas especiales, que minimicen o eviten el número de víctimas palestinas.[19]

Nagorno-Karabaj: la guerra de un día

Un evento con final sorpresivo que llevaba gestándose mucho tiempo fue la operación militar de las fuerzas azerbaiyanas, que inició el 19 de septiembre del 2023 y que duró 24 horas, en Nagorno-Karabaj. Al día siguiente, el Gobierno de facto del enclave perdió la mayoría de sus posiciones militares y se rindió; además, el presidente de facto, Samvel Shahramanyan, anunció que la república dejaría de existir el 1 de enero pasado. Casi toda la población de etnia armenia —más de 100,000 personas—abandonó Karabaj hacia Armenia tras la toma de poder de Azerbaiyán. En 1991, Nagorno-Karabaj se estableció como república tras la declaración de independencia de la región respecto a la Unión Soviética, aunque no recibió reconocimiento internacional. La guerra relámpago se produjo después de décadas de conflictos prolongados, escaladas intermitentes y dos grandes conflictos armados entre 1988 y 1994 y entre octubre y noviembre de 2020.[20]

Aunque Shahramanyan hace unos días declaró que no es válido el decreto del cese de la existencia de las instituciones separatistas, es poco probable que tanto Ereván como Bakú apoyen a las mismas, ya que están cerca de firmar un acuerdo de paz basado en el reconocimiento mutuo de integridad territorial.[21] Analistas señalan que Armenia teme al poder militar de Azerbaiyán y su presencia en las fronteras.[22] Algunas voces han apuntado que Nagorno-Karabaj era un asunto de grandes potencias, en el que estaban involucradas Türkiye y Rusia, y que Armenia no tenía la fuerza necesaria o la disposición de defender a los separatistas. Ahora enfrentan el reto de asimilar la llegada de las más de 100,000 personas que habitaban en el enclave.

En 2023 vimos que el sistema de instituciones y arreglos multilaterales no ha detenido los grandes conflictos ni brindado una alternativa de paz. Parecería que las y los internacionalistas que consideran al poder y la guerra como los medios principales para conseguir los fines de los Estados prevalecen sobre quienes tienen una visión liberal, en la que la diplomacia, las instituciones y la interdependencia económica regulan y limitan el comportamiento de la comunidad de naciones.

Este es justamente el momento de fortalecer los vínculos interestatales, el respeto al derecho internacional, la vía jurídica y el diálogo para resolver las diferencias, no de abandonarlo. Es pertinente aprender las lecciones de la historia y observar cuáles son los elementos que hacen menos probable la explosión de un conflicto, los elementos que construyen la paz y que permiten alcanzar acuerdos que se puedan sostener. Es urgente aprovechar el talento de personas dedicadas a la diplomacia y a la toma de decisiones, juristas y del ámbito académico, para alejarnos de la violencia y aspirar a un 2024 menos sombrío.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Department of Peace and Conflict Research, “Uppsala Conflict Data Program”. Uppsala University (21 de junio, 2023) [En línea]:  bit.ly/3vmfGGi [Consulta: 29 de diciembre, 2023].

[2] Irene Mia, “Armed Conflict Survey 2023”. International Institute for Strategic Studies (2023), Editor´s Contribution [En línea]: bit.ly/3tDLOoh  [Consulta: 29 de diciembre, 2023].

[3]Carme Colomina, “The World in 2024: ten issues that will shape the international agenda”. Barcelona Centre for International Affairs (15 de diciembre de 2023), notas internacionales 299 [En línea]: bit.ly/3NNn6sm [Consulta: 30 de diciembre, 2023].

[4] International Rescue Committee,  “The top 10 crises the world can’t ignore in 2024”. International Rescue Committee (13 de diciembre, 2023), 2024 Emergency Watchlist [En línea]: bit.ly/3NO5nB2 [Consulta: 2 de enero, 2024].

[5] Michael E. O’Hanlon, Constanze Stelzenmüller y David Wessel. “Ukraine Index: Tracking developments in the Ukraine war”. The Brookings Institution (15 de diciembre, 2023), Artículo [En línea]:  bit.ly/47lf4xN [Consulta: 2 de enero, 2024].

[6]Javier G. Cuesta, “El Kremlin allana el camino para una nueva movilización masiva de soldados”. El País (5 de diciembre, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/41GG4qp  [Consulta: 2 de enero, 2024].

[7] Reuters, “Ukraine draft law proposes lowering mobilisation age to 25 from 27”. Reuters (25 de diciembre, 2023), sec. Mundo [En línea]: reut.rs/47lfd4j  [Consulta: 2 de enero, 2024].

[8]Reuters, “Russian has the upper hand in arms race with the West – Russian minister says”. Reuters (25 de diciembre, 2023), sec. Mundo [En línea]: reut.rs/41LiKIf [Consulta: 2 de enero, 2024].

[9] Reuters, “Russia ramps up output of some military hardware by more than tenfold – state company”. Reuters (19 de septiembre, 2023), sec. Mundo [En línea]: reut.rs/3vmwtZX [Consulta: 2 de enero, 2024].

[10] Jack Watling y Nick Reynolds, “Stormbreak: Fighting Through Russian Defences in Ukraine’s 2023 Offensive”. The Royal United Services Institute for Defence and Security Studies (4 de septiembre, 2023) [En línea]: bit.ly/3TLPGOB [Consulta: 30 de diciembre, 2023].

[11]Abdujalil Abdurasulov, “Ukraine war: Fierce row erupts over 2024 election”. BBC (26 de noviembre, 2023), sec. Noticias [En línea]: bbc.in/48ptzCk  [Consulta: 30 de diciembre, 2023].

[12] Cristian Segura, “Ucrania potencia la producción de armamento propio en fábricas secretas”. El País (29 de diciembre, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/3TM2YuK [Consulta: 2 de enero, 2024].

[13] Michael E. O’Hanlon, Constanze Stelzenmüller y David Wessel, “What to watch in Ukraine in 2024”. The Brookings Institution (20 de diciembre, 2023) [En línea]: bit.ly/3vn6gKE [Consulta: 2 de enero, 2024].

[14]Kiel Institute for the World Economy, “Ukraine Support Tracker”. Kiel Institute for the World Economy (diciembre, 2023) [En línea]: bit.ly/3H2y9KD [Consulta: 2 de enero, 2024].

[15] Ishaan Tharoor, “The crises that may get worse in 2024”. The Washington Post (22 de diciembre, 2023), sec. Mundo [En línea]:
wapo.st/3RRHgD0 [Consulta: 2 de enero, 2024].

[16]Antonio Pita y Manuel Altozano, “Israel sigue sin lograr sus objetivos políticos y militares en Gaza tras dos meses de invasión”. El País (23 de diciembre, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/3H2ykWj [Consulta: 2 de enero, 2024].

[17]Jason Burke, “Saleh al-Arouri: assassinated leader was Hamas’s link to Iran and Hezbollah”. The Guardian (2 de enero, 2024), sec. Mundo [En línea]: bit.ly/3NJtJw0 [Consulta: 3 de enero, 2024].

[18] El País, “Guerra entre Israel y Gaza: resumen del 29/12/2023”, El País (29 de enero, 2023) sec. Internacional [En línea]: bit.ly/48X2jej [Consulta: 3 de enero, 2024].

[19] Manuel Altozano, “Israel proposes a partial withdrawal of troops from Gaza in exchange for release of hostages”, El País (29 de diciembre, 2023), sec. Internacional [En línea]: bit.ly/3S1NQYM [Consulta: 3 de enero, 2024].

[20] ACAPS, “Armenia-Azerbaijan: Nagorno-Karabakh: Humanitarian impact of the military offensive” Reliefweb (6 de octubre, 2023), Briefing Note [En línea]: bit.ly/3tCNiza [Consulta: 29 de diciembre, 2023].

[21]News Wires, “Nagorno-Karabakh dissolution not valid, says Armenian separatist leader”, France 24 (22 de diciembre, 2023), sec. Asia-Pacífico [En línea]: bit.ly/48jk73c [Consulta: 29 de diciembre, 2023].

[22] Marie Dumoulin y Gustav Gressel, “After Nagorno-Karabakh: How Europeans can strengthen Armenia’s resilience”. European Council on Foreign Relations (24 de noviembre, 2023), Artículo [En línea]: bit.ly/3RHFaWc [Consulta: 29 de diciembre, 2023].